Vegeta y Goku se encontraban cenando en la terraza de un restaurante lujoso, a solas.
Ambos terminaron de cenar.
–¡Vegeta todo estuvo delicioso!– decía alegre como de costumbre.
–No estuvo mal– dijo con su característico semblante frío.
Vegeta se puso de pie y luego le tomo la mano a Goku para que también se pusiera de pie. Goku sumamente confundido se puso de pie.
–Vegeta, ¿ya nos vamos–
Vegeta no respondió. Metió su mano al bolsillo de su pantalón y saco una pequeña cajita, se puso de rodillas frente a Goku y puso la cajita a la vista de su novio, la abrió dejando ver un anillo de oro con un pequeño diamante.
Goku ya creyendo por que lo hacia comenzó a respirar rápidamente y sentía que su corazón se aceleraba.
–Goku, ¿quieres casarte conmigo?– pregunto un poco nervioso.
A Goku le comenzaron a salir lágrimas de felicidad.
–Por supuesto Vegeta– sonrió. Vegeta también sonrió y le colocó el anillo a Goku, en la mano derecha, en el dedo anular.
Goku miro el anillo con una sonrisa, Vegeta se levanto y tomo a Goku de la cintura y le dio un beso romántico, lleno de amor.
2 Meses Después
–Goku Son, ¿acepta a Vegeta Saiyan como su legítimo esposo, hasta que la muerte los separe?–
–Acepto– dijo Goku. Él estaba vestido con un traje blanco representando a la novia.
–Vegeta Saiyan, ¿acepta a Goku Son como su legítimo esposo, hasta que la muerte los separe?–
–Acepto– dijo Vegeta. Él estaba vestido con un traje negro representando al novio.
–Puedes besar a...– no pudo terminar por que Vegeta rápidamente agarro a Goku de la cintura y unió sus labios con los del menor, Goku rodeo con sus brazos el cuello de Vegeta intensificando el beso.
En la noche
Entraron al departamento que compartían desde hace algún tiempo.
–Eso fue cansado, ¿no crees Vegeta?– dijo Goku sentándose en la orilla de la cama.
Vegeta se quito su corbata, su saco negro y su chaleco negro, mientras que Goku se quito su corbata, su saco blanco, su chaleco blanco y su camisa dejando ver su bien formado cuerpo.
–Sí, pero aun falta algo– dijo mirándolo pícaramente.
–¿Qué es lo falta Vegeta?– dijo con su característica inocencia.
Vegeta se acerco a él y le dio un pequeño beso, se acerco a su oído.
–Me encanta tu inocencia– susurro y se acerco a su cuello, comenzó a lamerlo y darle pequeñas mordidas.
–Ahh Vegeta– gimió comenzando a dejarse llevar por el pequeño placer que estaba sintiendo. Hizo su cuello hacia el otro lado dándole más espacio al mayor.
–Goku, te haré mío– volvió a susurrar en su oído.
Goku un poco asustado lo tomo de los hombros y empujo a Vegeta alejándolo de su cuello.
–Vegeta, me da miedo, recuerda que es mi primera vez– dijo con miedo.
–Seré cuidadoso– dijo con suavidad acercándose de nuevo a su cuello.
Poco a poco Vegeta fue acostando a Goku en la cama hasta que quedo sobre él. Con sus manos recorría el delicado cuerpo de Goku.
Su mano bajo hasta su pantalón, desabrocho su botón y bajo su cierre dejando a la vista un bóxer negro y un pequeño bulto. Le quito su pantalón y su bóxer dejando a el menor completamente desnudo.
–Oye, no me parece justo que yo esté desnudo y tú no– se quejo haciendo un adorable puchero.
Se pocisiono de nuevo sobre Goku.
–Pues ven y quitame la ropa– susurro en su oído.
Desabrocho su camisa con lentitud y dificultad ya que Vegeta estaba sobre él y no le daba espacio.
Una vez que todos los botones estaban desabrochados se deshizo de esa prenda ahora estorbosa.
Hubo un cambio de papeles, ahora Goku estaba sobre Vegeta.
Bajó hasta que llego a sus pantalones y los retiro junto con su bóxer dejando a la vista aquel miembro erecto e hinchado. Dio un par de besos a la cabeza rojiza, luego comenzó a pasar su lengua por todo su pene torturosamente. De un momento a otro se metió todo el pene de su ahora esposo a la boca y comenzó a mover su cabeza rápidamente. Poco después Vegeta se vino en la boca de Goku, éste se trago todo y lo dejó pasar por su garganta sintiendo un leve cosquilleo en ella.
–Estuvo delicioso, mi príncipe– sonrío de una adorable manera provocando una nueva erección de parte de Vegeta.
–Lamelos– dijo, más bien ordeno y metió tres dedos a la boca del menor y comenzó a meterlos y sacarlos rápidamente simulando envestidas en su boca. Una vez que estuvieron llenos de saliva los saco de su boca.
Puso al menor en cuatro patas y metió un dedo en su interior, sentía como aquella entrada tan estrecha apretaba su dedo de una manera deliciosa, no podía esperar a sentir la forma en que apretará su miembro. Recibió un quejido de dolor por parte de su doncel, pero le hizo caso omiso y continuo con su labor.
Así continuo hasta meter los tres dedos y esperar a que su entrada del menor se dilatara y disminuya el dolor.
Pocisiono su miembro en la entrada rosada y empujo, vio desaparecer su miembro en la entrada del menor y comenzó a sentir algo verdaderamente increíble, aquella entrada era demasiado estrecha, apretaba su miembro de manera deliciosa, no podía esperar, quería moverse salvajemente, pero tenia que esperar para no lastimar a su amado.
Incosientemente buscando más contacto o placer, movió sus caderas hacia adelante y luego hacia atrás provocando una pequeña envestida.
–Oh Vegeta– gimió al hacer tal acción –Continua por favor–
–Como ordenes– respondió. Posiciono sus manos en las caderas del menor y comenzó a envestirlo de una manera moderada.
–Ahh... más rápido–
Aumento la velocidad provocando que el sonido de sus pieles chocando se vuelva mas audible, el olor a sexo inundaba a habitación haciendo que ambos pierdan el control y Goku alcanzara el anhelado orgasmo, sus paredes internas se contrajeron apretando aun más el miembro de Vegeta y haciendo que alcanzara su orgasmo llenando por completo la entrada de Goku.
–Ahh Vegeta– respiraba agitadamente y hablaba de forma entrecortada –Me dejaste lleno, mi príncipe– dijo de manera graciosa.
–Fue tu culpa, estabas demasiado estrecho–
–Fue mi primera vez ¿qué querías?–
Una semana después
Goku se encontraba vomitando en el baño y Vegeta estaba afuera con el oído pegado a la puerta preocupado por el estado de su amado.
–¡Goku! ¡¿Estás bien?! ¡Dejame entrar por favor!– pedía el mayor tocando la puerta desesperadamente.
–¡No Vegeta!– decía con esfuerzo el menor y otro vómito salio de su boca haciendo que la preocupación de Vegeta aumentara.
–¡Goku! ¡No puedes seguir así! ¡Llevas 3 días vomitando! ¡Tenemos que ir al doctor!–
–¡No Vegeta! ¡No quiero que me inyecten!–
–¡No dejare que te inyecten!–
El vomito dejo de escucharse y la puerta del baño se abrió dejando ver a un Goku sentado a un lado del escusado derramando lágrimas. Se acerco lentamente, tomo a Goku en sus brazos y lo cargo como una princesa.
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Lo posicionó sobre la cama y se puso de rodillas frente a él –No me gusta verte así, amor– paso su mano sobre su mejilla de manera cariñosa –Tenemos que ir al doctor, llevas días vomitando y me preocupa–
–Pero Vegeta, me van a hacer daño– respondió refiriéndose a las inyecciones.
–Yo no permitiré que te hagan daño–
Doctor
–Muchas felicidades, esta esperando un hijo– decía un alegre doctor.
–Un hijo– susurro para si mismo posando su mano sobre su vientre y sonriendo –Tendré un hijo de Vegeta– volvió a susurrar para si mismo.
–Ire a avisarle al Señor Saiyan– aviso levantándose de su asiento.
–No– detuvo Goku al doctor –Yo se lo quiero decir–
Al día siguiente
Goku estaba sentado sobre su cama con su ropa de dormir, se toco el vientre con una sonrisa.
–¡Vegeta!– grito decidido a contarle.
–¡¿Qué?!– grito desde el baño, al parecer se estaba lavando los dientes.
–¡Date prisa! ¡Tengo algo muy importante que decirte!– grito aun con su sonrisa.
Tiempo después Vegeta salio y vio a Goku sentado en la cama tocándose el vientre, un poco confundido se acerco a Goku.
–¡¿Qué?!– pregunto confundido.
–¿Recuerdas lo que sucedió en la noche de boda?– pregunto con un rubor en sus mejillas.
–Por supuesto, ¿como podría olvidarlo?– respondió con una sonrisa coqueta.
–Pues... Estoy esperando un hijo tuyo– dijo provocando que su rubor aumente.
9 meses después
–¡Vegeta! ¡Creo que ya voy a tener al bebé!– gritaba desde su habitación.
Hospital
–¡Señor Son! ¡Puje! ¡Puje!–
–¡Ahhhhh!– gritaba del dolor.
–Ya salio–
Goku respiraba agitadamente
–Es un niño–
Dos horas después
–¡Goku!– grito Vegeta entrando a la habitación de Goku.
Goku estaba en su cama cargando a su hijo.
–¡Vegeta!– sonrío –Mira– dijo dirijiendose a su bebé.
Se acerco y dirigio su vista a su primogénito.
–Se parece a ti– comento Goku.
–Fiscamente, pero se ve que sera igual de inocente que tu–
–Te amo, mi principe–
–Yo también te amo, mi princesa–
–No soy una mujer– dijo haciendo un adorable puchero.
–Para mi eres mi mujer–
–Bueno... Supongo que tiene sentido–