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Enamorado por Casiopea

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Notas del fanfic:

Hola, hola caracolaaaa

Traigo nuevo fic!!!!! Si señoras, señores, niños y niñas, aqui estoy con un nuevo fic que me vino a la.mente de un dia para otro y decidi escribirlo rapido y corriendo. Sincerente no se que fue lo que me inspiró, solamente surgió y aqui estamos.

Ya aviso de que es un One-shot, no tengo planeado continuarlo porque ya tengo bastante con mis otros dos fics que espero actualizar pronto, tened paciencia conmigo yyyy... espero que os guste

Os quiero!!

Era raro.

La situación en la que estaban, la atmósfera que había. Era como si en el ambiente flotase una tesitura sumamente extraña.

Minho siempre había creído que esas eran cosas que sólo pasaban en las películas o en los libros, pero ahora está comprobando que no, que en realidad el aire podía ser muy espeso dentro de una habitacion y el entorno podía llegar a sofocar a una persona.

O tal vez sólo haga calor. Piensa Minho.

Y era lo más normal del mundo porque estaban casi a mediados de julio y en las noticias habían anunciado una ola de calor para esta semana y por eso Jonghyun, sentado en el suelo a su lado, estaba sin camiseta, exponiendo su piel recién bronceada, con ese tono tostado tan envidiable y con esos músculos que se contarían cada vez que soltaba una carcajada, y que si se fijaba bien, a la luz del sol que entraba por la ventana podía percibir una ligera capa de sudor, que daba un brillo peculiar a su piel, como ese brillo que adquirían los modelos en una sesión de fotos cuando les untaban con aceite el torso, pero al parecer Jonghyun tenía la capacidad de adquirirlo naturalmente.

Y no era como si Minho se hubiera fijado en ese minúsculo detalle y por eso había perdido la partida por cuarta vez consecutiva que estaba jugando con él. Para nada. Era sólo que hacía calor, le sudaban las manos por lo cual no podía coger el mando de la consola bien , y el sofoco que había en la habitación le estaba turbando la mente y no le dejaba marcar ningún gol.

- ¡He vuelto a ganar!.- Grita Jonghyun, alzando las manos a modo de victoria, soltando un carcajada alegre.

Minho bufa molesto, soltando el control de la PlayStation y tirandolo en cualquier parte, con la risa de Jonghyun metida en los tímpanos, haciendo eco en su mente y rebotando directamente en el pulso que emitía su corazón acelerado. Jonghyun se recarga sobre el brazo izquierdo del menor, con una sonrisa brillante en la cara.

- ¿Qué?.- Espeta Minho, con la vista fija en el póster de DBSK que colgaba en la pared, ese que le regaló Yunho cuando sólo era un trainee, porque no se atrevía a girar el rostro y mirar a Jonghyun directamente, porque sus rostros quedarían demasiado juntos y en ese momento tendría que admitir que tal vez su sofoco si tenía algo que ver con Jognhyun.

- He vuelto a ganar.- Repitie en un murmuro, pero sin esconder su sonrisa

- ¿Y?

- Que es la quita vez que te gano, esto ya se merece una recompensa.

Esta vez si gira la cara, haciendo que su nariz chocase con la contraria, y que el aliento con olor a menta de Jonghyun invadiera sus fosas nasales y llegase directo a su cerebro, nublandole la mente, como un drogadicto esnifando cocaína.

- ¿Y qué quieres?.- Murmura en un tono bajo, sin darle mucha importancia a sus palabras, totalmente magnetizado por el rostro de Jonghyun.

A esa distancia sería capaz de contarle hasta la última pestaña que tenía.

Pero para su mala o buena suerte, según cómo se mire, Jonghyun se aleja repentinamente, mirándole receloso, cosa que hace que Minho se ponga aún más nervioso y sienta que de repente la habitación es demasiado pequeña, y podría pasar perfectamente por un horno industrial con la de calor que hace ahí dentro.

- Estás raro.- Claudica el mayor, mirandole de arriba a abajo con tan intensidad en la mirada que Minho por un momento piensa que hasta podría adivinar si tiene un hueso roto.

- ¿Eh? Que va ¿Por qué?.- Sabe que en ese momento, con esa respuesta, la ha cagado. Porque Jonghyun le conoce demasiado bien, y conoce su timbre de voz nervioso, hablando demasiado rápido. Justo como ahora.

- ¿Porque jamás había conseguido ganarte en nada? Mucho menos cinco veces seguidas y en un videojuego de fútbol.

Y ahí es cuando Minho, por primera vez en su vida, se maldice a si mismo por ser tan jodidamente competitivo, porque si no lo fuera, tal vez no habría sido tan obvio, y Jonghyun no estaría mirándole como si quisiera sacar a la luz hasta el último secreto más oscuro que guarda dentro, aguantando esa calor asfixiante que sólo le dejaban ganas de arrancarse la piel.

Puta vida.

- Es sólo la suerte del principiante.- Se excusa banalmente, con la mínima esperanza de que el mayor deje el tema porque ni siquiera el sabe que mierda le pasa, ni porqué lleva todo el santo día pensando en lo bien que le queda el pantalón del chándal a Jonghyun, sobretodo si no lleva camiseta, o porqué está tan nervioso ahora mismo, como si en cualquier momento fuese a explotar una bomba.

- Ya, claro. Y...- Una melodía interrumpe la contestación que iba a dar Jonghyun, que seguramente acabaría en algo como 'no me creo una mierda', y Minho suspira aliviado, dándole gracias a Dios, a Buda, a Alá, al Universo, al Karma o a quien sea que controle el mundo, cuando el mayor se levanta a por su móvil, contestando una llamada entrante que apenas dura dos segundos.- Que tarde es. Tengo que irme, nos vemos.

El moreno se queda un rato en silencio, mirando la puerta por la que Jonghyun acaba de salir, llevándose consigo esa atmósfera extraña y sofocante, dejandole por fin sólo y preguntándose porque coño estaba reaccionando de esa manera con el mayor. Suspira, pasándose la mano derecha por el flequillo que a esas alturas ya estaba pegado a su frente por el calor.

Sin duda tenía que poner aire acondicionado en su habitación. Aunque en realidad ya no hacía tanta calor como pensaba.

 

*~*~*~*~*~*~*

 

Se dirige al salón después de su tercera ducha diaria, con el pelo húmedo en un intento superficial por refrescarse, sentándose en el sofá al lado de Key, quien está cómodamente leyendo una revista de cotilleos a la vez que ve un programa de moda en la televisión.

El mayor levanta la vista unos segundos cuando ve a Minho sentarse a su lado, con el rostro desganado.

- Vaya cara que traes.- Dice como quien no requiere la cosa, ganándose un suspiro por parte se Minho.

- No me encuentro muy bien hoy.

- ¿Qué te pasa?

Minho se encoge de hombros y cruza los brazos sobre su pecho, acomodandose mejor en el sofá, con la mirada puesta en la televisión donde sale una chica anunciando no sabe qué pasarela en Europa, aunque en realidad no le presta mucha atención porque no le interesan las pasarelas de moda pero tampoco puede cambiar de canal porque sabe que Key ha atesorado el mando de la televisión como si fuera de su propiedad y que si, por algún universo paralelo se le ocurriera cambiar de canal, posiblemente terminaria con Key haciendo un escándalo cómo si acabara de matar a uno de sus perros.

- No sé. Estoy agobiado y últimamente siento un malestar en el estómago como si fuera a vomitar en cualquier momento. Por no hablar de este puto calor que no me deja dormir.

El mayor guarda silencio unos segundos, para después cerrar su revista y dejarla a un lado, mirando a Minho atentamente.

- Yo sé lo que te pasa.

- ¿En serio?.- Pregunta el menor, poniendo toda su atención en Key.- ¿Es grave?

- Depende de si te corresponde o no.- Comenta encogiendose de hombros despreocupado.

- ¿Eh?

- Lo que te pasa es que estas enamorado, Minho.

El salón se hunde en él silencio, con el ruido blanco de la televisión de fondo, mientras Key mantiene su rostro impasible y tranquilo como si acabará de decir que le gusta el helado de fresa, ganándose esa mirada de Minho que dice '¿Eres tonto o te entrenas?'

- Estoy hablando en serio.

- Yo también.

Minho resopla molesto, quitándose el flequillo húmedo de la cara.- ¿Te digo que me encuentro mal y la única conclusion que sacas es que estoy enamorado?

- Es eso o que a lo mejor te ha entrado la menopausia.- Contesta soltando una risita que a lo oídos del menor se hace muy, pero que muy molesta.

- Ni tengo menopausia ni mucho menos estoy enamorado.

- ¿Quien está enamorado?.- Minho pega un salto en su asiento del sofá cuando Jonghyun entra por la puerta y se sienta en el sillón de al lado, interrumpiendo la conversación, con el móvil en la mano tecleando algo que debe ser muy interesante por la atención que le pone a la pantalla.

- Minho.- Responde Key con tranquilidad, aún ganándose una mirada llena de odio por parte del aludido, quien murmura algo como 'traidor de mierda', pero que Key no le da importancia alguna.

- ¿De quién?.- Y está vez Jonghyun sí levanta la vista del móvil, porque la conversación es muchísimo más interesante, y clava su mirada en la de Minho.

- Yo...no, de nadie. No estoy enamorado.- Titubea, y retuerce la tela de su pantalón entre sus dedos, sin poder aguantar la mirada de Jonghyun por más de dos segundos seguidos. De repente puede notar como la temperatura de la habitación asciende rápidamente, haciéndole transpirar, con él corazón latiendo veloz y las gotas de sudor resbalando por su espalda.

Puto calor.

Key guarda silencio, mirando la reacción tan extraña Minho, para luego mirar a Jonghyun quien sólo se encoge de hombros volviendo a poner atención a su teléfono y después otra vez a Minho, sonríe cuando ve como el menor mira a Jonghyun atentamente, como si quisiera grabar sus movimientos y retenerlos en su memoria eternamente, para después sacudir la cabeza y agachar la mirada, como si se avergonzase de sus propias acciones.

- Será mejor que vaya al medico.- Murmura Minho, poniéndose en pie.- No vaya a ser que tenga algo grave y me muera por tu culpa.

- Que dramático.- Réplica Key rodando los ojos, cogiendo su revista para seguir leyendo cómodamente.

 

*~*~*~*~*~*~*~*

 

El reloj marca las tres de la mañana cuando Minho se revuelve por décima vez entre las sabanas. No puede dormir. No sabe si es por el calor o por el agobio que siente dentro, como si estuviera olvidandose de algo importante.

¿Era el cumpleaños de alguien?¿Se habría dejado la nevera abierta?

Se incorpora para buscar entre la oscuridad su iPod y escuchar algo de música que le pudiera ayudar a conciliar el sueño, posando sin querer la vista en la cama vacía que había en el otro extremo de la habitación. Jonghyun había salido hace horas, seguramente con su nueva conquista del mes - o de la semana- y aún no había llegado, por lo que seguramente sólo significaban dos cosas: o ya no vendría a dormir porque estaba ocupado en la cama de alguna chica o vendría a las tantas de la noche y posiblemente ebrio. Y a Minho no le hacia gracia ninguna de las dos, y menos esa noche.

Se recuesta en la cama otra vez, poniéndose los auriculares, respirando hondo para tratar de tranquilizarse y dormir de una vez por todas, pero antes de que ni si quiera pueda elegir una canción para escuchar, Minho escucha la puerta de la entrada abrirse, seguido de unos pasos torpes y algunos golpes por el camino.

Jonghyun. Piensa, y no tarda en confirmarse su teoría cuando el aludido abre la puerta, tropezando con algo invisible en el suelo, cayendo en la cama de Minho.

Sobre Minho, para ser exactos.

- ¡Ah! Jong.- Se queja, revolviendose en un intento vano por alejar el cuerpo se mayor del suyo.- ¡Quítate de encima mio!

Pero el aludido sólo ríe, como si Minho le acabara de contar un chiste buenísimo, sin hacer el menor esfuerzo por hacerle caso, al contrario, Jonghyun se acomoda mejor en el cuerpo del moreno, aferrado a su torso desnudo.

- Hola, Minho. Que piel tan suave tienes.- Murmura abstraido, con una pésima pronunciación, acariciando con la punta del los dedos la dermis a la altura de las costillas de Minho.

- ¿Qué...?¿Qué estás haciendo?.- Balbucea Minho quedándose estático, y por un momento parece él el borracho de los dos, porque le cuesta encontrar el poco raciocinio en su mente, ese que en teoría le tendría que decir que debería sacarse al mayor de encima, cuando Jonghyun está acariciandole de esa manera, erizandole todo el vello en su cuerpo, cuando tiene que morderse el labio inferior para no soltar el gemido que tiene atrapado en la garganta.

- Que bien hueles.- Continúa, hundiendo la nariz en el cuello de Minho, quien sólo cierra los ojos, dejando de lado el iPod y las ganas de dormir que tenía, permitiendo que las manos de Jonghyun se paseen a sus anchas por toda la piel al descubierto que tenía, sin saber en que momento se había abierto de piernas y el mayor se había colado entre ellas en una posición mucho más cómoda o como era que su lengua le acariciaba con sensualidad todo lo largo de su cuello hasta su oreja.

- Jonghyun... Para.- Susurra, con tan poca convicción que ni el mismo cree lo que acaba de decir y por lo visto el aludido tampoco se lo cree, porque continúa acariciandole sin parar, besando su cuello, bajando por sus clavículas hasta llegar a su pecho y continuar besándole una y otra vez.

- Si supieras las ganas que tenía de hacer esto.- Murmura, y Minho por poco se ahoga con su propia saliva, en parte por lo que acaba de oír y otra parte porque las caricias de Jonghyun se han detenido en sus pezones y su lengua no para de juguetear con su abdominales.

- ¿Qué...?¿Qué quieres..? ¡Ah!.- El cuerpo de Minho se arquea involuntariamente, deteniendo sus palabras, su pensamiento y todo lo que estaba a su alrededor, cuando Jonghyun muerde él pedazo de piel bajo su ombligo, succionando y lamiendo, dejando una marca bastante notoria.

- ¿De quién estás enamorado, Minho?.- El susodicho jadea buscando algo de aire, intentando que su cerebro se vuelva a conectar para poder decirle a Jonghyun una frase en condiciones

Pero ni siquiera puede emitir un mísero balbuceo cuando la mano del mayor se cuela en sus pantalones, directa a su entrepierna necesitada, cuando Jonghyun le mira con esa seriedad y ese deseo, como si de repente el alcohol en su sangre se hubiera evaporado y fuera plenamente consciente de sus acciones, cuando su corazón parece ir de repente pausado, y el malestar en su estómago de repente se vuelve un cosquilleo agradable.

No sabe qué decir, por eso simplemente eleva un poco el rostro hasta que sus labios rozan los de Jonghyun y le besa, intentando que eso responda a su pregunta, diciéndole en ese gesto lo que lleva callando tanto tiempo, algo de lo que no era consciente hasta ese momento; que está enamorado de él.

 

*~*~*~*~*~*~*~*

 

Se revuelve entre las sabanas, suspirando con una sonrisa en la cara, medio dormido. Por primera vez en mucho tiempo no se siente agobiado, ni asfixiado, ni si quiera tiene calor. Sé podría decir que Minho está de maravilla.

- Esto no puede estar pasando.

Frunce el ceño inconscientemente al oír ese murmullo y abre los ojos con algo de dificultad por la cantidad de luz que entra por la ventana, encontrandose a un Jonghyun sentado en su propia cama, en frente de él, totalmente vestido, con los codos apoyados en las rodillas y la cabeza hundida en sus manos, pero aún así es capaz de ver como niega con la cabeza repetidas veces, como si se lamentara de algo, y en ese momento en corazón de Minho se hunde en un mal presentimiento.

Se incorpora lentamente, en parte porque le duele todo el cuerpo y otra parte porque no quiere que Jonghyun se de cuenta de que ya está despierto, pero por lo visto hoy el universo no está de su lado, pues apenas hace un movimiento y su mirada se encuentra con la de Jonghyun, quien le mira frío e inexpresivo, dejándole congelado en su hazaña por vestirse, aunque no lo suficiente como para alargar la mano y cubrirse un poco con la sábana de su cama, pues se sentía avergonzado y vulnerable estando como Dios lo trajo al mundo con Jonghyun ahí en frente.

- Buenos días.- Murmura con una sonrisa titubeante, esperando alguna contestación del mayor que no llega nunca porque lo único a lo que se dedica Jonghyun es a mirarlo desde la distancia.

- ¿Esto ha pasado de verdad?.- Pregunta de repente, mientras Minho le mira con cara de no saber de lo que está hablando.- ¿De verdad nos hemos...acostado?.

Minho baja su mirada hasta las manos en su regazo, y vacila un poco antes de contestar, porque puede percibir lo mucho que le ha costado a Jonghyun decir esa última palabra, puede notar esa carencia de afecto de su mirada o como aprieta los puños, como si estuviera intentando calmar la furia que lleva dentro. Y a Minho ni siquiera le había dado tiempo a asimilar lo que había pasado la noche anterior y los muchos sentimientos que habían salido a la luz desde su interior, entregándose a Jonghyun sin reservas, como para imaginarse que tal vez el mayor pudiera reaccionar así de mal.

- Sí.- Responde en un hilo de voz, sin atreverse a levantar la vista, porque no sabe si podría aguantar el desprecio en la mirada del mayor.

- No puede ser. No puedo haberme acostado con un chico.- Le escucha murmurar y cada segundo que pasa Minho se encoge más en sí mismo, más vulnerable. Sin duda esa no era una buena reacción.- ¿Como has podido hacerme esto?

- Yo no he hecho nada.- Replica Minho a la defensiva.

- Oh, claro que no, ahora va a ser mi culpa por violarte anoche. Se te ve tan disgustado.- Minho se queda en estado de shock, con los ojos abiertos de par en par, sin saber muy bien que responder, no por lo que ha dicho Jonghyun, sino por la manera tan agria e incluso cruel de decirlo.

- ¿Tanto asco te da?.- La pregunta le sale en un susurro casi lastimero, porque su corazón parece que ha dejado de latir esperando la respuesta, aunque la podría adivinar con los ojos cerrados

- Por Dios, Minho, estaba borracho ¿Qué esperabas?.- Bufa molesto, poniéndose de pie, mirando a Minho con desprecio, que aún sigue sentado en la cama.- Sólo falta que ahora digas que estas enamorado de mi.

El menor alza la mirada, dolido por la burla que ha utilizado para decir esa última frase, como si sus sentimientos valiesen una mierda. Carraspea, intentando suavizar el nudo en su garganta y tragándose de paso las ganas de llorar que le estaban entrando.

- Por supuesto que no.- Miente, y su mentira es tan poco creíble que ni el propio Jonghyun se lo traga, pero no está dispuesto a admitirlo, no cuando sabe que lo único que haría sería despreciarle.

- Escucha, yo nunca estaría con un hombre. Jamás.

- Lo sé. Ya me ha quedado claro.- Responde el menor con voz monocorde, poniéndose esa máscara de frialdad que le había enseñado a utilizar delante de las camaras.

Jonghyun asiente dubitativo y se encamina hasta la puerta, deteniendose justo antes de salir.

- Una cosa...

- ¿Vas a humillarme aún mas?.- Corta Minho de forma tajante, mirandole con dureza y por un segundo creer haber visto una punzada de dolor en el rostro de Jonghyun, pero enseguida se recrimina a si mismo porque que Jonghyun sintiera algo que no fuera asco hacia él seria demasiado pedir.

- Te agradecería que no se lo contases a nadie.

- Tranquilo.- Responde el menor, con una sonrisa irónica en la cara.- Tu fachada de macho-hetero no se va a ver perjudicada por mi.

Minho suspira cuando la puerta de la habitación se cierra y por fin las ganas de llorar explotan a modo de un cúmulo de lágrimas surcándole las mejillas, ahogandose en el dolor que sentía.

 

*~*~*~*~*~*~*

 

Habían pasado semanas desde aquella noche y aún había días en los que Minho se despertaba con ganas de llorar, pero no lo hacía, de hecho desde aquel día no había vuelto a soltar ni una sola lagrima y tampoco pensaba hacerlo. Era como si su cuerpo se hubiera desprovisto de cualquier emoción y cada vez que alguien mencionaba a Jonghyun, su rostro perdía vida y se convertía en un robot que realizaba acciones en automático.
Los demás se habían dado cuenta de que algo pasaba, sobretodo porque Jonghyun le pidió a Key que le cambiara la habitación de un dia para otro, y eso era inesperado, porque esos dos siempre habían compartido habitación desde su debut y eran casi como siameses, con esa personalidad entre niño pequeño y adulto que compartían, por eso al resto de miembros de SHINee se les hacía extraño que Jonghyun y Minho se ignorasen completamente, como si jamás se hubieran conocido, aunque ninguno de ellos lo cuestionó, simplemente les apoyaron en lo que sea que estaba pasando entre ellos.

- ¿Habéis visto mis llaves?.- Minho mira a Key y Onew, ambos mirando una película en la televisión, ignorando por completo a Jonghyun como si fuera un cojín en el sillón, un cojín que no deja de mirarle fijamente.

- Creo que Taemin las dejó en el mueble de la entrada.- Responde Onew antes de meterse un puñado de palomitas en la boca.

- ¿Ya te vas a tu cita?.- Cuestiona Key, con una sonrisa pícara, arqueando una ceja, mirándole de arriba a bajo.

- No es una cita.- Réplica por décima vez en esa semana, ya que Key no ha dejado de repetirle una y otra vez lo mismo.- Sólo voy a salir con Changmin.

- Muy elegante te has vestido para no ser una cita.

- Es que me ha invitado a un sitio elegante.

- ¿A donde?.- Minho rueda los ojos al oír la pregunta de Onew. Últimamente el mayor pasa demasiado tiempo con Key y el lado cotilla del líder que nadie sabía que tenía pero que por lo visto si estaba ahí, estaba empezando a surgir de la oscuridad.

- En ese restaurante donde celebramos el cumpleaños de...Jonghyun, el año pasado.- Todos en la sala notan como le cuesta pronunciar ese nombre, como si estuviera maldito o como si se le atragantase en la garganta provocándole arcadas, aunque nadie es capaz de cuestionar nada.

El aludido alza la vista para mirar el rostro de Minho, aunque no es como si no lo hubiera visto desde que entró en el salón, de hecho llevaba mirándolo todo el rato, sólo que sin darse cuenta su vista se había perdido en los pantalones tan ajustados que vestía el moreno.

- Muy elegante.- Coincide Onew, volviendo a sus palomitas.

- ¿Entonces Changmin se va a confesar o no?.

Minho pone los ojos en blanco, exasperado, justo antes de salir del salón sin responder a la pregunta de Key.

- ¡Ya me dirás cómo de grande la tiene!. Grita Key.

- ¡¡Asqueroso!!

Key ríe divertido ante el grito de Minho, sin percatarse de la mirada de odio que le dirige Jonghyun, sentado al su lado.

- Hay que ver lo que te gusta molestarle.- Recrimina Onew, negando como a cabeza.

- Oh, vamos. Es muy divertido. Además, todo el mundo sabe que Minho rechazará a Changmin cuando se confiese.

- Si es que se confiesa.- Apunta el líder, ganándose un asentimiento por parte de Key.

- Espera ¿Todo esto iba en serio?.- Pregunta Jong, haciendo que los otros dos lo miraran como si acabara de llegar al salón.

- Claro que va en serio.- Dice Key, como si el mayor fuera retrasado o algo por el estilo.- Todo el mundo sabe que Changmin va detrás de Minho desde...

- Desde que debutamos.- Completa Onew.

- O incluso antes. No sé cómo Minho puede seguir siendo virgen con semejante dios griego babeando por él.

- Tampoco es para tanto.- Murmura Onew, mirando el techo como si realmente estuviera pensando en el cuerpo de Changmin.

- ¿Minho era virgen? Quiero decir, ¿es virgen?.- Jonghyun se arrepiente al instante de haber hecho la pregunta, porque su voz ha sonado demasiado ansiosa como para aparentar que Minho no le importa. Por no hablar de la mirada suspicaz que le ha dedicado Key.

- Que yo sepa no le han dado ni su primer beso.- Responde Key lentamente, mirando atento la reacción de Jong, haciendo que se removiera inquieto en su asiento.- Y pretendientes no le han faltado. Aún recuerdo como Donghae estuvo detrás de él durante meses para que al final Minho le acabase rechazando.

- Pero el que sin duda tiene el récord es Suho.- Comenta Onew despreocupado, sin ser consciente que lo único que hace es añadir leña al fuego interior de Jonghyun.- Lleva enamorado de Minho desde que estudiaron juntos en China. ¿Cuánto tiempo es eso?¿ocho años?.

- No sabía que había tantos... gays en este mundillo.- Dice Jonghyun, como quien no quiere la cosa, aunque por dentro su mente ahora mismo es un caos, gobernado por el pensamiento de Minho con Changmin, o con Suyo, o con Donghae. O simplemente con alguien que no fuera él.

- La SM es como el gran armario donde se esconden todos los homosexuales.- Dice Key, haciendo un gesto dramático con las manos.- Como este de aquí, por ejemplo.- Añade señalando a Onew, quien solamente se encoge de hombros.

- Yo estoy muy bien en mi trozo de armario, puedo quedarme ahí unos años más.

- Ojalá Minho le diga que sí a Changmin, se merece alguien como él.- Comenta de repente Key -aparentemente- despreocupado, mirando de reojo a Jonghyun, quien se tensa y aprieta los puños, cosa que hace sonreír internamente al menor.

-Key.- Murmura Jonghyun entredientes, intentando respirar hondo y relajarse.

- ¿Sí?.- Responde el aludido, sonriendo inocentemente.

- ¿Me podrías cambiar la habitacion?.- El otro asiente, sonriendo tiernamente cuando ve a Jonghyun levantarse a por sus cosas, dispuesto a recuperar a su compañero de habitación.

- Este está muy raro últimamente.- Comenta Onew, mirando la puerta por la que acaba de salir Jonghyun.

- Está enamorado.- Responde Key, arrebatandole al mayor el último puñado de palomitas.

 

*~*~*~*~*~*~*~*

 

Suspira al entrar por la puerta, dirigiéndose directamente a su habitación. Por fin en casa. Esa noche había sido de locos, o al menos en su mente lo había sido. Le había costado tanto rechazar a Changmin, por un momento incluso se planteó mandarlo todo a la mierda y decirle que si, lanzándose a sus brazos, pero luego cierto miembro de su grupo se le aparecía por la mente y lo único que le entraban ganas de mandar a la mierda era a sí mismo por ser tan gilipollas y por no mentalizarse como le había dicho Key.

Pero ya estaba en casa, ya podía relajarse y dejar de pensar en Changmin y la cara de dolor cuando le había dicho que no podía salir con el porque le gustaba otra persona. Y 'gustarle' se quedaba corto, porque en esas semanas en las que había cogido hasta la última gota de orgullo para ignorar a Jonghyun también se había dado cuenta de que lo echaba terriblemente de menos, y que compartir habitación con Key no era ni de lejos tan bueno como compartirla con él, porque Jonghyun tiene esos pequeños detalles que te encandilan el alma y te dan ganas de meterlo en una cajita de cristal para que dure eternamente. Y porque simplemente era su mejor amigo y lo echaba de menos, el problema es que lo quería como algo más que amigo.

Y hablando del Rey de Roma.

Ahí estaba Jonghyun, sentado cómodamente en su cama, en su habitación. 
Por un momento a Minho se le olvidó como respirar, caminar o incluso parpadear, los nervios se le crisparon y de repente le entraron unas ganas terribles de vomitar. No quería discutir con él, de verdad que no soportaría más rechazos por parte de Jonghyun, pero por lo que veía el mayor estaba aparentemente tranquilo, con la vista fija en un punto imaginario de la habitación, tan concentrado en sus pensamientos que le llevó algunos segundos darse cuenta de que Minho había entrado en su cuarto.

- Hola.- Murmura Jonghyun, algo cohibido, frotándose las manos en la tela del pantalón, cosa que hace sólo cuando está muy, muy nervioso.

- Hola.- Contesta Minho en el mismo tono, algo desconfiado, manteniéndose de pie en medio de la habitación.-¿Qué haces aquí?

- He vuelto a mi habitación, espero que no te importe.

- Ya.

Se hunden en un silencio tenso e incómodo, sin atreverse a mirarse a los ojos, y Minho casi puede notar como la atmósfera se vuelve más asfixiante en cada segundo que pasa.

- Lo siento.- Dice Jonghyun de sopetón, haciendo que Minho le mirase como si estuviera loco.- He estado pensando mucho estos días, en lo que pasó aquella noche y como reaccioné.- A esas alturas Minho ya se había sentado en la cama de enfrente a Jonghyun, con el cuerpo totalmente tenso y expectante.- Y lo siento mucho, me comporté como un imbécil, pero no es fácil para mi asimilar todo esto, todo lo que estoy sintiendo desde que nos acostamos, y aquel día estaba en shock y... Lo que quiero decir es que te echo mucho de menos, Minho.

Si alguien le hubiera hecho una foto a la cara de Minho, hubiera sido épica. No se lo podía creer, simplemente no era verdad, estaba soñando o tal vez se había metido por accidente en uno a de esos agujeros 'espacio-tiempo' y ahora se encontraba en un universo paralelo donde Jonghyun aún quería seguir siendo su amigo. O puede que el camarero del restaurante le hubiera echado algo en la bebida y ahora viera alucinaciones. Era eso seguro.

- Puedes contestar cuando quieras, ya he acabado mi monólogo.- Comenta Jonghyun, con falsa despreocupacion, porque en realidad el silencio se le estaba haciendo tormentoso, sobretodo cuando Minho estaba ahí sentado, mirándole sin decir palabra alguna.

- No sé, Jonghyun.- Reacciona al fin Minho.- Es todo tan... Repentino.

El mayor asiente, al menos no le había insultado o rechazado como el creía que pasaría, porque sin duda Jonghyun sabía que eso era lo mínimo que se merecia. Mira una vez más a Minho, mordiendose el labio inferior, justo antes de ponerse en pie y caminar cauteloso hasta el menor para sentarse a su lado.

- He pensado que, tal vez, podamos ser amigos hasta que me atreva a salir del armario dentro de unos años.

- ¿Salir del armario?.- Pregunta Minho, y Jonghyun solamente asiente, son una sonrisa de medio lado, haciendo que la tensión entre ellos desapareciera por completo y que Minho lo mirara divertido.

- O puede que en unos meses.- Susurra cuando su vista se fija en la clavícula al descubierto del menor, como si le invitara a morderla.

- Entiendo. Porque no hay manera de hacerte salir ahora mismo ¿Verdad?.- Jonghyun levanta la mirada, chocando con la de Minho, y antes de que pueda pararse a pensar qué está haciendo el labio del menor ya se ha colado entre sus dientes y sus manos están aferradas en las caderas de Minho.

- Estoy enamorado de ti.- Murmura Jonghyun, como si acabara de descubrir el secreto del universo.

- Y yo de ti.- Contesta Minho entre risas, justo antes de que el mayor volviera a atrapar su boca con la propia.

- Genial. Pero no quiero verte cerca de Changmin.

- Vale.

- Ni de Donghae.

- Sí.

- Ni mucho menos de Suho.

- Te amo, Jonghyun.- Contesta entre besos, provocando que el mayor sonriera encandilado.

- Yo también te amo.

 

**

 

- ¿Te dije o no te dije que Jonghyun tenía más pluma que un pavo real?

- ¡Pero no vale, tu ya sabías que había algo entre esos dos!

- Que mal perder tienes Onew, una apuesta es una apuesta, así que me debes unos zapatos nuevos.

- No pienso comprarte nada Key, has hecho trampa.

- Oh vamos, no seas así. Puedes pagarme en carne si quieres.

- Ni en tus mejores sueños, tramposo.

 

 

Fin.

 


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