[Minho]
Despertar de esa manera era lo que más me gustaba, sentir el cuerpo de Taemin recargado en el mío, solo escuchando su suave respiración, lo abrace ligueramente apegándolo más a mí, escuche como gruñía por el repentino acercamiento.
Ya no me veía a mí mismo sin él, sin su tímida sonrisa, observe detenidamente su rostro, estaba tan perdidamente enamorado de él, de repente sentí una mano en mi rostro, la cual aleje y pude ver como Tae intentaba pararse.
- Deja de verme así.
Reí por su comentario y lo abracé fuertemente pasando mis brazos por pecho volviéndolo a acostar, y pasando mis piernas por las suyas apresándolo, y no permitiendo que se moviera.
- No quiero que salgas de la cama, no aún. – El trataba de zafarse, escuchaba sus quejidos.
- Min, debo bajar a ver si tu madre ya despertó y ayudarla, deberías estar pensando en hacer lo mismo. – Me escondí en su cuello y dejé un pequeño beso.
- Pero yo quiero quedarme aquí contigo, se supone que somos invitados, no tienes que bajar aún.
- Somos invitados, pero no podemos solo esperar a recibir si podemos ayudar, deja de estar de chiqueado y suéltame.
- ¿Taeminnie ya no me quiere? – Vi como rodaba sus ojos y después se movía para quedar de frente conmigo, dejando un beso lento sobre mis labios, cerré los ojos ante la sensación.
- Te amo, pero no me parece bien que nos quedemos en cama cuando podemos ayudar.
- Está bien. – lo solté y me beso nuevamente antes de comenzar a bajar de la cama, me acosté y frote mi cabello alborotándolo un poco, mire el techo y sonreí, hoy tenía planeado hacer muchas cosas, y antes de comenzar ya no había podido hacer una.
- ¡Minho! – Escuche el grito de Taemin hacia mí en señal de reclamo.
- Ya voy, ya voy. – Baje de la cama y me encamine a la planta baja.
Mi sorpresa fue encontrarme con DaSom en la cocina preparando algo que olía delicioso, me deje guiar por el olor.
- Oh, buenos días Minho.
- Buen día DaSom, ¿Necesitas ayuda? – Ella me miro con una sonrisa y negó suavemente. – Eso huele muy rico.
- Y sabe mejor de lo que huele… - La voz de Lim me hizo fruncir el ceño. - ¿Sigues Molesto? – No le había contestado nada, solo me introduje más a la cocina para poder observar el guisado que estaba preparando DaSom. – Solo te diré que Taemin es alguien de admirar.
- Lo sé, por eso y más lo amo. – Dije seco. - ¿Qué es lo que preparas DaSom?
- Estofado de carne. – Abrí los ojos a sobremanera, ese era de mis platillos preferidos, gracias a que era el favorito de mi padre, la miré sorprendido. – Es o era el platillo favorito de tu padre. – Comento con tono nostálgico.
- ¡Es! Gracias a eso, me hice adicto a esta comida, de pequeño siempre me lo daba. – Reí por eso y ella conmigo.
- ¿Él sigue obsesionado con esto? – Asentí y ambos reímos fuerte, me puse a observarla un poco mientras reíamos y sentí una nostalgia enorme, tal vez si era buena idea lo que planeaba.
- DaSom, quiero ayudarte con algo, ¿Qué puedo hacer? – Ella hizo un puchero y un pequeño ademan que me decía que estaba pensando.
- Me hacen falta unas cuantas cosas del supermercado, podrías ir a traerlas con Taemin. – Asentí, cuando me di la vuelta para ir a buscar a Tae, la figura de Lim apareció frente a nosotros y detrás de ella estaba mi Tae.
- Mamá ve tú con Minho, Tae y yo nos quedaremos a preparar lo que ya está casi listo. – Fruncí el ceño.
- ¿Estas segura Hija?
- Si mamá, vayan.
Me acerque a Tae y él coloco sus brazos en mi cuello.
- Ve con tu mamá, te prometo que todo estará bien. – Dijo para después dejar un beso mariposa en mis labios que me hizo sonreír.
- Está bien, vamos DaSom. – Ella asintió y salió primero de la cocina quitándose su mandil en el proceso, antes de salir dirigí mi mirada hacia Lim. – Espero y no vuelva a pasar lo de ayer Lim.
- Créeme Minho, ayer me di cuenta de muchas cosas.
Salí confundido de la cocina y pude ver a DaSom esperándome en la sala, movía sus pulgares en forma circular tal como yo lo hacía cuando estaba nervioso.
- ¿Nos vamos? – Ella me miro y asintió.
Ambos subimos a mi camioneta, prendí la radio para evitar un silencio incomodo que sabía se haría entre nosotros.
- ¿Cómo se encuentra tu padre? – Me tomo por sorpresa su pregunta, pero le sonreí sin despegar la vista de la calle.
- Él está bien, hace un mes se casó, ahorita anda de luna de miel. – Me arrepentí un poco por lo que había mencionado, al sentir un poco de incomodidad de su parte.
- Vaya, me alegra que lo haya hecho, ¿Cómo es ella?
- No creo que sea bueno que hablemos de una persona que no está presente DaSom.
- Tienes razón, disculpa. – Nuevamente la culpa estaba apareciendo.
- No te disculpes, no tienes que. – Tome todo el aire que pude y golpee suavemente con mis pulgares las esquinas del volante. - ¿Cómo diste conmigo?
- No fue sencillo, me llevo mucho tiempo, trate de localizar a tu padre, pero nunca logre hacerlo, te encontré gracias a tu trabajo, porque un abogado me estaba asesorando con unas cosas y mientras platicábamos te mencione y me dijo que te conocía, por esa persona obtuve tu dirección de oficina. – decidí orillarme un momento para poder platicar mejor con ella, una vez que me había estacionado la miré mientras rascaba un poco mi nuca.
- ¿Por qué esperaste tantos años para acercarte a mí? – Ella desvió la mirada. – Hubo momentos en mi vida donde te necesite tanto, pero nunca apareciste, ¿porque lo estás haciendo ahora?
- No tenía el valor de hacerlo después de escuchar lo que le habías dicho a tu padre ese día, tenía miedo de que me rechazaras, de que no comprendieras las cosas porque eras muy pequeño.
- ¿Entender las cosas? ¿Qué cosas DaSom? Porque, aunque ya no soy un pequeño, parece que sigo sin entender “Las cosas”.
- El motivo por el cual me fui. – La mire dándole a entender que prosiguiera, que no se detuviera ahí. – Cuando tu padre y yo nos juntamos fue por tu llegada, no fuiste algo que tuviéramos planeado, pero la sola idea de saber que tendría entre mis brazos un pequeño cachito del amor que SeungHyun y yo nos teníamos me hizo querer irme a vivir con él, pero cuando te tuve entre mis brazos al fin, te veía tan pequeño y frágil, no sabía si iba a ser capaz de cuidar de ti, era una joven que no podía ni cuidar de sí misma y en ese momento ya tenía a una pequeña personita que dependería de mí, me asuste, y la depresión postparto no me ayudó mucho, me comencé a alejar de ti, poco a poco, veía que tu padre te amaba mucho y sabía que era mejor que estuvieras con el que conmigo, no estaba preparada en ese momento para convertirme en madre, por lo cual cuando creciste un poco más y ya no dependías tanto de mí, decidí irme. – Ella estaba hecha un mar de lágrimas, yo solo cerré mis ojos tratando de asimilar todo.
- Dices que no estabas preparada para ser madre, pero después te vimos y estabas embarazada de Lim, tus palabras no tienen sentido con tus acciones. – Mi tono de voz era calmado.
- Losé, en ese tiempo cuando me fui, a los pocos días me arrepentí tanto, la depresión me invadió más de lo que ya era, quería regresar contigo con tu padre, pero no pude, tenía miedo.
- ¡¡¿Miedo de que DaSom?!! – Ya me había desesperado, me sentía terrible, me sentía peor que en muchas cosas.
- De que no me aceptara, de que me dejara en la calle. – Sus mejillas estaban empapadas. – Yo pensé en volver por ti, pero no pude, no pude… - Y rompió en llanto, lloraba fuertemente sin calma alguna, me acerque a ella y la abrace, fue un simple impulso, un simple deseo que tenía y no había podido evitarlo, ella se aferró a mí y nos quedamos así un momento.
No sabía que pensar, una parte de mi quería reclamarle tantas cosas, pero otra quería darle una oportunidad. La separe de mí y limpie su rostro, para después regalarle una sonrisa.
- Una personita me dijo que el pasado debe quedarse como eso, y que debemos disfrutar del presente y de lo que nos tendrá deparado el destino en el futuro. – Tome su rostro y deje un beso en su frente, para después verla a los ojos. – Pienso que debo hacerle caso a esa persona y disfrutar de ti ahora que por fin estas a mi lado.
- Minho…
- Olvidemos todo el pasado y comencemos de nuevo. – Me aleje un poco de ella y estire mi mano. – Me llamo Choi Minho, y me alegro de por fin conocerte Mamá…
Sabía que iba a ser difícil la lucha conmigo mismo para perdonarla al 100%, pero Taemin tenía razón, tengo la oportunidad de convivir con mi madre y reponer un poco del tiempo perdido.