El mejor regalo
. -Un año más, he-
Un pelirrojo de cuerpo atlético, se observaba en el espejo, contemplando su perfecto atuendo, hoy cumplía dos años con su novio peliceleste y para su buena suerte era 31 de Enero, cumpleaños de su sombra, tenía una sorpresa muy especial y quería que todo saliera perfecto para celebrar una fecha tan importante.
Debido a que es domingo y pidió permiso en la estación de bomberos, decidió pasar todo su día en compañía de su pareja, llevándolo a varios lados que ambos adoraban, debido a que el frío aún podía sentirse, se puso un pantalón de mezclilla azul, una camiseta café con su chamarra negra y unos tenis, cafés con blanco, revisó la hora y se apresuró para llegar al departamento de su novio.
Pov. Kuroko
Eran las 10:30 am. Kagami-kun no tarda en llegar, hoy es nuestro aniversario y también mi cumpleaños, a mis 25 años no podría ser más feliz, me cuesta trabajo expresarme, pero Kagami-kun me entiende y además el ha madurado y ya casi no se sonroja, yo sigo sin ser visto por los demás, sin embargo no puedo escapar de esa mirada rojiza que me ve desde la secundaria y que siempre detecta mi presencia en cualquier lado.
Ring....Ring...
-Hola, soy Kuro...-
-Kurokochi!!!- Kise-kun grita y escuchó la voz de Aomine regañándole por esto.
-Feliz Cumpleaños Kuroko/Kurokochi- pusieron el altavoz para que ambos me felicitaran.
-Gracias chicos, esperó verlos pronto para reunirnos todos.-
Ellos están en América, ya que Kise-kun recibió una propuesta para modelar allá y Aomine-kun le siguió consiguiendo un trabajo en la policía estadounidense.
-Eso esperemos Tetsu, lamentamos no estar allá, pero esperó que Bakagami te de el mejor día que si no....- escuche como Aomine se tronaba los dedos , yo sólo sonreí, y es que aunque parezca que ellos dos se llevan mal, son bastante parecidos.
Toc.toc.toc
-Debo colgar, Kagami-kun ya llegó, adiós Kise-kun, Aomine-kun- me acercó a abrir viendo un enorme peluche de perro, que sostiene un cartel en sus patas con un "Feliz Cumpleaños" en inglés frente a mí.
-Adiós Kurokochi- No puse atención a lo que Kise-kun dijo, sólo veía emocionado el peluche y con profundo amor al hombre de 26 años frente a mí, me tomó por la cintura y me plantó un tierno beso en la frente, para después pasar a mis labios.
-Feliz Cumpleaños mi amor-
Pov Normal.
-Feliz Cumpleaños mi amor-
Los chicos se abrazaron tiernamente, era una escena muy romántica y linda a los ojos de cualquiera.
Entraron a la casa dejando el peluche en el cuarto de Kuroko, sin resistir más, el pelirrojo lo aventó suavemente a la cama, empezando a aumentar la temperatura con besos que pasaron de tiernos e inocentes a lujuriosos y llenos de pasión y deseo.
-Ahh Kagami-kun- Kuroko enredo sus brazos en el cuello del chico y este empezó a repartir besos en esa blanca piel, dejando una marca roja que no se borraría en varios días.
-Kuroko-
-Kagami-kun-
Ambas miradas transmitían los sentimientos más puros y hermosos que se profesaban, aunque cumplían 2 años de relación, nunca habían tratado de hacer el amor,si se tocaban, pero cuando ambos llegaban a la cumbre del placer, se detenían y no por que no quisieran, sino que muy en el fondo, Kagami deseaba que Kuroko y él, llegaran puros al matrimonio.
Se dieron un último beso y Kuroko se dirigió al armario.
-Feliz aniversario Kagami-kun- Sostenía una pequeña caja, de la cual, el pelirrojo, sacó una bufanda roja y unos guantes que Kuroko había tejido para él además de varios cupones del Magi-burger.
-Gracias- Le dio un piquito y tomo su bufanda para enredarla en el cuello del más bajo, que se le quedó viendo con sorpresa.
-Shhh...sólo vámonos o se nos hará tarde-
Salieron de la casa tomados de la mano, fueron a varios lugares Kuroko se sentía emocionado, pero también decepcionado, su novio aún no le deseaba feliz aniversario, sólo lo felicitó por su cumpleaños.
Llegaron al centro comercial y fueron por un helado, Kagami fue por ellos y en eso un niño de ojos miel, piel canela y cabello pelirrojo llegó junto a él.
-Hola...eres Kuroko?- -Si....quien eres?-
Extrañado, se quedó mirando al niño, sobre todo su color de cabello, y a él llegó la imagen de un pequeño bebé de cabellos rojos y ojos azules, con un tono de piel claro como el suyo, el niño viendo que estaba perdido en sus pensamientos, le entregó una rosa blanca y mientras se iba corriendo, y al ver que Kuroko se percató de que había algo escrito en el tallo, le grito desde lejos.
-No....me han dicho que hoy es tu día especial así que te regalare 4 rosas, pero no leas lo que dicen hasta que estén completas-
El niño se perdió entre la gente, justo en el momento en que Kagami regresaba con los helados, Kuroko le explicó lo que pasó, el pelirrojo se sorprendió pero no dijo nada y siguieron con su día.
Después se dirigieron al cine, a mitad de la película, que no habían visto por estarse besando, Kagami salió al baño y el niño apareció con una rosa de color rosa, dejándole un pequeño chocolate blanco, su preferido, en el proceso.
Estaba sorprendido, nadie sabía que amaba el chocolate blanco, más que su novio, pero creyendo que era casualidad, los aceptó con una sonrisa.
-Mm no te parece extraño Kuroko?-
Salieron del cine tomados de la mano dirigiéndose al Magi-burger, para tomar su especial batido de vainilla.
-Pues si...pero..son hermosas- sonrió aspirando el olor de las rosas, eran sus flores preferidas, sin que lo notara Kagami sonrió y apretó más su mano, deleitándose con la tierna imagen de su peliceleste tan feliz.
Dentro del Magi-burger, Kagami fue por los pedidos y apareció el niño, ahora con una rosa azul y le beso el dorso de la mano, acción que lo hizo sonrojar, ya que recordó cuando Kagami se le declaró haciendo lo mismo, después de haber ganado en la Winter-cup.
Habiendo terminado su batido y el pelirrojo su bandeja con 30 hamburguesas, caminaban al centro, allí había una fuente impresionante mente bella, la cual Kuroko amaba ya que ahí pidió el deseo de ser alguien especial para la luz de Seirin.
Se sentaron y conversaron un rato, pero había algo raro, Kagami estaba muy nervioso y miraba a todos lados, desesperando al oji-azul.
-Kagami-kun te encuentras bien?-
-EH...si...solo....que...- No término de hablar, ya que un morenito le interrumpió, con una rosa roja en la mano y un ramo de rosas azules, se acercó a Kuroko, dejándolo desconcertado y voltendose a ver a su novio, se le atoraron las palabras en la boca.
El niño sonreía al ver la cara de estupefacción del más bajo.
-Ya puedes leer los tallos- susurro para luego retirarse del lugar.
Kuroko tardó varios minutos en reaccionar, tomó las 4 rosas y las puso sobre la fuente en orden.
"Te quieres casar conmigo? "
Pequeñas lágrimas se asomaban de sus ojos color cielo, ahora comprendía por que su pelirrojo se arrodilló en una pierna frente a él, y sostenía una pequeña cajita de terciopelo en sus manos.
-Kuroko...se...que no soy el mejor partido del mundo,...que en estos años he hecho cosas que te han herido y cometí errores contigo, se que eres el chico más hermoso del mundo y que sin duda mereces a alguien mejor que yo...pero....debes saber que nadie va a amarte como yo lo hago, que nadie daría su vida por ti como yo lo hago y que sin duda alguna dedicaré mi vida entera a hacerte feliz...entonces....Kuroko Tetsuya...Te quieres casar conmigo?-
Las personas se habían amontonado a su alrededor, algunas enternecidas con las palabras del pelirrojo, otras llorando de emoción y a la espera de una respuesta positiva del menor.
Kuroko cubrió su boca con una mano y sonrió.... sonrió de la forma más hermosa que Kagami había visto, mientras las lágrimas seguían deslizándose de sus mejillas, pero eran de absoluta y completa felicidad, sonrió sólo para él, su luz, su amigo, su novio, su amante y ahora....su prometido y futuro esposo.
Kagami deslizó el anillo en su dedo al ver su sonrisa, entre ellos no eran necesarias las palabras, pero si que eran una forma para reafirmar esa promesa de amor.
-Si!! Si quiero casarme contigo, Taiga-kun, te amo!!!-
Se besaron, mientras que se oían de fondo los aplausos de la gente por tan tierna escena, aunque ellos solo escuchaban el latir de sus corazones.
-Feliz aniversario Kuroko, te amo!- Volvieron a unirse en un tierno beso y juntaron sus frentes, mientras que la fuente daba su luz como fondo para la más grande promesa de amor entre dos personas que se aman.
Sin duda...el mejor regalo de cumpleaños que Kuroko pudo desear....aunque tal vez en un tiempo, su regalo fuera la fuente de felicidad más grande para una persona...que sólo una pequeña personita podría darle...