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My lovely family por Reiga

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Notas del fanfic:

Primera que nada perdón por entregarlo tarde, no podría decir que no lo podía terminar sino más bien no podía empezarlo, lo deje para esta semana, y no hubo un solo día en que pudiera llegar a escribir. Así que gomen por no cumplir con la fecha.


Este fics esta basado en la una imagen Aokaga que me toco, en donde salen vestidos Aomine de Spiderman y kagami de Deadpool. (por si no se ve la imagen)


--->https://pbs.twimg.com/media/B6gUGr6CMAEDdZl.jpg


Como siempre espero disfruten la lectura.


El fics diría que contiene, Aokaga, lime, humor y está bastante centrado en el mpreg (sus hijos), por lo mismo lo pongo como advertencia, ya que se de algunas que no les gusta mucho este género.


¡En fin bonita lectura! Las quiere.

 

~*~

Voces y más voces… desorden, papeles por aquí y otros por allá. Sí, un ambiente de acorde cuando se presenta la catastrófica situación de un profesor ausente en una sala repleta de alumnos  y que más o menos rondan la edad entre trece o catorce años.

“Un silencio” se escucha a lo lejos pero pocos ponen atención, otro “silencio” aún más fuerte y ya la mayoría nota la presencia de dos mayores. Un grito acompañado de un golpe en el mesón logra llamar la atención de todos los alumnos presentes. Se acomodan en sus asientos  y miran con terror al director.

Un hombre bello en toda la palabra, pero con un demonio interior que el mismo satanás envidiaría.

—Mucho mejor — dijo cruzándose de brazos —como se habrán dado cuenta su profesor esta ausentes por problemas personales —sonrisas mal disimuladas se dejaron ver entre los alumnos —pero eso no quiere decir que su examen no se les tomara hoy, para eso está el señor kagami aquí.

El alumnado miro al pelirrojo con cierto reproche, pero enseguida eso se esfumo en cuanto vieron la sonrisa de culpabilidad del mayor.

Y es que para ellos era imposible ver si quiera mal a unos de los profesores más encantadores que hubieran conocidos en sus vidas, lo único que lamentaban era que semejante hombre les hiciera  clases solo  a primaria  y que ellos solo pudieran verlo en ocasiones.

—Profesor venga un poco no entiendo esto —tercera vez que lo llamaba y sin embargo ahí estaba el pelirrojo explicándole.

Su compañero ya harto de su acoso lo golpeo en la cabeza sin ninguna consideración.

—Te estás pasando, si no lo sabes no lo contestes y ya — le grito ya molesto.

—Maldición eres un bruto Hiro, tío kagamicchi rételo — pidió el rubio con lágrimas en los ojos y sus manos en su cabeza.

—Es tu culpa Natsu   — secundo el chico delante de el.

—¿Tu también yuki?, lo que pasa, es que son muy sobreprotectores, es verdad que me gustaría comérmelo, pero antes de eso tío aominecchi me mataría primero.

Apenas había dicho aquello el curso entero supo que se armaría la tercera guerra mundial, varios se alejaron y otros se levantaron para agarrar y evitar que ambos peli azules cometieran asesinato al pobre rubio que reía feliz y preocupado detrás del pelirrojo mayor, solo lo había dicho como broma, quizás y se había excedido, pero ya era tarde para meditarlo.

La clase termino y como castigo kagami dejo a los tres niños problemáticos en la sala.

—No puedo creer que armaran tremendo escándalo en un examen, esta ves se pasaron — dijo enojado regañando a sus dos hijos.

—El tiene la culpa por no cuidar su boca — respondió el mayor de los hermano por minutos, piel morena, cabello y ojos hermosamente azules. Estaba serio, no era muy simpático que se diga, menos cuando tocaban lo más preciado para él.

—Vamos era un broma, saben que imposible por eso seré feliz con la pequeña Hikari-chan, ella están bonita como tío kagamicchi — decía con mirada de soñador, en su mente podían ver a la pequeña princesa de la familia, rodeada de flores.

—¡yo te mato! —dijo el menor de los hermanos, agarrándolo de la camisa. Ambos eran iguales a excepción de sus ojos, para orgullo del propio yuki sus ojos eran rojos como los de su Oto-chan.

El pelirrojo mayor suspiraba ya resignado,  era consciente de que el rubio lo hacía apropósito y estaba seguro de que sus hijos también lo sabían y aun así no podían controlarse. Sonrió en medio de la pelea de los menores. Sus dos soles eran idénticos a su padre hasta en la odiosa personalidad con la que había conocido al amor de su vida.

Verlos le recordaban tanto a él, que no podía evitar sentir nostalgia de aquellos días  en que lo amaba tanto como lo odiaba al mismo tiempo.

—Ya chicos, no peleen — les dijo ya en la puerta —yuki, cariño. Busca a Kisa y dile que vaya a mi oficina estaré revisando sus exámenes — mostro en alto el sobre y se fue.

Los menores asintieron y salieron en busca de su hermano mayor, seguido del rubio que solo miraba desde a atrás a su mejores amigos.

 

~

 

Kagami había terminado de revisar los exámenes, el profesor había dejado todo dispuesto para ello, ya que de antemano podía pasar que el día de hoy no se presentara. Para su sorpresa no hubo notas deficientes y la mayoría era sobresaliente. Con real orgullo reviso la de sus hijos, su letra era ordenada y clara, hubieran tenido el puntaje mayor si no fuera por la discusión, por eso no habían terminado los últimos ejercicios al igual que su adorado ahijado rubio.

Termino, guardo los exámenes y salió de la oficina. Su hijo no aparecía por costumbre busco  su celular y recordó nuevamente que no lo había traído, suspiro tendría que ir a buscarlo.

—¡Oto-chan! —  grito alguien a lo lejos, su vos era muy familiar así que se dio vuelta y se encontró con una casi versión viva de Aomine en sus diecisiete años. Si no fuera por su cabello un poco más largo y su piel más clara y claro su carisma, que a todo esto  ninguno de sus amigos saben de dónde lo heredo.

—Kisa que te he dicho…

—Lo siento, Kagami-sensei — le sonrió el peliazul.

—Buenos días Sensei — le saludaron dos los mejores amigos  de su retoño, este les sonrió cariñosamente.

—¿Para qué me buscabas?

—Ah sí, cuando terminen las clases por favor vete enseguida y quédate con hikari-chan, tu padre vendrá a la reunión de daiki.

—Claro, kagami-san — se le adelanto su amigo — no se preocupe yo encantado, cuidare de mi sol — dijo el chico  de piel clara y cabello rojizo claro. de nombre Tori.

—oh, oh yo también me sumo, es adorable su hija kagami-san, además teníamos planeado ir a su casa por un trabajo — le secundo el segundo de sus mejores amigos, piel clara, cabello negro largo, ojos verdes y anteojos de nombre Takahiro

—Si claro trabajo, ustedes no necesitan pretextos para pasar metidos en mi casa — el peli azul le miro  inquisitivamente, pues ya intuía las razón, o las dos razones, para el que parcito se pasara metido en su casa, tirándoles piropos a su Oto-chan y hermana menor sabiendo muy bien lo mucho que eso le molestaba a sus adorados hermanos menores.

—Está  bien entonces no vemos en la casa, cuídate beb… digo… —trato de retractarse  pero ya era tarde su hijo estaba rojo y sus amigos muertos de la risa —lo lamento —dijo apenado por avergonzarlo.

—No te preocupes Oto-chan — dijo aun rojo, adoraba cuando le trataba con sobrenombres, aun pesar de la edad que tenía.

Kagami se retiró, y de una mirada digna de su padre miro a sus amigos y estos pararon de reír.

—Oh vamos no te molestes.

—Tu padre es un pecado~ —dijo el peli negro. Ambos amigos le miraron, como diciendo a que venía ese comentario ahora y tan fuera de lugar— Bueno es que cada vez que lo veo lo pienso, nuestros padres son de la misma generación, pero el tuyo ya está en sus treinta y tantos y ya tiene seis hijos y además esta como quiere. 

El peli azul sonrió, desde que estaba en primaria  escuchaba ese tipo de comentario de diferentes personas, sus padres eran hermosos y atractivos separados. Juntos eran la pareja perfecta, tan diferentes e iguales al mismo tiempo. Sus distintivos físico solo fortalecían el del contrario, eran como una pareja de modelos sacado de una revista.

Sobre los hijos, una vez kagami se lo había mencionado con nostalgia. A veces la gente menciona que es genial ser hijo único y puede que lo sea para algunas personas pero no para él. Sintió la soledad de no tener a su madre, un padre ausente y hermanos inexistentes. Tuvo de todo no se quejaba, pero al escuchar de sus amigos, las peleas, los juegos, rabias y el cariño que te podía proporcionar un hermano, lo había deseado. Por eso no hubiera deseado ese tipo de soledad para sus hijos. Claro solo había planeado cuatro su tercer embarazo le había salido por partida doble, y daiki quería que fuera el ultimo, por eso le había puesto el nombre de su amado, la pequeña hikari había salido como se diría de un hermoso golazo.

 

~*~

 

Siete de la tarde. La reunión había terminado y se encontraba en su hogar preparando la once, sus hijos le miraban sin decir ni una sola palara estaba molesto, esperando el momento preciso en que llegara el moreno que tenía por esposo. Su hijo kisa si le había dado el mensaje de ir a la reunión y había salido con ese motivo, sin embargo nunca llego.

Y había llamado solo hace unos minutos para avisar que lo habían llamado de la estación de policía, antes de eso estaban con el alma en un hilo pensando que le había pasado algo malo. Sí, se merecía una buena regañada.

—ya chicos a la mesa — el primero en sentarse fue kisa, a su lado los gemelos yuki y hiro, por el otro costado estaba  kagami y a su lado el pequeño daiki de hermosos siete años. Piel clara, Cabello azulino y ojos del mismo color.

Genes Aomine por donde quiera que se mirara. Los únicos que habían salido con su cabello habían sido su hijo mayor que en estos momentos se encontraba en EE.UU con su abuelo. Y  su adorada princesa que tenía su cabello largo y rojo pero con sus ojitos hermosamente azules.

—Vamos Oto-chan cambia la cara — le decía su hijo mayor, levantándose de la mesa y yéndole a dar un beso en la mejilla. Rio automáticamente. La molestia ya había pasado solo había sido preocupación.

Comenzaban a cenar cuando se abre la puerta dejando ver al dueño de hogar, su mirada se topó inmediatamente con la de kagami quien lo ignoro haciendo un desprecio de lo más infantil. Aomine rio dejando su bolso a un lado.

—Buenas noches — sus hijos le saludaron con una sonrisa pintada en el rostro pero kagami no le miraba, solo se limitó a prepararle un pan a su hijo.

—Lo lamento taiga, pero si hubieras llevado tu celular, podría haberte avisado —a kagami le tembló una ceja punto para él tenía razón.

—Bueno ya da igual, el profesor después me puso al tanto — decía mientras se levantaba para ir por el agua hervida.

—Mmm y apuesto a que lo hiso feliz de hacerlo personalmente  —Bien era sabido por la mayoría en esa mensa el gusto insano que tenía ese profesor por su adorado padre y esposo.

—Ehem —carraspeo, haciéndose el tonto, no discutiría ni diría lo contrario si no, ahí tendría a cuatro Aomines mirándolo inquisitivamente — pasado mañana será el festival escolar, así que necesitan la participación de los padres y nos inscribí, dijiste que tenías libre ¿no? — si lo mejor era cambiar el tema.

—Si Oto-san, yo quiero que vayan los dos — dijo con una  tierna vocecita. Kagami lo miro como diciendo que más le valía decir que si

Sus hijos le miraban de reojo, mientras seguían comiendo tranquilamente.

—Creo que papa está en problemas —susurro uno de los gemelos, asentido por el otro.

—Cuanto quieren apostar a que dormirá en el sofá —rio el mayor

—Cierren la boca ustedes tres — los regaño aomine — y si cariño tengo libre así que estaremos los dos contigo

Lo último fue una sonrisa resplandeciente del menor para continuar con una tranquila cena familiar.

 

 ~*~

 

Entrada la noche, kagami se encontraba plácidamente dormido, cuando sintió una manos recorrer su estómago y pecho, sonrió.

—Duérmete Aomine

—Oh vamos taiga, ¿aun estas molesto? — Susurro con gracia, al sentir sus tetillas erectas —¿hace cuanto que no lo hacemos?

Kagami se dio vuelta rápidamente colocándose encima de Aomine en un abrir y cerrar de ojos.

—Creo que por tu culpa y de tu maldito trabajo ya van dos semanas de abstinencias para mí — ambos sonrieron.

Kagami comenzó a moverse subjetivamente encima de la cintura de aomine, se quitó su polera y levanto la de Aomine, su mano la pasaba de arriba abajo separando sus dedos para que cada uno de ellos rosara sus morenas tetillas.

—Alguien está ansioso — molesto, pero luego de ver sus mejillas sonrojadas, su respiración acelerada y el necesitado rose de sus miembros se dio cuenta de que kagami ya estaba en su límite. Lo tomo de las caderas y lo ayudo a hacer más duro y salvaje el movimiento, kagami se recostó sobre el sin dejar de mover sus caderas y lo beso con pasión y lujuria, sus lenguas jugaban una con la otra. El rose aplastante se intensifico al llegar el orgasmo.

Aomine lo abrazaba y acariciaba su cabello, mientras los dos intentaban regular la respiración, aquello había sido rápido y sin mucha ciencia, y es que ver a su marido así le encendía de sobremanera.

—¿Satisfecho? —  lo molesto tiernamente, y nuevamente se vio sorprendido por una sonrisa picarona del pelirrojo.

—Claro que no amor eso fue solo el entremés.

Se levantó de la cama y  se retiró la ropa interior seductoramente bajo la atenta mirada del moreno que se encontraba apoyado en sus codos.

Kagami gateo por encima de él, bajo su ropa interior y lamio el  pegajoso miembro, complacido sintió que el cuerpo de Aomine daba un respingo de placer, volvió a situarse en su cadera, sus miembros desnudos tintineaban contra el otro.

Kagami comenzó un leve vaivén mientras con sus manos masturbaba los dos a la vez. Aomine se dejó recostar en la cama disfrutando las atenciones de su marido. Kagami subió un poco más dejando el pene de aomine entre el pliegue su trasero.

Aomine estaba ansioso, sabía lo que venía su marido era maravilloso cuando dominaba completamente la situación. Le gustaba jugar con él. Puso sus grandes manos en su cadera, quería tomarlo levantarlo y enterrarse de una vez dentro de él.

—Hazlo — le susurro kagami sobre su cuello  el mismo que besaba como si la vida dependiera de ello.

Ese susurro fue todo, tomo su trasero lo masajeo y separo esas blancas paredes, su miembro duro, se sentía en la gloria, subía y bajaba solo tanteando a la expectativa de donde pronto estaría sintiendo ese calor tan acogedor.

Kagami se levantó un poco para ayudar al ingreso al sentir la punta en su entrada, y sin meditarlo más se sentó de golpe, ambos apretaron sus labios ante el gemido del más puro placer que estuvo a punto de salir de sus bocas.

Una sonrisa, una mirada, un beso y cero palabras, dieron paso a un noche llena de entrega amor, y placer en la pareja.

Al día siguiente era el caos como todo los días, el levantase, vístanse, coman, lávense los dientes ¿llevan todo? ¿No se les queda nada? Era habitual.

Kagami se encontraba alistando a lo más pequeños y se le notaba algo incómodo, kisa se acercó a su padre y lo miro con reproche.

—¿Qué?

—Nada — se cruzó de brazos y seguía mirándolo acusadoramente.

Aomine camino hasta kagami y le ayudo  con su princesa. Sabia porque su hijo mayor le miraba así, daba gracia el ver que mordía la lengua para no regañarlo por respeto después de todo era su padre, pero su mirada no escondía su molestia.

Anoche se había excedido, pero en su defensa kagami le había provocado y en ningún momento se había acordado que al día siguiente tenia clases que impartir.

 

~

 

Medio día y la familia Aomine/Kagami, se encontraba en sus quehaceres habituales. El pelirrojo se había desocupado un momento y aprovechó para ir de compras, como era un día antes del festival, el colegio era un caos total, que él se ausentara por una hora no se notaría, o al menos eso esperaba.

Mañana sería un día agotador, tenía que estar al pendiente de su propio curso a cargo y además participar en las actividades de su hijo menor.

 

La noche se hiso presente y nuevamente se encontraban disfrutando de una acogedora cena, pero esta vez con la pequeña presente, ya que el día anterior dormía.

—¿Oto-chan donde fuiste esta tarde?, te estuvimos buscando pero Luren-sensei nos dijo que habías salido  con Kira-sensei — un comentario aparentemente inofensivo pero con toda la cizaña que había podido agregar el menor de los gemelos.

Kagami le miro como sintiéndose traicionado y luego le sonrió a su pareja que parecía querer romper su tasa de café.

—Que interesante a mi también me gustaría saber — daiki  le sonrió tétricamente esperando una respuesta.

—Claro — contesto mirando a los cuatro controladores— Dejo a su hija en la silla y fue por unas bolsas —fuimos a comprar unas cosas que nos faltaron para el festival, y yo personalmente tuve que ir a comprar los disfraces que usaremos mañana.

—¿Disfraces? —preguntó Aomine

—Sí, te hubieras enterado si hubieras ido a la reunión —los demás rodaron los ojos — la temática del curso de daiki estará centrada en los pequeños, los padres iremos disfrazados de super héroes, la mayoría de las madres optaron por princesas de Disney mientras lo pequeños se disfrazarán de animales o algún personaje de Disney también.

Mientras kagami hablaba aomine le quito la bolsa y la reviso. Se tuvo que levantar para estirar el traje dejándolo ver completo.

—kagami yo no me  pondré esto — aomine lo miro como si le hubiera salido un tercer ojo mientras sus hijos trataban de contener las risas —son trajes apegados al cuerpo ni sueñes que…

—No te estoy preguntando cariño, mañana iras vestido de spider man y con la cara llena de risa me oíste

—Ni hablar, acaso no hay más super héroes, ¿Batman?, ¿Thor? ¿Iron man? Hasta de Shuerk si quieres.

—¿Quisiste decir Hulk?  — pregunto kisa aguantando la risa.

—Si ese, el verde — ahora si los tres estallaron, pero se aguantaron de nuevo al ver la mirada matadora de su santo padre.

—Bueno, no es por seguir con lo mismo, pero… si hubieras ido a la reunión tendríamos opciones, como no pudimos ir escogí solo los que quedaban.

—tks… está bien pero yo quiero el de  Deadpool — dijo resignado.

—No ese lo escogí yo, además el de spider man te viene mejor a ti — dijo por la combinación de colores.

—Es verdad — secundo kisa serio.

—Bueno no se habla más, hikari ya tiene sueño así que iré a acostarla — la tomo en brazos — vamos daiki — el menor tomo su mano — kisa retiras las cosas de la mesa, yuki lavas la losa y Hiro, la seca y la guarda

El pelirrojo se retiró con ambos menores dejando a Aomine con su queja en la boca, tomo nuevamente el traje y lo miro con cierto recelo.

—Vamos papá nunca le has ganado a Oto-chan así que hazte a la idea

—¿Quieren apostar?, sus mesadas a que mañana me ven vestido de Deadpool

—Hecho  — contesto kisa

—y recibiremos el doble si te vemos vestido de spider man —acoto yuki.

—Hecho — dijo el mayor con verdadero fuego en los ojos.

 

~*~

 

Al día siguiente la apertura del festival dio inicio con un show digno de admirar organizado por los cursos mayores. Sin duda era un colegio que tiraba todo a la parrilla, por lo mismo todos los años recibían una enorme cantidad de gente.

Los puestos estaba listos y podía notarse el trabajo que había en cada uno de ellos, pero aquel que llamaba más la atención era aquella colorida bienvenida, de los cursos de primaria, super héroes sacados de las mismas películas, princesas con vestidos hermosamente pomposos y animalitos tiernos por doquier, le daban otro tinte al festival, globos coloridos por todas partes, un sector para pintar caritas y otro donde se podía comprar dulces de los más creativos.

Yuki y hiro se alejaron se sus puestos, seguidos de su amigo rubio al igual que kisa, tenían que ir a verificar su segura doble mesada.

 

~

 

—Kagami esto es vergonzoso se notan todas mis presas —  el moreno estaba incomodo en los camerinos mirándose al espejo, se ponía las dos manos en su segundo frente y se moría de la vergüenza al mirarse — no saldré así… esto es humillante, donde se ha visto a un policía haciendo este tipo de cosas, y bájate de ahí me tienes histérico te puedes caer.

En los baños había dos focos que no dejaban de pestañear así que había ido por una escalera de dos patas y se encontraba encaramado en ella acomodando el foco y cambiando el otro.

—Deja de alegar Ahomine, no sé si los policías hacen esto pero lo que son padres supongo que sí.

El moreno sonrió, hace mucho tiempo que no le llamaba así.

—Además a mi parecer tienes un físico bello mejor que el ficticio que muestran en la película, ahh — suspiró el pelirrojo mirándolo de las alturas — que hare, ahora las viejas y donceles solteros miraran al causante de mis bellos hijos.

Aomine se sonrojo y frunció el ceño, el de verdad tenía un serio problema y kagami parecía no notar su incomodidad

—¡bakagami!

—ya, ya tranquilo, ven aquí gánate de espaldas a la escalera

—¿Para qué? — dijo enfurruñado

—Deadjane le dará un beso a su spidermine — kagami se acómodo en la escalera y se inclinó para quedar de cabezas, sus ojos vieron los azules y sonrió, avanzó un poco más y lo beso, le fue un poco complicado de un comienzo pero se logró, al separarse le dio un tierno piquito — ¿mejor?

Aomine rio y se dio vuelta ayudándolo a bajar, quien diría que aquel kagami que tenía ahora en enfrente era el mismo con el que alguna vez se lo paso peleando. Vivían entre enfrentamiento y enfrentamiento. El amor llego pero aun así para ambos  había sido difícil adaptarse, sin embargo llego un momento en que todo era espontaneo, las palabras cariñosas, los mimos todo.

—¿En que piensas?

—En que no has cambiado mucho con los años.

—Claro tengo que mantenerme y así no dejo que mi esposo ande mirando otras cosas

Aomine rio

—¿Crees que estas alturas lo haría? — camino al asecho haciendo de kagami chocara con la puerta del baño, su manos viajaron desde su pecho hasta su apretada cintura por el traje de cuero —dios tengo ganas de hacer pedazos tu traje y tomarte aquí y ahora

Kagami estaba dejándose llevar por las palabras hasta que de un empujón alejo a Aomine.

—Ni hablar de eso, cállate. Mira nuestros trajes una erección sería imposible de ocultar —decía preocupado y mentalmente regañando a su parte baja para que se controlara.

—Oh vamos si se ponen duras solo habrá que bajarlas — decía divertido

—Claro que no, mi ética profesional me impide hacer algo así. 

—Te recuerdo, que antes lo hicimos en mi escuela, en la tuya, en el  baño, en los camerinos hasta en la sala de un profesor durante unas horas de clases en las que te fui a ver.

—Punto para ti — dijo resignado y con una sonrisa recordando esos tiempos en que las hormonas le ganaban a la razón.

 

~

 

Conclusión habían optado por mejor salir y con sus partes bajas en paz. El trabajo prácticamente consistía en saludar a cada reverendo niño que pasara y quisiera un saludo un abrazo o una foto con él, kagami lo hacía a gusto, pero aomine daba gracias a dios a que tenía la máscara así no mostraba su desagrado, adoraba a sus niños, porque eran suyos y a los de sus amigos porque eran los de sus amigos, pero de ahí a aguantar las mañas de otros… ¡no!

Otra emoción que embargaba al moreno era el orgullo, su hijito menor le decía a cada uno de sus amigos que spider man y Deadpool eran sus papas, y podían ver el orgullo con el que menor lo decía y causaba la admiración de sus amiguitos.

Luego vino la absoluta derrota y burla de sus propios hijos, los muy sinvergüenzas fueron a puro reírse de él y a recordarle que su próxima mesada seria doble, para los tres.

—¡Tío kagami se ve hermoso! — Grito el rubio lanzándose a abrazar a kagami — kisa-sempai tómame una foto

—oh yo también quiero — Tori se puso a su lado, y luego se les sumo Takahiro. Kisa sonrío y le tomo una foto.

—Así que aquí andaban metidos — dijo otros de los compañeros de kisa, el peli azul se dio vuelta y vio a la mayoría de sus compañeros.

—¿Que hacen aquí?   

—Se corrió la voz de que kagami-sensei estaba disfrazado de Deadpool y bueno hay que admitir que es algo que no podíamos perdernos.

—Les aviso que esta mi papa. Es el que esta disfrazado de spider man así que tengan cuidado con sus comentarios —los otros miraron al hombre de brazos cruzados, no podían ver su cara, pero algo les dijo que no le agradaban a la arañita.

Kagami se acercó y le pego un codazo a Aomine.

—¿Chicos no deberían estar en sus puestos?  

—Si kagami-sensei solo vinimos a verlo, ¿podemos sacarnos una foto grupal con usted?

—Claro que si — dijo feliz.

Estaban a punto de  tomar la foto cuando a lo lejos se escuchó un chico gritar alegremente, la vos para algunos fue inmediatamente familiar.

Aomine quien estaba tomando la foto y ya no poseía la máscara se dio vuelta inmediatamente, encontrándose con un alegre pelirrojo, aquella viva y recalcada imagen de kagami, su hijo mayor, verlo ahora era como volver a ver a kagami en sus tiempos.

—Hola papa  —dijo el chico abrasándolo con fuerza, aomine lo estrecho entre sus brazos, hace cuatro meses que no lo veía.

—Que haces aquí, pensé que…

—Quería darte una sorpresa me vine antes, el abuelo vino conmigo pero dijo que nos esperaba en la casa, oye papa ya suéltame —Aomine se percató de que aún lo tenía entre sus brazos y lo soltó.

El menor luego  fue abrasar a su Oto-chan. Kagami se sacó la máscara y fue la revelación de sus vidas, dos kagami, uno en su versión joven y la otra en la versión sexy y adulta.

—Creo que me he enamorado.

—Yo también tu padre es inalcanzable pero el…

—Kisa ni siquiera nos dijiste que tenías un hermano menor como el escondido

Decían el trio de baboso mirando el pelirrojo menor que ahora abrasaba y besaba a sus gemelos adorados

—Miren  trio de buitres, olvídense de lo que sea que ronde sus cabezas y es mi hermano mayor así que shu shu — los hecho  — además tiene novio y ya tiene un píen en el altar así que no se ilusionen.

Sus compañeros se iban y al darse vuelta vio el rostro sonriente del pelirrojo.

—¿Quién tiene un pie en el altar?... kisa-chan no ha cambiado en nada ven aquí — le dijo abrasándolo y dándole un beso en la mejilla.

—y es mejor que no cambie —decía Aomine apoyando la espantada de pretendientes que había hecho su segundo hijo , lo gemelos asintieron y a su lado asombrosamente daiki también estaba asintiendo con el ceño fruncido, mientras con su mano sostenía la pequeña manito de su hermana menor.

A kagami no le quedo más que suspirar.

—Bien ustedes vayan a sus puestos, no más distracciones — le dijo a sus gemelos y a kisa — Aomine ponte la máscara y a trabajar — le molesto al moreno que solo bufaba — ya tendremos tiempo de hablar en la casa.

 Los peli azules  hicieron caso a regañadientes.

Cuando ambos pelirrojos se quedaron solos, se pusieron serios.

—¿Kisa no sabe verdad?

—No, solo mintió, casi se me sale el corazón cuando lo dijo — dijo kagami con la mano en el pecho.

—A mí también Oto-chan, creo que no les agradara la noticia, se enojaran conmigo.

—No te preocupes amor de tu padre me encargo yo y tus hermanos son incapaces de eso los conozco, tendremos que preocuparnos cuando quieran conocerlo — rio divertido kagami seguido de su hijo, no por nada hasta la fecha le habían espantado tres novios y…

 

Sí, ardería Troya cuando se enteraran que les habían robado la segunda luz de los Aomine.

  

 

Fin…

Notas finales:

Lindas, espero que les agradara. Ya saben puenden decirme cualquier cosita.

¡¡Feliz san valentin atrasado!! a todas las hermosas personitas que siempre me leen,  y doble besote a las que siempre me regalan su preciada opinión!

besos!! nos estamos leyendo!

buenas noches!

PD: disculpen los errores u.u


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