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Los problemas por RyoMoon

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Notas del fanfic:

Hola a todas, no sé porque, simplemente lo escribi, espero que les guste.

 

Notas del capitulo:

Hola a todas, sólo disfrutenlo

Diamond no ace le pertenece a Yuji Terajima

Todo parecía normal cuando bajó del montículo, todo parecía igual que siempre unos minutos antes, Sawamura lo escuchaba y le contestaba, le ponía atención y obedecía sus pedidos como siempre, entonces ¿Por qué después de bajar las cosas cambiaron?

 

Nunca se esperó esa reacción, ganaron el encuentro, entonces… ¿Por qué no le ponía atención?

 

Minutos antes de su encuentro, existió un poco de alboroto entre Furuya, Miyuki y Sawamura, los 3 discutían por saber quién sería el abridor, pero Miyuki se burló de Sawamura para decirle que sería Furuya, y Eijun sintió una leve punzada en su pecho cuando vio la enorme sonrisa que le dedicó a su rival.

 

Extrañamente se quedó callado por un rato, hasta que Kuramochi le hizo burla y le aplicó una de sus poderosas llaves al menor, para sacarlo de su trance.

 

Un mes antes, durante un encuentro, Sawamura sonaba feliz, aunque su rival estaba en el montículo, lo animaba con todas sus fuerzas, después de unas cuantas entradas, el entrenador decidió cambiarlo y mandar a Furuya a la banca, fue entonces cuando Miyuki mostró preocupación, Eijun de inmediato lo notó y se imaginó lo que el cátcher pensaba en ese momento de tener que atrapar su lanzamiento “Espero que no lo arruines Sawamura”.

 

Hizo los mejores lanzamientos que tenía, obedeció hasta el último momento, y no dio bolas en ningún momento, a decir verdad, le había hecho las cosas fáciles a Kazuya mientras estuvo en el montículo y no gritó tanto como de costumbre para no molestarlo.

 

“Quisiera poder decirte que has estado fenomenal, pero… aun no estoy seguro de si eso es lo único en lo que pienso en este momento, me molesta no saber que estás pensando ahora”

 

Aunque trató de que no se enfadara por su escándalo, igual alcanzó a ver su cara de disgusto por gritar, y guardó silencio de inmediato, no quería dar más problemas, después de todo el mayor apenas había regresado de su lesión.

 

“Me gustaría decir que eres mío, pero creo que eso no es así, sólo soy tu cátcher”

 

Los días fueron pasando y parecía normal, aún estaba igual de escandaloso que siempre, y seguía persiguiéndolo por todas partes para que atrapara para él, pero entonces sucedió

 

-¡Miyuki Kazuya atrapa para mí!- Eijun gritó con todas sus fuerzas para que el otro le escuchara fuerte y claro, pero… el mayor le contestó con una voz grosera que no solía mostrar, y evitando mirarlo –fuera de aquí, eres una molestia Sawamura, me estorbas-

 

“¿Por qué he tenido que darme cuenta de lo que estoy sintiendo? Me enferma que no pienses en mi de otra manera”

 

De inmediato se quedó pasmado y agachó la mirada, desde luego nadie había visto la escena, por lo que era completamente un misterio saber porque Eijun estaba deprimido y evitaba estar cerca de los mayores, incluso se había aislado.

 

Como de costumbre, el entrenador mando a los pitchers a entrenar en el bullpen, pero se sorprendió mucho cuando le dijo a Eijun que escogiera con quien debía practicar, pensaba que escogería a Miyuki y volteó a verlo un poco… extrañado cuando dijo –Ono-senpai, ¿puede atrapar hoy para mí?- tanto Ono como Miyuki se vieron por unos segundos, pero de inmediato asintió llevándose a Sawamura consigo.

 

“¿Es una broma? Has escogido a otro por encima de mi”

 

-Hoy lo haces muy bien…- el castaño inclinó su cabeza y le dijo –muchas gracias- ante eso, el mayor se sentía feliz de que lo hubiera escogido, después de todo, siempre solían ir a buscar a Miyuki y se olvidaban de él, sus pensamientos fueron interrumpidos por las palabras del menor –esto… quiero probar un nuevo lanzamiento, ¿puedes ayudarme a perfeccionarlo?- estaba realmente emocionado de saber que sería el primero en probar un nuevo lanzamiento y le sonrió –lanza hasta que estés satisfecho-

 

Ochiai le había enseñado a lanzar un slurve, aunque es un lanzamiento quebrado sencillo, y lo quería usar sólo como distracción para los bateadores, practicaron hasta que la tarde llegó y pararon para ir a comer.

 

Pensó que como siempre, el idiota se sentaría a su lado y platicarían un poco sobre que atrapara su lanzamiento, sonrió un poco ante ese pensamiento, pero… Eijun arrastró una silla y se sentó a lado de Ono para platicar un poco del entrenamiento, realmente el mayor se sentía feliz de que ahora le prestara un poco de su atención y le pidiera consejos.

 

“Soy un idiota, ha estado evadiéndome”

 

Si  más remedio, se levantó de su asiento y fue a ver al menor, se paró a su lado y le dijo intentando sonar normal –Sawamura, hoy estoy libre, si quieres puedo atrapar un rato contigo- su sonrisa se mostró sínica como siempre y desapareció cuando le contesto –Miyuki-senpai… hoy ya jugué mucho con Ono-senpai, por eso iré a correr un rato y después me iré a dormir-

 

“¿Ya no puedo… permanecer a tu lado?”

 

Todos voltearon y Kuramochi lo miró impactado, lo difícil de creer para él, era que aunque el menor parecía deprimido, no había llorado ni una sola vez en su habitación, sin embargo eso de rechazar la oferta del cátcher ya era demasiado, masticando su comida con fuerza, hizo que todos volvieran a poner atención en otra cosa, pues eso significaba que si decían algo eran hombres muertos.

 

-Hahaha ya veo, entonces me voy a dormir- Ono vio que ni siquiera había mirado a su compañero para contestarle, algo extraño estaba pasando y no le gustaba sentirse usado, estaba lastimado porque pensaba que sólo lo habían buscado porque se habían peleado y no tenía de otra, las cosas cambiaron rápidamente –Ono-senpai, le agradezco que me regale su tiempo, es muy amable de usar sus habilidades conmigo, sé lo mucho que se esfuerza, y me gusta trabajar con usted, siempre me ayuda mucho y si no fuera por usted no habría crecido tanto en estos días, me siento indigno de lanzar con usted- agachó su cabeza mientras todos los demás oían, pero no volteaban debido a que Kuramochi no dejaba de amenazarlos con la mirada.

 

“Disimula Kazuya, esto no te ha afectado, estas confundido, eso es todo”

 

Levantando su plato, los dos se fueron y el menor salió a correr, tal como había dicho, después de 30 minutos regresó a su habitación, para encontrarse con Kuramochi sentado mirando el reloj, lo ignoró por completo y tomó sus cosas para ir a darse un baño refrescante.

 

Al volver Kuramochi azotó la puerta y le dijo –Oi Bakamura, ¿Qué fue lo que pasó entre Miyuki y tú? Están actuando raro- alzando la vista y sonriendo como si nada pasara le contestó –no sé de qué me hablas, no ha pasado nada- por supuesto el short stop no se tragó ese cuento, pues esa respuesta no era común en el menor –no sé qué se traen, pero más vale que no afecte al equipo- las palabras sobraron cuando lo vio acostarse a dormir y quedarse dormido rápido, tan pronto como puso la cabeza en la almohada paso a ser parte del mundo de Morfeo.

 

Toda la semana se la pasó practicando con Ono y sonreía mucho, perecía haber vuelto a la normalidad, así que Miyuki se acercó de nueva cuenta para hablar con él -¿Quieres que juguemos en la noche después de cenar?- le puso la mano en el hombro y se sintió herido cuando el menor caminó para enfrente haciendo que su mano cayera y le dijo –ya tengo planes, Ono-senpai me hará el favor de atrapar para mí- Kazuya no dijo nada al respecto y se dio la vuelta.

 

-¿Qué le hiciste a Sawamura?- riéndose le contestó –Kuramochi, no le hice nada- el otro lo miró furioso y le dijo –seguro que lo lastimaste y no ha dicho nada de eso, pero escúchame bien, si vuelves a lastimarlo estarás muerto- se fue dejándolo en su mundo, mientras el otro se recargó en la pared y mirando el cielo con un poco de nostalgia recordó que no le había regalado una sonrisa desde hace casi un mes –sigue enojado conmigo eh…-

 

“Miedo… ah”

 

Eijun seguía comportándose bien, alegre y enorgulleciendo a todos con sus brillantes ojos, no habían tenido prácticas en mucho tiempo, pero ese día tendrían uno en contra Inashiro y vendrían todos, el abridor era Furuya, como de costumbre, él debía preparase para cualquier situación y los apoyaba con todas sus fuerzas, no fue hasta que se hizo el cambio y se vio obligado a entrar, desde hace casi un mes, Miyuki no había atrapado sus lanzamientos, así que cuando calentaron los sintió muy diferentes –has mejorado mucho- el otro agradeció respetuosamente y terminaron ganando.

 

Mei molestaba a Miyuki con sus comentarios y colgándosele del cuello, haciendo berrinche por haber perdido y jurando que tendría su venganza, aunque... se paró de reír en seco y le dijo –ese pitcher… no confía en ti- el cátcher volteo a verlo con duda –lanzó demasiado preciso como si pensara que no ibas a atrapar la bola- el de lentes tragó despacio y le sonrió –hahaha, sólo estaba cumpliendo con su trabajo- se quedó callado cuando volvió a verlo y este estaba practicando con Ono, a lo que Mei le recriminó –deberías ser tú el que este practicando con él, hasta sus lanzamientos son más sueltos-

 

“No quiero que confíes más en otro, soy lento y un idiota pero… no te vayas de mi lado, quiero alcanzarte”

 

Una semana más pasó y Ono estaba ocupado, Sawamura se adelantó al entrenador y le dijo –hoy quiero correr, es necesario descansar el cuerpo- Kataoka ya se había hartado de que no se hablaran, pero no le dijo nada, porque el mocoso tenía un punto a su favor, y eso era que debía descansar.

 

-Miyuki, ¿Qué le dijiste a Sawamura?- Rei se quedó impactada cuando el entrenador se lo preguntó a quemarropa a Kazuya y al no oír respuesta, el mayor le dijo –arregla las cosas de una vez-

 

“Eso quisiera, pero él no me perdonará por ser tan tonto al decirle eso”

 

Esa noche, cuando el otro terminó de comer Kazuya se le acercó para hacer un último intento –ven conmigo al bullpen- Kuramochi lo miró de reojo esperando que Eijun asintiera, pero no lo hizo –ya le dije al entrenador que hoy saldré a comprar algo, será en otra ocasión- Furuya se había mantenido al margen de la situación y se levantó cuando lo escuchó -¿Quién te crees para rechazar una práctica con Miyuki-senpai?- nuevamente se portó extraño –ladra todo lo que quieras-

 

“Me odias”

 

Kuramochi jaló del brazo a Sawamura y se lo llevó fuera del comedor –Ya cambia esa actitud, ya te ha pedido disculpas muchas veces- el otro no lo miró y le dijo –lo hace por el equipo, escuché al entrenador decirle que lo arreglara- el mayor le aplico una llave y una patada fuerte –no seas tan cabezota, nada te cuesta-

 

Haruichi había observado en silencio todo lo que había pasado, hasta cierto punto pensaba que Miyuki-senpai tenía la razón, pero de recordar sus palabras, él también se enojaba y entonces se levantó de su asiento para decirle a Furuya –déjalo, tiene lo que se merece- el capitán lo miró consternado –“me estorbas” ya se te olvidó-

 

La tensión fue en aumento cuando los demás escucharon, Zono empujó su silla y se le acercó a Haruichi -¿Qué significa eso?- el pelirosa lo miró mostrando sus ojos y le contestó –Miyuki-senpai le dijo a Eijun-kun que era una molestia y que estorbaba-

 

Kawakami, Higasa, Kanemaru, Toujo y Kuramochi que iba entrando se paralizaron por la confesión del menor, Kuramochi perdió la poca paciencia que le quedaba y esta vez dio un puñetazo a la puerta -¿tú le dijiste eso a Sawamura?- el cátcher agachó la mirada, ni siquiera Furuya que lo había defendido pudo volver a defenderlo y retrocedió un paso, el leopardo le dijo rápido –y pensar que él entrenó duramente su bateo y su lanzamiento para que no te avergonzaras de él, ahora lo entiendo-

 

-Kuramochi-senpai me puede dar un consejo- el mayor le miró y se le colgó -¿Qué clase de consejo quieres?- Eijun le mostró su bate y le dijo –tengo que batear la próxima vez que él esté en el campo, yo… no quiero defraudarlo.

 

De inmediato le sonrió macabramente por sus palabras -¿estás seguro de que sea yo?- sintiendo miedo por dentro y temblándole las piernas le contestó –gracias por su ayuda-

 

Lo dejaron solo, era la primera vez que ni Zono le regañaba por sus tonterías, con Nave había faltado poco para que lo golpeara, pero ahora no había ni palabras ni regaños.

 

Al día siguiente en el entrenamiento todos se comportaban igual que siempre y no parecían tener conflictos con él, de hecho, habían llegado al acuerdo de no meterse en la situación bajo las ordenes de Kuramochi, así que no lo tomarían personal.

 

Chris apareció en el entrenamiento para buscar a Sawamura y hablar con él bajo las peticiones del entrenador Kataoka.

 

-Está muy alto el lanzamiento- le dijo cuando lanzó para que Ono atrapara, y el otro cátcher se fue cuando Chris se lo indicó con la mirada -¿Qué fue lo que pasó con Miyuki?- el menor apenas iba a sonreír y fue cortado tajantemente por su maestro –yo… no… no quiero hablar de eso- se volteó a verlo con la cabeza agachada y poniendo su mano en el mentón del menor le contestó –no evadas mis preguntas, ¿acaso ya no confías en mí?- desde el otro lado Miyuki lo vio acercarse y como la espalda de su superior le tapó la vista haciéndolo creer que se estaban besando.

 

“¿Ya escogiste a otro para ser el dueño de tu corazón?”

 

Sus ojos bailaron temerosamente, acto que no pasó desapercibido por Youichi y lo vio cometer algunos fallos, sus manos titubearon un poco y se le cayó la pelota en varias ocasiones, por lo mismo se dio la vuelta y fue por una toalla al vestuario -¿Qué te pasa?- la toalla se le resbaló y flaqueó un poco para después soltar una lagrimita no visible para nadie –eh… nada…- ni siquiera sonrió sarcásticamente como siempre –estas arrepentido, te presto mi habitación esta noche, dame tu llave-

 

El cátcher no entendía pues su cabeza estaba en otro mundo, y se dio cuenta de todo hasta que vio como intercambiaba las llaves y Youichi se daba la vuelta para salir del vestuario.

 

“¿Podré decírselo?”

 

-Ya escuché de Haruichi lo que te dijo, pero sabes, no es para tanto, a veces él está de mal humor y contesta así, no era un buen día- Eijun bajó su mirada –eso no me tiene molesto, de hecho no lo estoy, más bien es otra cosa lo que siento, lo que no entiendo es ¿Por qué?- sus ojos se cerraron antes de terminar con una pregunta un poco diferente a la que el otro esperaba -¿Por qué aun no confía en mí? Cuando fui a pedirle que atrapara para mí, él me dijo que no, muchas veces lo hace de esa manera y no me duele, pero ese día siempre que me miraba me decía que no confiaba en mí, he hecho todo cuanto he podido ¿Aún no soy lo suficientemente bueno y digno de que él juegue conmigo? ¿No soy digno de formar una batería con él?- él otro se rio un poco y le dijo -¿Por qué no vas y se lo preguntas?- le causaba gracia que todos los demás pensaban que estaba molesto y resultaba triste preocupado, lo suficiente como para poner esa cara de niño indefenso cuando se lo dijo.

 

Después de hablar con Chris, se sintió liberado, si hoy le decía que jugaran, finalmente podría aceptar, pues el peso de su corazón se fue, sin embargo su sonrisa se apagó cuando no lo vio en la mesa y comió lo más rápido que pudo para ir a buscarlo, pero Kuramochi se lo llevó a jalones al cuarto y le dio una patada para meterlo en la habitación.

 

-Hasta mañana- cerró la puerta de golpe, Haruichi sabía sus intenciones y pensaba ayudar a Eijun, pero Youichi se lo llevo cargando para “hacer” otras cosas.

 

-Hola…- dijo casi sin fuerza, pensaba que él menor no le respondería, este otro se sorprendió de verlo en su habitación y le dijo –Buenas… noches- silencios incomodos y tortuosos pasaron –esto…- dijeron al unísono –yo…- volvieron a decir al mismo tiempo –Miyuki Kazuya…. No estoy enojado, es sólo que soy un idiota… tenía miedo, estaba huyendo, pensaba que no era digno de ti y…- Kazuya volteó la vista que tenía agachada para verlo al hablar y sus ojos brillaron antes de que el menor terminara de hablar, lo había llamado por su nombre completo como de costumbre –eres digno…- se ensombreció un poco por la foto mental que llevaba consigo, donde su realidad era que él menor se había besado con otro.

 

“Ahora puedo… ¿Qué me dirás?”

 

-¿Miyuki-senpai? Lo siento, no ponga esa cara- se hincó para estar a su altura, pues él otro estaba sentado sobre su cama, el mayor no soportó más y lo jalo hacia él para tirarlo en la cama y posicionarse encima de él –me da igual si te has enamorado de Crhis, yo…- acercó sus labios peligrosamente al menor que lo sujetó de su cuello colgándose y finalmente un contacto pequeño entre sus labios surgió -¿no se supone que estas saliendo con otro? Te vi besándolo- a lo que el menor se sorprendió y le dijo -¿Besando? ¿A quién?- apenas audible le contestó –Chris…-

 

“No te burles de mis sentimiento Eijun”

 

-Te quiero Miyuki Kazuya, nunca he besado a alguien, hasta hace unos minutos- los ojos del cátcher resplandecieron al instante y se escondió en el pecho del menor –perdóname por ser un idiota- le dijo suavemente para después volver a besarlo, aunque esta vez más apasionado –no hay que perdonar- se besaron hasta que el sueño los venció.

 

Al día siguiente Sawamura llegó primero, pues el mayor literalmente lo empujó de la cama y lo envió a darse un baño.

 

Para cuando los demás habían llegado, aunque los profesores no, Miyuki llegó y le plató un beso a Eijun en los labios frente a todos, acto por el cual los demás se convirtieron en piedra pasmados por tantos giros repentinos, un día antes ni se hablaban y ese día ¿se besaban?

 

Su sonrisa llena de vida y esos ojos relucientes le contestaron a Miyuki –buenos días Kazu-chan- y el otro le dijo –Eijun, tendré que castigarte si me pones un honorifico- a Kuramochi le iba dar un no sé qué, de tantos disgustos y emociones fuertes, pero Haruichi lo tranquilizó.

 

Al llegar el entrenador los vio a todos más unidos y se dio cuenta de que esos dos habían arreglado sus problemas, Kawamami se robó a Ono todo el día.

 

El mes se fue en absoluta armonía y ese día Eijun y Miyuki no se hablaban, los demás tenían cara de cansancio al verlos pues seguro que sería como las demás ocasiones.

 

-¿Y ahora porque se pelearon?- el menor le dijo con un puchero –porque yo le dije que quería hacerlo y Kazuya no quiere- el otro escupió su bebida y le dijo sobresaltado  –haha, ¡vas muy rápido Sawamura!- el otro enojado le reprochó –eso no es cierto, aparte de que pronto se graduaran, bueno… ya me esperé todo un año, ¿Quién aguanta un año después de verlo solo con la toalla en la cintura?-

 

Trató de razonar con él, pero le fue imposible, Sawamura a fuerzas quería avanzar con Kazuya y Miyuki no daba su brazo a torcer.

 

“¿Y si lo nuestro no funciona? No puedo quitarte eso sabiendo que podemos terminar en cualquier momento”

 

Sawamura hizo de todo, se encerró en su cuarto, no comió, lo ignoró, trató de seducirlo pero nada, resignado pidió perdón y regresaron a la normalidad, aunque el menor estaba desilusionado de que su pareja no quisiera tener nada con él.

 

Poco después de una semana, Miyuki volvió a discutir con Eijun, desde ese momento no dejaban de discutir y su relación se estaba deteriorando, la razón era la misma

 

“Eijun es un idiota aunque ya le dije que no insista aun quiere hacerlo”

 

Ese día el cátcher mostró más firmeza al decirle que no, pero se le había olvidado lo idiotas que podían ser ambos y por supuesto Eijun entristeció mucho por eso, Kuramochi platicaba mucho con ambos y le parecían más acertados los puntos de Miyuki, era racional, así que trataba de calmar a Eijun, que por cierto mostraba su actitud infantil constantemente, como si estuviera encaprichado y no como si lo amara.

 

-Escuché de Kuramochi la razón de que discutas tanto con Miyuki, no deberías forzarlo- el menor agachó la vista, no le gustaba platicar de eso con nadie más que con Kuramochi, a pesar de ser su maestro –escúchame Sawamura, no debes forzar las cosas con él, cuando él quiera lo hará y cuando no, simplemente te contestará que no y volverán a pelear-

 

Cuando vio su reacción pensó que por fin lo había entendido, pero Eijun estaba siendo muy tozudo con él tema, debió imaginarse que no sería fácil convencerlo.

 

-Kazuya, ¿podemos dormir juntos?- el mayor alzó la ceja con enfado, iba a contestar algo pero… -es solo dormir, nada más- Eijun bajó la cabeza y no dijo nada más, al final él cátcher perdió ante esa insistencia y le dijo –está bien, te espero en mi cuarto esta noche-

 

La noche llegó y entonces Sawamura se fue a verlo, le dijo a Kuramochi que no lo esperara, aunque este último pensaba que terminaría durmiendo en su cuarto por discutir con Miyuki.

 

En cuanto entró a la habitación, se dio cuenta de que el otro ya estaba en pijama, y se salió para ir al baño a cambiarse, no quería ofenderlo con sus insistencias después de que había aceptado eso, cuando regresó el otro deshizo la cama y se acostó volteado a la pared, Sawamura entró, y trató de abrazarlo, pero vio como el otro no quería, pues había sido forzado a esta situación y se volteó al lado contrario, cuando sintió que ya se había dormido, se levantó y se salió con rumbo a su habitación.

 

A la mañana, el cátcher sintió mucho frio y al mirar detrás de él, no vio a nadie, se imaginó que Sawamura se había ido desde hace mucho tiempo, pero… estaba molesto porque ni siquiera le aviso, el siempre cubría su espalda para no tener frio.

 

Haruichi lidiaba con la tristeza de Eijun, pues estaba deprimido escondido bajo sus sabanas sin dejar que nadie lo viera y su compañero de cuarto no estaba, había sido mandado a un encargo, dejándolo a él como responsable de cuidar al idiota.

 

-Eijun… no debes forzarlo, sé que alguien ya te lo dijo- y el otro asomó su cabeza –sólo quería sentir su calor, eso era todo, no quería que hiciéramos nada- a lo cual el pelirosa sonrió y le dijo –debiste decírselo-

 

Miyuki ya estaba harto de eso y hablaría con su novio para marcar un límite, cuando Tetsu le llegó por detrás y le dijo –Jun se puso así conmigo cuando me negué a acostarme con él, pero el muy idiota no me dijo que era lo que deseaba de eso- volteando y mirándolo le dijo –sí, pero Eijun aún es un crío y es virgen, a propósito ¿Cómo te enteraste? Ese idiota le anda contando a todos nuestras intimidades- el otro bajo la vista para no decirle de frente y que viera su severidad –no es necesario que lo diga, todos se lo imaginan, él te abraza, según tengo entendido, pero tú no quieres que lo haga, lo besaste frente a todos, pero no dejas que él lo haga, Miyuki ¿Alguna vez se te ocurrió que tiene sentimientos igual que tú?-

 

La conversación llegó hasta ese punto, siempre se equivocaba, siempre se ponía por delante de todos, incluso de la persona a la que amaba, y no fue hasta ese día que sintió “celos” de los sentimientos de Eijun.

 

Furuya era su amigo, rival y no estaba demostrando nada más que aprecio y respeto por él, aunque no lo había pedido, Furuya trató de animarlo, llevándolo a correr como siempre, con eso se despejo su mente, y Haruichi los dejó solos para que Satoru concluyera su cometido.

 

Miyuki llegó justo a tiempo para ver como el más alto se acercaba a darle un abrazo a su novio, y pensar lo peor de todo

 

“Quizá… ¿Furuya está enamorado de Eijun?”

 

-No llores y anímate, seguro que todo pasa y vuelven a estar bien como en esos días- el otro le sonrió y levantó la cara –Eres más amable ahora… en ese día te grité, lo siento- el otro sonrió y le contestó –No te preocupes por eso-, siempre se ignoraban pero…

 

“No me gusta”

 

Sawamura le sonrió a Miyuki cuando lo vio, comportándose normal y el mayor se lo llevo de la mano para decirle –parece que ya estas más calmado y has desistido- el otro oscureció un poco su rostro y le dijo –sólo quería que me abrazaras, deseaba sentir tu calor como cuando me besas, pero… Haruichi me regaño por no decirlo como se debe, ahora que lo sabes me preguntaba si me abrazarías así- el de lentes soltó un suspiro y agachando su mirada –puedo abrazarte ahora, pero no en mi cuarto-.

 

Esas palabras fueron espadas en el corazón del menor –ya veo, no te preocupes, no importa si sólo es aquí- ocultó sus sentimientos con su gran sonrisa y despejó su mente para no presionar más.

 

En clases lo buscaba para platicar un poco con él en el tiempo en el que los maestros no llegaban, así habían dejado aquel tema en el “OLVIDO”, para Eijun no era así, sólo lo había evadido, y un día se dio cuenta de que si él no iba a buscarlo, el otro no lo hacía, fue ese día y trató de hablar con el mayor –Kazuya… ¿Por qué no vas mañana tu a buscarme a la hora del almuerzo?- viendo a la esquina de los pasillos de tercero por los que caminaban le contestó -¿para qué?- apenas sonriendo –pues… para que estemos juntos-, guardó sus lágrimas hasta el último segundo cuando le dijo “Que molestia”, era la segunda vez que le dedicaba palabras como esas, y su corazón se estrujó rompiéndose como un cristal.

 

Era miércoles y lo que restaba de la semana se la pasó alejado del mayor, no lo buscaba, entrenaban juntos pero después se iba sin decir nada, los del equipo ya cansados de verlos pelear ni hacían caso y se saltaban todos sus disgustos, hasta Haruichi los evadía.

 

Si no hubiera sido por Haruno, Eijun habría terminado rompiéndose en cualquier momento, la chica hablaba con él para calmarlo, cosa que él agradecía, siempre leían mangas shojo juntos.

 

Una mañana una pelota resbaló en el suelo, haciendo que Haruno cayera, y se golpeara la cabeza contra unos tubos de metal, Eijun llegó a tiempo, antes de que fuera lastimada por ellos y la cubrió, el golpe que recibió en el brazo lo lastimó, se dio cuenta cuando quiso ayudarla a levantarse y no hizo gestos, se guardó su secreto.

 

Miyuki se lo llevó a entrenar sin saber nada, el menor no se quejaba, pues le dijo a Haruno que estaba bien y no podía preocuparla después de ser tan amable, así que se tragó todo en lo más profundo de su mente, ya nada más podía sucederle, cuando… se le fue una pelota que termino como bola, demasiado fuera, si hubiese sido en un partido, podría haber sido peligroso. El cátcher regresó la pelota muy enojado y con demasiada fuerza, dejando que la mente de Eijun sintiera el tronar de su hueso ya lastimado, sin quererlo lo había lastimado más.

 

Nadie lo notó, pero Furuya, era astuto en el fondo o presentía, pensaba decirlo dependiendo de la gravedad, y hasta ahora nadie le había visto el brazo izquierdo, no fue hasta que a la madrugada se levantó para ir al baño y al entrar encontró a Sawamura poniéndose pomada en un brazo que tenía partes moradas y otras negras –oi… no me digas que has estado lanzando con el brazo así- Eijun volteó de golpe para verlo y se levantó rápidamente para cubrirle la boca –shhh, no le digas a nadie por favor- el otro asintió y fue soltado -¿ya fuiste al doctor?- sonriendo de lado nostálgicamente le respondió –no, si lo hago, me dirán lo que ya se-

 

La plática se terminó en ese punto, Furuya trataba de cubrirlo y hacer que no lo forzaran demasiado, se esforzaba en el montículo para que él otro pudiera recuperarse, pero ese día, después de tantos días en los que no discutía con Miyuki, Sawamura volvió a pelear con él porque se le fue otra bola, a lo cual l cátcher le regresó una rápida con todo su poder, Eijun soltó un gemido de dolor y su rostro fue bañado con un poco de agua salada, Furuya soltó el bate en cuanto lo vio y corrió a su lado para verlo caer y enderezarlo con cuidado, le gritó al entrenador –¡Traigan a la enfermera! ¡Rápido!- Nave reaccionó y se fue corriendo.

 

-Sawamura, escúchame, ¿me puedes ver?- el otro le contestó –claro que te veo tonto-, acomodando su brazo lo cargó debido a que la enfermera tardaba demasiado, los demás no entendían nada y no fue hasta que soltó un grito que el entrenador cambió su mirada –no lo toquen, lo llevaré a la enfermería, sigan con lo suyo como siempre, ignorando a los demás-

 

Estaban en shock por esa frase cuando vieron que el brazo de Sawamura cayó a un lado y su cuerpo se debilitó, lo siguieron detrás hasta que entraron a la enfermería, donde la doctora estaba ya con sus cosas en mano para salir, al verlo mencionó –deposítalo con cuidado en la cama-, el pitcher volteó a ver a demasiados en el consultorio y los empujó obligándolos a salir –esperen afuera-

 

Algunos gritos se escucharon a los segundos y Miyuki entró azotando la puerta, miró a su novio con el brazo muy lastimado y se quedó atónito –Furuya… ¡sácalo de aquí!- la orden fue ejecutada y no pudieron entrar, no lo sabían, no estaba enterados de nada.

 

-Fue… mi culpa- soltó Haruno en un mar de lágrimas -¿Qué quieres decir?- ella relató toda la historia y Miyuki se sintió más culpable que nunca, él había empeorado las cosas, la enfermera salió rápidamente con mucho sudor en su frente –necesito un ambulancia, llamen una, nada puedo hacer con los instrumentos que tengo aquí-

 

¿Pensar? No dio tiempo de eso, cuando se lo llevaron al hospital y entró a la sala de radiografías, el semblante de muchos se ensombreció -¿tú lo sabías Furuya?- el entrenador lo miró molesto –sí, lo sabía, le di todo el tiempo que puede para que se recuperara en silencio, pero con esas devoluciones, ¿Cómo esperaban que sanara?- Miyuki viéndolo furioso –debiste decírnoslo- y el otro se plantó de frente -¿para qué? Para que ni siquiera notaras que tiene el corazón roto, siempre le haces lo mismo, la vez pasada te defendí pensando que con lo idiota que era, supuse que él tenía la culpa, me equivoqué, por eso no dije nada-

 

El medico salió para romper la conversación intensa y dijo -¿Quién es el responsable de Sawamura Eijun?- Kataoka le contestó y escuchó –por suerte no tiene roto el hueso del codo, podrá mover el brazo, los moretones que tiene asustan por su color, pero no son graves, en una semana de descanso se le quitará, lo que me preocupa es su costilla, esta fracturada, y se ha forzado mucho con ella, pudo haber perforado un órgano, por un milagro eso no sucedió- la cara de muchos mejoró al escuchar que todo estaba bien aun con la fractura –en cuanto tiempo sanará su costilla- el doctor bajó la mirada –un mes, no podrá reponerse antes de su último encuentro, lo siento mucho-

 

Las dificultades vinieron después, les costaba mucho ganar, ya casi pasaba el mes, y no habían visto a Eijun en mucho tiempo, ni siquiera en clases, hace apenas 15 días lo habían dado de alta, pero él único que podía estar con él era Furuya.

 

Problemas, muchos problemas, más problemas, quizá lo mejor era romper su alma y terminar con Kazuya, aun cuando lo amara su relación no los había llevado a nada bueno, tocaron la puerta y sentado le permitió entrar –Hola…- el cátcher entró saltándose por alto que de todos únicamente él no lo había ido a visitar ni una sola vez.

 

-Pasa…- apenas pudo dijo -¿Cómo estás?-, -mucho mejor-, -¿Qué bueno?-, -lo he pensado mucho, que bueno que estas aquí-, -ahh… si ¿Qué has pensado?-, -TERMINEMOS- los ojos del mayor perdieron vida –estás jugando….-, -no juego, lo nuestro no funcionó desde antes de iniciar-

 

¿Estaba loco? ¿Estaba sordo? ¿Era un sueño? –si… creo que es lo mejor-

 

“Eso no es lo que quiero”

 

-Entonces adiós, ya puedes irte- le sonrió ampliamente al decirlo

 

“Quema ¿Por qué me duele tanto el pecho?”

 

Finalmente se recuperó, regresó y Miyuki se graduó, pensó en que desde ese día no se habían hablado mucho, aunque le veía feliz, de vez en cuando Kuramochi lo mencionaba, sabía que ya no estaban saliendo así que evitaba nombrarlo.

 

En todo el año, Eijun creció mucho, no fue la estrella pero si el capitán y cuarto al bate, cumplió con su papel y llegó el momento de su graduación.

 

-¿En qué piensas?-, -en nada Haruichi, vamos a la fiesta de graduación con todos-, -él no vendrá-, -ya lo sé, por eso estaré más tranquilo-, -¿no te arrepientes?-, -no, habríamos terminado destruyéndonos-

 

-Miyuki… todos organizaremos una fiesta para ellos, ven con nosotros-, -lo siento Tetsu-san-, -Kazuya, eres lento, siempre lo has sido, no creas que él ya te olvidó, te sigue queriendo, te piensa mucho, terminaron sin hablar como se debe, sufres y hasta ahora tu rendimiento es malo, lloras mucho, cosa que antes no hacías, mejor deberías buscarlo, estaremos en el comedor, no olvides llevar un presente-

 

Hasta ese momento parecía que no iría, Tetsu esperaba que cambiara de opinión, sin embargo se rindió cuando dieron las 11 de la noche y no llegó.

 

Los Gigantes de San Francisco

 

Invitan a Sawamura Eijun a ingresar a su equipo, como un profesional del béisbol….

 

Las noticias corrieron rápidamente, aunque él cátcher no sabía nada, y un día antes vio a muchos de sus antiguos compañeros y amigos reunirse con regalos en sus manos y haciendo pequeñas dedicatorias en una pelota de béisbol

 

-¿Qué hacen?- Kuramochi lo vio y le contestó -¿Qué no lo sabes?-, -¿saber qué?-, -Sawamura se va mañana a los Estados Unidos, estos son regalos para él- asintió y se dio la vuelta para irse a encerrar en su habitación.

 

“Te vas”

 

Tocaron la puerta y salió –Nosotros nos vamos ahora para llegar a tiempo al aeropuerto, ¿vienes?- Tetsu le dijo calmado intentado animarlo, pero este negó con la cabeza.

 

La sal brotó de sus ojos cuando finalmente cerró la puerta, se dejó caer en el piso, porque no lo volvería a ver, quizá en Estados Unidos se enamoraría de alguien más y entonces…

 

“¿Amaras a otro? No quiero que eso pase”

 

Tomo su chamarra y su cartera, salió corriendo para ver saber a dónde podía ir por él, no tenía idea, y escuchó una televisión donde hablaban de Sawamura, cuando la escuchó, tomó un taxi y se fue al tren, pero no lo alcanzó, buscó otro taxi y preguntó -¿Cuánto me cobra por llevarme a esta dirección?-, -3000…- iba a decir algo más cuando Miyuki entró y cerrando la puerta le dijo –tengo que llegar antes de las 4 de la mañana- y el reloj marcaba la 1.

 

El tráfico aumentaba, cosa extraña en la noche, pero tomaron un atajo y lograron llegar apenas faltando unos 3 minutos, cuando entró buscó corriendo por todas partes a sus amigos y por fin lo vio, un chico sonriente que se despedía de todos para entrar a los andenes, donde el corriendo llegó por detrás y lo abrazó sacándolo a la fuerza de la fila

 

-No te vayas- al voltear y verlo su corazón latió como si fuera a estallar -¿Miyuki-senpai?-, -te amo… siempre te amé, por eso, no te vayas- lo giró de la cintura para mirar sus ojos y darle un beso dulce sin importar donde estaba, cuando el menor cerró sus ojos, nuevamente la sal llenó sus ojos, y después de unos segundos lo soltó -¿te irás?-, todos veían diciéndole a Sawamura que se quedara.

 

-Bakamura ¡quédate!-, -Eijun-kun ¡quédate!-, -sí, quédate- ante eso, levantó su mano y aunque sus padres no sabían que estaba pasando levanto su dedo gordo, asegurando con eso que se quedaría.

 

Esa misma noche se lo llevó lejos de todos, robándolo y enviando un mensaje de que no se preocuparan, entraron a una casa que estaba un poco polvosa por la falta de cuidado –era la casa de mi madre antes de que se casara-, -¿Qué hacemos aquí? No debimos separarnos-, -¿te acuerdas de como inicio todo el lio?-, su sonrojo dijo que si –pues ahora no te vas-

 

Lo cargó en sus brazos y se lo llevó a su habitación, donde lo depositó y pasó la noche brindándole suaves caricias llenas de amor y de sus sentimientos de deseo retenidos por tanto tiempo

 

-Tenía miedo de dejarte, y eso fue lo que hice-, -¿Qué?-, -ese día no quise hacerlo porque pensé que no duraríamos, no me di cuenta de que nací con tu nombre grabado en la piel-, -Bakazuya-.

 

Los problemas habían pasado, la tormenta se había calmado y esos dos finalmente se habían reconciliado, llenándose de amor y esta vez para no dejarse nunca más.

Notas finales:

Espero les haya gustado, hasta pronto

 


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