Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Profesor Favorito [Ryuga x Kyoya] por Midori-Hikari1312

[Reviews - 47]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ustedes >w<

Aquí Midori nuevo <3

A que no adivinan :v ha pasado lo inevitable...Midori no actualizó por no tener el capítulo listo, y no por no tener internet (/°O°)

Milagro :v ya que nunca actualizo sin tener antes al menos un cap ya escrito:'v

Bueh, gracias por esperarme, espero les guste el caso de hoy ewe~

ADVERTENCIAAAAAA!!!!

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

 

AL FIN LEMON!!! (9QuQ)9

Dios, tenía tanto tiempo esperando esto 7u7

Desde los primeros capítulos tenía planeado como, donde, cuando y porque sería el lemon TuT

Pero poco a poco se fue alargando la historia y cada vez me desesperaba de porque tantos cap y sin Lemon. Nunca había pasado:v

Espero les guste, es por esto que me tarde un poco, escribir lemon es difícil para mi :v, ni se si me salen bien :'v


A LEER!! >W<

 

Después de que Kyoya había llegado repentinamente a tu fiesta de cumpleaños, trataste de aparentar que no estabas nervioso ni entusiasmado de la única forma en la que sabes hacerlo, ignorando el problema y haciendo otra cosa. Terminaste por seguir bailando el resto de la noche con cada chica que te lo pedía, cada vez eran más, y ibas pasando de una en una depende de quien te invitara primero. No eras nada egoísta con ningún de ellas. A pesar de que le pediste a Kyoya que se quedara en tu fiesta por un rato más sólo porque era tu cumpleaños, sabes que fue muy grosero de tu parte decirle eso y desaparecer para estar bailando con cualquiera.

Decidiste no darle mucha importancia con el pasar de los minutos, seguro Kyoya ya se había ido y tú no te habías dado ni cuenta.

Hubo un momento en el que decidiste descansar un rato de tanto baile, desde que había comenzado la fiesta habías estado haciendo lo mismo sin parar, necesitabas un descanso, y de paso, trataste de buscar a Kyoya con la mirada para ver si de verdad se habían ido, y como no lo viste, supudiste que de verdad se había largado. Decepcionado de ti mismo por no aprovecha el momento de estar más tiempo con Kyoya en un día como ese, estuviste a punto de volver a la pista cuando sentiste que algo te jalo del brazo, miraste abajo y viste que era el amigo de Kyoya.

-Am...Gingka ¿cierto?- preguntaste, pero él no pareció interesado en responder tu pregunta.

-Tsubasa me mandó a informante que te tiene otra sorpresa esperándote en tu habitación - dijo el chico pelirrojo con una pícara sonrisa, y al igual como vino se fue. Te encaminaste hacia tu habitación escapando de unas cuantas chicas que querían volver a bailar contigo, si que eran pesadas.

La verdad estabas confundido ¿Realmente eras tan buen amigo como para merecerte tanta dedicación de parte de tu mejor amigo?

Tu mismo te respondiste que no, eso no era posible, pero aún así no te quejabas, ya el primer regalo te causó una gran sorpresa, y sólo quieres saber de qué se trata el segundo.

La música fuerte realmente no te molesta, eso no es ninguna novedad,  pero, en algunas ocasiones, aturde, y te das cuanta de eso cuando al fin podías escuchar tus propios pensamientos al lograr llegar a tu habitación, ahí la música era casi inaudible y al fin pudiste llenar tus pulmones con aire puro y no un aire pesado olor a alcohol y traspiración.

Al entrar a tu habitación esperabas ver a Tsubasa alardeando lo buen amigo que era junto con tu “sorpresa”, pero no viste nada. Incluso entraste a tu habitación y cerraste la puerta observando toda el área que se encontraba tranquila y tal cual la dejaste antes de salir. Pasante uno de tus antebrazos por tu frente secando el exceso de sudor que había dejado el bailar por tanto tiempo, aunque la verdad todo tu cuerpo estaba igual, tanta gente junta lograr asfixiar a cualquier.

-¿Ryuga…?- susurró una temblorosa voz tan conocida por ti que de inmediato al escucharla una sonrisa se dibujó en tus labios

-Gracias Tsubasa…- susurraste tan bajo que apenas y tú pudiste escucharte y volteaste a ver a Kyoya, que estaba frente a la puerta del baño de tu habitación-Pero miren que cosa más bonita me encontré…- dijiste divertido alejándote de la puerta no sin antes cerrarla como se debe para que nadie lograra molestarlos en un buen rato, ésta vez no dejarías que Kyoya escapara- Deberíamos dejar de encontrarnos así. Ya sabes, yo no sabía que tu ibas a venir, y tú no sabías que yo iba a aparecer, sin contar lo de la cena con mi padre, parece que ya es costumbre- dijiste dejar de caminar hasta Kyoya.

-¿Qué haces aquí?- preguntó incómodo al ver como te ibas acercando a él.

-¿Que qué hago aquí?- preguntaste de vuelta sin dejar de sonreírle- Perdón pero, es mi casa, mi habitación y mi baño - dijiste de forma irónica viendo como Kyoya caminaba hacia la puerta escapando de ti.

-Me refiero a qué haces aquí ahora mismo, Idiota…¿Sabes qué? no me importa. Me voy, perdón por haber entrado sin preguntarte- dijo tratando de tomar la perilla de la puerta pero antes de que lograra tocarla lo tomaste de la muñeca y lo pegaste a ti.

-Espera, no te estoy botando- reíste un poco- Tu amiguito Gingka me dijo que Tsubasa me tenía otra sorpresa de cumpleaños aquí pero...jamás me imaginé que fuera tú de nuevo- susurraste acercándote más a él pero Kyoya terminó apartándose muy nervioso - Amo cuando te pones así ¿Sabías?- dijiste acorralando a Kyoya en la puerta.

-Esos malditos hijo de...No volveré a confiar en ellos- dijo notoriamente enojado.

-¿Qué clase de palabrotas son esas, Sensei? Usted es el mayor, se supone que debería de imponer respeto...- Kyoya te miró más enojado, pero esos hermoso ojos azules llenos de furia y ansiedad hacían juego con sus mejillas teñidas de rojo- Además veo que bebiste de más…- lo olfateaste un poco y de inmediato con demasía el inconfundible olor a alcohol lleno tus fosas nasales.

-Sólo déjame ir de una vez- exigió logrando salir de tu acorralo y parándose junto a la cama.

-Sensei, ¿aún no has entendido?, pensé que eras más inteligente...- dijiste tomándo a Kyoya de las muñecas en un rápido movimiento y mirándolo fijamente a los ojos sin dejar de sonreírle - No tienes permiso de salir de éste lugar...- dijiste sobre sus labios a punto de besarlo, pero Kyoya se removió incómodo por la cercanía.

-¡Alejate!- exigió forcejeando.

-A pesar de estar casi borracho, tienes mucho sentido común- dijiste tranquilamente algo divertido por la actitud de Kyoya- Pero eso lo hace aún mejor…- sin poder esperar más, uniste tus labios con los de Kyoya, lo tomaste de la nuca para que no se alejara al igual que de la cintura pegándolo completamente a tu cuerpo sin oportunidades de escapar. Fue casi un alivio poder volver a probar esos labios, el que Kyoya no te dejara besarlo lo volvía más prohibido y excitante, y era casi una necesidad someterlo a esas situaciones, aunque mayormente pasaban en tu cabeza.

No pasó mucho tiempo cuando Kyoya se dejó hacer de tus besos, aunque más bien parecía derretirse ante cualquier contacto tuyo. Tu lengua explotaba sin ninguna dificultad la cavidad ajena, al igual que jugaba con la lengua de Kyoya que se ofrecía gustosamente.

Fuiste retrocediendo unos cuantos pasos hasta tumbarlos a ambos sobre la cama sin dejar de besar esos dulces labios que te volvían loco, aunque la verdad, todo de él te volvía loco. Te separaste de sus labios únicamente para besar su cuello, no podías detenerte, y tampoco querías hacerlo, en tu cabeza sólo maquinaba la idea de hacer realidad cada uno de tus sueños húmedos con ese hombre, aunque sea lo último que hicieras.

-R-Ryuga, detente- susurraba Kyoya débilmente tratando de alejarse mientras te empujaba. El escuchar su voz de esa forma tan sumisa y retraída simplemente te hizo perder la razón. Tu ignoraste sus palabras metiendo ambas de tus manos por debajo de su camiseta subiendo lentamente sin dejar de besar su cuello, y sentiste un estremecimiento mayor de parte de Kyoya- ¡Basta…!- gritó y con toda su fuerza terminó por alejarte de él. Con la respiración agitada y aún sonrojado te miraba con rabia dando a entender que él no quería seguir con eso.

Pero ahora eso no era lo importante.

-¿Que te hace pensar que puedes mandarme?- dijiste como un tono arrogante y lo tomaste de ambas muñecas llevándolas sobre su cabeza. Kyoya tembló ante tu brutal cambio de actitud y te miró esta vez con algo de miedo mezclado con excitación. Te diste cuenta que en situaciones como esas, siempre es fácil leer cada uno de los pensamientos de Kyoya, saber perfectamente cómo se siente y que está pasando por su cabeza es pan comido. Sin decir nada tomaste tu cinturón y con éste amarraste las muñecas de Kyoya a la cama inmovilizandolo, lo tomaste de la barbilla y lo besaste de nuevo, él parecía irse a otro mundo cuando lo besabas, se volvía aún más sumiso y casi parecía no tener alma, completamente a tu merced- Mucho mejor…- susurraste siguiendo con lo que estabas haciendo hace unos minutos.

-¡¿Qué te hace pensar que puedes tratarme así, niño engreído?!- reclamó Kyoya aún más.

-Ya soy mayor de edad Sensei, ya no puedes tratarme como a un niño…-le sonreíste acercándote hasta quedar justo en frente de su cara -Y estoy dispuesto a comportarme como un adulto ahora mismo contigo…- le susurraste sobre sus labios antes de volver a besarlo y lograr dejarlo nuevamente entorpecido.

-H-Hablo enserio Ryuga… Debes detenerte- Kyoya trató de que su voz sonara firme, pero aún así sonó tal y como querías, excitado, angustiado y nervioso.

-Y yo hablo enserio cuando te digo que no me detendré…- le respondiste alzando su camisa de un jalón hasta que quedara atorada entre sus brazos y tener todo su torso descubierto. Con suavidad, pasarte la llena de tus dedos desde el estómago hasta su pecho observando detenidamente su piel levemente tostada y la forma tan delicada de su cuerpo, sólo de ver esa piel te provocaba morderla y marcarla para sentirte dueño de ella. Con tus dedos acariciaste ambos de sus pezones y de inmediato Kyoya se estremeció ante el roce, tu sonreiste por lo sensible que era también en esa zona y no durante en pasar tu lengua por unos de esos botones pequeños. Kyoya tembló ante el tacto y su cara era un dilema total; su boca entreabierta con la respiración medianamente agitada, ojos también permanecían entreabiertos y te miraba suplicante clemencia y sus mejillas estaban rojas de pura vergüenza-¿Vas a gemir para mí?- preguntaste sonriéndole con picardía acariciando sin piedad sus pezones que se iban endureciendo ante tus caricias. Kyoya cerró sus ojos con fuerza al igual que su boca mientras negaba con la cabeza rápidamente.

Te entretuviste un rato lamiendo su pecho burlandote sin querer con leves risas de lo sensible que Kyoya era en esa zona, o todas en general. Colocaste tu mano en unos de sus muslos y lenta y tortuosamente se iba escabullendo tu mano hasta llegar a su entrepierna. Colocaste tu mano sobre el bulto de su pantalón y comenzaste a acariciar sin pensar.

De inmediato se hicieron escuchar los gemidos ahogados de Kyoya mientras pedía nuevamente ser soltado, tú sin dejar de mover tu mano ibas analizando cada una de las caras tan encantadoras que hacía el peli verde al tratar de acallar sus gemidos. Colocaste ambas manos en la orilla del pantalón de Kyoya y comenzaste a bajarlo con todo y ropa interior. Kyoya enrollaba sus piernas e incluso las cerraba con fuerza para tratar de evitar que le quitaras la única prenda que le quedaba, pero el desnudar a alguien era algo tan familiar para ti que sin mucho esfuerzo lograste prácticamente arrancarle el pantalón.

Embellecido, te quedaste viendo unos segundos el perfecto cuerpo desnudo de Kyoya. No tenía cicatriz, lunar o mancha alguna que estorbara en esa piel tan maravillosa que combinaba perfectamente con las numerosas marcas que ya habías dejado haciéndote sentir dueño de ese hermoso cuerpo. Su esbelta figura te tenía cautivado, incluso pensaste que él usaba ropa holgada para esconder las hermosas curvas de su cuerpo, que no eran tan asentadas como las de una mujer, pero si lograba darle un toqué delicado a su cuerpo.

-Bastardo…-susurró Kyoya completamente avergonzado. Sonreíste al verlo de esa forma, tan alterado y lleno de rabia que sólo podía insultarte hasta mas no poder, era adorable en cierto modo.

Volviste de nuevo a su cuello y comenzaste a dejar marcas desde ahí, una por una en cualquier lugar que se te antojara hasta llegar a su estómago.

Alzaste tu mirada unos segundo viendo la expresión de Kyoya, estaba asustado pero excitado, y aunque repetía una y otra vez que te detuvieras, él de verdad no quería que lo hicieras.

-¿De verdad quieres que me detenga? Mira que ya está empalmado…-susurraste pasando la llena de tus dedos por su erección y éste se estremeció por completo- Estás realmente sensible ¿Es que acaso te gusta estar amarrado? ¿O es por qué soy yo quién te está tocando ahora?- seguiste susurrando en un tono galante y el negó rápidamente con la cabeza.

-Maldita sea, ya basta…- pidió más enojado y tu tomaste su miembro para comenzar a masturbarlo rápidamente y de inmediato un leve gemido escapó de las labios del peli verde, el cual al darse cuenta se mordió el labio inferior para evitar más accidentes como ese.

-Eres adorable…-dijiste sin dejar de mover tu mano. Él enrollaba sus piernas y las mantenía inquietas tratando de controlarse y no gemir muy fuerte, además de que trataba de detenerte con ellas sin éxito alguno.

-R-Ryuga… Basta~- pidió cerrado sus ojos con fuerza. Tomaste una de las piernas de Kyoya y la colocaste sobre tu hombro sin dejar de mover tu otra mano.

-Linda vista…- sonreíste encantado al ver el rojo intenso que adquirieron las mejillas de Kyoya por tal acción.

-V-Vete al diablo…- tu ignoraste su insulto y fuiste bajando lentamente tu mano desde su rodilla hasta su glúteo sin apartar la vista de la cara de Kyoya quien se ponía cada vez más nervioso conforme iba bajando tu mano. Con uno de tus dedos acariciaste lentamente el pequeño agujero por donde lo harías tuyo más tarde. Tan lento cómo pudiste, comenzaste a introducir uno de tus dedos dentro de él. Kyoya se quedó quieto, evidentemente incómodo ante la intromisión. Dentro de él era cálido y apretando, logrando que tu deseo por poseerlo crezca y comiences a perder la paciencia, pero en este caso, decidiste usar toda la cordura que te quedaba para preparar muy bien a tu lindo peli verde.

Tu dedo se fue moviendo dentro de Kyoya, el cual seguía sin hacer nada aún incómodo por la nueva sensación y tú en ningún momento dejaste de masturbarlo logrando que se calmara y la molestia mi sea tan grande. Después introdujiste el segundo dedo y ésta vez Kyoya soltó un quejido, con lentitud comenzaste a moverlos dentro de él, logrando que momentáneamente leves suspiros y jadeos fueran emitidos por Kyoya. Conforme pasaban los minutos, el movimiento de tus mano se hizo más intenso, tu mano izquierda aún se movía rápidamente alrededor de la hombría del mayor, y tu mano derecha rebuscaba inquietamente dentro de Kyoya para lograr encontrar ese punto especial que todo el mundo posee. Supiste que lo había encontrado cuando los gemidos de Kyoya se hicieron más constantes llenando por completo la habitación de fuertes sonidos eróticos deleitándote al mismo tiempo.

-Parece que ahora se siente mucho mejor…- susurraste sin detener ninguna de tus acciones, Kyoya entreabrió los ojos un poco viéndote enojado pero sin decir nada, probablemente demasiados ocupado gimiendo como para reclamar. Era maravilloso ver cómo por causa del placer Kyoya abría aún más sus piernas dejando que tus dedos logres llegar más fácilmente a ese punto me especifico haciendo que sea más fácil prepararlo.

-R-Ryuga…- suspiró casi en una súplica. Tu corazón latió más fuerte al escucharte ser llamado por esa voz tan agitada, y te dijiste a ti mismo que lograrías que Kyoya gimiera tu nombre de esa forma toda la noche, que tu suplicara, que buscara tus manos tomándolo por todos lados, que te deseara por completo- P-Por favor...detente…- Kyoya cerró sus ojos con fuerza y viste como un pequeño hilo de salida bajaba descaradamente desde la comisura de sus labios hasta terminar en su barbilla- E-Estoy a punto de…- su palabras fueron cortadas por más gemidos, ya que al saber a lo que se refería intensificaste tus movimientos logrando que sus gemidos fueran más desesperado y agudos, hasta que el pobre terminó por venirse arqueando su espalda y dando un fuerte y realmente sensual gemido que incluso a ti te sorprendió.

Viste como, agotado, trataba de recuperar el aliento dando fuertes y largas bocanadas de aire. Su piel estaba ligeramente perlada causa de la leve capa de sudor que estaba sobre esa hermosa piel, pasaste tu mano lentamente por su pecho logrando que su cuerpo se tensara un poco más, quizás aún muy sensible por su reciente orgasmo. Con descaro lamiste los restos de la “esencia” de Kyoya que aún se encontraban en su mano para luego limpiar las gotas que habían caído sobre él mismo estremeciéndolo mucho más.

Te quitaste la camiseta que aún traías puerta, estaba comenzado a hacer calor y la ropa comenzaba a ser una molestia.Te colocaste cuidadosamente entre sus piernas acomodando cada una a un lado de tu cuerpo, soltaste sus manos que ya tenían una notoria marca roja en la zona de las muñecas y de inmediato Kyoya con la poca fuerza que aún tenía trato de empujarte, reíste bajo por tal apresurada y divertida acción y lo besaste logrando tranquilizarlo de nuevo, tus besos eran como una clase de sedante para él, sus mano lentamente se posicionaron sobre tus hombros correspondiendo gustoso el húmedo beso. Sentiste sus manos acariciar tu espalda desnuda muy lentamente, como si tuviera miedo de que lo descubrieran haciendo algo que no debía.

Tan lento como tú autocontrol te lo permitía, comenzaste a introducir dentro de Kyoya haciendo que éste se separe del beso soltando pequeños gemidos de molestia, con sus manos rasguñaba tu espalda haciendo que arda de una forma que para ti era placentera.

Diste un fuerte suspiro cuando habías entrado por completo, se sentía tan bien estar de esa forma con tu preciado “Sensei”, incluso dudabas que todo eso era real, pensaste que en cualquier instante despertarías y sería nuevamente tu mente jugandote una broma.

-Ryuga…- susurró muy bajo Kyoya aún aferrado a ti, su cara demostraba incomodidad y tal vez dolor, por lo que sin pensarlo tomaste nuevamente su miembro para volver a masturbarlo y tratar de que se sienta más placentero para él, dando éxito casi de inmediato pues leves gemidos fueron saliendo de su boca mediante lo masturbabas y comenzabas un lento vaivén entre sus cuerpos. Ambas respiraciones comenzaron a agitarse conforme la velocidad iba aumentando, tomabas a Kyoya de la cintura mientras mordías su cuello levemente, logrando tener los constantes gemidos de Kyoya retumbar junto en tu oreja, el cual se abrazaba casi con desespero a tu espalda y se aferraba con sus piernas a tu cadera. Los quejidos y los insultos se habían detenido y ahora sólo se podían escuchar los gemidos y jadeos de placer de parte de ambos, mucho más por parte de Kyoya.

Te detuviste en seco cuando escuchaste como tocaban la puerta, ambos contuvieron la respiración por unos segundos y casi en sincronía ambos voltearon a ver la puerta que permanecía un cerrada.

-¿Ryuga? ¿estás...ocupado?- preguntó Tsubasa con un ligero tono de burla en su voz. Chasqueaste la lengua molesto, Tsubasa siempre llegando en los peores, realmente peores momentos.

-No te imaginas cuánto…- gruñiste colocando una mano sobre la boca de Kyoya, éste te miró confundido y tu sólo comenzaste a embestirlo de nuevo acallando sus gemidos con tu mano, sólo tú tenías el derecho de escuchar esos encantadores gemidos. Kyoya colocó ambas de tus manos sobre tu antebrazo ejerciendo una muy ligera fuerza mirándote con sus ojos cristalinos, posiblemente avergonzado de que le embistieras con una persona escuchando todo siendo él incapaz de controlarse a sí mismo, y mucho menos los sonidos involuntarios que salían de su boca.

-Bueno, lamento molestarlos…- rió un poco - Pero...Sabes, eres mi mejor amigo desde hace mucho tiempo…- comenzó a hablar Tsubasa.

-Al grano - exigiste fastidiado deteniendo tus movimientos mirando la puerta bien cerrada.

-Estoy con Gingka y bueno... Él bebió un poco...Y... Yo también pero ese no es el punto. ¿Tienes alguna habitación disponible?- preguntó apresurado.

-¿Y para qué quieren una habitación ustedes dos?- preguntaste con una sonrisa pícara al igual que el tono que usaste.

-¿Acaso yo te estoy preguntando si Kyoya estaba de acuerdo con lo que le estás haciendo?- preguntó irónico.

-Touche- respondiste y Kyoya al recordar que estaba siendo “violado”, mordió tu mano como una clase de venganza o reproché. Tu te quejas por el ligero dolor y seguíste entrando y saliendo de él dejándolo nuevamente indefenso en la cama tratando aun de acallar sus gemidos- La habitación de mi padre está a tu disposición, sabes donde guardo la llave. Ahora deja de molestarme- después de eso no volviste a escuchar a esa plaga molestarte, así que pensaste que ya se había ido, destapaste la boca de Kyoya encontrándote con una de las imagen más eróticos que habías visto: Kyoya estaba sudado, más de lo que ya lo estaba haciendo que su piel brillará más y se vea más apetecible ante tus ojos; su boca entre abierta, babeando levemente dejando escapar su respiración caliente, sus mejillas teñidas de un rojo brillante, sus ojos llenos de lágrimas logrando que sus ojos se vean aún más bellos y cautivadores, estaba aferrado a la sabanas de la cama y te miraba suplicante, deseoso...excitado.

-¿Se siente tan bien que estás llorando? Que adorable…- susurraste entrando en él de una sola estocada haciendo que arqueara su espalda y gimiera agudo. Con vehemencia acariciaste su cuerpo de nuevo al igual que degustabas su piel besándolo por todos lados, dándote cuenta que su piel estaba más caliente que antes, de verdad no sabes qué le pasó, pero Kyoya estaba más excitado que hace un momento- Espero que no estés cansado todavía...- hablaste alto captando por completo la atención de Kyoya que aún parecía algo ido por causa del placer- Porque esto apenas comienza…- dijiste antes de volver a besarlo y de nuevo comenzar con las embestidas fuertes y profundas logrando tu objetivo, ser abrazado fuertemente por tu peli verde quien parecía más desesperado por tu contacto.

 

“R-Ryuga...ahh”

.

.

.

.

ewe

Notas finales:

Qué les pareció?? QuQ

Yo realmente no se si el escribir Lemon va bien conmigo, pero hago lo que puedo uwu

Espero les haya gustado 7u7

Al fin Lemon! Dios 7u7

Se los juro, no había nadie tan deseosa de que hubiera Lemon que su propia revisora?)

Pobre Kyoya, al día siguiente no se sienta :'v

Mejor así ?)

Okno xD

Muchas gracias por leer uwu

Como nadie me comenta, sólo una persona desde hace como 5 semanas,estoy dudando se si seguir subiendo este Fanfics es ésta página :'v

Es que cada vez van bajando los lectores y como ya les dije no comentan u.u

Se que la pareja no es muy popular ya que la serie no lo es tampoco, pero al menos hagámonos notar qwq

Juntos somos más 7u7

Depende de ustedes, si quieren que siga subiendo cada semana como lo he estado haciendo desde que comencé a escribirlo, me avisan u.u

Nos vemos >wo

Besos <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).