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Mi Profesor Favorito [Ryuga x Kyoya] por Midori-Hikari1312

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Notas del capitulo:

Holi gente bonita~

 

Bueno, este capítulo fue uno de los que más rápido escribí xD pero como saben NO HAY INTERNET en esta mierda, y por eso tuve que esperar hasta hoy :'v

 

Diganme que les pareció el capítulo anterior? ewe

 

Se agradece el comentario que dejen c’:

 

A leer!!



ALERTA!!!!

 

INFLACIÓN IMPORTANTE EL LAS NOTAS FINALES!!! >W<

 

NO OLVIDEN LEERLO C:



Perdón por los errores u.u

-Kyoya-

 

Estuviste un rato llorando como una Magdalena, no sabías que hacer, no tenias a donde ir, ese loco te tendría a ti atrapado y posiblemente nunca nadie logren encontrarte. Te quedaste un segundo analizando la situación en la que estabas; Él parecía ser un hombre muy inteligente, llevarte a un lugar desolado en medio de un bosque, previamente modificado para tener la confianza de que nunca hayarías un lugar por donde escaparte o esconderte de él, posiblemente había cámaras por todo el lugar, y efectivamente alzaste la vista notando entre la fina capa de oscuridad una pequeña luz roja parpadeante en una esquina muy arriba en la habitación.

 

-¿Cómo demonios me metí en esto…?- susurraste para ti mismo en un suspiro, apretaste tus dientes con ganas de romper algo, estabas frustrado, no quería estar ahí, quería ir y partirle la cara a ese imbécil por tener ahí con contra de tu voluntad, sin embargo tampoco es como si supieras perfectamente que hacer, además de que ese hombre era mucho más grande y fuerte, sabrá Dios qué clase de cosas podría llegar a hacerte si llegas a alterarlo un poco.

 

Debías calmarte, buscar respuestas por ti mismo, portarte calmado y que las cosas fluyan lento y así tratar de idear un plan para lograr salir de ahí. No eres un adolescente, eres un adulto que puede razonar e idearselas para hallar una solución.

 

Te levantaste un poco tambaleante del suelo, te quedaste quieto unos segundo por el repentino mareo al levantarte demasiado rápido. Miraste nuevamente la cámara de vigilancia con cierto desagrado, te escabulliste hasta llegar de nuevo hasta la cama y tomar la sábana para cubrirte, estabas encerrado con ese loco pero no le darías más lujos de los que el mismo se dió.

 

Ya estabas “ a salvo” en el baño, era excesivamente grande, casi parecía una habitación más, era casi completamente cubierto por una capa de pulcro blanco. Examinaste todo detenidamente, por si había una cámara en el sitio, no te sorprendería que hubiera unas cuantas más en el baño, siendo lugar tan íntimo, ese enfermo seguro tratará de aprovecharse de situación. Tocaste un par de veces el espejo con tus nudillos, efectivamente estaba hueco, pero sólo era un pequeño compartimento de algunos utensilios de aseo personal, caminaste hacia la tina-ducha que había a unos cuantos pasos, y examinaste cada orificio de esta, al parecer no había nada, pues en las paredes tampoco había un objeto que pudiera tener una cámara escondida.

 

Te diste un baño rápido, siendo cuidadoso de no mojar tu cabello para que no tardará en secarse después. No querías permanecer sucio pero tampoco te sentías cómodo estando ahí, aún sentías que alguien estaba observandote. Utilizaste una toalla para secarte detrás de la cortina de la tina antes de salir de ésta con la misma toalla amarrada en tu cintura y saliste del baño con otra secando lo poco de tu cabello que mojaste.

 

Tomaste la ropa que estaba en la mesa que ese hombre había señalado y te la llevaste también dentro del baño, hasta ahora ese parecía ser el único lugar con privacidad que tenías, pero aún no era del todo seguro. La ropa consistía de una camisa blanca,un suéter holgado de un color verde claro, un pantalón algo ajustado, obvio ropa interior y unas zapatillas color blancas con detalles en verde. Lo que más te asustaba de todo eso era que, toda esa ropa, era tuya, te miraste en un espejo de cuerpo en el mismo baño y suspiraste fuertemente tratando de prepararte mentalmente de lo que pasara cuando salgas de la habitación, te colocaste el collar de Ryuga y lo acariciaste un poco antes de salir, de alguna manera eso te daba la calma que necesitas ahora.

 

Saliste de la semioscura habitación para encontrarte ahora con un pasillo inmenso, no podías ver si tenía principio o fin, pues era algo extenso. Miraste a un lado de la puerta y ahí había una chica vestida de Maid, te asustó un poco pues no la habías visto ahí cuando saliste. Ella tenía una expresión algo entristecida, alzó un poco la vista y sus ojos estaban algo decaídos, no sabias cual era la razón de tenerlos así, por lo que te daba curiosidad.

 

-Buenas tardes, Mi Lord- dijo la chica dando una pequeña reverencia ante ti.

 

¿Mi Lord? ¿Qué significaba eso?

 

-E-Espera, ¿Por qué me llamas así?- preguntaste confundió y ella sólo se quedó con su rostro sereno pero melancólico.

 

-Mi amo me ordenó tratarlo a usted como si lo tratar a él- explicó la chica acomodándose un mechón de cabello detrás de la oreja. Ella era bonita, su largo cabello color chocolate algo ondulado, combinaba con sus hermosos ojos verdes, sin embargo estos eran opacados por las notorias ojeras que esta tenía, su piel era blanca, pálida para ser exactos, por lo que sus labios y mejillas tenían un color rosa natural, además de ser bastante educada al hablar- Por favor sígame, lo llevaré al comedor, mi Amo lo está esperando- la chica volvió a inclinarse un poco y comenzó a caminar siendo seguida por ti.

 

Caminaban pasillo tras pasillo y ese lugar cada vez te mareaba más, pues todo se veía igual, casi no había puertas, no había ninguna ventana y estabas más que perdido ahora. Miraste de nuevo a la chica que seguía caminando muy callada frente ti, tenía la cabeza gacha y mirando bien su cuerpo tenía una extraña marca en su brazo derecho, un moretón bastante notorio que trataba de ocultar debajo de unos guantes muy largos.

 

-Perdona…- hablaste para llamar la atención de la chica quien volteó a verte deteniendo sus pasos.

 

-¿Sí, Mi señor?- preguntó ella volteando a verte.

 

-¿Dónde estoy? Y ¿Por qué estoy aquí?- preguntaste con un tono algo nervioso, la chica pareció tensarse ante tus preguntas y apretó sus labios apartando la mirada- Por favor dime quién es ese loco que quiere tenerme aquí encerrado...- suplicaste acercándote un poco más a ella como si tratarás de hacer que viera lo indefenso que estabas, cuando más bien ella parecía estar más asustada que tú.

 

-...M-Me es prohibido responder ese tipo de preguntaste, Mi Lord, por favor limítese a saber que mi Amo hace todo esto porque lo quiere- dijo la chica respetuosamente mirándote con algo de súplica, como diciendote “Por favor no preguntes más” Por lo que ahora fuiste tú el que bajaste la mirada y suspiraste derrotado, ya tendrías más oportunidades de averiguar lo que pasaba.

 

-¿Al menos podrías decirme tu nombre?- preguntaste mirándola mientras te rascabas un poco la nuca, ella te miró algo confundida- Si voy a permanecer aquí un tiempo, me imagino que nos veremos a menudos, así que es mejor llevarnos bien...Por cierto, Soy…- ella te interrumpió.

 

-Sé quién eres, todos aquí lo sabemos- explicó sin ser grosera en lo absoluto- Soy Emma por cierto. Mi amo me ordenó ser su acompañante para vigilarlo y que no haga alguna locura. Le suplicó por favor que se comporte, mi Amo es demasiado...Firme de vez en cuando…- ella baja su cabeza algo apenada y nerviosa, notaste como sus brazos temblaban un poco pero trataba de disimular apretando la falda entre sus manos.

 

-Bien...- te limitaste a decir algo pensativo, ella te regaló una pequeña sonrisa y siguió su camino. Te quedaste pensativo todo lo que quedaba del trayecto hasta su destino, seguías analizando el lugar para tratar de encontrar algo que te diera una pista de quién podría ser ese enfermo, o algo que te ayudará a escapar de ahí.

 

Finalmente llegaron a un gran salón donde había una gran mesa en medio, casi al instante la chica había desaparecido de tu lado para salir por otra puerta cercana, dejándote solo, o eso pensabas.

 

-Bienvenido - escuchaste una voz grave que te hizo voltear de nuevo hacia la mesa notando que el hombre enmascarado ahora estaba sentado en una de las sillas a un costado de la gran mesa para aproximadamente 20 personas. Casi de inmediato te pusiste a la defensiva, lo mirabas para tratar de analizarlo, tratando de descifrar la cara que se ocultaba bajo esa máscara - Vamos, siéntate. Debes tener hambre, pediré que te sirvan enseguida- habló calmadamente con una sonrisa. Tu, aún a la defensiva, caminaste hasta el otro extremo de la mesa y te sentaste sin apartar la mirada de él, éste tomó una pequeña campaña que estaba a su lado y la agitó con algo de fuerza, casi de inmediato comenzaron a salir sirvientes de una gran puerta a espaldas del hombre, quienes comenzaron a dejar toda clase de platillos en la mesa. Debías admitir que cada plato se veía más apetitoso que el anterior y la boca se te había agua, después de todo no habías comido nada desde la tarde del día anterior. Los sirvientes se fueron y sólo quedó uno parado a un lado del hombre, y miraste a tu lado y tenías a Emma, quien se quedó inexpresiva a tu lado bien quieta- ¡Sirvete lo que quieras, te aseguro de que todo está exquisito! - informó el enmascarado con un tono animado mientras el mayordomo le servía algo que parecía jugo de naranja en una copa de vino. Tu lo miraste aún inseguro, obvio que no le ibas a dar el gusto de tener tu confianza. Emma te extendió una botella de lo que parecía ser de lo mismo que el hombre estaba tomando, asentiste con la cabeza y ella te sirvió de la misma forma, y efectivamente si era jugo de naranja, sólo que con un ligero toque de alcohol.

 

La comida trascurrió normal, todo estaba muy bueno, comías lento, no quería parecer un desesperado además de que aún no estabas del todo tranquilo con esa situación. Tener un almuerzo con tu secuestrado no era algo que se veían en las típicas historias de secuestros.

 

-Estas muy callado...- el enmascarado cortó el silencio que había en la habitación, haciendo que nuevamente alzaras la vista hacia él y bufaste por lo bajo.

 

-Tampoco es como si estuviera muy feliz de estar aquí con un enfermo- respondiste siseante y el hombre soltó una pequeña risa mientras le volviendo a servir en la copa la misma bebida. Miraste por el rabillo del ojos que Emma estaba comenzando a ponerse nerviosa, pues temblaba un poco.

 

-Que carácter…- dijo en un tono divertido, lo que hizo que se te revolviera el estómago, era tan desagradable.

 

-Si, me lo han dicho - jugaste un poco con tu comida sin interés alguno en la conversación, pero luego pensaste, si el tenía tantas ganas de hablar, ¿por qué no sacarle algunas cosas?- ¿Nombre?- preguntaste sin pensarlo.

 

-¿Mi nombre?- preguntó para estar seguro y tu sólo asentiste con la cabeza- Eso es algo irrelevante en este momento - informó encogiéndose de hombros volviendo a beber de la copa. Lo miraste con más desconfianza por su respuesta tan vaga.

 

-Osea que básicamente estás diciéndome que de verdad te conozco, pero no quieres que te odie más de lo que ya lo hago ¿es eso cierto?- dijiste con una ligera sonrisa de la lado al darte cuenta de a qué se refería.

 

-Odiar es una palabra muy fuerte, digamos mejor que estas... sobresaltado, por toda esta situación de adaptarte a tu nueva vida conmigo- dijo evadiendo completamente tu pregunta también con una sonrisa.

 

-Disfrazarlo como se te dé la gana, de una u otro forma esto tiene su nombre, y se llama secuestro- dijiste entre dientes con rabia, no había quitado esa sonrisa en todo el rato y ya comenzaba a desesperarte que tenga tanta confianza. Respiraste hondo para calmarte, exaltarse no ayudaría en nada. Le extendiste la copa a Emma para que te sirviera más y ella acató la orden de inmediato, al igual que tu lo bebiste casi todo de un sólo sorbo.

 

-Al estar aquí conmigo tendrás todos los lujos que quieras, te tratarán como el Rey que eres además de que puedes confiar plenamente en que nadie va a molestarte. Podrás quedarte todo el dia en casa  descansando o haciendo lo que quieras sin remordimiento alguno- de nuevo el hombre trataba de convencerte de que estar ahí con él era mucho mejor que estar afuera con las personas que amas, además de ser libre.

 

-A pesar de ser un acosador no me conoces en lo absoluto - sobaste tu frente con delicadeza, ya comenzaba la migraña por tanto estrés - Odio estar encerrado, no puedo pasar un dia entero en una lugar fijo todo un día, soy de esas personas que necesitan hacer algo productivo para sentirse bien consigo mismo, además de que odiaría que me trataron como si fuese la gran cosa, soy una persona común y corriente y no soy más ni menos humano que cualquier de los empleados de ésta casa- te cruzaste de brazos al terminar de decir eso, era tan irritante que quisiera hacerte creer que vales más que el oro y que por eso tienes que quedarte en esa casa donde posiblemente te morirías de aburrimiento además que de tristeza al extrañar a esas pocas personas que eran cercanas a ti. Bajaste un poco la mirada al recordar a Ryuga, imaginabas que él ahora mismo debería estar a punto de arrancarse el cabello por tanta preocupación, conocías a Ryuga y sabías lo exagerado que podía llegar hacer con todo, por lo que te preocupaba que locura pueda llegar a hacer- Y…¿Cuando te vas a quitar la máscara?- volviste a preguntar sin moverte de tu posición actual.

 

-Mm... Probablemente el día de la boda- dijo con un aire tranquilo, mientras que a ti casi se te para el corazón al escuchar eso.

 

-¡¿BODA?!- gritaste levantándote de la silla de golpe-¿Cuál boda?- preguntaste de vuelta algo aterrorizado por la respuesta, y Emma a tu lado trató de calmarte para que te sentirás de vuelta.

 

-Pues nuestras, ¿de quién más sería?- dijo entre pequeñas risas, posiblemente burlándose de tu reacción- Ya está todo preparado, solo faltan algunos detalles más…¿Prefieres usar un traje o un vestido? Si fuera por mí usarías un vestido claro, además se te vería hermoso y…- él continuó hablando de cosas estúpidas mientras que tu simplemente entraste en pánico, ¿Qué se cree ese demente como para obligarte a casarte en contra de tu voluntad?

 

Te tomaste el cabello con fuerza pues el dolor de cabeza ahora era insoportable, Emma preocupada logró sentarte de vuelta y tú sólo estabas tratando de regular tu respiración.

 

-¿Está bien, Mi Lord?- preguntó la castaña mirándote preocupada- Sabía que esto pasaría…- susurró para ella misma, sin embargo lograste escucharlo.

 

-¡Tú!- ella se tensó al escuchar aquello y se enderezó de inmediato mirando al hombre- Busca algo para su malestar, ahora mismo, mientras yo lo llevo a su cuarto…- él se levantó y comenzó a caminar en dirección a ti, pero tu te levantaste de inmediato y te apartaste un poco de la mesa para evitar que se acercara más.

 

-Estoy bien, no es necesario tanto drama- dijiste apoyandote un poco en la chica quien que ayudaba a mantenerte de pie, tu cabeza dolía aún más tan sólo con abrías tus ojos- Emma, sólo llévame a la habitación, ahí estaré bien- entre abriste un poco los ojos para ver a la chica quien asintió con la cabeza.

 

-Te di una orden- gruñó el enmascarado a la chica quien pareciera que fuese a llorar en cualquier momento.

 

-Si mal no recuerdo ella es MI acompañante, así que ella me acompañará a la habitación- alzaste un poco la voz mirando desafiante al hombre que se había detenido a unos cuantos pasos de ti. Ambos se miraban fijamente y aún así no lograbas ver el color de sus ojos- Si pensaste que todo esto del dichoso secuestro será pan comido y que de una u otra forma iba a ceder estás más que equivocado…- siseaste saqueado caminando hacia él, lo pasaste de largo y te fuiste hacia la puerta donde antes habías entrado seguido por la castaña dejando al hombre de traje casi echando humo por las orejas.



~Ryuga~



-Vamos amigo, por favor cálmate- Tsubasa trataba de acercarse a ti con lentitud para poder calmarte, pero nunca habías estado tan alterado en tu vida.

 

-¡¿Cómo mierda quieres que me calme si Kyoya no aparece!?- gritaste aguantándose las ganas de destrozar todo el cuarto, volviste a sentarte en la cama tapando tu rostro respirando hondo un par de veces.

 

Tsubasa y Gingka habían llegado hace unos 10 minutos y desde entonces sólo han estado tratando de calmarte. Después de tu llamada Gingka había salido camino a casa de Kyoya dando por terminada su última clase, encontrándose así con Tsubasa quien igual de preocupado se ofreció a acompañarlo, al parecer se le había olvidado el enojo por la preocupación de que su mejor amigo no aparecía.

 

-Tsubasa por favor llama a las autoridades, yo tratare de calmarlo ¿si?- la voz de Gingka sonaba tranquila, pero seguro sólo estaba aparentando y por dentro estaría volviéndose loco. Tsubasa salió de la habitación con teléfono en mano y Gingka se sentó a tu lado poniendo una mano en tu hombro- ¿Estás bien?- preguntó el pelirrojo.

 

-Si, de maravilla - dijiste de forma sarcástica, él sólo te dio una pequeña sonrisa de lado algo triste, pues él también estaba muy preocupado, tu suspiraste con fuerza- Es mi culpa ¿verdad? Si no me hubiera ido ayer esto no habría pasado…- susurraste entristecido mirando a otro lado.

 

-No todo tiene que ser tu culpa, Ryuga- dijo con voz calmada- A Ninguno de nosotros nos hubiera pasado por la cabeza la idea de que un loco estaba por ahí esperando para llevarse a Kyoya- Él continuó acariciando tu espalda para mantenerte tranquilo y tú solo bajaste la mirada sintiéndote sólo un poco más tranquilo- Conozco a Kyoya desde hace varios años, y sé que tú también lo conoces tanto como yo, ambos sabemos lo fuerte que él es, además de terco y necio, no se deja vencer por nada y posiblemente en este momento debe estar dándole a ese tipo el peor día de su vida- a pesar de que es un momento serio, ambos rieron ligeramente por el comentario, pues era posible que eso sea verdad- Así que, cálmate un poco,él estará bien durante un tiempo pero debemos apresurarnos si lo queremos de vuelta sano y salvo- se levantó de la cama y te levantó casi a la fuerza para salir de la habitación donde Tsubasa acababa de colgar el teléfono.

 

-Parece que funcionó lo que sea que hayas hecho - río un poco el mayor poniéndose al lado de Gingka- Bueno, las autoridades vienen en camino, me costó un poco pues supuestamente no pueden asegurar su desaparición si no han pasado más de 42 horas, pero los convencí con lo de que teníamos evidencia de los “hechos”- hizo unas comillas con sus dedos - Ahora, ¿Alguien que esté lo suficientemente mal de la cabeza como para secuestrar a Kyoya?- preguntó Tsubasa de la nada ganándose un golpe de parte de Gingka- Vamos, sólo intento ayudar, tenemos que ir descartando posibles sospechosos - se excusó el de cabello largo.

 

-Actualmente no tengo a nadie que pueda ser tan demente. Las personas que Kyoya clasifica como cercanos somos muy pocos- dijiste tratando de encontrar a alguien que pudiera ser el culpable, sin embargo nadie parecía llegar a ser siquiera un sospechoso.

 

-Mejor sólo esperemos a que lleguen las autoridades, será más sencillo si ellos toman algunas huellas…- Gingka se alejó y caminó por el pasillo hasta estar fuera de su alcance, sin embargo Tsubasa y tu se miraron preocupados sabiendo que en cualquier momento su cara de serenidad desaparecería por completo.

 

-Creo que será mejor que tú lo calmes, Tsubasa - lo empujaste con poca fuerza para darle animos de ir a buscarlo, este te miro de nuevo y asintió yendo tras del pelirrojo. Volteaste de nuevo a ver la habitación de Kyoya y suspiraste con pesadez- Espero que estés bien, porque no se que haria si algo te pasará…-

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Notas finales:

Kyoya se puso en modo fiera 7u7

 

Aunque cualquiera :v

 

Bueno, lo que les quería decir era que el capítulo que sigue será como una clase de especial o punto de vista de la pareja TsubasaxGingka, que ahora que lo pienso nunca los shippee xD sólo los hice pareja porque quería una pareja ”extra” en la historia y como Ryuga y Kyoya estaban ocupados ?)... pues sólo quedó Tsubasa xD

 

En fin, lo que decidí hacer es como era la vida de Ryuga y Tsubasa antes de que sus lindos ukes llegaran a escena (?), cómo fue que ellos se hicieron pareja(Tsubasa y Gingka), como comenzaron a hablarse, como planearon juntos la fiesta de Ryuga junto con su “regalo”sorpresa ewe, tal vez haya lemmon :v más el saber qué fue lo que los hizo pelear en capítulos anteriores xD (ni yo lo sé, tengo que ingeniarme algo 7u7)

 

Es decisión suya el leerlo, no tendrá nada que con que sucediéndose Kyoya, excepto si preocupación y la conversación pendiente, después de ese  especial o “extra”, como quieran llamarlo, vendrá la continuación de él capítulo de hoy c:

 

Por cierto ¿Ya leyeron mi nueva historia ”IMPULSIVO”?

 

Si no, ¿Que están esperando? :V

 

Y si ya lo leyeron ¿Qué les pareció? XD

 

No sólo lo piensen, yo no puedo leer sus mentes, dejen un comentario (?)

 

Nos vemos >wo


Besos <3


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