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La nena por Ryu_Alexa

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Notas del capitulo: Espero que les guste, dejenme comentarios porfavor, porque en este songfic que es el primero, exprese muchas cosas relaes, que no me pasan a mi, pero que a algunas personas les han pasado....

“La nana la despertó a las 6 con 42,
La nena arruga los ojos pá que no entre la luz,
Recita la oración de siempre para cumplir con dios,
Acto seguido en el pecho se dibuja una cruz,
De quien es el auto que espera dos cuadras al sur.”


- Pequeño Mu…es hora de prepararte para el colegio, son las 6:42, vamos… - la melodiosa voz de Afrodita, sonó en sus oídos levemente, sonrió antes de abrir los ojos, pero, Afrodita se había encargado de abrir las cortinas moradas de su gran habitación, y el sol entraba por ellas, lastimando los delicados ojos de Mu.
Arrugó los ojos un poco y luego susurro – buenos días Afrodita….-
- Buenos días Mu, anda, levántate, hoy tienes importantes clases en el colegio.
- Hay, todos los días me dices lo mismo, todos los días son iguales – musitó Mu, aburrido de la monotonía diaria de vivir en una gran mansión, siendo hijo único.
- Ay Mu, tienes nueve cortititos años, deben pasar cosas interesantes en tus días, al menos mas que en los míos, anda di tus oraciones – sonrió Afrodita, sentándose al lado de Mu sobre la cama.
Mu asintió con la cabeza y se hincó en la cama, dijo sus oraciones muy bajito, y luego se persigno.
-Todo listo…solo faltan unos 15 minutos para que salga Milo… - susurro un joven adentro de un automóvil negro, con traje oscuro y una mascara del mismo color, acomodándose en el asiento del copiloto.
- Bien…15 minutos son poco, en comparación con lo que obtendremos después de esto… - dijo un poco más fuerte un joven que estaba en el asiento del chofer, mientras observaba desde la esquina, la mansión.
– Mi pequeño niño, creces muy rápido – y luego le acaricio suavemente la cabeza.
- Jeje, Afrodita… - sonrió Mu.
- Te quiero mucho sabes? – le dijo mostrándole la mas encantadora sonrisa.
- Si Afrodita, me lo repites todos los días al despertarme – ahora se había sentado en la cama – me traes mi ropa? – pidió con una sonrisa.
- Sip – el joven de cabello azulado se movió galantemente hacia el ropero y saco de ahí el uniforme sin arrugas del niño – pero…me gusta que lo recuerdes… - le dijo con una sonrisa melancólica.
- Afrodita – cuando el mayor hubo puesto la ropa sobre la cama, Mu se abrazo de el – yo también te quiero, eres mi mejor amigo en todo el mundo, y siempre vas a estar conmigo.
- Anda, cámbiate, que se hace tarde. – dijo Afrodita levantándose.
- Sip.-
Después de unos 10 minutos, Mu estaba vestido con su uniforme del colegio, que era color guinda.
- Toma – Afrodita le da cinco libros medio grandes – Milo te espera afuera.


“Armada con libros de texto la lleva el chofer,
Mama la despide en la puerta agitando los brazos,
La nena tiene 9 años como iba a saber,
Que hace mas de cuatro meces que le siguen los pasos,
Y el auto que espera a dos cuadras enciende el motor.”


Toma los libros abrazándolos, mientras camina hacia la limousine negra que todas las mañanas lo transporta a la escuela y en las tardes lo recoge.
- Buenos días, pequeño Mu – le sonríe amablemente Milo, como siempre. Un hombre de 23 años, muy honesto, y muy querido en la mansión. En especial por Afrodita, su prometido, que en dos meses se desposaría con el.
- Buenos días Milo – le sonríe, esperándole. Milo se acerca y le abre la puerta trasera, mientras Mu se mete dentro de la limousine.
Después Mu baja los vidrios de su ventana, y Milo arranca el coche, mientras Mu, sonriente, se despide de su madre, Shaka, que le mira desde la puerta de la mansión, sonriéndole y moviendo los brazos.
- Llego la hora… - susurra el copiloto del automóvil negro que espera cerca de la mansión.
- Por fin, después de cuatro malditos meses de estar planeando todo esto, por fin obtendré lo que me pertenece… - dice el piloto del auto encendiendo el motor, y poniéndose la mascara negra como la de su compañero.


“Un tiro en la sien al chofer la nena va a la deriva,
Un árbol detiene la inercia; ellos la tienen rodeada,
Su frente dio contra el cristal y le ha abierto una herida,
Los vecinos se encierran con llave nadie a visto nada,
Y la mano que mato a su chofer ahora le opaca los gritos,
La nena es un uno con ceros a partir de hoy.”


De pronto, Milo siente su cuerpo mas pesado, y una aguda sensación de angustia le invade solo unos segundos, pues solo unos segundos mas dura su vida, la sangre comienza a emanar de una herida en su sien, y su cuerpo sin vida cae sobre el volante, mientras la limousine comienza dar vueltas sin control.
La desesperación invade el pequeño cuerpo de Mu, mientras grita el nombre de Milo una y otra vez, sin saber, por culpa de los vidrios polarizados, que un asesino ha matado el cuerpo de Milo, y con el, todas las ganas de vivir de Afrodita.
Después de unos segundos de angustia masiva, la limousine choca contra un árbol muy grande, haciendo que el cuerpo de Mu choque a su derecha, con el vidrio a la mitad de la venta, abriéndose una pequeña herida de donde comienzan a salir gotitas de sangre.
Los sirvientes de las mansiones cercanas que salían a esas horas entran rápidamente a sus casa, imaginando que sus ojos no han visto el asesinato, y que sus oídos no escucharon los gritos de Mu mientras el jefe de los secuestradores le metía en el automóvil negro, tratando de retener la desesperación de un niño de 9 años, con su mano derecha.
- Tú te encargas de dejar la carta con la cantidad… - susurro el jefe a un teléfono celular.


“La nena ya no arruga los ojos no ha visto la luz,
En la sucursal del infierno no existen ventanas,
Su suerte cotiza en billetes de otro país,
Su vida es un trueque vulgar parecido a la muerte,
La nena no va a ir esta tarde a su clase de ingles.”


Mu sintió como los hombres, le agarraban casi brutalmente y le vendaban los ojos y la boca, mientras la metían en el coche.
Sintió que la vida se estaba extinguiendo, jamás había tenido una sensación como esa.
Escuchaba a los hombres discutir de dinero, cantidades en monedas del extranjero, recordó a Afrodita, y en su mente dijo muchísimas veces “te quiero mucho, te quiero mucho” mientras las lágrimas mojaban la venda que estaba sobre sus ojos, y sentía la impotencia, como deseaba volver a la monotonía, como deseba en ese momento estar con sus aburridos compañeros, como deseaba vivir lo que debía vivir, no esto.
Seguía escuchando a los hombres decir una y otra vez la palabra “dinero” y la palabra “trueque”, era doloroso pensar que su vida fuera dinero, era doloroso pensar que alguien hiciera esto solo por ambición.
Deseó mil veces estar en su aburrida clase de ingles…pero ya lo sabia…no iría esta vez a su clase de ingles..


La nena es un bulto amarrado en un chrysler café,
Un zapato le oprime la espalda, un pañuelo la boca,
La nena esta muerta de miedo y no entiende el porque,
La nena no sabe que a veces también dios se equivoca,
La nena se desvelo y noticia, la nena no esta.”


Su cuerpo ya dolía. Tenía sus frágiles manitas amarradas con unos lazos que raspaban, jamás los había sentido, sus manitas que antes eran cuidadas con cremas muy finas.
Sus piernas estaban atadas con el mismo lazo, solo que dolían mas. Siente el horrible movimiento del coche, mientras esta tirado debajo de los asientos traseros del coche, con un hombre brutal pisándole la espalda delicada.
Siente mas miedo que nada, no sabe si la vida seguirá o terminara pronto, solo escucha a sus secuestradores hablando de partes del cuerpo, mientras reclama mentalmente a Dios por hacerle esto. Preguntándole “¿Qué hice? ¿Qué pecado cometí yo?”.
En su mansión…es mil veces peor.
Cuando Afrodita se dio cuenta de que Milo había tardado mucho, hablo con Shion, el padre de Mu, pero este dijo que algo había pedido seguramente Mu “Ese niño es caprichoso, algún día aprenderá que no todo es lujos”.
Cuando habían pasado tres horas de que Milo no regresaba, el colegio llamo, preguntando si Mu estaba enfermo.
Afrodita tiro el teléfono al escuchar esto, y corrió a la calle, a cuatro cuadras de ahí, un sirviente le dijo de Milo….sus rodillas tocaron el piso en dos segundo, y después de media hora, Shion y shaka recibieron la carta…sintiendo la angustia mas grande de su vida.


Su planeta cambio de tamaño, hoy mide 4 x 3
Su sol es la luz que se cuela debajo de una puerta,
La nena ya no ve diferencia entre un día y un mes,
La nena no sabe si duerme o se mantiene despierta,
La nena ya lleva 3 meces buscando un porque.”


El miedo ceso….la angustia ya no tenia caso, la soledad se había vuelvo su compañera, tenia días viviendo en un cuarto de pequeñas dimensiones, mucho mas pequeño de lo que había sido su gran habitación.
Ya no le molestaba la luz que antes entraba por las cortinas, la única luz que podía llegar a sus ojos, era la de cuando los hombres brutales prendían la luz en la habitación de al lado, y se escabullía por la puerta, pero prefería estar a oscuras, cuando ellos prendían la luz, hablaban de dinero, y de cómo amenazar a sus padres.
Mu ya no sentía su cuerpo, no sabia si esta dormido, no sabia cuando sus ojos estaban cerrados y cuando abiertos, no veía mas luz, ya no sabia si había pasado un minuto, o dos horas, o dos semanas…
Lo único que sabia, era que necesitaba una respuesta… ¿Por qué? ¿Por qué a el? ¿Por haber sacado un nueve en una de sus materias…? ¿Por qué?
El tiempo transcurría amenazador…Afrodita estaba en cama desde hacia meses…Shaka le acompañaba, después de dos semanas se canso de llamar a todos lados…sentía que moriría en cualquier momento…


Seis kilos menos la nena tiene llagas rosadas,
Papa casi loco, mama de nuevo en los hospitales,
Se pacta la entrega con una voz manipulada,
La misma que ha venido ofreciendo souvenir corporales,
Y el miedo se ríe de todo y se frota las manos,
El futuro pone cara de perro si se le da la gana.”


Durante los primeros días, le daban a Mu un poco de comida, poco a poco fue menos, pero de todos modos…con mucho esfuerzo el probaba la comida, ya no tenia hambre, solo tenia esa hambre enfermiza e imposible de libertad, deseaba que esos libros de cuentos que su maestra de español le leía, fueran ciertos, y que pudiera tener alas y volar…pero sabia que era imposible, si antes quedaba en el alguna pizca de credibilidad sobre eso…ya no la había, encerrado en esas paredes se había dado cuenta de la realidad…los días los tenemos contados.
Shion, no soportaba, se reprochaba una y otra vez que jamás debió haber hecho tanta fortuna, a veces decía que fue su culpa por desear que Mu comprendiera el valor del dinero…este tenia el valor mas grande, tenia miles de compañías y miles de dólares, pero el maldito secuestrador aumentaba día con día su suma de dinero.
Shaka no salía del hospital, ya no era solo para saber algo…no dormía, no comía…tenia anemia, y quien sabe que otras cosas, la desesperación lo agobiaba.
Afrodita estaba igual….su niño estaba preso quien sabe donde…y esos malditos, ya le habían arrebatado media vida…
Por fin, después de meses…el secuestrador dice el lugar y la suma exacta y final, pues se ha aburrido de jugar…y con voz alterada, como cada que se comunica, indica el lugar final, diciendo que si el dinero no esta completo, entregara al niño, incompleto también…


La nena ya no arruga los ojos no ha visto la luz,
En la sucursal del infierno no existen ventanas,
Su suerte cotiza en billetes de otro país,
Su vida es un trueque vulgar parecido a la muerte,
La nena ya lleva 10 meses sin ir al ballet.”


Mu ya no sabe nada, la luz es algo olvidado par el, algo que esta resignado a no volver a ver, a veces siente calor, pero lo mas agobiante…es el recuerdo de Milo…saber que esta muerto por ese maldito dinero…
Escucha voces de nuevo, dicen algo del encuentro, sus ojos se entreabren un poco más de lo normal, y trata de escuchar
-“Si…después de 10 meses de que ese mocoso infeliz que nos hará ricos, no va a sus clasecitas de Ballet…regresara a su casa, y yo tendré mi dinero por fin…”-


El día indicado el dinero esta debajo de un puente,
La nena por fin sale del cuarto donde estuvo guardada,
Todo marcha como pactaron no hay ningún pendiente,
De pronto el jefe irrumpe en la casa sin cubrirse la cara,
La nena reconoce en el rostro alguien familiar,
Los planes después del incidente han debido cambiar.”


Por fin es el día…Shion se encarga de que los billetes que le pidió el secuestrador se encuentren justo donde el pidió, con el dinero exacto, ni mas ni menos, contado precisamente por el un millón de veces.
Mu observa la luz cegadora cuando dos de los hombres brutales abren la puerta con la luz de la otra habitación encendida, cosa que no habían hecho antes, lo sacan de la misma forma en que lo metieron, jalándole de los brazos, sus frágiles brazos ahora con moretes y rasguños, su piel blanca y fina, ahora marcada, con sus propios rasguños, que se hizo en los primeros días de la desesperación.
Todo va saliendo a la perfección, exactamente como quedaron.
Pero…de pronto, el jefe de los secuestradores entra en la habitación donde ahora tenían a Mu, sin la mascara que todos los demás llevaban.
Mu mira sus ojos azules, y su boca fina que ahora esta seca y partida, pronuncia el nombre de su secuestrador jefe…
- Ca…mus… -
Mu abre los ojos de sobre manera al reconocer a su tío materno, y este se sorprende, rápidamente comienza a gritarles a los otros dos imbeciles y estupidos, que porque le habían dejado salir sin que el supiera.
Camus se acerca a Mu con los ojos enfurecidos, mientras susurra unas palabras.
- Saga…ve por el dinero…y mata a todos los que se interpongan…yo haré lo mismo aquí…
Dos minutos…
Las piernas de Mu ya no reaccionan, mira hacia abajo, su cuerpo esta sentado con las rodillas dobladas, mira su pecho…el desgastado guinda de su uniforme, ha tomado color otra vez…
El dolor se vuelve agudo cada segundo…mientras Camus le observa desde una silla enfrente.
- calmare tu dolor sobrino…para siempre… -
*POOOM!!!!*
“Te quiero mucho Mu”
“¡Mu! Debes entender el valor del dinero, no seas consentido”
“Mu, que te vaya bien en la escuela”
“Pequeño Mu, sube a la limousine”
-Yo solo…quiero decirles…que los…amo… - las lagrimas resbalaron, y en unos segundos…la sangre de su frente…indico el termino de su vida…


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