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PIEDRITA DE VERDAD por Tania Frost

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Notas del fanfic:

subire la mitad esta vez por que no me deja subir el resto la pagina.

Jazz y vika si lo leen espero que esten orgullosas de mi. XD

Notas del capitulo:

PASEN Y LEAN XD

CAPITULO 1:

REPLAY

 

Thor estaba festejando con sus compañeros, amigos, hermanos del alma “los vengadores” por su más reciente victoria de batalla, la derrota de ultron. A pesar de los problemas y conflictos después de la gran y problemática lucha y la falta de cierto amigo verdoso fortachón, con los muy ya conocidos problemas de ira, querían “festejar” por su gran hazaña. Además, cada vengador tendría que irse por su lado después de esa noche, para volver a reunirse en otra ocasión cuando el mundo los necesitara más.

Todos se reían y hablaban, entre ellos no solo estaban “los héroes más poderosos del mundo” sino gente también importante, políticos, empresarios, algunos famosos y por supuesto personas de más del alta… lambiscones… pero sin embargo sabían cómo convivir y animar la reunión con sus anécdotas y platicas que no tenían que ver con nada del otro mundo ayudando a nuestros héroes a relajarse y despejar sus mentes del desastroso invento que casi cuesta la vida del planeta.

Tony se levanto de su asiento y con un cubierto hizo tintinar una copa de cristal, todo el mundo callo para ver lo que el famoso genio Iron-man tenía que decir.

Se aclaro la garganta antes de hablar.

-bueno, primero tengo que decir, que gusto que estén todos aquí presentes. Espero que después de lo sucedido no piensen que algo así volverá a suceder, porque les aseguro que no pasara…-

-¡nosotros nos encargaremos de eso!- grito Natacha desde el bar interrumpiendo a Tony y llamando la atención de todos en el salón.

-¡Sí! Por eso mismo no volverá a pasar… gracias Natacha- dijo regalándole una sonrisa irónica y molesta a la agente, esta solo respondió en confirmación levantando la copa hasta la altura de sus ojos para luego posarla en sus labios tomando un poco del vino.

-bueno… ¿Por dónde iba?.. ¡A, sí!... me gustaría agradecer a mi equipo por el gran trabajo y esfuerzo que demostraron en el campo de batalla. Esta fue en su parte, una muy complicada de resolver… fue difícil, pero no imposible. Se podría decir que después de lo del Asgardiano Loki o como yo le digo el “cuernitos” (sin ofender Thor) no habíamos tenido algo tan complicado en la carrera de ser Vengador. Aquí nosotros nos tomamos muy enserio las cosas y aunque al principio nos costó entendernos, supimos como manejar los problemas que se nos presentaron. Más que compañeros y amigos, yo diría que somos más como una familia. Esta el hermano extraño que parece vivir en otro mundo (Thor hablo de ti), está el hermano pequeño y consentido (le golas), el hermano mayor que siempre es el ejemplo de seguir y líder (capi-paleta), el tío con un gran temperamento (que por desgracia no está aquí) y la tía estricta poco sonriente (Nata)… pero quiero decirles que a pesar de todo, estuvieron cuando el mundo más los necesitaba y cuando yo los necesitaba (me regañaron) y quiero darle las gracias a todos porque sin ustedes esto sería imposible y el mundo hubiera estallado de tanto metal tecnológico (aclaro no fue mi culpa)- Tony alzo la copa y brindo- así que… ¡por los vengadores!-

¡Por los vengadores!

Se escucho el choque de las copas por todo el lugar.

-y que ninguna fuerza del mal acabe con los héroes más poderoso del planeta- finalizo Tony su discurso bebiendo el contenido, los demás lo siguieron.

*~*

Afuera  en el espacio en una estrella apagada desde hace dos siglos, se encontraba una chica de cabello purpura corto con los flecos largos, ojos verdes inhumanos, y una piel lechosa que a leguas se podía visualizar. Ella usaba ropa de cuero, sus colores eran purpura, verde, negro y rastros de rosa pálido con un estilo punk, vitage y se podría decir que algo futurista, atrás de la chaqueta de manga larga se visualizaba un gran corazón de neblina verde haciéndonos entender que se podría tratar de una bruja.

Se encontraba pintando unos grafitis en una pared que al parecer le pertenecía a una casa del barrio bajo, arriba de unas cajas usaba magia helada de su mano para escribir algo que se leía como: Hanir estuvo aquí

Significaba: Hanir estuvo aquí

La chica reía ante su cometido. Salto del cajón y corrió cuando escucho a la señora alienígena salir gritando maldiciones a ella. Uno no siempre tiene el honor de entrar en una estrella prohibida para desterrados y salir de él sin ninguna consecuencia.

Saco una piedra del infinito que era desconocida hasta para el mismísimo Heimdall de celeste y un agujero de gusano apareció, ella salto en él y desapareció.

 

Las estrellas tintinaban en el infinito del espacio.

Hanir estaba sentada en un bar espacial tomando un coctel de pulpos uparían con un toque de fresas artificiales venido directamente de la tierra. Ella estaba en su propio mundo ignorando el aroma apestoso que era una combinación de basura Uraliana, desechos tóxicos altamente concentrados, humo de gasolinera estelar, cervezas de troncos aromáticos de amazonia junto con el perfume natural de todos ellos combinados con sudor extraterrestre… SIP era un asco… pero ya estaba acostumbrada al hedor de ese bar tan recurrente para criminales intergalácticos que se podría decir que ella también combinaba su aroma con ese lugar. Un toque de sherry barato junto a sudor, adrenalina y un toque agridulce que se impregnaba en ella por el humo de petróleo (cigarro) y las cervezas de amazonia. Ella también se consideraba un asco en algunos momentos.

Tomo otro sorbo de su coctel mientras viajaba al pasado y el único momento que se repetía siempre era el mismo.

-¿otra vez te metiste en problemas?- pregunto el bardero acercándose mientras limpiaba una copa. Era un hombre alto, de test morena, ojos claros y con solo tres matas de cabello.

El hombre-alienígena de nombre Hill sabia quien era Hanir, de donde venia, e incluso cuando se metía en problemas… a final de cuentas o por muy ridículo que sea, la chica Asgardiana siempre le pasaba sus problemas pagando los platos rotos. En pocas palabras pagar sus fianzas cuando se metía en problemas. Ya le debía mucho dinero y ya tenía un tiempo plazo, tenía siempre que pedir prestado o adelanto de su paga para poder pagar por las travesuras de la chica y su jefe se estaba impacientando por su dinero y él era alguien de temer. La fecha limite estaba por terminar y ella apenas llevaba un poco más de la mitad. Hanir se la pasaba robando y vendiendo las chucherías hurtadas de planeta en planeta para pagar su fianza y de esa manera es como siempre terminaba bajo las rejas, luego Hill siempre iba a buscarla, pagaba la fianza y Hanir se volvía a endeudar.

Ya llevaba mucho tiempo subida en la rueda de la fortuna y a beses subía y bajaba, depende la situación. Pero ya estaba tan acostumbrada que se había vuelto más que solo rutina, como si ya fuera parte de su vida pagarle a un desconocido por medio de un  bardero que hacia ricos cocteles de fresa. Y aunque costara creerlo ya se había encariñado aunque sea un poco de Hill, el cual sabía que la veía como un camarada más.

Hanir se rio entre nariz, subió la mirada y trono los dientes.

-¿Qué, acaso ahora, aparte de hacer ricos cocteles eres psíquico?- Hill le respondió con una sonrisa.

-no, es solo que cuando vienes, te distraes y tu mirada se pierde en el infinito de la mesa… la verdad llegas insultándome por no limpiar este basurero y terminas maldiciendo a mi raza- dijo haciendo dramatismo con su voz.

-¿acaso no puedo estar de buen humor?- respondió Hanir haciendo gestos con la boca analizando la manera de responder sin ofender o contestar con sus ya muy conocidos comentarios irónicos.

-no sé, tu dime. ¿Estás de buen humor?- Hill sabia que ella estaba luchando con fantasmas del pasado, y él quería tratar de romper “el hielo” para que la carga del ambiente fuera menos pesado.

-Estaba. Hasta que entre en tu Bar de quinta para rateros y note que esta como un basurero Uraliano. ¿Acaso los Murganos no conocen el concepto de Higiene?- Hill sonrió

-esa es la Hanir que siempre espero ver- Hanir soltó un bufido

-ojala las cosas fueran realmente fáciles- ella suspiro de resignación. Sacó un libro de tapa verdosa de piel un tanto maltratado de las orillas, lo abrió en una página marcada con una orilla doblaba, de adentro estaba peor, paginas manchadas de condimentos y jugos derramados con hojas quebradizas.

-no, no y no… aquí no se lee, tengo que proteger la reputación de este lugar.-

Hanir levanto la mirada y las cejas haciéndose entender con la mirada ¿es enserio?

-Agth- sonó el bardero.

Hill se distrajo atendiendo a un cliente mientras le servía vino de la octava luna. Hanir empezó a leer su libro de hechicería perteneciente al dios Asgardiano de las mentiras. La última vez que estuvo en Asgard fue hace más de dos siglos jurando no volver a pisar esa tierra de “dioses” mitológicos extraterrestres, mientras escapaba de la furia de Odín por ser una vergüenza para ellos… okey, le robo al padre de todo frente a las narices de Heimdall. En ese tiempo no sabía ni quiénes eran sus padres, tal vez eso hubiera cambiado las cosas o hubiera sido más fácil, en realidad quien sabe. No siempre descubres por medio de una broma que tus padres son el poderoso Thor Odíson y el astuto Loki Laufey, heredero y príncipe de Asgard y que “el Gran señor padre de todo” Odín fuera tu dulce y tierno abuelito. Pero ¡sorpresa! Les vale un reverendo cacahuate tu sola existencia. Thor no sabe si realmente le interesa tener un hijo con un maldito mentiroso de mierda que casi destruye a su querida Tierra y a la mujer que realmente ama, no se sabe si al presumido Loki le importaba haber tenido una hija con el ser que más odia en el universo, y no se sabe si realmente influye en Odín el hecho de que su heredero tuvo un engendro con la persona equivocada. Pero algo era seguro, cada uno la veía de una forma diferente, según ellos Hanir era una rebelde-manipuladora de sangre, un estorbo para sus propósitos, y una amenaza mestiza.

En Asgard los hijos son tratados con dureza, cada niño era independiente y habilidoso, si no sostenías un  arma de batalla o de perdida sabias algo de magia no eras nadie para ese mundo de altos EGOS. Hanir era diferente, ella no era ni vanidosa, ni egoísta, ni tampoco quería ser reconocida como una bastarda de la realeza con un alter EGO, o como una inútil que no podía defenderse sola. Porque eso ya era una vergüenza realmente grande para un Asgardiano, hasta para un gigante de hielo. Independiente. Eso no era ella, toda su vida dependió de alguien y cuando ese alguien murió, busco a alguien más para llenar el vacío, cuando ese otro alguien se fue, busco a otra persona y cuando ya no quedaba nadie más tomo “el camino por el rio en vez de ir por la montaña” y así fue como termino dependiendo de Hill quien pagaba los platos rotos.

Leía un capitulo de pociones controladoras y como aplicarlas correctamente, quería inventar algo nuevo para controlar sus poderes de hielo ya que cuando se ponía nerviosa estos salían, algunas veces de maneras curiosas. Esa era la razón por la que Odín la veía como una amenaza.

Hill volvió a donde se encontraba Hanir limpiando la mesa.

-ya es hora de irse- Hanir alzo la mirada alrededor del bar. No había muchas personas y estas ya se estaban yendo.

-no me fije ¿Qué horas son?- Hill observo el reloj electrónico de pared.

-son como las 11:00 de las oscuras. Anda, ve a casa antes de que te metas en problemas otra vez- Hill levanto la copa vacía del coctel de Hanir.

-okey, ya entendí, me estas corriendo. Listo ya me voy- dijo Hanir cerrando el libro levantándose del taburete.

-por cierto “él” volvió a preguntar cuando tendrás por fin el dinero listo- dijo haciendo comillas precisamente en “él” –el tiempo se acaba Hanir y no es exactamente conocido por su paciencia-

Hanir rodo los ojos.

-ya te lo dije, me queda todavía mucho tiempo- dijo con voz fastidiada.

-tener dos meses para el tiempo límite no es tener “mucho tiempo”- dio un suspiro de resignación. –Mira Hanir. Si fuera por mi te daría todo el tiempo que necesitaras, pero yo no soy el que tiene la última palabra, el prestador me está presionando y ya me amenazo con cerrar mi negocio- Hanir solo bufo entrecerrando los ojos.

-Que increíble- Hill la miro un poco irónico. –ya te lo dije más de un billón de veces, te lo pagare, me falta poco más de la mitad, estaré bien.-

-¡pero no estoy preocupado por ti, si no por mi cuello!- se recargo en la mesa, parecía exhausto emocionalmente, ya había tenido esta charla con la chica varias veces y siempre le salía con el mismo cuento. –te tardaste como unos 5 años pagar lo que llevas ahora, porque siempre entras a la ruleta rusa. Robas, vendes, te encarcelan y pago. Una y o través es lo mismo, la misma charla de siempre, ¿Por qué no buscas un trabajo decente? Aquí por ejemplo- La Asgardiana  lo miro de mala gana.

-no quiero que me vean trabajar aquí, no quiero que algún conocido del maldito Asgard me vea trabajar aquí y digan lo bajo que ha caído, no quiero que vean que no puedo vivir sin comodidades de castillo, seria caer demasiado bajo- Hill sentía que los humos le salían por las orejas.

-¿Pero desde cuando robar se considero algo honorable?-

-desde que vi por primera vez lo que era la vida en realidad. Cuando ese gigante de fuego entro y quemo la choza de Eleonor solo para conseguir las lágrimas de una mestiza ¡Eso es jugar sucio!-

-pues andar mendingando también lo es-

-tengo mi propia tienda-

-con estantes repletos de objetos hurtados-

-¿de qué se trata todo esto? Por que empiezo a creer que es más que dinero- Hanir se sentí ofendida con lo que insinuaba Hill.

-de que regreses con tus padres y consigas el dinero para pagarle a Thanos y Am, no sé, ¡tomar el lugar que te corresponde como hija real!-

-El caballo de ocho patas llego primero-

-sí, pero el caballo de ocho patas no es hijo de Thor Odíson- Hill saco una sonrisa al ver que Hanir se había quedado tartamudeando su respuesta- serás la hija del dios del engaño, pero no me mientes, quieres volver y aclarar algunas cosas para ver que tan importante eres en realidad-

Hanir, en verdad quería volver, pero había jurado no hacerlo, solo pisaba tierra santa y lo próximo que vería seria a su media hermana Hela burlándose de ella. Empezó a golpear su libro contra la palma y hacer gestos con la boca, de forma pensativa.

-creo que se me está ocurriendo una idea para reunir el dinero a tiempo- se formo una sonrisa traviesa en Hanir.

-dime que no estarás pensando volver a burlarte de los Asgardianos- dijo Hill temiendo por la vida de la chica, más esta solo alcanzo a sacar una risa de nariz.

-no me interesan para nada esos inútiles… estoy pensando en algo mucho mayor- Hill se unió a ella en la risa.

-pues dime, princesita, ¿Qué tienes en mente?- Hanir abrió la boca pensando en si contarle o no, porque a pesar de confiar en Hill, este le era muy fiel a su jefe. -¿Qué pasa? no me vengas con que ahora no me dirás-

-en primera: no me gusta que me digan princesita o princesa, si no quieres un buen puño congelado en tus órganos externos. Y en segunda: tengo planeado hacer la mayor trampa y estafa de todas- dijo señalando y haciendo ademanes con las manos.

-¿segura que solo eso? Porque conozco esa mirada y me dice que hay gato encerrado en esa idea-

-dije que nunca volvería a Asgard, pero no que no podría ir a Midgard para visitar a papi y a sus amiguitos los dichosos “vengadores” uno de ellos es rico a morir-

-pero el dinero terrestre es inútil aquí, Thanos te lo aventaría en la cara por idiota y a mí me desintegraría por ser el estúpido que ayudo a la idiota- Hanir arqueo una ceja.

-vuelve a decir eso y yo seré la causante tu extinción, Murgano inepto.- Hill suspiro en resignación negando con la cabeza. –en Midgard hay mucho oro al igual que plata, esos son considerados tesoros difíciles de encontrar con mucho valor y comercio en el espacio. El tipo debe nadar en ellos, solo le quitare unos cuantos, nada grave. Tal vez más de unos cuantos, necesito vivir bien después de tanto trabajo, y de paso tal vez me den algo por algunas cosas de Thor-

-ahí si te detengo. Le estarías robando a tu propio padre y heredero de un planeta muy poderoso. ¿Hanir, te volviste loca?- Hill sonaba de lo más sorprendido y asustado, no cavaba de creérsela, no podía creer el poco corazón que le quedaba a esa niña.

-NOP, solo busco una manera de salir viva-

-¡¿cavando tu propia tumba?!- Hanir no lo aguanto más y golpeo la mesa con ambas manos.

-¿y tú de qué lado estas, Hill? A ti también te llevara el tren si no pago y conociendo a tu jefe no solo cerrara tu negocio, si no también te cerrara a ti-

-no me vengas con que también lo haces por mí porque esa si no te la creo- el pobre hombre también había perdido su paciencia al tratar de razonar con la adolecente. –maldices a mi raza cuando la tuya es mucho peor. Malditos Asgardianos de mierda que solo se preocupan por ellos mismos y malditos inadaptados gigantes de hielo que piensan saberlo todo- Hanir quería llorar de la ira – algo que tienen en común tus padres es que ambos son egoístas de primera y rameras inútiles… ¡ahora largo antes de que pierda enserio la paciencia y sea peor que esa bestia llamada Hulk!-

Hanir tomo su libro y salió del establecimiento, no sin antes explotar la pantalla grande donde pasaba pasando una pelea importante de preliminares con sus poderes helados.

¡¿ES EN SERIO?!

Se escucho gritar a Hill lamentándose por su perdida.

Hanir iba echa una furia, saco la piedra preciosa que colgaba de su cuello y entro en el vórtice.

 

Solo veía el gran vacío de estrellas, tan pequeñas a distancia, brillando como si importara nada mas, parecía estar riendo entre ellas mientras contaban chistes que solo estas entendían, parecía una foto poco colorida pero con el chiste palmado en los puntos de luz. Se giro del otro lado y veía la gran e insignificante nada, una oscura nada, sin planetas, sin lunas, sin por lo menos un sol, y por supuesto sin estrellas a la vista. Estaba en la orilla del universo. Era en ese lugar donde no se encontraba absolutamente nada y todo era oscuridad, infinita oscuridad en seco y sin chiste alguno, solo con verlo te creías ciega por la cercanía 3D ahí iban a parar todo lo que se perdía en el espacio, lo más curioso es que se sentía como un lugar olvidado, es porque era un lugar olvidado y ella vivía en una nave semi-destruida que había encontrado cuando huía de Odín y la furia de su lanza… fue en realidad algo muy conveniente, lo peor es que se sentía conectada con ese vacío espacial, según ella la conectaba con su alma.

Arranco la hoja índice haciéndola bolita y ella la tiro a ese vacío, estuvo flotando como por tres segundos y la oscuridad lo atrapo perdiéndose de vista. El universo si tenía final al igual que cualquier vida y estaba ahí, sola y olvidada aun sin descubrir, y con eso también se sentía conectada.

Se aburrió de leer o perder el tiempo, se paro y entro por un agujero al la fortaleza flotante. No había absolutamente nada en esa nave, era una completa hojalata vacía, sin controles o cualquier otra cosa que tuviera, se necesito mucha magia para que “el final” no absorbiera su cama o comida enlatada que estaba almacenada a un lado encima de una gran caja de madera y aun lado una mochila rosada con toques morados donde se encontraba su ropa, en el barandal de la cama estaba colgada un bolso de piel tipo Asgardiano con utensilios personales y del otro lado en una pared había un espejo de cuerpo entero con bordes de oro que le había regalado Frigga cuando era su sirvienta personal.

Se quito los botines negros de charol con cadena dejándolos en el piso y su chaqueta de piel con colores ácidos y lo colgó el barandal encima de la bolsita de piel… amaba el cuero y la piel. Odiaba el metal, no entendía como Thor podía usar esa armadura tan ostentosa.

Y con ese pensamiento se quedo dormida.

Notas finales:

NOTAS Y SUGERENCIAS.


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