[Minho]
Muchas veces las cosas que menos piensas que pasarán, son las que te sorprenden en el día.
- Una disculpa, pero yo he creído sin conocer a esa persona llamada madre. - talvez fui muy cruel con ella, por que vi como sus ojos comenzaban a cristaleserce, Volteé la mirada para evitar verla así. - si no desea mi asesoramiento profesional, le pido que se retire por favor.
- Minho, Min, cariño, se que no meresco que me llames madre, se que el haberte abandonado a ti y a tu padre fue una mala decisión, pero nunca has dejado de estar en mi mente, siempre te he amado, he querido saber de ti desde hace un tiempo atrás... - regrese a verla, se formó un nudo en mi garganta al ver que su rostro estaba lleno de lágrimas silenciosas, trage duro y la mire con rencor.
- ¿No piensa que es un poco tarde?, ¿Talvez yo la necesitaba desde hace algunos años atrás? Cuando iba a ir a la escuela por primera vez, cuando escuchaba que todos decían que tenían una mamá en casa esperando por ellos con un platillo de comida y que les preguntaba cómo les había ido, cuando eran los festivales en honor a las mamás, que tanto deteste porque no tenía una mamá a quien festejarle, cuando tuve a mi primera novia, cuando me resivi de licenciado no tuve a mi madre para que me abrazara y me felicitará por mi gran logro. - ella tapó su rostro con sus manos y se puso a llorar más fuerte, sabía que estaba siendo muy cruel, lo sabía, pero no podía evitar decirle todo aquello que tenía guardado desde ya hace un tiempo. - pero tranquila, no estuve sólo, el destino me quito el poder tener una madre, pero me recomienso con un padre que vale oro, con un padre que hiso todo lo que mi mamá debió hacer, el estuvo conmigo en cada festival, el me preguntaba cuándo llegaba en la noche de trabajar el como me había ido, el estuvo donde tú no, así que tú conciencia puede estar bien, pues gracias a mi padre despues de un tiempo ententi que no me hiciste gran falta.
- Lo lamento tanto, en verdad lamento tanto mis acciones, no se porque actúe así, no lo comprendo... - sus sollozos la detuvieron a seguir hablando por un momento, no había percatado que yo también estaba llorando hasta que vi como una gota caia en mi pierna, alce mi mano para tocar mi rostro y al fin ver que también estaba sufriendo por todo lo dicho. - era muy joven, tu habías llegado muy pronto a nuestras vidas, no te diré que fuiste un error, porque no fue así, tu llegada nos lleno de alegría tanto a tu padre como a mi, pero la depresión post parto me dio demasiado fuerte y no supe en que momento tome la decisión de marcharme y abandonarlos a su suerte.
- Mi único recuerdo de ti, fue ese día en el centro acuatico, yo no sabía quién eras, sólo era un pequeño de 4 años, pero lo entendí cuando hablo mi papá, el te preguntaba porque te habías marchado, y tú respuesta se quedó grabada en mi mente hasta el dia de hoy, le dijiste que no estabas preparada para ese tipo de situaciones, Dime si no estabas preparada ¿Como era que tenías una barriga de embarazo en ese momento?
- Min, ese día también está en mi memoria, cuando vi a SeungHyun acercarse a mi quería correr, huir de él, pero me detuvo una pequeña personita que estaba parado detrás de él, llevabas un lindo Jumper color rojo, con una playera blanca de fondo y tus lindos tenis rojos, te veías tan adorable que cuando me di cuenta SeungHyun ya estaba frente a mi haciéndome preguntas. - Reí sarcásticamente. - si le contesté que no estaba preparada para ese tipo de situaciones, no se porque contesté eso, no tengo la menor idea, tal vez fue la sorpresa de verlos ahí, sólo se que después de irme y dejarlos nuevamente, recordé que era tu cumpleaños, regrese a buscarlos y lo que vi me rompió el alma. - ella sonrio tristemente y alzo su mirada al techo. - estabas frente a tu padre que estaba incado en el suelo, le dijiste...
- "Tranquilo, no la necesitamos con nosotros" - complete lo que iba a decir, ella me volvio a mirar y mordió su labio inferior para volver a llorar.
- Exacto, eso le dijiste, para después abrazarlo, en ese momento supe que tu no estarías feliz de que yo te felicitará que aunque eras un pequeño aún, ya tenías resentimiento hacia mi, por eso me alejé nuevamente, me fui de sus vidas y no pensaba aparecer.
- eso hubieras hecho, todo está muy bien sin tu presencia. - mis palabras me habían sorprendido hasta a mi, pero era tanto mi resentimiento que no lo pude controlar.
- Tal vez tengas razón, tal vez no debí aparecer, pero decidí hacerlo porque mi hija, tu hermana me dijo que lo hiciera, me animo a buscarte a verte, a tratar de conseguir tu perdón, Minho no te pido que me perdones en estos momentos, se que no será posible, sólo te pido que me des la oportunidad de estar a tu lado.
- Señorita Dasom, pienso que usted ha llegado muy tarde para pedir eso.
- Lose, creeme lo sé muy bien, pero nunca es tarde para intentarlo, tu estuviste dentro de mi, sentí como te movías, te vi al nacer, fuiste el milagro del amor que hubo entre SeungHyun y yo, te amo lo suficiente como para luchar por tu perdón.
Aunque mi rencor era grande entendía su sentimiento, sabía lo que era querer luchar por esa persona que amas, hice a un lado mi orgullo por un solo momento y la mire triste y me acerqué a ella, me agache y coloque mi cabeza en su regazo.
- Sólo Dime ¿porque te fuiste y nos avandonaste? - comencé a sollozar, sentí sus manos acariciar mi cabello, mi corazón latía al mil por hora, por primera vez tenía a mi mamá haciéndome una caricia.
- Tenía miedo. - comenzó a llorar también, pero no paraba su caricia. - como te dije era joven, tenía apenas 18 años cuando me enteré de tu llegada, SeungHyun era más grande que yo, no sabía que nos depararía el destino, no teníamos un hogar para vivir los tres, no teníamos dinero para solventar todos los gastos, tenía miedo mucho miedo de lo que podríamos llegar a pasar.
- ¿Y por eso te fuiste?, ¿Pensaste que hullendo la situación sería diferente?. - alce mi mirada y la mire con odio. - No fue así, fue peor, mi padre dejo sus estudios para conseguir un trabajo, vivíamos con mis abuelos, no lo veía casi nunca, el pobre vivía escalvizado, en las noches podía escuchar como lloraba por no saber que hacer, pero aún así me saco a adelante estando a mi lado.
- El es un gran hombre por eso te deje con el, si te hubiera llevado conmigo no se que hubiera pasado.
- No te hubieras ido, te hubieras quedado a nuestro lado, te hubieras aferrado a nosotros. - volví a poner mi cabeza en su regazo para evitar que me viera llorar.
- Lo lamento, en verdad, se que el venir hoy no cambiará lo que hice en el pasado, pero quiero ser parte de tu vida hijo.
No dije nada y seguí llorando, tenía tanto guardado, lo de ella, lo de Taemin, lo de mi padre, todo estaba llevandome al colapso mental, todo era demasiado para mi.
- Minho, cariño, ¿Hay algo más que te aflija aparte de mi?
- Hay demasiadas cosas en mi mente en este momento.
- Cuentaselas a mamá, ahora si tienes a mamá para que te escuche amor. - ladie mi rostro en su regazo y sonreí, era tan bello por fin escuchar esto después de tanto tiempo, talvez si podía ser agradable tenerla conmigo en estos momentos.
- Te lo agradezco, pero no creo que podamos aún tener ese tipo de conversaciones, vayamos lento MAMÁ.
- Con sólo oírte decirme mamá soy la mujer más feliz del mundo.
Alce mi rostro y sentí como me abrazaba fuertemente, correspondí con temor su abrazo, pero después la abrace fuertemente también, me volví a sentir un pequeño en brazos de su madre. El intercomunicador sonó y la voz de SeulGi inundó la oficina.
- Minho, perdon que te moleste, pero te recuerdo que en 30 minutos tienes que estar en el juzgado.
El tiempo había pasado como agua entre toda nuestra conversación, me paré, limpie mis lágrimas, fui detrás del escritorio, le sonreí a mi mamá, mientras apretaba el botón para responderle a SeulGi.
- Siempre tan mandona, gracias SeulGi, en un momento salgo para el juzgado.
- ¿Que harías sin mi?
Reí por su comentario, mire a mi mamá y tome mis cosas.
- ¿Te gustaría acompañarme al juzgado? - ella sonrio y asintió efusivamente
- Me encantaría.
Tome su mano y salimos de la oficina, entre tanta confusión y penumbra talvez el destino decidió mandarme a mi madre para darme un rayo de felicidad y esperanza.