[Sunny]
- Sunny cariño, no debes andar cargando cosas pesadas. - Sonreí ante la dulce voz de mi esposo.
- Tranquilo Donggie no pesa mucho. - Sonreí tratando de seguir caminando.
- Hey! No me importa que no este muy pesado, no quiero que tu o Taeminnie se lastimen. - Y sin mas me fue arrebatada la caja que estaba cargando. - Ahora ve a sentarte al sillón y pon una película, voy a llevar esto al cuarto de Tae y después preparare palomitas. - Y dejo un beso en mis labios para después desaparecer camino a la recamara de nuestro Hijo.
Era la mujer mas afortunada del mundo, estaba casada con un gran hombre, del cual viví enamorada desde pequeña y había tenido la fortuna de que el tuviera los mismos sentimientos por mi, teníamos 2 años de matrimonio y estábamos esperando a nuestro primer pequeño.
Vi como Donggie entraba a la cocina y sonreí como boba mientras acariciaba mi barriga de 5 meses, desde que nos habiamos enterado que estaba embarazada, el se habia encargado de hacer la mayoria de las cosas, no le gustaba que yo hiciera nada, muchas veces eso era objeto de discusión, pues no me gustaba que me tuviera sin hacer nada.
- Amor, puedes traer también el helado que tengo en la nevera, parece que a nuestro taeminnie se le antojo comer helado.
- Claro. - En menos de lo que pensé ya lo tenia frente a mi con solo una pequeña porción de helado en una taza, lo mire ceñuda. - No quiero que te enfermes por comer demasiado helado.
- Por dios, no me iba a acabar la cubeta, solo que esto es muy poco, tu hijo ama el helado de fresa y esto no es nada para el.
- Pues tendrá que serlo, ya te dije que no porque estés embarazada vas a comer por dos como dicen.
- Cuando si tienes que consentirme no lo haces. - Gire mi rostro e hice un puchero, sentí como mi rostro era girado lentamente para después toparme con su rostro tan cerca del mio.
- No te molestes, es por el bien de ambos, aparte esta pequeña porción puede ser muy agradable, ¿quieres saber como?
Pero la realidad volvio a mi al abrir mis ojos, topandome con la ventana del auto de SeungHyun, una realidad que apesar de no ser desagradable, me hacia recordar que ya no tenia a mi lado a ese gran hombre que tanto habia amado.
Una pequeña lagrima se resbalo por mi mejilla y no pude evitar llorar lo mas que pude en silencio para que no se diera cuenta SeungHyun.
-¿Sunny?, ¿Estas despierta cariño? - Lo que menos quería era que el me viera de esta manera, era nuestra luna de miel, y yo había recordado a DongWook y me había dolido tanto su recuerdo. - ¿Que sucede amor?
- N..nada es solo que me pregunto si Tae esta bien.
- El lo esta Minho lo aprecia mucho y te aseguro que puedes estar tranquila de que esta bien a su lado.
- Lose, es solo que no quiero que Minnie vaya a ser un problema para la relacion que tiene Minho con esa linda chica.
- No lo creo, Min sabra distribuir bien su tiempo.
- Me alegra mucho que nuestros hijos se lleven tan bien, tenía miedo de que Tae no te aceptará en un principio, el amaba mucho a su padre y los dos sufrimos mucho al perderlo. - sentí la mano de SeungHyun sobre la mía, después dejo un suave beso en esta, sonreí tenuamente.
- Aunque aún no he tenido la oportunidad de convivir mucho con el, también me alegra que me halla aceptado, y estoy contento de que tu te lleves bien con Min.
- Minho es un gran muchacho, debo decirte que has hecho un gran trabajo con el, estoy segura que no fue muy fácil para tu sacarlo adelante.
- No lo fue, pero mi recompensa es ver el hombre que es ahora, di todo de mi para que el fuera alguien grande.
- Y lo has logrado amor, en cambio yo soy todo lo contrario, Taemin es lo que ahora por el mismo, porque cuando su padre murió yo me olvidé de él, cometí un gran error al dejarlo solo.
- Minnie, cuando salgas de la pancita de mamá tienes que crecer mucho y volverte un gran hombre, también debes de ayudarme a cuidar de mamá, ya que hay muchos hombres que la rodean y tenemos que evitar que se le acerquen...
- ¡Ni se te ocurra hacer a mi hijo igual de celoso que tu! - dije jalando la oreja de mi marido, pues tenía puesta su cabeza en mi abdomen para así hablar con nuestro bebé.
- Sólo lo necesario amor... - dejo un beso en mi barriga y comenzó a acariciarla suavemente. - ¿Te imaginas cómo será cuando sea adulto? ¿Que carrera elegirá? ¿Se casará con una buena muchacha?
- ¿No crees que es muy pronto para pensar en todo eso? - vi como sonreía para después recargarse en el sofá y yo en su pecho, comenzó a acariciar mi pelo con una mano, mientras la otra seguía en mi barriga.
- Sólo quiero imaginar el futuro, tu y yo viendo a nuestro hijo en el altar con su más grande sonrisa en el día más feliz de su vida, después ambos ya viejitos viendo jugar a nuestros nietos, tu regañandolos porque te están haciendo desorden y yo junto a mi hijo riendo. - cerré mis ojos imaginando eso que el estaba diciendo. - después ambos podríamos partir al más halla contentos porque nuestro hijo es feliz y hallamos cumplido con nuestra meta que era verlo a él crecer.
El camino se volvió más melancólico de lo que pensaba, todos esos recuerdos en mi mente habían tornado aquel cielo brillante en uno obscuro ante mis ojos, pensar en todos los sueños que teníamos y que se quedaron a la mitad, que mi DongWoo no pudo presenciar, las lágrimas recorrieron mis mejillas y sentía un nudo en mi garganta, Voltie a ver al hombre que estaba a mi lado, apesar de que el no era mi primer amor se había vuelto alguien importante para mí, pero de algo si me di cuenta el recuerdo de DongWoo seguía vivo.
Regrese mi mirada a la ventana y mire el cielo, el pasado debía quedarse ahí, pero los recuerdos podían mantenerse vivos.
- Tae, tu vas a ser el hombre de la casa de ahora en adelante, disculpame por dejarte este título tan grande cuando aún no eres tan grande, pero no se lo puedo dejar a nadie más... - decía mi esposo con una suave voz mientras sostenía la mano de nuestro hijo, yo me mantenía llorando en su hombro al otro lado de la camilla, mi pequeño tenía lágrimas en su rostro pero miraba fijamente a su padre. - debes de ver que tú madre este bien y feliz, sin olvidarte de tu también serlo, yo me voy a ir en paz porque se que ambos estarán bien.
- ¿Papi, es necesario que te vayas? ¿No te puedes quedar con nosotros? - lloré con más fuerza.
- No cariño, papá tiene que ir a ayudar a Dios en el cielo a cuidar a más angelitos como tú, yo los estaré viendo desde halla, y siempre estaré aquí. - dijo señalando el pecho de Taemin. - ¿Me prometes que siempre cuidarás a tu madre?
- Si, te lo prometo.
- Sunny, tú tienes que ver todo aquello que ambos debíamos presenciar, talvez no esté físicamente pero cuando ambos vean el cielo brillar ese seré yo que los esta acompañando en cada momento, los amo.
- Te amo... - dije con una sonrisa.
- ¿has dicho algo amor? - la voz de SeungHyun me hizo voltear y regalarle una sonrisa.
- No amor, ¿ya casi llegamos?
- si estamos a nada de llegar...