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Mi Profesor Favorito [Ryuga x Kyoya] por Midori-Hikari1312

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Notas del capitulo:

Se los juro, no es que no haya querido actualizar o por qué no hubiera tenido listo el capítulo que seguía  :v

 

Lo que pasó es que me fui de viaje en semana santa y no puede actualizar esa semana, y cuando llegue me encontré con la maravillosa noticia de que no tenía internet en mi casa :v

 

Vivo en Venezuela, que esperaban :’v~

 

Por eso es que no pude actualizar, Sorry u_u

 

Saben que los amo, y ustedes además saben cómo me pongo de dramática cuando no les actualizo a tiempo :’v

 

Puta vida :’v

 

Sin más, espero que les guste el capítulo que les traigo hoy c’:

 

Para compensarlo, a las personas que les gusta el Stony:

 

Steve Rogers (Capitán América) x Anthony Stark (Iron Man)

 

Escribí también un fanfic de ellos ya que no tenía nada que hacer al no tener internet :’v

 

Espero les guste también  owo <3

 

Lo subiré justo después de que suba este capítulo

Los amo C’:

 

Y pueden leer :’D

 

Perdón por errores ortográficos u_u

Estabas molesto, muy molesto.

 

Por estar charlando con un chico en el café a la esquina de tu casa, terminaste llegando tarde al instituto donde das tus clases.

 

No culpas al chico, la conversación se estaba volviendo entretenida y perdiste la noción del tiempo. Al llegar, el director del instituto, que sabes que es famoso por su mal genio, te dio un regaño que duro al menos 10 minutos por tu pequeño retraso, te dio un sinfín de sermones sobre cómo era posible que un profesor llegaba tarde a una reunión, y para colmo, frente al representante de un alumno que, según te habían informado, te tocaba hacerte cargo durante el año, principalmente por ser un chico problemático.

 

Una de las razones por la que lo dejaron entrar en lainstitución fue porque, al parecer, el chico era un genio. Su única falla era su muy mal comportamiento. Y la otra razón era porque el padre del muchacho era uno de los empresarios más importantes en muchas partes del país y ayudaba en gran parte con los bienes de la zona educativa del instituto, por lo que no podía ser rechazado por el bien de la reputación de la prepa y del director.

 

Después de pasar por todo eso y todo ya se había calmado un poco, te diste cuenta que el libro que mucho te había costado conseguir lo habías dejado con ese chico en el café. Desde de que uno de tus compañeros de trabajo te habló del libro estuviste encantado y sabías que debías tenerlo enseguida en tus manos, y no podías esperar a que tu amigo terminara de leer, eres un profesor de literatura, por supuesto que amas los libros.

 

Pero como el mundo es tan cruel, estás seguro de que no volverás a ver al chico más nunca en tu vida, por lo que te tocará volver a romperte la espalda trabajando para conseguir nuevamente el  libro, mientras tanto, te quedarás con la intriga de saber que sucedería a continuación con el extraño protagonista.

 

Volviendo de nuevo al presente, después de prometerle al director que jamás volvería a pasar algo como con eso, él te dijo que debían esperar a que el estudiante llegara también a la institución. Eso no te gusto para nada. Aparte de soportar el regaño por sólo llegar unos pocos minutos tarde , la mirada de desaprobación del representante del alumno que debías cuidar  y perder tu libro favorito que tanto trabajo te costó encontrar… ¿También debías esperar a que el chico llegara?

 

¡Eso era el colmo!

 

Iban pasando minuto tras minuto y tú cada vez estabas más molesto. Te consideras una persona muy paciente, ¡pero estar hay parado como un idiota en la oficina del directo esperando a un chico mala-conducta durante más de una hora no te trasmitía felicidad!

 

Incluso maldecías al chico entre dientes lo más bajo que podías y el deseo de saber qué clase de imbécil tenías que cuidar te estaba volviendo loco, querías saber si el chico lograba salvarse de su primera y posiblemente última falta en la institución.

 

Trascurrieron unos 15 minutos más, una hora y 28 minutos en total era lo que habías esperado, y la puerta de la habitación se abrió al fin. Tú estabas recostado en la pared a un lado de la puerta por lo que no podías ver la cara de la persona que estaba ahí, así que no sabías con exactitud si era el chico que esperaban o no.

 

-¿¡Qué son estas horas de llegada!? ¡Sabes lo ocupado que estoy con el trabajo y lo mucho que me cuesta hacer espacio para venir a tu escuela! ¿¡Y te atreves a llegar a esta hora!?- comenzó a decir el hombre sentado al frente del directo y fue allí donde tus dudas fueron aclaradas, si era tu alumno.

 

Cuando éste entró completamente a la habitación te quedaste pasmado al ver el mismo chico que hace unas horas estaba contigo en el café llegando como si no hubiera tenía hora y media de retraso en su inscripción a la preparatoria.

 

-¡Tú…!- no pudiste contener el asombro de verlo de nuevo cuando pensaste nuca más hacerlo, y ese sentimiento se mezcló con el enojo de tenerte esperando junto a esos dos tanto tiempo. Él se volteó lentamente hacia ti mirándote también un poco asombrado.

 

-Tú…-susurro levemente sonriendo tontamente, parecía muy feliz y eso era lo que no entendías.

 

-¿Se conocen?- preguntó el padre de Ryuga.

 

-Es una larga historia- dijeron los dos al mismo tiempo, Ryuga volteó a verte, sonrió levemente y tú desviaste la mirada, realmente no querías verlo después de todo lo que has pasado sólo en un par de horas.

 

-No tengo tiempo para escucharla, así que comencemos con esto para terminarlo lo más rápido que podamos- exigió el padre del chico. Analizándolo bien, el hombre no se parecía mucho a Ryuga, su cabello era casi igual, peinado hacia arriba y no era muy largo, además era color castaño oscuro. De su frente colgaba un mechón de cabello color amarillo que, extrañamente, solía peinar constantemente, su mirada era seria, sus ojos eran pequeños y finos como los de su hijo y se podía apreciar el color violeta de los mismos debajo de sus gafas. Ryuga no era idéntico a él, pero se podían notar ciertos rasgos que ambos compartían. Ahora, si hablamos de la personalidad, Ryuga parecía todo un rebelde y revoltoso chico que aprovecha al máximo el ser menor de edad para salirse con la suya, y que sólo quiere llamar la atención de su padre que lo único que le interesa el trabajo. Y el padre, un hombre de negocios evidentemente muy ocupado, que imponía respeto y parecía un ser elegante y correcto, pero no muy concentrado en asuntos que no fuesen su trabajo. Completamente opuestos en ese sentido.

 

Durante todo lo que iba de la reunión, el hombre estuvo hablando por teléfono. La mayoría de las preguntas las tuvo que responder el hijo, lo cual no debería ser, y además logrando que el director dudara de si hacerle caso o no al muchacho, ya que no daba buena espina, cualquier persona decente no miraría de la forma que lo hizo a la chica en el café, y mucho menos en compañía. Pero al final si terminaron de hacer el formulario.

 

-Padre- llamó Ryuga visiblemente fastidiado ya que el 90% de la conversación pareciera que el padre no tuvo interés alguno en la inscripción de su hijo mientras hablaba muy enojado por el teléfono. El chico volvió a llamarlo un par de veces más hasta que el hombre le prestó atención.

 

-Espera un momento…- dijo al teléfono y luego miro a Ryuga- ¿Qué sucede?- dijo rápidamente.

 

-Señor, necesitamos que lea bien estos formularios y firme para saber si está de acuerdo con todos  nuestros requisitos- explico el director.

 

-Te llamo después- dijo para luego alejar el teléfono de su oreja y tomar el papel entre sus manos. El hombre leyó al menos las primeras tres líneas antes de firmar cómo si supiera a la perfección que decía el papel. Tú estabas calladito de unos cuantos pasos detrás de Ryuga tratando de congeniar el cómo un padre podía ser tan ignorante con los asuntos de su hijo.

 

-Ok…- dijo el director extrañado- Bueno Señor, como bien usted sabe, la única manera de que su hijo pueda estudiar en esta institución es que tenga un adulto supervisándolo en toda su estadía aquí…- dio una leve pausa dándote una corta mirada y tú te colocaste al lado de Ryuga que sólo te miro unos segundo y volvía a mirar a cualquier logar de la habitación, parecía molesto.

 

-Eso ya yo lo sé- dijo el hombre con el mismo porte serio del chico.

 

-Lo sabemos, pero el chico aún no lo sabe- continuó el director- Hemos elegido al Sr. Tategami para que se encargue de esa tarea- padre e hijo en sincronía voltearon a verte, Ryuga parecía muy emocionado, sus ojos brillaban aunque su rostro demostraba un asombro contenido, y el padre te miraba con desaprobación aún.

 

- ¿Está seguro que éste chico puede responsabilizarse de mi hijo sin perjudicarlo?- dijo el padre viendo al director.

 

¡¿Está loco acaso?! ¡¿Qué acoso no vio a su propio hijo?! Según tienes entendido el que podría salir perjudicado serías tú por su mala conducta. Incluso estaba en riesgo tú trabajo. Era una locura.

 

Pero bueno, después de todo tú fuiste el que se ofreció a hacerlo, no es momento para arrepentirse.

 

Definitivamente las cosas en ese lugar comenzaran a cambiar a partir de ahora.

Notas finales:

¿Qué les pareció? *^*

 

¿Les gustó? Owo

 

 ¿Fue muy corto? QwQ

 

 Por favor díganme algo :’v

 

 Sabes que los quiero y tratare de actualizar como les dije al principio cada semana <3

 

Gracias por leer y esperarme tanto tiempo qwq

 

 Espero sus Reviews*Q*

 

 Nos vemos >wo

 

 Besos <3


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