- ¿Está seguro que este chico puede responsabilizarse de mi hijo sin perjudicarlo?- dijo el padre viendo al director.
-El Señor Kyoya es uno de los mejores profesores que tenemos en nuestra institución, estoy seguro que él pobra con esto- el director te sonrió levemente, raro.
-No me confío…- dijo el hombre de nuevo mirándote con desagrado y tu le devolviste una mirada tranquila, como si no te afectara en absoluto que te mirara de esa forma- Un hombre adulto responsable no llega tarde a un reunión tan importante- volvió a decir.
-¿Llegaste tarde por mi culpa?- te preguntó Ryuga mirándote como si eso fuera la gran cosa.
-Ahora si quiero saber cómo es que ustedes se conocen- dijo el padre cruzándose de brazos.
-Bueno. Mientras estaba en un café ignorando todas tus llamadas…- dijo Ryuga mirando al su padre como si eso fuera lo más normal del mundo cuando tienen un compromiso. Él padre estaba que echaba humo por las orejas por lo que decidiste interrumpir.
-Y-Yo tenía algo de tiempo antes de venir aquí así que pasé por el restaurante cerca de mi casa para tomarme un café- dije rápido tratando de aligerar la tensión en esos dos- Sin darme cuenta me senté en la mesa donde Ryuga se encontraba, a él no le importo darme el asiento libre y comenzamos a conversar hasta que me di cuenta que ya era la hora y salí prácticamente corriendo- terminaste de decir mirando al padre para convencerlo de que eso fue lo que paso y que te dejara de mirar como si fueras una mala influencia para su hijo mala influencia- Le aseguro que ésta es mi primera vez llegando tarde, una de las cosas que más odio es la impuntualidad, así que esté seguro de que no volverá a pasar. Su hijo estará bien conmigo- dijiste sonriendo. Debías hacerlo si querías que tomara enserio tus palabras.
-Lo ve Señor, Este hombre es el indicado para cuidar a su hijo- trató de ayudarte el director.
-Entiendo…- susurró el hombre antes de levantarse sin estar completamente seguro aún- Muchas gracias por todo, nos veremos en otra ocasión- dijo el hombre dándole la mano al director y te pareció entraño que también te la extendiera a ti, pero no la rechazaste- Le encargo a mi hijo, Sensei. Espero sepa lo que hace- dijo seriamente.
-No se preocupe Sr…- encogiste un poco tus hombros sin dejar de mirarlo esperando que captara la indirecta.
-Doji- dijo él- Mi nombre es Doji-
-No se preocupe Sr. Doji, su hijo está en buenas manos- dijiste sonriéndole, Doji movió su cabeza en forma afirmativa para luego tomar su teléfono y se lo colocó en el oído.
- Y tu…- miro a su hijo- Te espero en casa- dijo antes de comenzar a hablar por teléfono y salía de la oficina. Hubo un pequeño silencio en la habitación por unos pocos segundos en los cuales Ryuga se te quedo viendo y viceversa, pero el Director acabó con el al hablar.
-Bien, ya que todo está hecho- comenzó de nuevo el director- Ryuga, ya puedes irse. Sr. Kyoya, espere un momento, necesito seguir hablando con usted- dijo amablemente, ¿Acoso los planetas están alineados y por eso las cosas más bizarras están comenzando a suceder?
Viste como Ryuga se levantó, te miro por unos segundos más, se acercó a ti y pasó su mano por tu hombro.
-Nos vemos, Sensei…- susurró el muchacho un una sonrisa que te dejo algo intrigado, pero tan sólo lo viste salir de la habitación al igual que su padre. Cuando cerró la puerta, el directo te pidió que te sentaras y te dio la información que necesitaba para ser el supuesto tutor del joven. Tanto informes médicos como su desenvolvimiento en otras escuelas era de lo que mayormente se trataban los papeles que llenaban tus manos, encontrando una gran cantidad de cosas curiosas sobre él.
Al terminar después de unos veinte minutos, ya podías irte a casa, las clases comenzarían el día siguiente y tenías el resto del día libre para relajarte.
Justo al cerrar la puerta suspiraste con fuerza dejando salir todo el aire de tus pulmones, esa mañana fue realmente agotadora.
Ya todo había terminado. Ya podías ir a tu casa, tomar un baño y relajarte sin que nadie te lo impidiera, o eso pensabas tú.
Abriste tus ojos tanto como pudiste cuando notaste la mirada ámbar de Ryuga mirándote tranquilamente. Estaba sentando a un lado de la puerta con las piernas estiradas como si esa fuera su casa mientras aparentemente jugaba con su teléfono.
Ambos se miraban como si trataran de descifrar la mirada del otro, y tú pensabas
¿No se supone que este chico ya se debió de haber ido?
Él se te quedo viendo como su estuviera analizándote, la misma mirada que tenía en el restaurant la primera vez que lo viste, luego sonrió tontamente, tú te quedaste algo extrañado, ¿qué demonios le sucedía a ese chico?
-¿Qué haces aquí todavía?- preguntaste mirando cómo se levantaba del suelo, sacudió un poco sus pantalones y arreglaba su chaqueta.
-¿Acoso no puedo esperar a mi Sensei favorito?…- dijo colocando las manos detrás de su espalda mientras tenía aún esa sonrisa tonta de “Soy un angelito” cuando su apariencia daba a demostrar lo contrario.
-¿Y crees que voy a creerme ese cuento absurdo?- lo miraste arqueando una ceja y cruzando tus brazos.
-¿Alguna vez le han dicho que se ve muy sexy cuando hace eso?- dijo el chico acercándose un poco más a ti.
Ok, ahora si estabas preocupado, tu propio alumno estaba tratando de coquetear contigo.
Este día se pone cada vez mas raro.
Contunuara.... ewe