Especial de San Valentin
El sol acababa de esonderse,aquel cielo anaranjado y brillante desaparecia junto al ocaso,estaba ansioso porque eso sucediera,debía ir lo más pronto posible a la fiesta que había en el Dulce Reino,no porque sea una fiesta y no porque sea en el aquel territorio del cual me encantaba espantar caramelos.La razon era porque hoy es 14 de febrero,día de los enamorados,y en esta fecha tan especial para la mayoría,yo decidí declararmele al soberano mas mimado y pomposo de toda Aaa.
Sí,así es,aunque apenas yo puedo creermelo,estoy locamente enamorado de Gumball,el dulce príncipe,que ironicamente nunca se le ha visto recibiendo de manera dulce a quienes le declaraban enamoramiento.
Pero aún así y con el orgullo preparado para ser destruido me dirigi hasta el palacio de caramelo,con el mejor traje que encontre y algunas flores en mano,me parecio estúpida la idea de llevarle chocolates pues,él los hace en su laboratorio y los convierte en ciudadanos pero eso fue un tonto razonamiento que paso por mi mente pues ya lo he visto comer dulces antes.
En fin,como era de esperarse en la entrada principal del castillo estaba repleta por caramelitos que deseaban con todo su ser entrar al festejo "del amor y la amistad". Por lo consiguiente decidi ir directamente hacia el balcón y habitacion del príncipe.
Entre en su habitacion,la cual siempre se hallaba ordenada y limpia,y esta vez no era la exepcion,inhale profundamente aquel aroma que había en el cuarto,y normalmente era el mismo aroma a aquel dulce príncipe,podría haberme quedado toda la noche solo olfateando aquel delicioso aroma,pero unos pasos apresurados provenientes de un pasillo cercano me sacaron del trance y me pusieron a la defensiva.
Pero al ver quién entro por la puerta baje la guardia en un segundo,ese cabello esponjoso y rosa fue lo primero que divise,su rostro que generalmente era pasifico y sonriente,ahora como muchas veces llevaba un sueño fruncido,que al verme,se fruncio aún más.
-¿Marshall Lee? -dijo con cierto tono de indignacion,o eso creí.- ¿Qué haces aquí? -preguntó al ver que yo no respondia ante la mencion de mi nombre.
-Yo-yo vine por la fiesta.-nervioso,ah,estaba tan nervioso de verlo tan bien vestido,tan bien peinado,tan hermoso.
-¿Te invite? -otra vez ese tono asqueroso.
-No cordialmente pero mencionaste que si quería venir que lo hiciera.-mi sonrisa nerviosa titubeo por milesima vez al verlo acercarse a mí con una notable curiosidad.
-¿Que es lo que escondes detrás de ti? -preguntó intentando ver lo que tenia entre mis manos que se hallaban en mi espalda,ocultando el ramo de flores.
-Yo,em.-Mi cuerpo no respondia,el que se me acercara con aquella sonrisa algo picara en su rostro no hacía más que tensarme de la emocion.- Las traje para ti.-el ramo viajó rapidamente desde detrás de mi espalda hasta practicamente su rostro,el cual mostro una clara expresion de asombro al percatarse de lo que tenía frente a él.
-Marshall...-aquel susurro tan suave y traquilo provoco que se me erizara toda la piel.- Son....-la frase quedo en el aire,lo cual hacia que mi corazon este por infartarse ¿Son qué? ¿Hermosas? ¿Horribles? ¿De mal gusto? ¿Que es lo que dirira ahora?
Sin completar la frase el recibio el ramo y sonrio de manera tranquila.- Gracias,son muy lindas.-menciono volteando para ponerlas en un florero que sacó de no sé donde.- No debías molestarte en traerlas,las osirias son dificiles de encontrar.-menciono mientras se sentaba en la silla de escritorio detras de él.
-No fue ninguna molestia traerlas y mucho menos conseguirlas.-sonrei continuamente nervioso.- Solo es un pequeño presente del día del amor y la amistad.
-Me alegra que me recuerdes para cuando des tus presentes.-sonrio un momento y luego habló-¿Planeas quedarte allí parado toda la noche? -preguntó burlonamente al percatarse de lo obvio,que yo aún continuaba estatico en el umbral del balcon.
…l soltó una risilla cuando yo me acerque a él y me qude sentado en el aire frente a él.- Yo me pregunto si en verdad son osirias o si solo encontraste rosas comunes y les sacaste algo de color.-habló mientras tomaba una de las flores y la veía detenidamente.
-No,no,de verdad son osorias.-respondi nervioso,sin saber realmente el nombre de la flor,para mí solo eran rosas rojas con blanco.
-Osirias,Marshall,osirias.-se rio ante mi incompetencia y el silencio incomodo domino la habitacion.
-Y...¿No deberías de estar en la fiesta de allá abajo? -pregunté dando tema de conversacion
-Naa,mi clon está alla abajo entreteniendolos.-suspiro con una sonrisa en el rostro
- ¿Clon? -dije con duda, ¿Desde cuando él tenía un clon?
-Sí,en realidad,es medio robot pero lo utilizo para que él cubra mi lugar en cosas sin importancia.-se levanto de la silla y volteo hacia su ropero,el cual abrio buscando algo.
-Entonces...No irás a la fiesta.-nose si el tono parecio de duda o afirmacion,pero el movio la cabeza negativamente.- ¿Y a donde irás? -pregunte viendo como se quitaba su ropa casi frente a mí sin verguenza alguna,claro que yo en este momento sentia que iba a explotar si continuaba ocultando todo lo morboso y avergonzado que pasaba por mi mente.
-¿A donde iras tú?
-A donde tú vayas.
-Bueno,quiero ir a donde tú vayas.Siempre haces cosas interesantes y locas.-sonrio luego de ponerse una chaqueta de algodon bordo.
-Bien.-suspire profundamente con una sonrisa en el rostro.- Vamonos.-le hice una ceña para que me siguiese hacia el balcon y cuando llegamos allí preguntó a donde iriamos.- Pues no lo sé,tú cambiaste todas mis expectativas.
-¿Que quieres decir con eso? -menciono con tono algo desconfiado,solo respondi que nada,dando por zancado el tema.- Bien,ya vamonos.-senti su mano que se entrelazaba con la mía e instantaneamente me puse tan nervioso como antes.
Finalmente levante vuelo con el dulce príncipe entre mis brazos,aquel silencio que se habia formado era sumamente incomodo,al menos para mi claro está.
La noche paso tranquila,gracias a que hoy era un dia "festivo" del cual todos aprovechaban para conseguir pareja o quiza un simple acostón,en fin luego de concurrir a una presentacion musical bastante tranquila,luego a charlar sobre tonterías mientras caminabamos por un campo de frutillas y finalmente llevé a Gumball de vuelta a su castillo.
-Al menos la fiesta de la dulce gente ha terminado.-suspiro con una sonrisa en el rostro.- Me gustó pasar la noche contigo.-se cruzó de brazos y sonrio de lado para luego despedirse y entrar a su habitacion.
Volvi a mi hogar decaido y deprimido de no haber logrado mi cometido,habia planeado el momento,lugar y palabras que usaría para que Gumball no pudiera rechazarme.
Pero nada salió como lo pensé,no digo que no me haya divertido y sin dudas me encanto estar con él sin la presencia de otros que nunca dejaban que la situacion fluyase con la tranquilidad y diversion que hubo en esta noche pero desearía que hubiese sido mejor.
Me recoste sobre mi cama luego de haberme sacado el traje elegante que me había puesto para nada,la camisa blanca me habia quedado desabrochada por la mitad,suspire y me saque los molestos zapatos,creo que es buena suerte que no tuve que caminar mucho hoy.
Luego de tanta palabrería y aburrimiento conmigo mismo suspire viendo el techo mientras volvia a pensar en el rosado príncipe que vagaba en mi mente dia y noche.
Pero un ruido extraño interrumpio mi pensamiento,unos golpes bastante acelerados que casi romperían mi puerta.- Ya voy,ya voy.-dije algo molesto mientras me dirigia a la planta baja,y al abrir la puerta mi corazon realmente sufrio de un infarto,si ya de por sí mismo no estaría muerto.- Gumball.-mencione su nombre al verlo en el umbral de mi puerta,jadeando y con el rostro rojo y sudado ¿Habia venido corriendo acaso?
-Marshall...ah...yo...-articulaba entre jadeos,le hice pasar dentro de la casa y le di ofreci un vaso con agua.- Gracias.-dijo luego de beberselo completo.- Pero no vine solo para decir incoherencias y parecer un completo desquiciado.-dijo con una sonrisa graciosa en el rostro.
Se abalanzo sobre mí,senti sus brazos que rodeaban mi cuello y sus labios que besaban con suavidad los míos.
¡Era simplemente increible lo que sucedia!
-Yo tambien te amo,Marshall.-dijo escondiendo su rostro sonriente en mi hombro.Ante mi estado de completa estupefaccion él volvio a mostrar su rostro para luego hablar.- Leí la nota que dejaste en las flores.-desvio la mirada aún con aquella sonrisita en el rostro.
¡Claro! ¡La nota! ¡Habia dejado una nota en las flores por si algo me impedia confesarmele en persona! Oh,Glob en este mismo quiero morirme por no poder haberle dicho lo que sentía en cualquier momento de la noche pero ¡Santo cielo él me corresponde!
Cuando finalmente volvi a la realidad le tome fuertemente de los hombros para que no escapara del beso que comenzaria allí mismo,un beso que siempre soñe pero que ni siquiera se comparo con el de verdad,pues la sensacion tan dulce de nuestras bocas que se unian en un perfecto compas de inperfeccion,sus dientes que chocaban con los mios y su lengua deshinibida que rodeaba la mia descaradamente.
-Nunca creí que esto sucedería,Marshall.-oh,como me encantaba que pronunciara mi nombre en cada frase que él decía,me encantaba él en su totalidad,cada palabra que pronunciara,cada paso que él de,cada cosa que él tocara se volvia instantaneamente preciosa.- ¿Por qué lloras? -pregunto sumamente preocupado al percatarse de las lágrimas que bajaban por mis mejillas.
-Yo...-senti su mano que se posaba en mi mejilla limpiando las gotas de trisel liquida- Tengo miedo de despertar y que todo esto sea solo otro tonto sueño.-una risa dolorosa termino con la frase y pude ver reflejado en el rostro del dulce soberano de que entendía mi temor por más tonto que parezca.
-Tranquilo,no es un sueño y dejare pruebas para que te quedes tranquilo.-sonrio con cierta picardia y tomo mi mano guiandome hasta mi propia habitacion.
Cuando llegamos al cuarto comenzo a besarme nuevamente,con cierto toque de desesperacion y posesividad que se sentia en el ambiente.Inconcientemente me hizo caminar hasta la cama y me empujo haciendome caer en ella.
Arrancó todos y cada uno de los botones de su camisa rosada de un solo tirón,y una sonrisa para nada inocente se pinto en su rostro.
-Gumball..-susurre al conocer este nuevo lado de su persona,era realmente increible.- No es necesario que.-intente deterlo,no es que no quiera hacer travesuras prohibidas con él pero no quería ir tan rápido.
-Claro que es necesario,ademas de que quiero,y sé que tú también.-apoyo sus manos en mi cadera y veia de reojo mi entrepierna donde comenzaba a crecer una ereccion.- Ademas,si se supone que es un sueño,debemos hacerlo.-sus palabras estaban cargadas de deseo,deseo que yo compartía pero que en cierto modo me negaba a aceptar.Pero ya no me reistiria,si esto fuese un sueño,no vacilaria en tomar totalmente aquel cuerpo de goma.
Ahora fui yo quien dejo tendido al pequeño principe sobre la cama,él solo sonrio de manera ladina al verme participar por mi mismo en la velada.Le tome del rosro y le bese apasionadamente mientras mis manos se colaban hasta su parte baja e intentaba sacarle los pantalones,cosa que logre en solo segundos.
-Espera.-habló repentinamente,haciendome caer desde el cielo más hermoso hasta el infierno mas profundo con una sola palabra.- Olvide mencionarte algo.-sonrio tranquilizandome por un momento,volteo buscando algo en el bolsillo de su camisa y me ordenó que no abriera los ojos y obviamente eso hice.
Cuando me dio permiso para ver nuevamente continuo hablando.- Tu me diste el presente de San Valentin,supuse que yo debería darte el mío.-dijo con las mejillas rojas y un moño igual de rojo puesto sobre su cabellera rosa.
-Oh,es precioso.-dije acariciando sus mejillas con suavidad- No tendrías que haberte molestado,este ser tan hermoso es muy dificil de conseguir.-obviamente mis palabras eran parodia a las que él había dicho cuando recibio mi ramo de orisias o como se llamen.
Seguido de aquel corto dialogo continuamos con los besos,las caricias y poco a poco la ropa molestaba,el calor era insoportable y la excitacion incontenible.
-Mnhgn,sé cuidadoso.-pidio entre quejas y jadeos cuando mis dedos comenzaron a entrar en su cuerpo que luego de varios intentos se entrego por completo.
-Oh,Santo cielo,es tan grande.-le escuche susurrar en el momento que saqué mi miembro de la ropa interior.
-Gracias,supongo.-vi como se ruborizo aún más al percatarse de que le había oido y desvio la mirada un momento.- Dime si es que duele demasiado...-avise mientras tomaba con delicadeza mi propio miembro e introducia la punta del mismo en el cuerpo de mi dulce ahora amante.
-Oh,Marshall...se siente tan bien.-dijo mordiendose el labio con firmeza al sentir que habia entrado completamente en su cuerpo.
El resto que quedó de aquella experiencia que no olvidaria fueron muchos gemidos,roces,besos,abrazos y sin duda mucho amor,que quiza duró tan solo unos minutos,unas horas,o quiza el resto del día entero,no lo podría saber,pero algo que sí sabía era que Gumball estaba totalmente conciente de lo que hacía,y yo estaba totalmente conciente de que cada uno de mis movimientos le encantaba de gran manera.
Cada beso,cada mordida y cada caricia que deje en su cuerpo y que él intentaba imitar en el mío eran adorables.
Su voz gimiendo mi nombre a cada momento,a cada cosa que le encantaba me hacia sentir extaciado como nunca antes.
Lo último que pude divisar antes de quedarme dormido fueron esos orbes rosados que me vieron en cada momento del acto de amor,antes de sentir sus labios que rozaron contra los mios por milesima vez en aquella mañana que se había convertido en una tarde o quiza ya era de noche y no me había percatado.
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Desperté,y desperté solo y en mi cama.
Pase mi mano por mi rostro limpiando las lagrimas que habian escapado de mis ojos,era tal como lo espere.
Fue un sueño,todo lo fue,quiza y ni siquiera le di las flores al fin y al cabo.
Me levante pesadamente en direccion al baño,debia de limpiarme todas las lagrimas que inconcientemente brotaban de mis ojos.Siempre es lo mismo,siempre me sucede lo mismo,es estupido que haya creido al menos por un momento que en realidad sucedio algo.
Quede extrañado al entrar al baño y encontrarme con que el agua de la bañera se hallaba abierta- ¡Santo cielo,Marshall! -oi gritar a nadie mas ni nadie menos que el príncipe que habia estado en mis sueños- Creí que seguías dormido.-suspiro volviendo a su ritual de limpiesa propia,casi sin prestarle atencion a mi presencia.
Aún continuaba algo pasmado ¿de verdad él estaba aqui? ¿realmente habia pasado la noche conmigo? - Y no,no fue un sueño.-habló como si leyese mi mente,saliendo de la ducha y tomando una toalla para ponersela en la cintura.- Fue mi regalo de San Valentin.-deposito un suave beso en mis labios y me abrazo suavemente sin importarle y sin percatarse de que aún continuaba todo mojado.
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