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Mi Profesor Favorito [Ryuga x Kyoya] por Midori-Hikari1312

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Notas del capitulo:

Hola, Buenas tardes gente, ¿cómo está? ¿Cómo se encuentra? x)

Okno xD

Muy bien!!! Aquí el nuevo capítulo, espero les guste, y espero leerlos en los comentarios ewe

A leer!!

Perdón por los errores u.u

~Ryuga~

Ya habían pasado casi dos días desde el día de la cena con Kyoya. Tu fiesta de cumpleaños estaba cada vez más cerca y ya todo estaba casi preparado.
Tsubasa invitaría a las personas que irían a dicha fiesta. El lugar sería en tu casa, tu padre te había dado el permiso de hacerla en ese lugar, como regalo de cumpleaños quizás. Sin embargo, él había dicho que se iría el mismo día de tu cumpleaños y no volvería hasta el día siguiente al anochecer, para que te diera tiempo de limpiar y acomodar la casa antes de que él llegará, aunque la verdad mandarias a las empleadas a hacerlo por ti, después de todo es su trabajo y les pagan por hacer.
Con Kyoya, pues todo iba normal. Tratabas de no molestarlo tan seguido para que lo enojara tanto contigo.
Tu padre dejó de frecuentar TAN seguido el Instituto, no te ponía muy contento con eso todavía pero al menos ya sabías que Kyoya le había rechazado, informado personalmente por el mismísimo peli verde, y eso te tenía bastante aliviado.
Desde el día de la cena, en donde Kyoya te había rechazado a ti también, no habías intentado besarlo de nuevo, no querías incomodarlo más de lo que ya debía estar, además de que no querías que te volviera a rechazar como la última vez. Aunque muy fácil podrías obligarlo a besarte como la primera vez que lo hiciste, eres más alto y fuerte que él, pero decidiste pensar un poco en Kyoya por primera vez.
**
-Kyoya, ¿que harás este fin de semana?- le preguntarte ansioso cuando los dos estaban solos en sus clases de tutoría. Estabas realizando algunos ejercicios mientras que Kyoya leía unos apuntes de sus clases.
-Quizás me la pase encerrado en mi casa corrigiendo los exámenes de esta semana- respondió dándote una corta mirada y siguiendo con su lectura- ¿Porque la pregunta, Kishatu?- preguntó de vuelta.
-Oh. No, por nada. Simple curiosidad - dijiste algo decepcionado. Tu fiesta sería el viernes, y querías invitarlo a la fiesta, pero cada vez que te imaginabas eso no te gustaba como terminaba.
Kyoya no era un hombre de fiestas, el mismo te lo dijo una vez que se lo preguntaste, y estabas seguro de que Kyoya terminarías yéndose de ahí mucho antes de que fuera media noche.
-En este ejercicio no se usa esta fórmula... - Kyoya interrumpió tus pensamientos mientras señalaba con su dedo el ejercicio que estabas realizando, que efectivamente, estaba mal hecho- En donde tienes las cabeza Señor "Yo soy el mejor y no necesito de nada ni de nadie para hacerlo"- dijo tratando de imitar tu voz en un tono sarcástico.
-Es que pienso en muchas cosas al mismo tiempo...- dijiste borrando y rehaciendo el ejercicio mal hecho.
-Ya me di cuenta, Cabeza hueca -Kyoya sonrió levemente mientras empujaba un poco tu cabeza con dos de sus dedos- Concentrate...- susurró antes de volver a su lectura y comenzaste a realizar el ejercicio de nuevo.
-Y yo no hablo así...- susurraste arrugando la cara y Kyoya terminó riéndose ruidosamente por lo que acababas de decir.
***
Los días siguieron pasando, y tu cumpleaños se acercaba cada vez más. No estabas emocionado, pero tampoco era como si no te interesara.
-Y bien, ¿vas a decirme cuál es la clase de sorpresa que me tienes preparada para la fiesta?- le preguntaste a tu mejor amigo. Ambos se encontraban solos en tu habitación. Tu estaba en tu cama recostado mirando el techo y jugando con una pelota de goma, y Tsubasa estaba sentado en un Puff cerca de la ventana con tu guitarra en mano tocando un poco, hasta que lo interrumpiste con tu pregunta.
-Todo a su tiempo, mi querido amigo - dijo mirándote divertido, parece que su regalo te iba a sorprender más de lo que esperabas.
-Como seas, ¿a cuantas personas vas a invitar?- le preguntarse de nuevo sin dejar de hacer rebotar la pequeña pelota contra el techo. Debías de preguntarle bastante, casi era tu deber. Desde que Tsubasa había comenzado a planear tu fiesta de cumpleaños no te había dado ningún detalle, absolutamente nada, y como solos faltaban dos días para eso, al menos debería de darte unas cuantas pistas, Tsubasa era sólo unos pocos meses mayor que tú, aunque parezca lo contrario, por lo que él debía de estar más emocionado que tu por esa fiesta.
Tsubasa permaneció en silencio ignorando completamente tu pregunta sin dejar de tocar su canción favorita de Three Days Grace en la guitarra, y gruñiste enojado.
-Tsubasa, te estoy hablando- dijiste comenzaste a desesperarte, el que se haga el misterioso no le queda para nada.
-Sólo unas 150 a 200 personas cuando mucho- dijo con calma dejando la guitarra de lado.
-Ah...-susurraste sin mucho interés, era una fiesta donde cumplirías la mayoría de edad por lo que podías hacer lo que se te plazca, así que no te diste mucho interés a ese número- ¿Al final Gingka irá? -Le preguntaste con una sonrisa llena de burla.
-Y-Yo no se- Tsubasa pareció ponerse nervioso cuando le preguntaste, por lo que pensaste que es porque Gingka le había dicho que no.
-Lo siento amigo- dijiste fingiendo dolencia.
-No te preocupes, me aseguraré de que vaya, de eso no tengo duda - Tsubasa tenía una mirada llena de misterio, no sabías que era lo que ese chico estaba tramando, pero seguro no era nada malo, no para ti, después de todo, se estaba esforzando para darte la mejor fiesta de tu vida.
-Oye, ¿Tienes hambre? Porque yo si- le dijiste levantándote de la cama y estirándose un poco, Tsubasa simplemente asintió con la cabeza - Muy bien, vamos a bajar a ver que podemos picotear antes de la cena- terminaste de decir y ambos salieron en dirección a la cocina.
Tsubasa ese día iba a quedarse a cenar porque sus padres había salido de viaje hace unos días y el pobre chico no sabía cocinar ni un simple huevo, por lo que en ocasiones como esas, tu le ofrecías tu casa para que él pudiera comer decentemente por lo menos una vez estando sólo.
Al terminar la cena el propio Tsubasa se auto invitó a quedarse a dormir en tu casa, no le diste mucha importancia ya que no era la primera ni sería la última vez que el dormía en tu casa. Supuestamente ambos iban a dormir, pero seguro y que se quedarían despiertos toda la noche jugando videojuegos, hablando de cualquier estupides y tal vez haciendo bromas ridículas como un par de niños.
***

Dos días más y el día tan esperado ya había llegado. Tu cumpleaños. Ese dia te levantaste tarde sin ningún remordimiento de no haber ido al Instituto, y era una casualidad ya que ese mismo dia no habrían actividades escolares, por lo que no tendrías clases.
Saliste de tu habitación y bajaste las escaleras perezoso siendo impulsado únicamente por la necesidad de alimentarte. Como era de esperarse, más de un empleado te felicitó, era lo normal, cada año sucedía lo mismo. Tu padre seguro ya se había ido y tenías toda la casa para ti solo, a excepción de los empleados que en algún momento del día los enviarías a todos a casa y les ordenarías venir a una hora específica al día siguiente para limpiar el desastre de la fiesta que se aproximaba.
Con el pasar de las horas ya estabas aburrido de no hacer nada, habías mandado a los empleados a comenzaste a preparar todo para tu fiesta, desde la comida hasta la decoración, que se basaba mayormente en luces, reflectores y neón por todos lados. Tsubasa en todo el dia no se había comunicado contigo aunque le había dejado un montón de mensajes, y aunque también estuviste enviándole a Kyoya ya bastante aburrido, éste tampoco te contestaba. Era el día de tu cumpleaños y todo el mundo te ignoraba, las únicas llamadas que habías recibido eran: una de tu padre verificando que todo esté bien, te felicitó y volvió a advertirte sobre tener todo listo antes de su regreso, y las demás eran de un montón de chicas que se habían acordado de ti, y de que era tu cumpleaños, pero eso sólo para hablarte de los "regalos" que estaban dispuestas a darte en tu día tan especial.
Al fin y al cabo,Tsubasa llegó a tiempo para la fiesta, cuando todo ya estaba listo, los empleados fuera del lugar, todas las habitaciones bien cerradas para que nadie se divirtiera demasiado esa noche y muy pocos invitación que habían llegado temprano hablando por allí. Por supuesto que al verlo te quedaste bastante de haberte ignorado durante todo el dia y aparecerse como si nada, pero luego de tus reproches te felicitó como se debía, dándote un apretón de manos y abrazándote dándose unas cuantas palmadas en la espalda.
-¿Y bien? ¿Cual es esa "increíble sorpresa" de la que has estado alardeando estos últimos dos meses?- le preguntaste luego de separarse.
-Aún es temprano para eso ¿no crees? Mejor espera a que esto se encienda y disfrutan un poco antes de tu sorpresa- sonrió para ti llendose y dejándote sólo frente a la puerta donde comenzaron a llegar más invitados. Esa sonrisa estaba cargada de burla, ironía e impaciencia, dandote a saber de que su regalo de verdad tenía que ser: o una broma pesada o algo que de verdad tu no esperabas que llegara a pasar en tu fiesta, así que decidiste no pensar más en eso para no arruinarte a ti mismo la sorpresa con esa gran imaginación que tenías, por lo que cuando la gente comenzó a llegar sólo te dedicaste a disfrutar de la fiesta, beber un poco, bailar hasta no sentir tus piernas e incluso, tal vez, te llevarías a alguien a la cama, todo dependerá de la resistencia que le tienes al alcohol.
No mucho después de que la fiesta comenzaba a tomar forma, el mismo Tsubasa fue quien te alejó de la multitud para llevarte cerca de la puerta donde tuvo correr a unos cuantos que están ahí estorbando en el pasillo.
-¿Ahora si vas a darme mi regalo, mal amigo?- le preguntarse cruzándote de brazos frente a él y mirándolo irónicamente.
-Me preguntó si vas a decir lo mismo cuando te enseñe lo que es...- dijo para tomar su teléfono y marcar un número, esperaron unos segundos hasta que contestaron- ¿Llegaste?...¿Dos cuadras?...Ok, Adiós - fue lo último que dijo y se te quedó viendo con una sonrisa.
-¿Qué demonios planeas?- preguntaste ya bastante extrañado de tanto misterio.
-Sólo espera y lo verás...-
***

-Kyoya-

¿Será seguro ir a esa fiesta de verdad?
Era la pregunta que se formulaba un millón de veces en tu cabeza.
Cuando estabas disfrutando tranquilamente de el final de tu viernes libre, Gingka había entrado sin avisar para literalmente obligarte a vestirte bien, secuestrarte y llevarte a una fiesta a la cual no querías asistir.
El número de veces que le dijiste que no querías ir a un fiesta, de la cual no sabías ni de quién era porque tu pelirrojo amigo no te lo quiso decir, era tal que ni lo recordabas.
Pero, al final prácticamente te estaba obligando a ti, aunque la verdad, en lo más recóndito de tu ser y en la parte más profunda de tu alma, había un mínimo deseo de ir a esa fiesta, principalmente porque querías relajarte un poco y disfrutar de una fiesta como una persona normal, aún eras joven y debías recuperar el tiempo perdido y eso no sonaba del todo mal.
Dentro del auto, Gingka te había vendado los ojos, dijo que a donde irían iba a ser una sorpresa. Tu realmente no entendías qué tan importante era que tu fueras a esa fiesta, e incluso pensaste que el pelirrojo te había organizado una fiesta sorpresa por cualquier cosas absurda que hubiera hecho esos últimos meses, y era válida esa idea ya que Gingka suele ser así, pero al final, resignado, sólo te dedicaste a "mirar" por la ventana mientras dejabas que Gingka condujera.
Ya después de un raro el teléfono de Gingka soñó y éste contestó para sólo decir: "No", "Estoy a dos cuadras" y "Adiós"
Tal vez la conversación más corta de Gingka haya tenido en su vida.
Pocos minutos después el auto se detuvo, estuviste a punto de quitarte la venda de los ojos pero Gingka te lo impidió y entre ustedes comenzó una extraña pelea por esa pequeña venda. Finalmente no te la quitaste para que todo eso se acabará y después de bajar él primero, te guió al caminar para que no tropezarás con nada. Al detenerse, escuchaste un sonido bastante conocido para ti, Gingka había tocado una puerta, estaban frente a un casa y no sabías de quién era.

-Eso fue bastante rápido - escuchaste una voz que no era la de Gingka y de inmediato te quitaste la venda.

Tu vista estaba era algo borrosa por tener todo ese tiempo la venda en tus ojos, pero luego de parpadear un par de veces miraste la casa sin haberte movido y tu corazón comenzó a latir realmente rápido al darte cuanta de quien era esa casa.

-Gingka...- lo llamaré bajito mirándolo como si te quisieras morir y muy angustiado de estar allí, este simplemente te sonrió permaneciendo al lado de Tsubasa.

-¿Kyoya...?- volteaste a donde provenía esa voz y al darte cuenta quién era, pareció que tu corazón se había detenido de la nada.

-R-Ryuga...- dijiste aún en shock. El parecía estar igual de sorprendido que tu al verte en ese lugar.

-¿Qué haces...? ¿Por qué...? ¿Cómo...?- ambos dijeron eso al mismo tiempo muy exaltados de tenerse el uno al otro frente a frente, y al no entender nada, miraron a los responsables de que ustedes estén de ese modo.

-Gingka ¿Qué significa ésto?- preguntaste cruzándote de brazos frente al pelirrojo, que al escucharte tan molesto se escondió detrás de Tsubasa.

-Bueno, pues...Tal vez, Tsubasa y yo hayamos planeado desde hace unos meses que durante la fiesta de cumpleaños de Ryuga, tu aparecieras como una clase de regalo sorpresa para él de parte de ambos...- explicó nervioso aún detrás de Tsubasa que permanecía relativamente tranquilo.

-¿Eso es verdad?- preguntó esta vez Ryuga a su amigo y al igual que tu con sus brazos cruzados.

-Cada palabra - respondió sin rodeos- Pero vamos, vas a decirme que de verdad no deseabas que Kyoya estuviera aquí contigo en tu fiesta - dijo mirando a Ryuga seriamente y él simplemente permaneció callado- Es mi regalo de cumpleaños, no puedes despreciarlo- terminó de decir mirándote.

-Lo siento, pero yo me voy, no soy un objeto...- dijiste comenzando a caminar alejándote de la puerta.

-Espera, Kyoya - dijo yendo tras de ti, y sólo eso bastó para que ambos intrusos se fueran para dejarlos solos- ¿No podrías quedarte al menos un rato? Es una fiesta- trató de convencerte con una mirada algo decepcionada.

-Ryuga, mira, yo de verdad no sabía que hoy era tu cumpleaños, mucho menos que terminaría viniendo a la fuerza, pero sabes que no me siento cómodo con estas cosas...- trataste de hacer que él entendiera tu punto. Y no es que no quieras quedarte, sólo que con el simple hecho de estar en la misma casa de él, Ryuga hacía que tu te pusieras muy nervioso, inquieto y desesperado.

-Sólo un rato ¿sí?...- susurró con una leve sonrisa- Lo prometo- dijo alzando su mano derecha a un lado de su cabeza y con la izquierda llevándola a su pecho sin dejar de sonreírte y viéndote como si fuese una broma logrando sacarte a ti también una sonrisa .

-Sólo un rato...- aceptaste derrotado y Ryuga ante tu respuesta extendió una de sus manos hacia ti esperando a que la tomaras- Sólo porque es tu cumpleaños - dijiste tomándola y de inmediato Ryuga te jaló quedando ambos bastante cerca el uno del otro.

-Gracias...- susurró mirándote fijamente, y tú desviaste la mirada.

Ambos entraron en la casa y de inmediato la música al tope se dejó escuchar, el lugar olía a alcohol y había gente por todos lados, el lugar estaba que reventaba. Jóvenes en todo lugar haciendo gran variedad de cosas al mismo tiempo, unos jugaban cosas ridículas como "quién bebe más" y muchos otros en la pista de baile, entre ellos, Ryuga, juntos con otras dos señoritas que le acompañaban.

-¿Estás bien?- te preguntó Gingka apareciendo de la nada a tu lado ¿Cuando Ryuga se había separado de ti.

-Si sólo....el fuerte olor a alcohol me está mareando...- dijiste con una leve sonrisa para no preocuparlo.

-Ok, cuando te sientas mejor, si necesitas algo, estaré en la pista de baile- dijo siendo prácticamente arrastrado a dicho lugar por el chico de largos cabellos mientras intentaba hablarte. Reíste un poco por lo extraño que se veía esa escena y decidiste buscar un lugar donde sentarte para pasar el rato.

La fiesta en sí no era mala, solo que no sabías cómo disfrutarla. Más de un par de chicas se acercaron a ti para tratar de convencerte de que las sacaras a bailar, pero tu amablemente les decías que no estabas interesado, algunas de ellas te ofrecieron algunos tragos, y como ya les habías rechazado el baile no quisiste también rechazarles la bebida, por lo que se quedaban hablando unos minutos hasta que otro chico se las llevara.

Ya habían pasado como una hora y tu seguías ahí, sentado tomando del último vaso que te habían traído observando desde hace un buen rato a Ryuga bailando con las chicas que habías rechazado antes. Por alguna razón no podías dejar de mirarlo detenidamente, como si esperarse que algo entre ellos pasara para molestarte y querer irte del lugar, y seguramente él no se daría cuenta, después de todo no te ha hecho caso prácticamente desde que llegaste.

Suspirando agobiado de tanta música y olor a alcohol, te levantaste para ver qué otra cosas podías hacer que no sea quedarte viendo a ese "niño" durante más tiempo, sería entretenido tratar a recorrer la casa de nuevo, aunque, no sabes si sería buena idea debido a tu sentido de la orientación, tal vez esos vasos que antes te habías tomado estaban haciendo efecto dentro de tu organismo. Cuando te levantaste y comenzaste a caminar Gingka llegó de nuevo hacia ti, parecía que supiera exactamente dónde estarías en cada momento, y tú ni siquiera podías diferenciarlo dentro de tanta gente.

-Oye ¿A dónde vas?- te preguntó con un vaso en mano y al segundo apareció Tsubasa detrás de él, casi parecía su guardaespaldas. Tal vez ellos ya estaban saliendo y Gingka aún no te había dicho nada, que mal amigo era si eso era verdad.

-Es que éste lugar está aturdiendome, quiero ir a un lugar más tranquilo, además necesito ir al baño- dijiste sintiéndote un poco mareado por las bebidas, nunca fuiste bueno con el alcohol.

-Bueno, yo tengo la llave de la habitación de Ryuga, si quieres puedes quedarte ahí y descansar un rato, ademas tiene baño propio- te ofreció Tsubasa sonreirle a Gingka de una forma algo cómplice y luego ambos te sonrieron.

-¿Ok? Me parece bien- aceptaste confundido ante el extraño comportamiento que ambos tenían contigo. Tsubasa te dio la llave y fue él mismo quien te llevó a dicha habitación, no sin antes decirle algo a Gingka que no escuchaste por lo fuerte de la música.

-¿Qué le dijiste a Gingka?- le preguntaste al chico peli plata cuando ya todo estaba un poco más tranquilo sin todo ese bullicio.

-Sólo le dije que se quedará esperándome - dijo sin más sonriendote un poco.

-Oye ¿Por casualidades ustedes están saliendo?- le preguntaste sin rodeos- Porque si de verdad lo están y Gingka no me ha dicho nada le diré unas cuantas verdades...- dijiste haciendo un leve puchero.

-Ya veo porque Ryuga te quiere a ti, eres muy lindo...- susurró sin dejar de sonreírte y desviaste la mirada sonrojado - Pero no, Gingka y yo no estamos saliendo, sólo...nos estamos conociendo - fue lo último que dijo, y tu decidiste no preguntarle nada más. Momentos después llegaron a la habitación de Ryuga.

-¿Necesitas algo más?- te preguntó Tsubasa asomado por la puerta , tu negaste con la cabeza y Tsubasa volvió a sonreíste de una forma que se parecía muchos a la de Ryuga cuando te estaba haciendo una broma- No cierres la puerta con llave, podrías quedarte encerrado - dijo antes de irse de una vez por todas.

¿Qué será lo que tienen esos dos para comprarse tan extraño?

Notas finales:

¿Y Bien? *-*

¿Que les pareció?

¿Les gustó?

¿Merezco comentarios? QwQ

Ok uwu

Recuerden votar *-*

Los amo ewe

Nos vemos >wo

Besos <3

 


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