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SIMPLEMENTE HOLMES por adler kid

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Notas del capitulo:

Y el segundo capítulo, veremos cómo les va a los Watson en la cena de navidad…

Las palabras en cursiva indican pensamientos de los personajes. Que lo disfruten.

Todo va a salir bien John, cálmate, no es la primera vez que vas a ver a los padres de Sherlock. Respira y tranquilízate.

El médico tenía cierto pánico de volver a ver a los señores Holmes después de tanto tiempo. La última vez que se vieron, la pequeña Mary aún estaba en el vientre de su madre.

John, Sherlock, Greg y Mary se encontraban a la entrada de la casa de los Holmes; la pequeña se encontraba cogida de la mano de su padre y llevaba un gran paquete envuelto en papel de regalo. Cada uno de los presentes llevaba bolsas navideñas con sus respectivos regalos que, al parecer y pese a la insistencia de la señora Holmes, contenían más de un obsequio...dos para ser exactos.

Sherlock estaba a punto de tocar el timbre cuando Wanda Holmes abrió la puerta y los recibió con una sonrisa.

-Mi niño, ¡qué alegría que hayas venido! Doctor Watson, inspector Lestrade bienvenidos- saludó a todos con una emoción bastante palpable, bajó la mirada y pudo ver a la pequeña sujetada del abrigo de su padre e intentando ocultarse-¿pero a quien tenemos por aquí? Debes ser Mary, mi hijo Mickey me habló mucho de ti-

La niña aún no se atrevía a saludar, entonces John le habló:

-Vamos cielo, no seas descortés y saluda-

-Buenas noches señora, soy Mary S. Watson- dijo la pequeña liberándose de la cercanía de su padre y dando un beso en la mejilla a Wanda, la cual se había inclinado para poder ver mejor a Mary.

-Mi pequeña, no me digas señora, preferiría que me digas abuela- le dijo Wanda Holmes sujetando sus mejillas. Mary miró en dirección a su padre, quien parecía no saber cómo reaccionar, y luego en dirección a su tío Sherlock, el que tan solo se encogió de hombros, como dando a entender que el nombre era lo de menos.

-¿Puedo...decirle solo abu?-le dijo la niña con un sonrojo en sus pequeñas mejillas y una mirada de ilusión en su rostro.

-Claro, cariño, puedes decirme así- Wanda parecía realmente emocionada ante el hecho de que la pequeña le dijera de esa forma. La cogió de la mano e hizo que entrara en la casa.

Al ingresar, lo primero que les recibió fue un comentario que, aparentemente, Sherlock esperaba.

-Parece que, por primera vez, eres capaz de llegar puntual a una reunión familiar, hermano mío-

-John insistió en llegar puntuales; no es como si estuviera ansioso de ver tu cara hermano mío- contestó Sherlock al comentario mordaz de su hermano.

-Chicos, por favor, no quiero tener que vigilarlos toda la noche; compórtense- dijo Wanda, en un tono de voz que parecía sonar a advertencia- sobre todo tú Mikey, eres el mayor-

-Preferiría que me llamaras Mycroft madre, es el nombre que me diste-

-Es inútil querida, sabes que siempre discuten de esa forma- habló por vez primera Chris Holmes.

-Al menos podrían intentar controlarse por una noche, tenemos visitas además-mencionó la mujer.

-No es como si fuera la primera vez- dijo en un tono algo bajo John.

-Créame señora, tanto John como yo, estamos acostumbrados a oír pelear a estos dos-

-¿Alguien podría explicarme que hace Gregson aquí?- mencionó Sherlock con su semblante usual que mostraba solo una emoción: ABURRIDO.

-Ya hablamos de eso Sherlock, compórtate.  Ya te dije que tu madre amablemente aceptó recibir a Greg esta noche-

-Supongo que lo eliminé, como cualquier dato innecesario-

-¡Sherlock, lo dije hace poco en el taxi cuando íbamos a recoger a Greg!- John se veía muy enfadado con Sherlock; volteó en dirección a Lestrade con intención de disculparse, siendo interrumpido por él.

-No te preocupes John, estoy acostumbrado a que Sherlock solo recuerde los datos necesarios para un caso. Así puede ayudar en Yard- mencionó el DI encogiéndose de hombros.

-No puedo creer que aún te comportes de esa manera Sherly, eras tan lindo cuando niño- dijo Wanda suspirando con nostalgia.

-Deberías agregar el: desobediente, incontrolable y obsesionado con ser un pirata también, madre- complementa Mycroft con una sonrisa sarcástica en sus labios.

-Ambos eran buenos niños Myc, tú también fuiste algo desobediente cuando aún no nacía Sherlock- habló Chris.

-Sí Myc- habló Sherlock, con sarcasmo palpable en su voz-tú tampoco fuiste un santo cuando niño-

-Abu, ¿tío Sherlock y tío Mycroft también fueron niños?- preguntó de manera inocente la pequeña.

-Claro mi cielo, ¿te gustaría ver cómo eran? - John y Greg habían estado muy atentos a la pregunta de la niña, enterneciéndole la naturaleza de la misma; pero ambos se habían interesado muchísimo al oír lo que dijo Wanda.

-¿Puedo verlos?--Tengo el álbum de fotos en la biblioteca, lo traeré en este instante- mami Holmes salió casi corriendo de la sala, antes de que alguno de sus hijos pudiera detenerla.

Todos se acomodaron en los sillones; inesperadamente Mycroft y Sherlock uno al lado del otro, mientras la pequeña se había sentado a un lado de Chris Holmes, esperando ver el álbum de fotos.

-¡Aquí lo tienen!- Wanda volvió con un álbum de fotos bastante grande, de color azul oscuro y con una foto de los 4 Holmes -de cuando Sherlock apenas era un bebé y estaba en brazos de su hermano mayor- en la portada.

-Cariño, no creo que sea buena idea, sabes lo que pasó la última vez que intentaste mostrar a alguien el álbum familiar-dijo Chris, aparentemente preocupado.

-Los niños tenían 15 y 10 años querido, no van a volver a intentar distraer al invitado para llevarse el álbum y quemarlo- le dijo Wanda; mirando en dirección a sus hijos agregó-¿No es cierto mis niños?- ambos asintieron, asustados por la “dulce” mirada que les dirigía su madre.

-¡Hay que verlo todos!- dijo Mary con una sonrisa en el rostro.

-Es cierto, John, Greg, pueden acercarse para ver- ni cortos ni perezosos, ambos hombres se acercaron hacia la señora Holmes para observar las fotos. De manera disimulada, Greg intentó sacar su celular, a ver si podía sacar alguna foto, para poder avergonzar a Sherlock en el Yard.

-Guarda tu cámara Gregory, no queremos fotos de esas fotos- dijo Sherlock molesto.

-Es Greg, Sherlock; sin embargo, concuerdo contigo. Inspector, será mejor que guarde esa cámara si no quiere tener el doble de papeleo para la semana de año nuevo-

-Ohhh, vamos niños, no amenacen al inspector-al oír nuevamente a su madre, ambos se callaron- si quiere, puedo darle copias de algunas de estas fotos, tal vez así pueda mantener más controlado a mis niños- John sonrió ante la propuesta de Wanda al inspector- si quiere, tampoco me opondría a darle algunas, doctor- ahora sí ambos se veían con una cara de incredulidad total. Parecía que esa noche la iban a pasar realmente bien; Wanda Holmes realmente era alguien que sabía ganarse a las personas, lástima que ninguno de sus hijos había heredado esa habilidad.

Y así empezó todo, Mary era la más alegre en todo ese ambiente, podía ver a sus dos tíos cuando tenían la misma edad que ella. Había fotos de Mycroft cuidando a Sherlock en su cuna; de cuando habían ido al zoológico y lo llevaba cargado en su espalda; diferentes cumpleaños de ambos; Sherlock con un traje de pirata, un parche en el ojo izquierdo y una espada de mentira; otra de Mycroft intentando comerse él solo la mitad de un pastel; Sherlock jugando con Barbarroja; Sherlock embarrado hasta las orejas en el barro y a su hermano aparentemente reclamándole; Mycroft cuando ganó su primer concurso de debate, con un ridículo traje de color vino que su madre le había hecho ponerse; en fin, fotos de casi toda la infancia de ambos Holmes. Pero la foto que más le encantó a la pequeña fue una en la que estaban ambos hermanos en lo que parecía ser un gran barco pirata. Sherlock llevaba su parche en el ojo y su espada de mentira, mientras que su hermano no llevaba un parche, pero sí un sombrero de capitán y lo que parecía ser una falsa mano de garfio. Ambos sonreían y parecían estar disfrutándolo mucho.

-Esta es de la navidad de cuando Sherlock tenía 9, antes de que Barbarroja se fuera al cielo- relató Wanda a la pequeña niña.

-¿Barbarroja también está en el cielo? ¿Cómo mi mami? - a John casi se le saltan las lágrimas al oír a su hija hablar de ello de manera tranquila. Wanda no sabía qué palabras usar para la pequeña, había olvidado por completo lo que pasó con Mary.

-A Barbarroja también lo pusieron a dormir, Mary; estaba sufriendo mucho- mencionó Sherlock con un tono algo melancólico.

-Pero después no sufrió ¿verdad tío Sherlock?-la pequeña había corrido desde donde estaba hacia el sillón de ambos Holmes. Se había casi sentado en el suelo y sujetado las manos de Sherlock entre sus pequeñas manitas. Sherlock ni siquiera había notado que estaba mirando hacia el suelo, no hasta que vio allí a la niña, que parecía intentar consolarlo de algo que había pasado hace tanto tiempo, pero que parecía no poder superar. La pequeña Mary era realmente fuerte.

-Sí, ahora ya no sufre, Mary- Wanda Holmes tenía los ojos vidriosos al ver ese contacto de la niña y el menor de sus hijos. Al parecer, los Watson eran como un rayito de luz en la vida de su pequeño.

-Será mejor que vayamos a comer, el pavo ya debe estar listo, no debemos comer muy tarde o Mary se quedará dormida antes- dijo intentando secar las lágrimas que ni siquiera salían de sus ojos.

-No me quedaré dormida. ¡Este año esperaré a Santa Claus!-

-Mary, hablamos de eso ya; te expliqué que es imposible que un tipo gordo, con traje rojo, barba blanca y un bolso rojo vaya por el mundo repartiendo regalos-

-Lalalalalalalalalalalalala-la pequeña se tapaba los oídos para no escuchar a Sherlock; su padre le había dicho que hiciera eso cuando sentía que iba a decir algo que ella no creería. John no pudo evitar reírse de esto, Greg también reía, no era la primera vez que veía a una persona que no quería aceptar lo que decía Sherlock, pero sí la primera vez que veía esta “manera particular” de no oírlo.

Casi a las 9 de la noche, Wanda sirvió la cena, había preparado pavo relleno, budín, ponche, unas cuantas galletas de jengibre para Mary y, para Santa, unas galletas con chispas de chocolate. Había tenido que preguntar a John si la niña aún creía en Santa; a los 7 años, Mycroft ya no creía en él y a los 5, Sherlock se había quedado esperando a ver si llegaba, preparado con una resortera para expulsarlo de casa por “invasión a propiedad privada”, según sus propias palabras y aunque no supiera qué significaba aquello.

En cuanto terminó de comer, la pequeña parecía lista para dormir, sus ojos se cerraban involuntariamente. Aunque intentaba mantenerse despierta, terminó durmiéndose con la cabeza apoyada en las piernas de John.

Wanda lo guió hacia una de las habitaciones donde podría dejarla dormir hasta el día siguiente. Los mayores aún se quedarían a celebrar.

-Como nuestra pequeña ya se durmió sugiero que pongan sus regalos para ella bajo el árbol- todos se miraron con una interrogante en el rostro; claro, “todos” solo incluía a John, Greg y Chris Holmes - obviamente ninguno me hizo caso, tienen dos regalos cada uno en su bolsa, y el papel de regalo de uno es demasiado infantil para no notarlo- al parecer la inteligencia de los Holmes provenía de esa mujer.

-Me impresionas nuevamente querida, ¿hace cuánto no deducías algo? - comentó el Holmes mayor.

- Creo que tres días, ¿recuerdas cuando dije aquello del primer ministro? salió luego en las noticias-

-Ahhh, cierto-

-Bueno todos, dejen sus regalos y los que son para el intercambio los recibiré yo, haremos un sorteo para que sea más divertido-

Cada uno dejó su regalo, mientras que Sherlock parecía realmente aburrido con eso. Finalmente quedaron así: el regalo de John era para Greg; el de Greg, para Mycroft; el de Mycroft, para Wanda; el de Wanda, para Chris; el de Chris para Mary; el de Mary, para Sherlock y el de Sherlock, para John. Habían decidido incluir a la pequeña porque esta había insistido, decía que Molly le estaba ayudando a preparar un regalo y quería que alguno de ellos lo recibiera, después de todo, conocía a todas esas personas -a los padres Holmes recién los conocía- y quería mucho a todos.

-Deberíamos dejar todos los regalos para abrirlos temprano, así Mary puede estar presente y ver a Sherlock recibir su regalo- sugirió John.

-Separaremos los del intercambio y le diremos que los demás los trajo Santa- dijo Wanda arreglando los obsequios en el árbol.

Como no tenían más que hacer, se sentaron un rato más a conversar y luego todos fueron a dormir. No sin que antes, Wanda Holmes les advirtiera a sus hijos:

-Mycroft, nada de bocadillos nocturnos. Sherlock, si desaparece el álbum de fotos sabré que has sido tú, además tengo un duplicado de cada una de las fotos y, no, no vas a encontrarlo tan fácilmente como piensas. Puede que esté un poco vieja niños, pero su madre aún tiene algunos trucos-

Notas finales:

Me encanta la madre de los Holmes, en la serie se nota que es muy inteligente, pero al mismo tiempo cálida. Espero se hayan divertido un poco con las escenas de las fotos… 


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