Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sólo fue... un sueño. por Hide Okumura

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Pa-ro-dia.

Notas del capitulo:

Hola XD
Por favor, esto es una parodia(?) tomenlo como tal lol es la primera vez que subo algo aquí, me habría gustado que fuese algo más serio pero me ganó la tontera XDD.
Los personajes no me pertenecen, si fuera así serían bien gays.

Ayer tuve un sueño extraño, muy extraño.
Es la primera vez que sueño algo después de mucho, creí que ya no poseía la capacidad para soñar.
Fue tan repentino que incluso creí que era real.
Todo comenzó cuando iba a dormir.
Me gusta dormir al lado de sensei, hace caras interesantes mientras descansa plácidamente.
Incluso llega a hablar.
Ah sí, a lo que iba.

 —Buenas noches, sensei —le dije, él ya se encontraba acostado, dormitando y yo apenas acomodaba el futón.

Soy tan irresponsable, qué vergüenza.

 —Buenas noches, Genos... descansa —se esforzó en decir eso último, interrumpí su descanso. Aparte de irresponsable soy un desconsiderado, que asco me doy.

—¡Gracias! ¡Y siento haberlo despertado con mis "Buenas noches"!

 —Hombre, no estaba dormido —rió, tan lindo.

Quiero decir... Tan amable.

 Decidí no seguir abriendo la boca y me acosté recargandome en mi costado izquierdo, mirando a sensei.En verdad que lo había despertado, pues ahora hasta casi roncaba, pero él tan amable, no me quiere hacer sentir culpable nunca.

Ay mi sensei.

 Pasemos a la parte donde cerré los ojos y me asuste un poco pues no veía, pero luego los abrí y ya vi.Entonces los volví a cerrar, insultandome una vez más por ser tan distraído e idiota y por fin concilie el sueño.  

---.---

 

Minutos después me encontraba en un lugar hecho ruinas, pronto procese y saque la conclusión de que algo muy feo había pasado.
¡Mi sensei! ¿Estaría bien? 
Qué va, sé que él estaría bien pero aún así me levante a buscarlo, por si acaso.
Igual y en una de esas estaba en peligro y yo podría rescatarlo.
Pero mientras más caminaba, nada parecía cambiar; todo era escombros y más escombros, habían dulces tirados también, comida en general, pero estos objetos estaban sin daño alguno.
Demasiado raro.
De pronto entre tanto desastre se encontraba una casita de madera, hmm, parecía sospechosa y entre.

 —¿Hola? —hablé, preparándome para atacar de ser necesario.

Si mi sensei estuviera aquí... me podría ver en acción y ver lo genial que puedo llegar a ser, ay.
Se escuchaban risas y también habían dulces regados por todas partes, pero definitivamente no se traba de un niño, pues esas risas no eran de un infante, más bien de un pedófilo.

 —¿Quién carajos anda ahí? —las risas se detuvieron y esa voz tenebrosa se dejó escuchar por todo el lugar, aunque no era muy grande que digamos, la casita de madera.

Salió de donde estaba, un tipo de cabello largo y con algo debajo de los ojos, creo que se estaba maquillando, igual y era trasvesti.

 —¿Quién carajos eres tu? —apunte la palma de mi mano hacia él, no me daba nadita de confianza. Desenvainó una katana y se detuvo cambiando su expresión de retador a una de orgasmo o algo muy feo. Me miró como analizando mi ser.  
—Genos~ ¿Así te llamas verdad? Sí, Saitama me contó un poquito sobre ti —sonrió bien raro, me dio mala espina y más cuando pronunció el nombre de sensei con su estúpida voz de pervertido ¿Acaso eran amigos?  
—¿Dónde está Saitama? —le pregunte autoritario, empezaba a preocuparme un poco.  
—Hahaha~ —su risa era en serio perturbadora— él esta bien, querido. Incluso creo que está mucho mejor sin ti.  

Me colmó la paciencia. Estaba dispuesto a acabarlo de una maldita vez y lancé contra él uno de mis geniales ataques; pero el muy desgraciado lo esquivó, así tal cual, como si fuera lo más fácil del mundo y eso me cabreó aún más. Fue a dar contra una de las tantas columnas de madera –muy frágiles al parecer– que habían en ese lugar, por lo tanto se cayó parte de la construcción.

 —Oh, no hagas imprudencias si no quieres que los escombros caigan encima de Saitama, Genos... —se acercó corriendo con katana en mano, estaba totalmente dispuesto a pelear conmigo.

Pero como yo soy tan astuto, me cubrí con el brazo cuando vi que venía hacia mí con sonrisa de viejo pervertido.
Pero no contaba con que sería demasiada fuerza en ese pequeño cuerpo... Mi mano salió volando. Debí poner ambos brazos.

 —¡No digas incoherencias! ¡Eso no representa dificultad alguna para sensei! Mierda, mi mano... —balbucee eso último.  
—¿Eso crees? —me sacó de onda. Lanzó un montón de esas estrellitas puntiagudas que usan los ninjas, estuvieron a punto de dar contra mi hermoso rostro.

Al darme cuenta de que tal vez no era rival para ese loco, retrocedí tanto como pude hasta topar con una puerta que sin dudarlo abrí. Me adentré a la nueva habitación que había encontrado, estaba todo totalmente oscuro.

 

Algo raro pasaba, ¿Sentí temor? ¿Yo, el gran Genos héroe de clase S cyborg súper guapo, rubio, con un montón de fangirls locas por mí? Sí, definitivamente algo raro pasaba ahí ¿Pensar que aquel ninja no era rival para mí? ¡Al carajo! ¡Lo habría pulverizado en un abrir y cerrar de ojos! Pero claro, era un sueño y no era consciente de ello en su momento.
Dejando adulaciones de lado, busque un interruptor acariciando sensualmente la pared hasta que lo encontré; ¿Cuál fue mi sorpresa? ¡Ahí estaba sensei! Pero no en las mejores condiciones... Aunque no se encontraba con daño alguno ni nada de esa naturaleza, pero...

 —¡Hmm! —habló o mejor dicho, lo intentó— ¡¿Hmmm?! ¡Hmm!  
—Sensei no le entiendo nada, pero es evidente que está en problemas. Simplemente rompa esas cuerdas —me crucé de brazos recargándome en la pared, observando «¡Admirando!» lo que mis ojos veían: un sensei atado al estilo bondage, con una mordaza en la boca que le impedía hablar. Llevaba su traje de héroe, aquel que antes de meter a la lavadora, olfateaba sólo un poco, poquito.

Pero bien, entonces el sensei estaba atado y amordazado, sabía que ese maldito ninja no era de fiar.

 —¡¡Mmm!! —exclamó Saitama con desesperación. No sabía qué trataba de decirme, ¡Eran unas simples cuerdas! Que podría romper tan fácilmente, ¡Joder!  
—¡Vamos sensei, son solo cuerdas! ¡Cu-er-das! —le daba ánimos— ¡Solo rómpalas!  
Pero algo serio pasaba; parecía tan débil, tan vulnerable, y más atado de esa forma. Entonces de nuevo saqué una increíble conclusión: ¡Sensei carecía de su fuerza normal! ¡Aquella fuerza brutal con la que lo conocí! Me asuste feo.

Rápidamente corrí a donde él y le quite la mordaza.

 —Genos... —habló con la respiración agitada.  
—Saitama sensei.... — alzo su vista hacia mí, nuestras miradas se cruzaron y se mantuvieron ahí, mirando fijamente uno los ojos del otro. Como perdiéndonos por completo y olvidándonos del mundo entero. O eso creía yo.  
—¡Por fin reaccionas! ¿Qué hacías ahí parado mirándome tan lasivamente? ¡Debías ayudarme desde que entraste a esta maldita habitación! —me gritó muy enojado.  
—¿L-lasiv...? Pero sensei, ¿Qué pasó con su espectacular fuerza? —pregunté angustiado sacudiéndolo de los hombros con brusquedad. Y con una sola mano, por cierto—¿Y quién era ese ninja trasvesti? ¿Él le hizo esto?  
—¿“Espectacular fuerza”? No sé de qué rayos hablas, ¡Sólo desátame! —me volvió a gritar— ¿Ninja? Ah... Sonic. Supongo que fue él. —contaba mientras con algo de esfuerzo deshacía los nudos raros —Oh, ¿Te destrozó la mano? Debes tener más cuidado con él. Está loco.  
—¿Supone? —estaba por terminar de liberar a mi ahora indefenso sensei— En efecto, no use la mejor defensa y mi mano sufrió las consecuencias.  
—Supongo, porque no recuerdo nada de lo que hice antes de despertar aquí atado.  

¿Eso significaba que lo había secuestrado o algo? ¿Dónde carajos estaba yo cuando eso sucedió? Y entonces, ¿Qué tenía que ver todo esto con la ciudad destruida? Nada tenía sentido. Claro, porque era un jodido sueño.

 
—Como sea, vámonos de aquí. Por alguna razón ese... “Sonic” ya no me siguió pero, no me fío —hable ayudando a sensei a reincorporarse— no tengo idea de lo que sea capaz, y no me gustaría saberlo.  
—Ni a mí —dijo con cierto temor en su rostro, eso sí que me preocupó, jamás lo había visto asustado. Pero no debía temer... Porque ¡Yo! ¡Yo protegería al sensei aunque eso me costara perder la otra maldita mano!  
—Entonces salgamos cuanto antes de aquí —corrí saliendo de esa pequeña habitación, afuera ya no estaba el tipo raro pero no quería estar más dentro de ese lugar— por cierto, ¡Mire como está todo aquí afuera! Hecho ruinas. ¿Tiene una idea de lo que sucedió? —aceleraba el paso, al no obtener respuesta alguna miré a mis costados y Saitama no estaba. ¡Con un carajo! ¿Acaso se había quedado? Y yo creyéndome el gran héroe, cuando deje a mi princesa olvidada— Mierda, ¡Sensei! —de nuevo corría con dirección a la casita de madera que acababa de abandonar.  

Bravo Genos, bravo.

 

Sensei estaba tirado con el montón de cuerdas a un lado. ¿Era en serio? ¿Ni siquiera podía caminar?

 
—¡Genos! ¡¿Qué rayos ocurre contigo?!  —volvió a gritarme bien alterado. Sí que tenía su carácter el señor.  
—Por favor sensei, ¿Acaso quiere que lo cargue? —dije de broma, obviamente (aunque la idea no sonaba mal...)  
—Pues... —apenado, rascó su nuca— si eso no te molesta... —me lanzó una mirada tan “asdfghjklñ”, como dicen los jóvenes de ahora.  
Todo iba perfecto ¡Tendría a sensei entre mis brazos! Sólo había un pequeño detalle... ¡Me hacía falta una jodida mano!  
—Estaría encantado de poder ayudarlo, pero carezco de una de mis manos, sensei —me sentí tan impotente, ¡Estaba perdiendo una oportunidad de oro!  
—Está bien está bien, puedo caminar, sólo quería ser cargado, o algo así —¿Qué rayos?— espera, eso sonó raro, olvídalo —como si nada se levantó, ahora ya no parecía tan indefenso y eso me calmaba un poco. Sólo un poco, porque eso significaba que no podría protegerlo si él podía hacerlo por su cuenta. Carajo.  
Salimos de ahí con más calma, el ninja no parecía estar rondando cerca. 

Y afuera, a pesar de que todo estaba destrozado, se sentía una increíble tranquilidad.
Caminando entre las ruinas sensei fue recogiendo algunos de los dulces que anteriormente había visto, al parecer no le importaba que estuvieran algo aplastados.
Llegamos a donde se supone que está el departamento pero, ¿Que había ahí? ¡Una tienda de comida Mexicana! 
Era un local pequeño que tenía un letrero que decía “¡Pruebe nuestros nuevos Saitamales!” 
Me quede mirando confundido aquel sitio, toda la zona era como lo recordaba a excepción de este lugar.
Sin darme cuenta sensei ya estaba dentro de la tienda mirándome con cierto enojo.

 —¿Qué estás esperando para entrar, wey?  

---.---

 

Desperté, poco a poco abrí los ojos y levante la cabeza por un breve momento; bien, todo estaba en orden, o casi todo.

 —Genos, ¿Podrías moverte? —una cansada voz se escuchó cerca, muy cerca.  
—¿Eh? —me percate tarde de la incómoda posición que tenía.

Mi rostro estaba justo en su cuello y uno de mis brazos lo rodeaba. Ah, pero también una de mis piernas. ¿Cómo carajos no me di cuenta al despertar? No tenía la costumbre de moverme tanto mientras dormía. Pero era tan cómodo estar así.

 Sonreí ligeramente apegando mi nariz contra su cuello, haciendo suaves movimientos de arriba a abajo. Note un pequeño escalofrío de parte de Saitama, junto con un quejido.  
—¿Qué rayos es eso? —dijo en tono asustadizo.  
—Permitame estar un momento más así. —susurré.  
—No tienes remedio... —giró su cabeza hacia la dirección contraria a mí, dejándome ver un poco más aquel cuello, y recorrer su piel con mis labios, incluso lamer.  
—E-es suficiente, no hagas eso— me apartó por completo. Oh, tuve que arruinar el hermoso momento.

Me dio la espalda por un rato que me apareció eterno.

 —Disculpe... no era mi intenci-  
Sin previo aviso se dio la vuelta atrapandome entre sus brazos, ocultándome en su pecho ¿Por qué tan de repente? ¿Quién entiende a este calvo?  
—¿Sensei?  
—Silencio —se aferró más a mí— quiero permanecer así, sólo así, serías peligroso si te dejo continuar lo de hace un momento, Genos.  

Era como un sueño. Claro, toda esa aventura que relaté sólo fue un sueño; pero esto era totalmente real. 
El sentir su respiración sobre mi cabello, escuchar los latidos de su acelerado corazón, su cuerpo aferrándose al mío, nuestras piernas que de alguna manera terminaron entrelazadas... Tan cerca uno del otro.

 

“Me gustaría quedarme así por una eternidad”.

Notas finales:

>:v espero que no les haya aburrido jajja gracias por leer quien quiera que haya leído :) pronto espero subir cosas más serias XD >:D hasta luego!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).