Capítulo 1
Hola mi nombre es Furihata Kouki y yo soy un pirata, es probable que se pregunten porqué y el cómo todo empezó. Fue el dia de mi cumpleaños, mis padres, hermanos y amigos estábamos celebrando en el barco de mi papá un comerciante todo estaba bien la fiesta era muy vivida hasta que todo salió mal.
Pov. Kouki & narrador
- Quiero agradecerles a todos por estar aquí – dije mientras no paraba de temblar, los nervios me comían cada vez que hablaba en público. Me alegraba mirar a mi familia y a nuestros amigos. Mis hermanos se llaman Sakurai y Yukio siempre fuimos muy unidos aunque en realidad no somos hermanos de sangre, ellos eran hijos de unos tíos míos que murieron cuando su barco naufragó, mis papas se encargaron de ellos y se convirtieron en mis hermanos. Todos somos muy diferentes, Yukio tiene un carácter fuerte, Sakurai es muy amable aunque también muy disculpón mientras yo soy muy normal, las personas del puerto no dejaban de llamarme chihuahua (aunque no me gustara), yo era el tímido del grupo. Solo había una cosa que todos teníamos en común… ser donceles.
Nosotros trabajamos en las importaciones con papá desde que tenemos memoria, y aun peleamos para ver quién iba a navegar el barco. En realidad Yukio era el mejor en el trabajo (timón) mientras Sakurai era el mejor vigía de la tripulación y yo era el de casos especiales por llamarlo así, papá decía que yo tenía un quinto sentido para encontrar el preciso lugar para encontrar la mejor pesca y recursos. Miraba a mis tíos pelear por una tarta que Yo había guardado con mucho esmero, también mire a una tía vomitando y maldiciendo porque el barco no dejaba de dar vueltas según ella. Las reuniones familiares siempre eran muy divertidas siempre había alguien que peleaba por cosas sin sentido.
Mis hermanos y yo decidimos ir a un lugar más privado, era rutina siempre escabullirse de la fiesta para comer pastel que se suponía que aún no tenía que ser partido. Todo iba bien hasta que un escalofrío recorrió mi espalda, mis hermanos le llamaba instintos de chihuahua pero todos sabíamos que nunca fallaban y cada vez me estaba preocupando más. Algo en mi mente me decía que mirara al horizonte y así lo hice, a la distancia pude visualizar otro barco pero no parecía un barco de pesca.
- O oigan chicos ese no es otro barco – pregunte, la cara de Yukio se des configuro parecía como si hubiera visto un fantasma. Le puse más atención al barco y pude mirar que tenían cañones pero parecía a un barco de la armada tenían una bandera negra y todos nosotros sabíamos lo que se significaba “Piratas” Yukio no dudó en gritarlo a todo volumen.
Papa empezó a dirigir el barco a babor para intentar escapar de ellos, pero era notorio que el otro barco era mucho más rápido que el de nosotros en cuestión de segundos ya lo teníamos a un lado. Un estruendo sonó en todo el barco, estaban atacandonos, no teníamos tiempo de escapar teníamos que enfrentarnos cara a cara nosotros agarramos las pistolas y las espadas miraba como mis tíos peleaban con furia para proteger a mis tías y mis primas que apenas tenían entre siete años. Yo peleaba con una pistola y una espada, en eso se podría decir que era el mejor entre nosotros todo gracias a los entrenamientos de mi abuelo que estuvo en la armada en su juventud. Yukio peleaba con una espada e era muy habilidoso con ella y Sakurai disparaba con una escopeta desde arriba donde tenía el mejor rango de tiro. Los piratas no eran muy habilidosos, mis tíos y nosotros los vencíamos con facilidad, era muy difícil recargar al pelear. Todo iba bien hasta que no enfrentamos a ellos, parecían de nuestra edad, ellos dejaron fuera de combate a mis tíos en cuestión de segundos.
Tenía enfrente a un pelirrojo, por las ropas él debía ser el capitán, la diferencia de tamaños no era mucha pero su forma de pelear era muy rápida hasta cierto punto elegante. Sus ojos eran profundos que me dejaban temblando, me frustraba que cada vez que atacaba e me esquivaba con facilidad era obvio que no estaba peleando en serio.
- Ehhh con que si se pueden defender – dijo en tono burlón mientras esquivaba mis estocadas y me tomaba por el brazo, yo lo tenía planeado estaba a punto de dispararle si no fuera por su otra mano que tomaba mi pistola en cuestión de segundos yo ya estaba en el suelo inmóvil.
- ¡¡¡Kouki!!! – grito Sakurai mientras se bajaba para intentar ayudarme, no alcance a advertirle que lo iban a atacar por detrás cuando ya lo tenían sujeto de las manos por la espalda. Pude mirar como un moreno alto dejó a Sakurai inconsciente de un golpe en el cuello intente acércame a ayudarle pero mi opresor no me lo permitía.
- ¡¡Furi!! ¡¡Ryo!! – grito pero un rubio lo tenía agarrado de los brazos, entonces todo se volvió oscuridad, podía escuchar los gritos de Yukio que cada vez se hacían más distantes hasta que todo se quedó en silencio.
Pov. Aomine
Hoy es día de cacería y Akashi ya tenía buen barco en la mira, al parecer era un barco de importaciones y parecía que acababan de cargar. Los del barco se dieron cuenta de nuestra presciencia muy rápido pero aun así nuestro barco era mucho más rápido. En cuestión de minutos ya los teníamos a un lado como pensé de seguro Akashi tenía el timón. Midorima estuvo encargado de estabilizar el barco para que Akashi saltara al otro barco, era extraño con los otros barcos, nuestra tripulación los saciaba en segundos pero podíamos escuchar los disparos y el sonido de las espadas chocando unas contra otras.
Como iba corriendo más y más hombres iban cayendo y pude mirar como tres chicos peleaban como fieras, el que estaba a gran altura me llamó mucho la atención porque cada vez que disparaba él se disculpaba, no sabía si eso era interesante o gracioso solamente. De repente el chico se bajó gritando el nombre de otro castaño que estaba en el piso preso de las garras de Akashi, la idea que ellos tuvieran algo hizo que me enfureciera sin ningún motivo.
- P Pero qué demonios estoy pensando – me dije a mi mismo para colarme detrás de él y dejarlo inconsciente con un golpe suave en el cuello. Cuando ya lo tenía en los brazos me di cuenta que era muy pequeño que hasta parecía que era un doncel. Descarte la posibilidad porque todos sabían que en ningún lugar las personas les enseñaban a los donceles a disparar.
Kise estaba muy ocupado con un chico de ojos azules que manejaba la espada con una sola mano mientras tiraba puñetazos con la otra. Pero cuando menos lo pensó Kise ya lo estaba atacando de la misma manera, el azabache parecía desconcertado pero con un “no es tu estilo” y una patada voladora que le propino lo dejo en el piso si un hubiera sido porque Kise esquivo la espada ya estaría muerto. Con un movimiento mío le quitó la espada y lo tomó por los brazos para que no escapara, el pelinegro no dejaba de llamar a un tal Ryo y a otro que se llamaba Furi.
- Qué hacemos con ellos – le pregunté a Akashi que cargaba en los brazos a un castaño con mucha delicadeza que nos sorprendió.
- Hoy hemos perdido muchos hombres, ellos tendrán que reemplazarlos – dijo refiriéndose a los tres chicos. El barco no estaba tan cargado como pensamos en vez encontramos que estaban celebrando el cumpleaños de alguien. No pude evitar sentirme mal.
- ¡No se los lleven!! – Gritaba un hombre – ¡¡son mis hijos!! – decía mientras se interponía en el camino de Akashi. De un solo golpe el señor quedó inconsciente, unos planeaba echarlo por la borda pero Akashi se los impidió diciendo “el hombre hoy perdió sus hijos, no somos tan bajos como para matarlo” era cierto que eran piratas pero todos tenían sus razones para serlo. Las mujeres y los donceles nos miraban con curiosidad, ellos pensaban que éramos unos monstruos que los lastimariamos de formas repugnantes como las personas del pueblo de seguro decían.
Ya habían pasado un par de horas y los chicos aun no despertaban, uno ya se empezaba a despertar y para mi sorpresa era el castaño disculpó – Akashi ya están despertando – le avise al capitán que estaba sentado en una silla con los ojos cerrados al parecer él también se había cansado de esperar.
- Traiganlos – dijo mientras yo levantaba a los dos castaños con mucho cuidado mientras Kise levantaba al pelinegro que empezaba a moverse despertando. Una vez que se dio cuenta que estaba en los brazos de Kise (estilo princesa) empezó a darle golpes mientras se intentaba zafar de sus agarre. Los reproches despertaron al otro castaño que empezó a despertarse. - ¡Silencio! – grito todos por reflejo nos pusimos rectos y el pelinegro dejó de protestar.
- Q Qué hicieron con mis padres – dijo el castaño disculpon como yo lo llamaba. – todos están bien – dije mientras los bajaba al piso y quedaban de rodillas enfrente de Akashi que no dejaba de mirar al otro castaño que temblaba como un chihuahua enfrente de un león. No pude evitar reírme por mis pensamientos pero me callé inmediatamente después de sufrir una mirada de persuasión del emperador.
Ahora la pregunta era que les esperaba a estos donceles….
Continuará….
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