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SIMPLEMENTE HOLMES por adler kid

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Notas del fanfic:

Este fanfic participa del reto de fin de año del foro I am sherlocked. El promt principal es “cena con la familia”, los secundarios son: “Intercambio navideño” y “Compartir la misma bufanda”. Espero lo disfruten. 

Notas del capitulo:

AU. Romanticismo. No estoy muy segura de los nombres de los padres de Sherlock, así que me tomé la libertad de ponerles nombres. Espero me disculpen eso. Tuve dos amigas que me ayudaron con la corrección de ortografía y me hicieron comentarios al respecto, realmente siento que eso me ayudó mucho. ¡Gracias Andrea y Mafer!

-Explícame nuevamente el por qué debería ir contigo a esa cena-

-Por favor Greg, hazlo como un favor navideño-

-...-

John se encontraba un domingo por la mañana en la casa del DI Lestrade para pedirle un favor muy peculiar: acompañarlo a una cena navideña en la casa de los Holmes.

-John, yo no tengo relación con ellos, es decir, me considero amigo de Sherlock y tuyo, pero creo que no pinto nada allí-contestó luego de una pausa el policía.

-Por favor- suplicó el médico- sabes lo difícil que es tratar con Sherlock, más aún cuando está cerca de su hermano. Puedo resistir a un Holmes, pero dos son demasiado para mí-

- ¿Será en la casa de Mycroft?-

-No. En la casa de los padres de ambos-John mencionó el último detalle en voz más baja; sabía que era una causa perdida el intentar convencer a Greg, pero no se creía capaz de estar vigilando a su pequeña Mary y Sherlock al mismo tiempo.

 

Todo había comenzado una semana antes, cuando él, Sherlock y la pequeña Mary recibieron una visita de Mycroft. Al parecer la madre de ambos quería ver a sus dos hijos en casa para ese año.

-Sabes que no debes hacer enojar a mami, Sherlock-

-Vete Mycroft, sabes que nunca me han gustado esas cenas navideñas- para dejar conversar a los hermanos Holmes, John llevó a su hija consigo a la cocina, donde iba a preparar un té para todos.

-Papi, ¿por qué vino hoy el tío Mycroft?-preguntó la hija de John, la pequeña Mary S.

-Creo que Sherlock va a su casa para navidad cariño. Tendremos que celebrar los dos solos este año, lo siento Mary- le dijo John a la pequeña mientras sostenía la tetera donde prepararía el té.

 

John y su hija se habían mudado en febrero al 221B de Baker Street, luego de la trágica muerte de Mary a manos del cáncer. La primera navidad de su hija sin su madre y-desde el punto de vista de John- la tendría que pasar solo con él. La mayor preocupación de John era que su pequeña, a los 6 años, se sintiera a gusto allí, todos esos años lo pasaban con Sherlock, Molly, la señora Hudson y por supuesto Mary...esta última ya no estaba con ellos, pero al menos esperaba hacer una pequeña reunión en su nueva casa. Ojalá pudiera compensar él solo la falta de la madre de Mary, quería lo mejor para su hija.

Luego de terminar de servir el té, y con ayuda de la pequeña Mary por supuesto, llevó las 4 tazas al lugar donde aún podía escuchar discutir a los hermanos.

-No voy a ir Mycroft, es mi última palabra-

-Hermano mío, creo que deberías considerarlo un poco más. Después de tu último caso y ese disparo, mami está muy preocupada, quiere cerciorarse por sí misma que su “Sherly” está sano y salvo, sabes que sino hará un escándalo y vendrá a verte- John se había sentado después de darle la respectiva taza a cada uno de los Holmes, y se sentó en su sillón con la pequeña Mary a su lado.

-...-

-Ahh, mencionó algo más- Mycroft se levantó de su asiento después de dejar la taza en el buró de la sala y coger su paraguas - “Si desea, puede venir también John y la pequeña Mary, mientras más seamos será mejor”- citó a su madre, mientras veía a John con una mueca que parecía el inicio de una sonrisa.

Sherlock pareció pensárselo un poco más y luego miró a John con ojos suplicantes, realmente parecía que no quería ir. John carraspeó al sentir las miradas de ambos hermanos sobre él y luego vio a su pequeña, quien parecía emocionada de pasar navidad en la casa de Sherlock.

-Papi, ¡vamos!, podré conocer a la mamá del tío Sherlock-

-¿Estás segura cariño?- le dijo John notando que el detective se tensaba, este sabía que ninguno de los dos podría negarse a una petición de la pequeña, quien en ese momento se apartó del lado de su padre y corrió al lado de Sherlock para abrazarse de sus piernas y mirarlo con ojos de cachorrito, con esos ojos del mismo color que los de John.

-Tío Sherlock, vamos a tu casa por navidad, sé que a mami también le hubiera agradado la idea- y listo, la pequeña había dado el golpe de gracia para ambos hombres, apelando a una carita que parecía llena de tristeza y a punto de llorar.

-Está bien, iremos- dijo Sherlock, arrepintiéndose de inmediato de ello, Mary sabía muy bien cómo controlarlos a ambos, al igual como su madre lo había hecho en alguna ocasión anterior.

- ¡Viva!- la pequeña se separó de Sherlock y empezó a saltar, dejando olvidada su actuación de pena que había dado solo segundos antes.

-Parece que ahora alguien más es capaz de controlarte querido hermano- dijo Mycroft, antes de agregar- por cierto, nuestra madre dijo que cada uno debía llevar un regalo, al parecer haremos un intercambio o algo similar; ojalá no se sienta incómodo doctor Watson-

- ¿Disculpa?-

-Bueno es una cena familiar, estaremos los 4 miembros de la familia Holmes, espero eso no lo incomode- John se levantó de un salto, hacía ya más de 8 años que no veía a los padres de Sherlock, la última vez habían ido Mary y Billy, ahora solo estaba él, rodeado de Holmes… Necesitaba ayuda, y de manera urgente.

 

-Dices que la cena es en la casa de sus padres, John, no puedo hacerlo, es cierto que desde mi divorcio estoy solo en navidad, pero es demasiado que me pidas ir contigo-

-Greg, eres el único al que le puedo pedir ayuda, además- John sonrió de manera cómplice mirando fijamente al DI-¿no te estás llevando mejor con Mycroft?; incluso me dijeron que a veces pasa por tu despacho en New Scotland Yard para invitarte a salir.

 Greg se sonrojó inmediatamente ante las afirmaciones de John; era cierto, después de su divorcio, hubo un tiempo en que estaba demasiado deprimido y, casi sin querer, Mycroft se había acercado más a él, 2 veces por semana, lo invitaba a tomar un café y se quedaban comiendo un pie, un pastel o simplemente conversando de cosas triviales. Últimamente, Greg se había fijado más en la forma en que Mycroft parecía disfrutar los dulces que comían, a observar con más detalle su perfil, las facciones de su rostro, la manera en que la luz del atardecer o de la luna- dependiendo del momento del día- caían en sus cabellos rojizos, y en su mirada cristalina que parecía capaz de observar hasta sus propios pensamientos. Tal vez estaba sintiendo un poco de atracción hacia el político, pero de eso, a que John lo supiera, había muy bajas posibilidades, ¿verdad?

-Solo salimos de vez en cuando, no estarás insinuando nada raro, ¿no Watson?-

-Si son cercanos, no habrá problema en que vayas con nosotros, incluso le preguntaré a Mycroft si puedes ir con nosotros, no creo que haya problemas-

-Está bien, te acompañaré- dijo Lestrade, rindiéndose ante la insistencia del médico.

-Gracias Greg, no sé qué habría hecho yo solo con ambos Holmes y teniendo que lidiar con mi hija al mismo tiempo-

- ¿Está bien Mary?-

-Sí, ha crecido un poco desde la última vez que la viste, pero sigue igual de preciosa que siempre-

-Te has vuelto un padre consentidor John-le dijo el inspector con una sonrisa.

-No soy el único que la mima, desde que regresamos a Baker, Mary se ha pegado a Sherlock y lo sigue siempre que puede. Me sorprende incluso que él no la haya rechazado… es decir, cuando, ya sabes, cuando Mary aún vivía, lo visitábamos en ocasiones y era amable con ella… pero no esperaba su actitud actual. Parece que la adora, no puede negarse a ninguna de sus peticiones-

-Se parece a ti entonces, Sherlock nunca ha podido resistir tus encantos- le dijo Greg con tono de broma

-...-

-John, era, era una broma ¿sabes?- Greg miró preocupado a John, parecía algo nostálgico después de la última frase dicha.

-Ah, sí, lo siento. Parece que últimamente me oculta algo ¿sabes? He intentado que me diga que es, pero se niega a hablar. Tal vez, solo necesite tiempo…-

-Sherlock confía en ti más que en nadie John, eres el único que ha logrado sacar tanto de su lado humano… cuando llegue el momento, te lo contará estoy seguro-

-Eso espero. Por cierto, debes llevar un regalo, de preferencia unisex-

-¿Solo un regalo?, me había  hecho a la idea de llevar al menos 5-

-La madre de Sherlock parece querer que hagamos un intercambio, por eso solo necesitamos un regalo-

-Espero no me toque dar el regalo a la señora o señor Holmes-

-¿Preferirías que te tocara Mycroft o Sherlock?- le dijo John con una sonrisa.

-Espero me toque regalarte a ti; ya puedo imaginarme a Sherlock recitando la procedencia del regalo, si lo envolví bien o no, si es caro o algo de último minuto…-

-Jajaja, tienes razón, creo que Sherlock hará eso con el regalo que le toque, salvo sea de su padre o su madre-

-Bueno John, entonces nos encontraremos el 24-

-Sí, pasaremos por ti a las 6 de la tarde, debemos llegar temprano a la casa Holmes; espero tener lista a Mary para esa hora-

-Si se retrasan manda un mail, no quiero tener que prepararme justo para las 6 y que luego lleguen a las 8-

John se despidió de Greg y salió a tomar un taxi hacia Baker. Al llegar, encontró a Sherlock con los ojos vendados y sentado en su sillón.

-Sherlock, ¿se puede saber qué intentas hacer?-

-Shhh, estoy intentando pensar-

-Sherlock, ¿y Mary?-dijo el médico, al notar la aparente ausencia de su hija en la casa

-Silencio John, intento concentrarme-

-Sherlock, dime en este momento en donde se encuentra mi hija-

-Es lo que intento averiguar-

- ¡Qué? ¡Sherlock dime dónde está mi hija! ¡Solo te dejé un momento con ella!-

-¿Papi, eres tú?- la pequeña Mary salió de la alacena más baja de la cocina y corrió al encuentro de su padre.

-Estas al lado de John, Mary perdiste- le dijo Sherlock tocando su chaqueta.

- ¡No se vale!¡Eso es trampa! ¡Tío Sherlock, papá llegó, salí a saludarlo!-

-Dijiste que con los ojos vendados debía buscarte y al atraparte ganaba, no especificaste si era válido o no que otra persona te llamara- mencionó Sherlock quitándose la banda de los ojos.

-Papi, ¿estabas ayudando a que tío Sherlock ganara? ¡Eso es trampa! ¡Otra vez! Nosotros nos esconderemos y tío Sherlock nos busca, así no podrán hacer trampa juntos-

John sonrió aliviado al ver que solo había sido un juego y que la pequeña estaba a salvo, aunque sí le sorprendió que Sherlock accediera a jugar con ella. Realmente lo sorprendía lo mucho que podía querer a esa pequeña y cómo ella podía convencer a Sherlock para que hiciera lo que quisiera.

Sherlock bufó algo indignado por la continuación del juego, pero al ver a Mary tan entusiasmada por jugar con ambos, no le quedó más que ponerse nuevamente la banda y dejar que John la ajustara, para luego sentarse en su sillón y contar en voz alta hasta 20 y empezar el juego.

Notas finales:

Y así comenzamos, espero les haya gustado, la historia se pondrá muy interesante con la presencia de la pequeña Mary en la casa de los Holmes.


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