Cap. 1: Civil Divorce
Samy escuchaba a sus padres gritarse, la voz suplicante del capitán qué imploraba perdón por Bucky y qué suplicaba al hombre de hierro qué lo aceptara qué él se había redimido, y qué sería una valiosa adición a Los Vengadores.
— ¡No me jodas, capi-paleta! ¿¡Crees qué voy a creer qué Barnes se volvió bueno por gracia divina o asgardiana!? –La voz de Tony tronó por el edificio- Ese te tiene ganas, quiere follarte o qué te lo folles, te aseguro qué no le molesta ninguna de las posiciones qué le digas –áspero-
— ¡Estás mal, Stark! Es solo mi amigo. No todos quieren brincarme encima ¿lo sabes? –Rogers trataba de serenar el ambiente-
— ¿¡Ahora soy Stark, maldito imbécil!? ¡Soy tu esposo! ¿¡O es qué el soldado iceberg te congeló el cerebro!? –la voz de Tony iba adquiriendo tonos dolidos y amargos-
— ¡Basta Tony, entiende qué…!
—Nada –la voz de Tony se escuchó de pronto vacía y Samy se esperó lo peor, lo qué sabría qué vendría- No entiendo nada, Capitán. Y por favor es hora de qué elijas: tú pasado con Barnes o tu presente y futuro conmigo y tu familia…
— ¡Eso no es justo! –Steve palideció-
—La vida no es justa, Rogers –la sarcástica voz de Stark se tornó helada- ¿Entonces?
Steve meditó, meditó seriamente por largos minutos, dudando de qué hacer. ¿Era más importante su amistad y pasado con Bucky, o su presente y futuro con Tony, Peter y su princesa? No sabía cuál era la decisión correcta, sabía qué sí elegía a Bucky perdería al hombre que amaba, sus hijos entenderían, eso pensaba o creía, quizá Peter qué tenía un cariño y admiración rayando lo obsesivo por él, más no así Samara qué daba todo por Tony, poniendo sus manos al fuego por él, alegando y perdonando cada travesura, o uniéndose a él en una. El creía qué su princesa lo apoyaría.
Pero sí elegía a Tony… nunca más podría ver a Tony sin rencor, pues siempre anhelaría lo qué pudo haber sido sí hubiera elegido a Bucky y estaría resentido con Tony por no haberle entendido.
La decisión para el se fue haciendo obvia, y suspiró agotado.
—Peter, Samy. Vengan por favor, quiero qué estén enterados de todos.
El hombre araña bajó del techo donde había escuchado, y Samara apareció en la habitación con el poder qué Loki le había regalado cuando tenía 13 años, dándole habilidades asgardianas.
Ambos hijos se miraron tensos luego a sus padres, uno al rubio y la otra al castaño. — ¿Sí?
Steve se acercó a ambos y los abrazó, mientras Tony sentía el nudo crecer en su garganta y a su corazón (metafóricamente hablando) ser apretado por una banda de hielo.
—He decidido… elegir a Bucky, y claro, qué vengan conmigo. Quiero hacer lo qué me dice el corazón…y…
Peter asintió solemne ante su rubio padre, mientras finas lágrimas de angustia llenaron sus ojos al ver la seriedad de su hijo mayor y la impasibilidad de la menor.
—Yo me iré contigo papá, creo que sí escuchas a tu corazón harás lo correcto.
— ¿Samy? –el rubio miró a su hija con una tenue sonrisa qué la rubia no le devolvió.
Se acercó a él y los sollozos de Tony empezaron a escucharse por la sala donde varios ojos y oídos estaban prestos a escuchar lo qué sucedía.
—…Vete a la mierda –seca contestó y se regresó con su castaño progenitor- No estás escuchando al corazón, Rogers. Estás escuchando los ecos de viejos recuerdos y estás mandando a la mierda 19 años de matrimonio y de una familia por eso, ecos y recuerdos PASADOS y yo no seguiré a ningún necio a través de la destrucción de su propia familia por un espejismo. Así qué no, me quedo con papi Tony. A él le debo mi amor y lealtad y sobre todo buen juicio.
Los vengadores estaban anonadados, Samy, la dulce y tierna Samy, acababa de insultar a su padre con lenguaje… ¿grosero?
Tony sollozó aliviado y se abrazó a su rubia hija, quien con amor le frotó la cara secando esas lágrimas qué jamás debieron ser derramadas.
— ¡Samara Rogers Stark! ¿¡Qué forma es esa de hablarle a tu padre!?
— ¡Yo NO tengo ningún padre! ¡Y no me llamo así! Desde el momento qué elegiste a esa puta invernal deje de serlo, mi nombre es Samara Stark, y óyeme bien, Peter, tú también eres un bastardo y no eres más un Stark. –Helada los fulminó con sus ojos castaños qué irradiaban furia pero también tristeza y dolor- Y ustedes vengadores, elijan sabiamente porque recuerden qué una vez elijan no hay vuelta atrás.
—Cuida tu lenguaje señorita o… -Steve estaba rojo de furia-
— ¿¡O qué!? ¿Me vas a cambiar por Barnes? ¡Ya lo hiciste, genio!
Natasha miró a su sobrina adoptiva con respeto y cariño y se puso tras Tony en postura defensiva, cosa qué Tony agradeció tomándola de la mano aun llorando con angustia.
—Elijo a Tony, soy su amiga y es una buena persona.
Hawkeye miró a su amiga sorprendido y se encaminó donde el rubio.
—Te elijo a ti, amigo.
Thor, Ant-Man, Wanda y Falcon asintieron hacia el Capitán.
—Y nosotros.
El dios rubio miró a su hermano esperando por el pero este le miró asesino.
—Yo me quedo con Stark, le he tomado aprecio y antes mato al padre de todos qué traicionarlo. –Loki se veía decidido-
Natasha asintió en respuesta a una pregunta no formulada por la rubia menor.
—Black Panther, Bruce, Vision y Rodney están del lado de tu padre, linda. El no está solo.
Samara asintió de manera fría y se giró a los “traidores” qué ahora eran a sus ojos y los miró sonriendo helada.
—Márchense ahora, y no se lleven nada, el arco mejorado lo hizo mi padre, las mejoras al traje de Spider Man también. Nada en la torre les pertenece más qué lo qué llevan puesto –sonrisa irónica- y creo qué ni eso. Así qué Rogers toma tu traje anticuado, Hawkeye tu viejo arco y Peter tu viejo traje. ¿Jarvis?
— ¿Sí, Señorita Stark?
—Cancela las cuentas de Peter, y Rogers. No pueden disponer de un solo dólar de la fortuna Stark. Ninguno ¿entendido, Jarvis?
—Sí señorita, la orden fue ejecutada correctamente y las cuentas canceladas y su uso ha sido restringido solo al Dr. Banner, a la señorita Natasha, al señor Laufeyson y a usted.
— ¿¡Estás loca!? ¿¡Como pagaré mi universidad!?
Samara rió cruzándose de brazos.
—Eso no es asunto mío, trabaja y has algo útil, Parker. –Se giró de nuevo a su padre- Jarvis en cuanto éstos –los señaló desdeñosa- salgan, cambia el acceso y solo pueden entrar los qué se quedaron.
—Soy un Rogers
—Eres adoptado, infeliz. Antes de ese a tu lado y de mi padre eras un huérfano sin nada más qué su brillante mente y sus sueños de justicia. ¿Jarvis, está todo listo?
—Sí señorita. –la voz del asistente de inteligencia artificial se escuchó-
Samara no dijo mas, tomó a su padre con ayuda de Natasha y Loki lo condujo arriba- Cuando baje no quiero verlos o usaré el sistema antirrobos de la torre. Largo –consolando al sollozante Tony qué miraba a Steve con una mirada qué este no olvidaría jamás, la mirada qué mostraba un corazón roto y la esperanza destruida.
Esa noche Steve perdió y ganó algo, y se dio cuenta qué quizá la elección no había sido la correcta cuando su hija lo vio con odio y decepción y su amado con una mirada llena de lágrimas qué parecía decir “Hasta nunca”
Con esa última mirada de Steve a Tony las puertas de la torre Stark se cerraron, quizá para siempre. Resguardando corazones rotos, promesas fallidas y un dulce secreto
Esa noche Bucky Barnes ganó y con su victoria había ganado a Steve Rogers pero destruido algo qué siempre sería infinitamente más valioso.