Era feliz en su matrimonio, contaba con todo para serlo una hermosa y amplia casa en una zona exclusiva. Cada cosa que quiere lo puede tener. Y lo que más quiere en la vida su pequeño de tres años. Pero el problema era su marido. El mismo demonio a ojos de muchos.
Un exitoso abogado. Si había algo de lo que se quejara Kibum era de eso de su marido. Minho, el hombre tenía un poco de mal genio, nunca fue tierno a lo largo de su joven matrimonio. Y como serlo si su matrimonio fue arreglado. Ellos jamás hablaron si no hasta su boda donde se juraron amor eterno ante un completo desconocido.
Lo extraño que resulta ser la vida. Ya que desde hace tres años recibe cartas de un extraño. Cartas llenar de poesía, versos verdaderamente hermosos, que le han devuelto la alegría.
¿Quién te escribía a ti versos? Dime niño ¿Quién era?
Quien te mandaba flores todos los meses.
Con amor las recibes, como siempre sin tarjeta.
Te manda a ti un ramo de rosas
A veces sueña a veces se imagina, como será aquel que tanto le quiere, que tanto le estima. Será más bien hombre alto, moreno de enormes ojos y fuerte figura. Kibum siempre reía por que siempre parecía estar describiendo a Minho. Solo que diferente, con ternura en sus manos, con una hermosa mirada y flamante carisma.
¿Quién será el?
¿Quién podrá ser su amor secreto?
El rubio siempre miraba las cartas guardadas en un pequeño cofre. Podría perderse en aquellas palabras.”… Tardé una hora en conocerte y solo un minuto en enamorarme. Pero me llevará toda una vida lograr olvidarte rubio de ojos felino…gatito…”, ese apodo que podía escucharlo como un susurro. Podía leerlas todos los días.
Las guarda rápidamente al escuchar a Minho subir a la habitación.-Kibum, el bebe está llorando.
Kibum quien no sabe nada, mira a su marido y luego se calla.
Minho lo ve salir. Y mira fijamente aquel cofre, su cara de pronto se figura seria y una triste sonrisa se figura en sus labios. Aun que como el frio hombre que es la oculta de inmediato.
¿Quién te escribía a ti versos? Dime niño ¿Quién era?
Quien te manda flores todos los meses.
Con amor las recibes, como siempre sin tarjeta.
Te mandaba a ti un ramo de rosas.
Cada tarde al volver Minho cansado del trabajo va y lo mira de reojo. Siempre aun que el rubio no lo ve aquellos enormes ojos lo miran, cada que aquellas flores llegan cada verso que lee una y otra vez, y aquella acorazada sonrisa.
Pero Minho No dice nada porque él lo sabe todo.
Porque él es quien le escribe versos. El es su amante, su amor secreto.
Y es que por su trabajo y en el ambiente en el que se desenvuelve, no puede permitirse debilidades. Y Kibum es su mayor debilidad. Si las personas y sus enemigos en especial, ven que el rubio le importa más que su propia vida. Seguro buscarían hacerle daño.
Que alguien le diga cómo no enamorase de ese delicado y hermoso rubio de mirada felina y acorazados labios. Desde la primera vez que lo vio lo amo. En ese preciso momento pudo tirarse y ofrecerle su vida. Pero se podía permitir eso. No podía ponerlo en riesgo. Por eso siempre le escribe poesía, solo para él, solo a Kibum, solo a su gatito.
¿Quién te escribe a ti versos? Dime gatito ¿Dime quién es?
Quien te manda flores todos los meses.
Y Con amor los recibes.
Yo soy quien Te mando un ramo de rosas.