Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Profesor Favorito [Ryuga x Kyoya] por Midori-Hikari1312

[Reviews - 47]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola gente!! *-*

Los extrañé ?)

Bueno, aquí les traigo el capítulo de la semana, Perdón si tarde un poco, últimamente se me dificulta mucho el escribir, es que ya estamos un poco cerca del final de esta historia uwu Entonces quiero que los últimos capítulos valgan la pena *-*
Bueno, sin más espero les guste uwu

Otro capítulo con Lemon *-*

Espero les guste c:

Muchas gracias a las personas que han estado comentando, les agradezco mucho*-*

Perdón por los errores u.u

Después de dar un para de vueltas en la moto de Ryuga, que el muy desgraciado subía mucho la velocidad a propósito sólo para molestarte, él terminó  por llevarte a un restaurante.

Te bajaste casi desesperado de esa horrible máquina y miraste el frente del restaurante que era bastante atractivo a la vista, al igual que parecía bastante caro, nunca lo habías visto y tampoco crees poder pagar cualquier comida en un sitio como ese con tu sueldo de profesor. El lugar que escogió para llevarte no estaba nada mal a decir verdad, es decir, era hora de la salida del Instituto y como estaban pasadas las 2 de la tarde, el hambre de había presente.

-¿Estás bien?- preguntó detrás de ti con una sonrisa de oreja a oreja, se veía en sus ojos que anhelaba volver a montarte en esa cosa para hacerte sufrir de nuevo.

-Estoy bien…- dijiste cortante devolviéndole su casco y caminado hacia la entrada del restaurante, te quedaste ahí unos segundos esperando a Ryuga que justo al estar a tu lado te tomó de la cintura y te llevo dentro del lugar. Por dentro era algo elegante, pero tampoco es que fuera algo extravagante, tenía su toque moderno y música de fondo. Sin decir nada ambos llegaron a una mesa vacía algo apartada de las demás, pues tampoco había muchas para elegir. Te sentías extraño en lugares como eso, como si no encajaras, mientras que Ryuga parecía completamente a gusto con ese lugar. Se quedaron unos segundos en un silencio que para ti fue incómodo, pero luego llegó un hombre robusto con una par de cartas en sus manos, seguro para poder tomar su orden. Y ahora que lo piensas, ese hombre se te hacía demasiado familiar...

-Buenas tardes, caballeros. Les doy la bienvenida a nuestro restaurante. Mi nombre es Benkei, soy Chef y seré el que les atienda en su estadía el día de hoy - dijo el hombre bastante educado, pero justo cuando escuchaste su nombre te levantaste de la silla mirándolo asombrado.

-¡Benkei!- dijiste con una sonrisa en tu rostro, el hombre se quedó unos segundos extrañado por tu reacción pero luego sonrió de igual forma.

-¡Kyoya-san!- el de cabello púrpura imitó tu reacción también emocionado de volver a verte. Te apartaste un poco de la mesa y fuiste a abrazar a tu amigo que hace algunos años no ves, el correspondió el abrazo y te levantó un poco sin mucho esfuerzo, pues tu no eras muy pesado y él tenía bastante fuerza. Escuchaste un pequeño gruñido que supusiste que era de la persona que te llevo a ese lugar. Al soltarse se quedaron viendo el uno al otro con una gran sonrisa.

-Hace mucho tiempo que no te veía. No has cambiado casi nada- dijiste aún muy feliz y con una gran sonrisa.

-Tu tampoco has cambiado, estás igual de genial que siempre, Kyoya-san- Dijo el hombre correspondiendo el gesto- Que coincidencia encontrarte aquí…- interrumpió sus palabras mirando hacia atrás y luego volvió a mirarte- Tengo que trabajar, aquí están los menús, volveré cuando estén listos para ordenar- dicho esto te entregó las cartas y se alejó.

Aún con una gran sonrisa, te sentaste para poder examinar la carta más detenidamente cuando un sonido te saco de tus pensamientos, Ryuga había aclarado su garganta logrando llamar tu atención, tu lo miraste y él tenía una expresión bastante enojada, como si se hubiera sentido excluido en su conversación.

-¿Quién es ese?- preguntó con una sonrisa en sus labios, pero sus ojos demostraban que quería matar a alguien.

-¿Recuerdas que te dije que mis cicatrices fueron hechas al salvar a un amigo que quería como un hermano? pues era ese- respondiste con una sonrisa boba en tu rostro al recordar tu infancia - Benkei Hanawa, ese chico me ha idolatrado desde que tengo memoria. Cuando éramos jóvenes me seguía a todos lados y me defendía de cualquiera aunque yo podía cuidarme sólo- le contaste a Ryuga que no quitaba esa extraña mueca de su rostro.

-Si, parece que se llevan muy bien. Y dime ¿Hace cuanto no lo ves?- preguntó tratando de disimular.

-Bueno, aproximadamente hace unos…- estuviste unos segundos pensando cuánto tiempo tenía sin ver a tu amigo, pero tus pensamientos fueron interrumpidos por otros, la suposición de que Ryuga estuviera celoso, y de inmediato una sonrisa se apoderó de tus labios- ¿Estás celoso, niño?- preguntaste insinuante aún con esa sonrisa en tu rostro.

-No te imaginas cuanto…- Ryuga tenía ahora con una sonrisa irónica en su rostro e hizo que tu te pusieras nervios, pues pensabas que él iba a negarlo y que él era el que se pondría nervioso.

-¿E-Enserio?- preguntaste escondiendo tus manos por debajo de la mesa y jugueteando con ellas nervioso - E-Eso es algo ridículo…- dijiste mirando fijo al mantel de la mesa.

-¿Ridículo, eh?- preguntó colocando su codo en la mesa y recostando su barbilla en sus nudillos- Dime ¿Algunas vez has sentidos celos por mi?- preguntó insinuantes y eso hizo que te pusieras más nervioso.

-P-Por supuesto que no- reprochaste y de inmediato el color subió a tus mejillas, pues si, era verdad; más de una vez estuviste celoso por causa de ese mocoso, pero ni muerto le dirías, te irías a la tumba con ese secreto.

-No pareces convencido de eso…- dijo y tu cuerpo se tensó cuando sentiste su pie subir lentamente por tu pierna, agradecidas que el mantel era lo suficientemente largo como para ocultar eso.

-B-Basta, estamos en público…- advertiste en su susurró a lo que su sonrisa se amplió por tu reacción.

-Entonces te aconsejo que te mantengas callado y disimules un poco…- susurró sin despegar su mirada de la tuya y sentiste como si pie seguía subiendo cada vez más, lo quitaste un par de veces pero Ryuga seguía insistiendo. Mientras eso sucedía debajo de la mesa tu tratabas de actual lo más normal posible haciendo el esfuerzo de leer la carta para ver que puedes ordenar, Ryuga hacía lo mismo pues para él no era para nada incómodo lo que te estaba haciendo.

-Bueno, ¿ya saben que van a ordenar Kyoya-san?- preguntó Benkei llegando de nuevo a su mesa- ¿Estás bien, Kyoya-san?- te preguntó exaltado y tú no entendías lo que sucedía.

-Si Sensei, ¿estás bien? Tu cara está muy roja- habló Ryuga con una cara preocupada, pero cuando Benkei volteó a verte de nuevo su expresión cambió a una juguetona y de inmediato le lanzaste una mirada enojada.

-Si, estoy bien, Sólo…- contaste tus palabras al sentir como el pie de Ryuga logró subir lo suficientemente hasta llegar a tu entrepierna, te habías distraído y no le prestaste atención a lo que verdaderamente importa, ahora ¿cómo harías para sacar su pie de ahí?

Te pusiste nervioso pues Benkei seguía viéndote fijamente y preocupado, volteaste por menos de un segundo de nuevo a Ryuga que seguía con su gran sonrisa.

-Disculpe…- dijo Ryuga llamando la atención de Benkei que volteó a verlo, su pie comenzó a moverse ejerciendo más fuerza logrando tenzarte aún más y que taparas tu boca con una de tus manos para evitar que cualquier gemido se escabullera de entre tus labios mientras que con la otra tratabas de apartar el piel de Ryuga clavando un poco tus uñas en el y tratando de que todo eso se viera lo más normal posible- Kyoya, ¿Está bien la parrilla para dos personas?...- preguntó haciéndose el inocente pero con una pequeña sonrisa que no se te hizo difícil descifrar. Asentiste con la cabeza un par de veces con sus ojos cerrados ligeramente fuerte.

-¿Seguro que estás bien?- volvió a preguntar Benkei algo asustado por tu estado.

-Si s-sólo…Me duele un poco el estó...mago- trataste de decir sin que algún gemido escapara pues cada vez que abrías la boca los movimientos de Ryuga se hacían más bruscos haciéndote algo difícil el hablar.

-Entendido, ahora les traigo lo que ordenaron - al decir esto, el de cabello púrpura dio una pequeña reverencia y se alejó de su mesa para entrar por una puerta. Al irse, Ryuga dejo de tocarte y al fin pudiste respirar tranquilo, o mal menos por unos segundos.

-¿¡Estás loco!? ¿¡Podrías al menos controlarte un poco!? ¡Estamos en público y Benkei es mi amigo!- gritaste en susurros mientras le reclamabas, Ryuga bostezo mientras tú le estabas hablando sacándote aún más de quicio.

-Uno: ¿Por qué susurras?; Dos: No puedo controlarme, eres irresistible y es excitante verte en esta clase de situaciones; y Tres: No me importan las demás personas y me vale que ese tipo sea tu amigo, no me gusta como te mira- se cruzó de brazos mirando a otro lado como si reduces haciendo un puchero y tu te sobaste la frente tratando de que tu paciencia siga intacta.

Después de eso no dijiste nada, ambos esperaron su comida que para ser sincero contigo, estaba bastante buena. Al terminar Ryuga pagó y se quedó un momento más un la mesa comiéndose un postre que él había pedido minutos atrás, mientras tú aprovechaste que era el tiempo libre de Benkei para hablar con él unos minutos antes de irse.

-De verdad me alegra mucho volver a verte, Kyoya-san- respondió el chico casi lloriqueando de alegría.

-A mi también Benkei- respondiste con una sonrisa, pues ya estabas acostumbrado a verlo de esa forma.

-Y dime ¿Quién es el chico que viene contigo, Kyoya-san? Parece muy apegado a ti- dijo y ambos voltearon en dirección a Ryuga quién ya estaba mirando en su dirección, se quedó sólo dos segundo sosteniéndoles la mirada y luego volteó con una expresión bastante infantil. Ambos contuvieron una pequeña risa.

-Bueno, Ryuga es el chico del que estoy a carga en el Instituto donde trabajo, es bueno y sus notas son de las mejores pero, su conducta no es la mejor- explicaste con sencillez.

-Parece ser bastante posesivo hacia ti, y me mira como si quisiera tragarme vivo cada vez que estoy muy cerca de ti... ¿Seguro sólo es tu subordinado?- preguntó sin ningún truco en su voz, simplemente una pregunta que se le pasó por la cabeza. De inmediato tus mejillas adquirieron un tenue color rosa.

-N-No puedo mentirte ¿verdad?- preguntaste y él negó con la cabeza con una pequeña sonrisa, pues si le mentías él se daría cuenta, te conocía demasiado bien- E-Ese niño, b-bueno, sé que no es un niño pero yo suelo llamarlo así- aclaraste nervioso- Él está...c-cómo decirlo... Él está encaprichado conmigo. Suele ponerse muy celoso por todo y todos, es necio, narcisista, cínico, con complejo de superioridad, un terco y un engreído que sólo piensa en sí mismo y en torturarme cada maldito día de su vida…- al terminar tomaste un aire pues todas esas cosas las dijiste rápidamente y mirando a un lugar en específico. Ya habías desahogado con alguien todo lo que pensabas de ese niño fastidioso. Respiraste hondo para calmarte y seguiste hablando- Pero...Cada día que pasa siento que… no puedo apartarme de su lado- susurraste esta vez con una sonrisa, ni siquiera con Gingka habías tenido esa clase de conversación tan íntima, él estaría furioso si se entera. Alzaste tu mirada cuando de nuevo a Benkei y su cara era todo un dilema, estaba sorprendido por todos los detalles que le diste de cómo era ese “niño” y que al final, terminarás admitiendo que estabas enamorado de él.

-Bueno…-aclaró un poco su garganta- Me parece que después de todo estás rehaciendo tu vida Kyoya-san, y eso me alegra, por eso, no importa qué, sea feliz- dijo y te regaló una gran sonrisa llena de sinceridad y respeto. Ese chico...no había cambiado nada- Por cierto, te creció más el cabello, antes no estaba tan largo- comentó Benkei.

-Si, bueno, no me gusta mucho cortarme el cabello, además, últimamente lo llevo otra vez en una coleta, pues como las vacaciones de verano están cerca suele hacer más calor- explicaste con una mano en la barbilla.

-¿Nos vamos?- preguntó Ryuga llegando tras de ti y tomandote de la cintura sin ninguna vergüenza comenzando a llevarte hacia la puerta

-S-Si…- respondiste antes de volver a ver a Benkei y quién te sonreía mientras alzaba sus pulgares con una gran sonrisa en una acción bastante cómica.

Ya fuera del establecimiento, Ryuga volvió a entregarte el casco y se montó en la máquina con una sonrisa. Miraste aterrado la motocicleta, suspiraste cerrando sus ojos y te colocaste el casco y con cuidado volviste a montarte en la moto, te aferraste de nuevo a la cintura de Ryuga y pegaste tu cabeza a su espalda, sentiste una pequeña turbulencia y de nuevo la moto comenzó a andar.

-¿Vas a llevarme a casa?- preguntaste hablando casi a gritos pues el sonido de la máquina era bastante fuerte y el vibrar de ésta en el pavimento también.

-No- respondió casi de la misma forma.

-¿A dónde entonces?- preguntarse de vuelta abriendo tus ojos y asomando tu cabeza por el hombro izquierdo de Ryuga.

-Espera y lo verás - fue lo último que dijo y aceleró un poco más, por lo que te aferraste aún más a él.

 

****

 

-¿Un...Centro Comercial?- te preguntaste cuando entraban al estacionamiento subterráneo del gran edificio. Al llegar a una zona bastante alejado, de nuevo, Ryuga estacionó la motocicleta, ambos bajaron de ella y le entregaste de nuevo el casco al chico quien lo rechazó diciendo que iban a llevarlo con ustedes, pues ahí era más propenso a que lo roben. Aseguró la moto y comenzaron a cambiar hacia una puerta que los llevaba hasta dentro del centro comercial como tal.

-¿Para qué vinimos?- preguntaste extrañado, ¿acaso había algo que él quería comprar?

-¿Cuando vas a dejar de preguntar?- se puso frente a ti y te tomó de la cintura- Sólo quiero que te diviertas ¿Ok?- Dijo mordiendo ligeramente tu cuello haciendo que te quejaras un poco. Él continuó besándote en la misma zona y luego se alejó para darte uno en los labios- Andando…- te tomó de la cintura y comenzó a arrastrarte hacia la puerta más cercana.

En fin, como acababan de comer, comenzaron a caminar viendo algunas tiendas de ropa masculina, realmente sólo iban a ver pues no había nada que alguno de los dos quisiera realmente. Al pasar algún tiempo entraron a ver una película, y Ryuga compró una gran variedad de dulces, pues a ti no te dejaba pagar nada.

Salieron un poco tarde, era alrededor de las 7 de la tarde y ustedes aún seguían ahí, pero era que Ryuga se negaba a irse, pues según él aún no encontraba algo que quería.

Finalmente entró a una tienda cualquiera y comenzó a tomar ropa de los estantes mientras tú esperaba sentado en un gran mueble casi al centro de la tienda, sin decir nada, sólo sonriendote, te entrego una parte del montículo de ropa que tenía entre sus manos y te empujó dentro de uno de los vestidores y él entró a otro que estaba al lado. Miraste la ropa que tomó para ti algo dudoso, pues parecía ropa de un chico de 15 y 16 años, y tu estabas a punto de cumplir los 26, pero sin darle mucha importancia sólo comenzaste a desvestirte.

Al parecer fuiste el primero en salir, pues no viste a Ryuga, te viste una vez más en el espejo, te sentías raro con esa ropa, pues desde joven tuviste que trabajar y la verdad nunca tuviste interés en esa clase ropa, siempre eran camisas y suéteres manga larga, no chaquetas, pantalones ajustados y camisetas.

Al escuchar la puerta del vestidor a tu lado abrirse te exaltaste un poco, pero luego te quedaste mirando fijamente a Ryuga, quién salía vestido muy parecido a…¿ti?

-H-Hola…- dijiste nervioso pues no sabias que otra cosa decir, con ayuda de tus dedos apartaste un mechón que se encontraba sobre tus ojos para colocarlo detrás de tu oreja mientras apartabas la mirada del chico que parecía estar casi en la misma situación que tu.

-Hola - respondió con una gran sonrisa- Te ves bien, no pareces tu- te dijo muy cerca de mi a decir verdad.

-G-Gracias…- susurraste mirándolo unos segundos más y de nuevo apartar tu mirada- T-También te vez bien...- tartamudeaste un poco colorado.

-Lo sé, me veo bien sexy- Dijo cruzándose de brazos y haciendo una pose orgullosa, como siempre- Soy tan perfecto - alardeó de forma cantarina.

-Pero ¿Por qué...el cambio de roles?- preguntaste, pues no había que ser un genio para saber que él te había vestido “juvenil” a propósito para él poder vestir más formal, o para ser exactos, casi igual a ti.

-No lo sé, sólo se me ocurrió. Pues de ésta forma yo parezco mayor que tu, Sensei, más maduro, más dominante, y me dan unas ganas de…-

-¡Basta!- ordenaste alarmado pues él había comenzado a acercarse mucho a ti- V-Vamonos ya…- pediste mirando a otro lado.

-Pero me lo llevo todo, puede servirme de algo algún día- dijo volviendo a adentrarse en el probador y tu suspiraste derrotado.

Al salir con bolsas en mano, se encaminaron de nuevo al estacionamiento y llegar a la moto, y ambos salieron del lugar rumbo a cualquier lugar pues no sabias.

Terminaron llegando de nuevo al Instituto, que se veía algo terrorífico pues ahora era de nuevo, Ryuga estacionó cerca de tu auto que era el único en ese gran estacionamiento y de nuevo, ya sintiéndote a salvo, bajaste de la moto y volteaste para mirar a Ryuga.

-Gracias por todo. Hoy fue… lindo- le susurraste en la oscuridad de la noche, casi no podías ver su rostro y lo único que iluminaba era las intermitentes de la timo de Ryuga.

-No hay de que, sólo quería pasar algo de tiempo contigo- aún en la oscuridad pudiste ver cómo sus blancos dientes relucían para ti sacándote una sonrisa.

-B-Bueno, adiós, de nuevo gracias - te diste la vuelta y con el pequeño control que venía con las llaves apretaste el pequeño botón y abriste el auto por fuerza, cuando estabas a punto de abrir de auto sentiste en tu espalda el cálido cuerpo de Ryuga, que te brindaba calor en la fría noche.

-¿No crees que se te olvida algo?- susurró sobre tu nuca haciendo que te corra un pequeño escalofrío por la columna vertebral. Te volteaste rápidamente para quedar frente a Ryuga quién seguía acorralandote contra tu auto, sus rostro quedaron casi únicos y dejaste escapar un pequeño jadeo sin saber él por qué. Ryuga simplemente acortó la distancia entre sus rostro para poder besarte. Sentiste tu cuerpo temblar al sentir esos fríos labios contra los tuyos y la mano de Ryuga en tu rostro acariciando tu mejilla, tenías tus manos pegadas al auto, como si tratarás de aferrarte a el para tratar de disimular que con un simple beso de Ryuga lograba hacerte delirar.

Ambos se separaron mirándose el uno al otro con la poca iluminación que ahora les brindaba la luna, lograste ver en sus ojos ese brillo de excitación y emoción que aparecía cuando él no pretendía detenerse. Sus manos bajaron hasta tu cintura volvió a besarte esta vez más demandante, fue brusco el moviendo, obligándote a aferrarte a su cuello profundizando el beso. Poco a poco todo eso comenzó a salirse de control y cuando te diste cuenta ya estabas dentro del auto con Ryuga sobre ti besandote y tocándote por todos lados con descaro, tú sólo podías jadear y gemir de vez en cuando por sus profundas y depravadas caricias mientras te aferrabas a tu espalda, y a pesar de que estaban a punto de hacerlo en tu auto, de alguna manera sientes que él estaba siendo algo romántico, yendo algo lento, sus caricias eran profundas pero lentas y exactas, como si se preocupara por ti y tratara de hacer que lo disfrutarás lo más que se pudiera.

Esta vez tu fuiste arriba, y no en el sentido dominante. Completamente desnudos, Ryuga te ayudaba con sus manos a moverte más rápido sobre él, de vez en cuando te golpeabas contra el techo del auto y ambos reían al unísono por unos segundos para seguir con el íntimo acto. Hacía bastante calor, sus respiraciones se mezclaban y a veces era difícil respirar, pero eso lo hacía más excitante. El auto se movía al compás de tus movimientos y a pesar de que tu eras casi escandaloso al gemir, Ryuga también gemía, pero muy bajo. Ambos terminaron en una última embestida, tu “esencia” cayó sobre el pecho de Ryuga, mientras que el de Ryuga de alojó dentro de ti una vez más. Casi caes sobre él por el cansancio, pero lograste colocar tus manos a cada lado de su cabeza para evitarlo. A ambos les costaba respirar y su pecho subía y bajaba con desenfreno, pero no pareció importarles, pues aún con la falta de aire, ambos se besaron con desespero dando por terminado el acto.

Te levantaste un poco para poder sacar de tu interior el miembro ya flácido de Ryuga y ambos se acomodaron para quedar sentados unos frente al otro. Ambos rieron como estúpidos y cuando te diste cuenta Ryuga se había pegado un poco más a ti besando tu frente, una boba sonrisa se apoderó de tus labios mientras mirabas al suelo del auto y de nuevo rieron. No sabias si era que lo que comieron en la tarde estaba en mal estado, si fueron las palomitas de la película o si era por él aire que aún trataban de recuperación, pero estaban actuando como unos perfectos idiotas.

Al final ambos terminaron por vestirse, y entre beso y beso Ryuga terminó por irse a su casa a regañadientes, pues quería quedarse en la tuya, pero te negaste. Dejó las bolsas que habían comprado en su auto, por la simple excusa de que no quería llevárselas a su casa, aceptaste y te fuiste después de que el lo haya hecho.

Al llegar a tu casa, bajaste las cosas y fuiste directo al baño para ducharte e irte a dormir. Casi al tocar la cama el sueño llegó de la nada, estabas muy cansado y no era para más.


Sólo querías descansar y dejarte llevar por el sueño, pues de nuevo tenías que levantarte temprano para volver a tu rutina casi diaria de ver a ese niño engreído.

Notas finales:

 Bueno, hasta aquí el capítulo, de verdad espero les haya gustado, me avisan cualquier cosa que necesiten, alguna inquietud o consejo es bienvenida nwn

Tranquilos, tampoco es que falte poco para el final, aún estoy viendo cuantos capítulos puedo sacar antes de final, me imagino que ustedes no quieren que se acabé aún ¿Así?
Si es así avisenme, porque el capítulo que viene creo se tratará del cumpleaños de Kyoya y estuve pensando en que ese oudiera ser el último capítulo y no toda la trama que tenía pensado para el verdadero final xD

Pero aún no estoy segura uwu

Nos vemos >wo

Besos <3

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).