El ahora nuevo magi del imperio Reim, había pasado la peor noche de su corta vida, y la razón de ello, era una pequeña niña de tan solo cinco años, el moreno ya le había dicho que la pequeña estaba últimamente muy animada con el hecho de vivir en un nuevo lugar, así ahora no era muy conveniente dormir juntos, pero el rubio no le escuchó, diciendo que nadie conocía a la pequeña Marga como él, que después de todo siempre dormían juntos como una familia desde Magnostad, y ahí están las consecuencias de su alocada rebeldía, la castaña había dormido cuál bestia, moviéndose de un lado a otro de la cama, quitando las sábanas del cuerpo de Titus en más de una ocasión, provocando que este temblara como gelatina a medio cuajar a causa del frío, pero eso no había sido lo peor, oh claro que no, ese demonio de cabellos avellana, aún tenía mucho por hacer, siguió rodandose en la cama tan rápido que el estresado magi a penas era capaz de detener su loca carrera, evitando así que se hiciera puré de niña en el suelo, haciendo que el joven se desvelará prácticamente toda la noche, aunque claro, eso no le quitaba esa majestuosidad tan característica de él, pero cuando al fin la pequeña había logrado dormirse, lo consiguió en una pose...un tanto extraña, para ella no había problema, pues era chiquita, y su cuerpo no se contorcionaba mucho en esa posición, pero para el oji celeste, era una historia completamente distinta, el si que había dormido casi en pose de kamasutra, y pues al no estar acostumbrado, le dolía cada milímetro de su ser, cuando se dio cuenta, ya era de día, y mentiría si dijera que durmió veinte minutos, la pequeña estiraba sus tiernos brazitos luego de una noche bien dormida, pero cuando el menor, oh si porque Titus siempre será más joven que Marga, intentó lo mismo, solo escucho algo en su interior crujir cuál delicada vajilla de porcelana, solo esperaba que esa porcelana no fuese del tipo que necesitara calcio, porque si fuera así, ahora tenía un nuevo problema, se había puesto ligeramente histérico, si es que en algún punto la histeria puede ser ligera, pero lo había disimulado perfectamente, ambos pequeños tenían hambre, así que se arreglaron y bajaron a desayunar, vaya que el camino había sido una tortura para el magi, por primera vez en la vida hubiera deseado que la niña fuera mayor y le llevara en brazos hasta el comedor, como si fuera un bebé, como todos estaban ocupados, sólo Titus, Marga y Sphintus estaban ahí, todos comían el delicioso desayuno que casi siempre era preparado especialmente por el moreno, el oji celeste le entraba como poseído a la comida, una cosa es que no pudiera caminar muy bien, y otra muy distinta que no comiera todo a su paso, pues si había algo que le reconocía al peli blanco, era sin duda alguna sus dotes para la cocina, y así estuvieron comiendo y platicando un rato algunas trivialidades a las que el más joven no puso mucha atención, después de terminar el desayuno, la niña se retiro a su cuarto, ambos chicos se quedaron en la mesa, mientras se miraban.
-¿Y qué tal te la pasaste en la noche?
-Ni me lo recuerdes.
-JAJAJAJAJAJAJAJA¡TE LO DIJE!!!!!
-Ya cállate estúpido Sphintus.
-¡No me digas así!!! Como que Aladdin y tú ya agarraron la costumbre de hablarme mal, por su culpa a veces pienso que no soy tan bueno en lo que hago, ¿quién me manda a ser amigo de dos magis?
-No digas eso, eres bueno en lo que haces, pero aún así eres un estúpido.
-Como me sigas diciendo así, no alivio el dolor de tú espalda.
-Vaya lo notaste.
-Claro, después de todo soy Sphintus-sama.
El magi sólo le miraba con mucha gracia, por alguna razón, ese chico siempre le ponía de buen humor, desde hace algún tiempo, después de llegar al imperio, el rubio había comenzado a darse cuenta de algo, pero por su falta de experiencia no sabía muy bien que era, pero de algo estaba seguro, al pensar en el moreno, sentía una calidez inexplicable en su pecho, pero era un sentimiento que le gustaba mucho...¿Qué será lo que está sintiendo?