-Yoochun-
Estoy tomando en un recóndito bar, aquel lugar de dudosa reputación y al cual solo acuden adolescentes y jóvenes con hormonas revueltas. El lugar ideal para un ligue de una noche, para un revolcón en el hotel de la planta superior, aquel donde no te piden identificación, aquel de sabanas rojas y paredes delgadas. El peor lugar para encontrar el amor; sin embargo, fue aquí donde te conocí. ¿Lo recuerdas?
Para alguien como yo, la respuesta eres tú
Incluso si te lo digo, simplemente no tiene sentido
Para alguien como yo, la respuesta eres tú
Incluso si no lo puedo explicar
Así es como me siento, ¿Debería morir?
Cuando te conocí solo buscaba un poco de consuelo en un cuerpo tibio, estaba cansado de mis constantes fracasos, de mis idas y vueltas. Yo acaba de graduarme de la universidad, había acabado esa carrera que me puso en contra de mi padre, aquella carrera que creía mi vocación; no obstante, ninguna galería quería exponer mis obras, nadie quería comprar ni un solo cuadro. Se suponía que había estudiado arte contemporáneo para pintar, fotografiar, esculpir y crear; no para filmar eventos sociales o enseñar a mocosos que solo tomaban el curso por ser una materia “fácil”. Así no era la vida que soñé.
Fue así que sentado en la barra de aquel bar, con un trago en la mano y mientras insultaba a esos críticos que decían que mis obras solo eran piezas bonitas sin sentimientos, que te vi. Tú entrabas de la mano de unos amigos, mirabas todo expectante y deduje que era la primera vez que venias a un lugar como este. Te observé durante segundos y horas. El tiempo exacto, no lo sé. Reías escandalosamente con un tipo alto mientras tus otros dos amigos se iban a bailar al lugar más oscuro del bar, tú hacías lindos mohines ante los comentarios de mi peor rival, si porque desde ese instante lo considere mi némesis. De repente el sujeto alto se distrajo con una muchacha de buenos pechos y tú refunfuñabas a su costado, vaya tonto que era ese tipo.
Sigilosamente me levanté y me dirigí a tu mesa, dispuesto a sacarte a bailar y si me era posible conseguir tu número y alguna caricia tuya. Tú me miraste desconcertado pero aun así aceptaste. Aquella noche no te solté ni un segundo ni tampoco lo hice los siguientes días. Te había encontrado y no te pensaba dejar. Aun si tus amigos decían que todo iba rápido logré adueñarme de tu todo. De tus sonrisas, de tus conversaciones y bromas sinsentido, de tus sueños descabellados y de tu cuerpo. Sin embargo; después de todo lo que pasó con nosotros me pregunto si de verdad te marchaste. ¿No quieres seguir a mi lado? ¿Enserio todo se acabó?
Cuando dijiste que debíamos terminar, me enojé y grité
Borracho golpeé un muro
Tropecé con un transeúnte, le dije ¿Qué estas mirando?
Odiaba toda relación con el mundo
Mientras estabas conmigo la vida y la buena fortuna me sonreían. De repente mis obras eran alabadas por los críticos, mis pinceles y mis oleos cobraban vida, mi cuarto de revelado estaba inundado por fotos tuyas. Si, por fin tenía un cuarto de revelado propio, en tan solo unos meses le había dicho adiós a mi viejo departamento y pude adquirir uno amplio al cual te invité a mudarnos. Tu aceptaste y aunque tu madre hizo un drama y tu gemelo me golpeó, tú me seguiste. ¿Recuerdas como lo inauguramos?
Los dos rodeados por cajas y muebles por acomodar, brindamos con unas botellas de soju y pese a que tú no sueles beber alcohol, no embriagamos. Éramos dos loquitos ebrios de amor que bailaban alguna canción imaginaria como preámbulo a nuestra primera vez. La primera vez de tu cuerpo y la primera vez de mi corazón.
Mis acciones te decepcionaron
Pero esto es en serio, mandé todo al diablo,
Si no te tengo, me volveré loco ¿Qué debo hacer?
¿Cómo debí sentirme para actuar así?
también estas llorando, porque todavía me amas
Me arrodillaré ante ti, porque lo siento… Me aferraré a ti
No voy a hacer promesas y tampoco te daré excusas patéticas,
pero por favor no te vayas
Sin embargo, esa burbuja de perfección por momentos parecía romperse. Ahora que lo pienso yo cargaba demasiados demonios, el matrimonio fallido de mis padres, mis celos sin fundamento y mi miedo por perder el éxito que estaba alcanzando. Pero tú, mi Junsu, siempre aguantabas mis desplantes y me abrazabas cuando esos ataques de sentimientos confusos me atacaban. Eras mi faro en medio de ese mundo de fama hipócrita al cual me estaba adentrando.
Para alguien como yo, la respuesta eres tú
Incluso si te lo digo, simplemente no tiene sentido
Para alguien como yo, la respuesta eres tú
Incluso si no lo puedo explicar
Así es como me siento, ¿Debería morir?
Había días en los cuales la inspiración se me iba pero solo bastaba con irte a buscar a la puerta del conservatorio donde estudiabas y pedirte escapar por unas horas o a lo mejor días. Tú dejabas todo de lado y aunque tu amigo el alto gruñón te recordaba tu irresponsabilidad tú te ibas conmigo. Siempre reías y me decías que no me preocupara o es que acaso leías en mí la culpa por hacerte participe de mis huidas. Tus argumentos eran disparatados pues iban desde que tu voz era un talento al cual clases no le faltaban hasta la posición de tu primo como parte de la directiva del conservatorio.
Junsu, tú me dabas todo pero dentro de ti también tenías dudas. No te culpo. Yo Park Yoochun soy el judas de nuestra historia. En ese entonces no era consciente de lo ciego que me estaba volviendo por el éxito que había llegado a mí. Dejaba que mujeres y hombres, con alguna influencia en ese mundillo competitivo, creyeran que me interesaban para así obtener algún beneficio.
Cuantas citas y pequeñas celebraciones te cancelé para ir a cenar a algún caro restaurante con un desconocido de renombre. Tu solías enojarte, más tus intentos de enfados no solían pasar de una noche; sin embargo, yo me volvía un loco irracional con tan solo verte hablar con tus amigos y armaba peleas y discusiones en las cuales tu terminabas llorando y pidiendo perdón por un crimen que nunca cometiste. Así que si ahora te marchaste, te comprendo; pero aun en este desenlace me atrevo a rogarte una oportunidad para volver a confiar, una oportunidad para volver a amar.
Te preguntó, ¿porque no confías en mí?
Por dentro me siento culpable
Salimos durante un año
Realmente me odio por hacer tantas cosas malas durante ese tiempo
Al final de estas peleas, siempre pierdo el amor
Solía decir que los chicos deben saber cómo engañar
y jamás aferrarse
Solía decir eso, pero ahora que te fuiste
Estoy solo y mi corazón está ardiendo, desde ahora diré que para mí
Tú eres la respuesta
Ahora por fin me doy cuenta de lo valioso que eres
Si te vas, pierdo y me olvido de todo
Te pido que confíes en mí una vez más… por favor
Sabes mi ángel, todos los días aun voy a aquel restaurante donde siempre cenábamos. Si mi amor, ese restaurante que no tenía una carta especial, unos meseros de lo más serviciales, ni un ambiente sofisticado y cuyo único valor radicaba en ser testigo de cada uno de nuestros momentos agridulces.
Allí te pedí que fueras mi novio en tan solo la quinta cita, mi declaración no fue tan romántica pues lo único que hice fue decorar cada pared con cada cuadro que llevaba pintando desde que te conocí. Por ese entonces solía disculparme por no haberte llevado a un restaurante francés o a lo menos a la azotea de un hotel con hermosas vistas, mas a ti eso nunca te importó.
Oh mi amor, que me soportaste
Soy un hombre indigno, que hasta ahora solo te ha dado lágrimas
Pero aun así, yo siempre solo pienso en ti
No sabes que no daría por volver a aquellos días donde tú intentabas inculcarme tu amor por ese deporte que tanto te apasionaba. Nunca fui un fanático del soccer y si me mostraba dispuesto a acompañarte a cada partido era por los besos fugaces que podía robarte en cada entretiempo. También añoro esas tardes en las que trataba de no perder la paciencia enseñándote inglés, siempre supiste que eras malo en eso pero aun así seguías intentándolo. Es que simplemente tú querías aprender cada cosa que yo amaba y que mejor prueba que todos esos “vanguardistas” cuadros y esculturas que hoy lucen olvidados en un rincón de la que fue nuestra habitación.
Solo si estas a mi lado, tendré la fuerza
Sabes esto, así que por favor vuelve
Solo si estas a mi lado, todo es perfecto
Sabes esto, así que por favor vuelve
¿Dónde estás cariño? Te he buscado en todos los lugares que solías frecuentar pero aun así no te hallo. Nadie me quiere dar razón de tu paradero. Sabes Junsu ah, tu hermano me volvió a partir el labio al interrogarle tu paradero, tus amigos me rehúyen como plaga y tu primo aquel único partidario de nuestra historia de amor me mira con indiferencia. Todos me increpan lo demacrado que te veías en estos últimos meses, lo asustado que te mostrabas con cada llamada que te hacía para preguntar tu paradero o lo sensible que estabas ante las discusiones.
Que saben ellos de nosotros, ellos nunca lo entenderán.
Soy un idiota, lo admito nuevamente, pues tú trataste de salvar nuestra relación en cuanto te percataste que mi carácter iba desequilibrándose aún más. Pero como podía admitir ante ti que lo que había comenzado como una forma de hacer dinero fácil terminaría involucrándome en una red de falsificación de obras de arte. Te juro que cuando alcance el éxito de tu mano trate de romper todo vínculo con aquel submundo, mas mis captores habían puesto sobre mi numerosas cadenas de las cuales huir es imposible. Tenía miedo de perder todo lo que había conseguido, tenía miedo de que cumpliesen sus amenazas, tenía miedo de que descubrieses en lo que estaba metido y te marcharas.
Incluso las parejas de ochenta años
pelean y discuten todo el tiempo
Aun así se aman y viven bien, para mi tu eres ese tipo de persona
Siempre te di excusas, tenía mal temperamento,
era terco e indigno, pero para mi
tu eres mi sueño, eres mi amor, no hay respuesta para el amor,
pero para mí tú lo eres.
Eres la persona, eso es lo que siento.
Sin embrago, que triste es darse cuenta que debí tomar tu mano y enfrentar aquel fango en el que yo mismo me había metido. Estoy seguro que de haber sabido la verdad tú no hubieras dudado en prestarme tu fortaleza para enfrentar todo cuando tuviese que venir. Pero lejos de hacer ello, busqué más influencias para contrarrestar mis errores pasados llegando así a construir una fama inestable de la cual mi caída seria estrepitosa.
Deseo tanto que vuelvas, lo deseo tanto que duele. Quiero que estés a mi lado, quiero que seas testigo del fin del cobarde Park Yoochun, quiero que tomes mi mano mientras confieso mis errores pasados, quiero escuchar tu melodiosa voz diciéndome que lo que haré es lo correcto, quiero ver en tus ojos la esperanza de un futuro juntos.
Para alguien como yo, la respuesta eres tú
Incluso si te lo digo, simplemente no tiene sentido
Para alguien como yo, la respuesta eres tú
Incluso si no lo puedo explicar
Así es como me siento, ¿Debería morir?
Junsu ah, siempre te llamaba infantil y me burlaba a menudo de tus reacciones y actos; pero fui yo quien hizo con nuestro amor lo que un niño hace con su globo, cuando lo tiene juega, cuando lo pierde llora.