Anteriormente…
- ¿Experimentaban con prisioneros?
-En un principio así lo hacían, pero se dieron cuenta que estos experimentos fallaban o bien no tenían el resultado esperado debido a su condición de betas o alfas- se detuvo frente a mí y coloco nuevamente esa mirada melancólica- ¿Adivina quienes se convirtieron en sus ratas de laboratorio? - mi boca tembló y sudor frio bajo por mi espalda
-I..impossiblee-
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Después de una pequeña siesta y una nueva dosis de supresor Scott me llevo por un corredor, algunos alfas hacían guardia, la luz parpadeaba por el lúgubre y silencioso lugar, el medicamento que me dieron cuando desperté me había ayudado a reducir la ansiedad y el estrés, incluso el engorroso calor en mi cuerpo había disminuido; pronto llegamos a una habitación la cual estaba repleta de betas, sus ropas se veían desgastadas lo cual complementaba su decaído aspecto, seguimos caminando hasta que uno de los betas se planto frente a nosotros.
-Scott hemos terminado el chequeo de los nuevos-dijo mientras le extendía unos documentos
Mi curiosidad me obligo a dar una mirada sobre los documentos lo cual pareció molestar al castaño beta, Scott se dio cuenta sin embargo no dijo nada al respecto, solo soltó un bufido mientras se inclinaba un poco hacía mi dirección, debo decir que fue un gesto amable de su parte, teniendo en cuenta que mi hermano no era el típico hermano gentil o cariñoso, o al menos eso era lo que recordaba del pelirrojo de mi infancia.
-Tres están en cuidados intensivos y seis en cuarentena-
-¿Cuarentena?- no pude evitar tomar los documentos y revisarlos, esto sorprendió un poco a Scott, pero igual que antes no dijo nada al respecto
-Encontramos chips de rastreo en varios de los omegas, así como rastros de acelerantes hormonales-
-¿Así que pensaban usarlos para la siguiente fase?
Debo decir que en el pasado vi en más de una ocasión a Scott en su faceta de rebelde y malhumorado, sin embargo esta fue la primera vez que vi tanta rabia en su mirada, el beta frente a nosotros pareció retorcerse incómodamente evitando la mirada del alfa frente a él, a decir verdad fue una actitud muy predecible tomando en cuenta que el olor que empezó a fluir en la habitación causo un anormal silencio sin embargo por alguna razón no me sentí amenazado, tal vez se debía a algún efecto secundario de todos esos años con supresores, me sentí agradecido de no percibir su aroma, de solo imaginar un olor que era capaz de poner nerviosos a betas era algo que ningún omega quisiera tener que experimentar. Seguí revisando los documentos, Scott le pidió al beta que revisara el estado de los omegas en cinta, así como también el de los omegas que habían recibido las dosis de supresores.
Cuando el beta se retiró Scott volvió su mirada hacia mí, tomo los documentos de mis manos y revolvió mi cabello, no puede evitar sentir cierto alivio, habían pasado años desde la última vez que sentí el calor de mi hermano, me sentí estúpido por sentir aquello.
-La próxima vez pide los documentos como una persona normal idiota-
-Estoy tan capacitado o más en estos temas, mi segundo género no define lo que soy- Scott me miro atónito por un momento antes de soltar una carcajada
-El conejo salió de la madriguera- dijo mientras seguía riendo- Pero sigues siendo un enano… mueve el culo es momento de ver que tan fuertes son tus nervios.
Salimos por una de las puertas, el corredor no era tan largo como el anterior, no había tantos alfas como antes, finalmente llegamos a una gran puerta, Scott saco un manojo de llaves de su bata de laboratorio y mientras escogía la adecuada un ligero estremecimiento paso por mi espalda, era como si lo que sea que estaba detrás de aquella puerta de metal fuera peligroso para mí, después de algunos tortuosos minutos Scott paso la llave por la ranura y una luz azul pálida me cegó por un momento cuando esta se abrió. El olor era agrio, dentro de la habitación había un casillero con varios compartimientos, un escritorio y en medio una mesa grande con múltiples bocetos y mapas, reconocí uno de ellos, pertenecía al centro de recrió.
-Antes de comenzar el golpe en la colonia, tuvimos que asegurarnos de que el ejército no usara algún armamento biológico contra los nuestros, así que enviamos algunos espías en diferentes puntos de la colonia, la mayoría fueron encarcelados, asesinados o llevados al centro de investigación como conejillos de indias-
-¿Por qué no te contactaste con nosotros?-
-No podía arriesgarme a que los vincularan de nuevo conmigo- su mirada era fría y angustiada- No podría dejar que te encontraran o terminaran con nuestro padre lo que dejaron inconcluso – me dio la espalda y comenzó a caminar hacia una puerta algo desgastada.
Lo seguí sin decir nada más, comenzaba a cansarme de cruzar tantas puertas y pasillos, mis pies hormigueaban y la presión del aire era cada vez más pesada. Cuando atravesé la siguiente puerta mi cuerpo se congelo, sentí que me faltaba el aire, un sudor frio recorrió mi espalda y la sensación de que debía huir comenzó a resonar con fuerza en mi cabeza, sin embargo solo me quede ahí atónito a lo que estaba frente a mí.
-Hemos llegado a nuestro destino- dijo Scott mientras levantaba su brazos con una retorcida sonrisa en su rostro
-¿Q…que significa…C...cómo?-
Frente a mi había tres seres completamente amorfos, median por lo menos tres metros de altura, su cuerpo exudaba un líquido extraño y maloliente, sus rostros completamente deformados parecían sacados de una pesadilla, era como si les hubieran retorcido la piel hasta que sus ojos casi tocaran su boca llena de dientes afilados, los cuales me recordaban a los de una lamprea, el torso estaba inflamado como si estuvieran en cinta pero su piel era traslucida, era fácil ver sus órganos los cuales tenían una tonalidad verdosa, con grandes cadenas las piernas evitaban que se acercaran, estas eran más grandes de lo normal parecían un cumulo de masa derretida por el calor, lo que se suponía que eran sus brazos estaban contra la pared con múltiples clavos, estas extremidades eran de un tono grisáceo, los dedos ¿O debería llamas garras? Eran anormalmente alargados, uno de ellos mostraba una extremidad completamente diferente, parecía más una especie de látigo grueso.
-Hemos estado analizando estos especímenes los últimos 6 meses- sin ningún miedo se acercó a uno de ellos- Al principio creímos que podríamos encontrar una debilidad para combatirlos.
Mi cuerpo aún no se movía, uno de ellos hizo contacto visual y mi cuerpo se estremeció con una emoción completamente fuera de lugar, no sabía cómo llamarla, pero era como si de alguna forma algo me impulsara acercarme y tratar de consolar a la repugnante criatura.
-Cuando analizamos el tejido y su exoesqueleto con el de otra criatura encontrada muerta, nos dimos cuenta de que nuestros conejillos de indias eran adolescentes- soltó una risa mientras pasaba su mano por su cabello y la otra la dejaba en su cadera
-¿Se reproducían?- de alguna manera mi voz volvió
-También creímos eso en un comienzo, durante años nuestra raza se adaptó a las extremas condiciones de la colonia, desarrollamos un segundo genero para mantener nuestro legado, imagínate la sorpresa de saber que los seres que intentaban matarnos también se habían adaptado, ¿Cuánto tardarían en desarrollar una inteligencia que compitiera con la nuestra?
Sus palabras me dejaron un mal sabor de boca, pero tenía razón, así como nosotros habíamos evolucionado para poder adecuarnos a nuestro nuevo estilo de vida, era más que certero que estas mutaciones también lo hubieran hecho, eso sin contar el hecho de que la exposición prolongada a la radiactividad y factores externos del exterior hubieran acelerado su evolución, solo era cuestión de tiempo para que desarrollaran una mayor inteligencia y con ello una manera de terminar de una vez por todas con la humanidad.
-Sin embargo al analizar sus cuerpos nos dimos cuenta de que las hembras tenían sus aparatos reproductivos atrofiados-
-¿Qué? ¿Pero entonces como…?-
-Colocamos una de nuestras cámaras en un área que llamamos “zona de incubación”, ahí se refugiaban la mayor parte de las mutaciones cuando el sol salía-
-¿Cómo un punto de reunión?
-Algo así, después de revisar los alrededores llegamos a la conclusión de que era su zona para procrear ya que al anochecer solían aparecer más de ellos, mostrando un comportamiento similar al de una bestia en celo–
-¿Se trasladaban a través de ductos o caminos subterráneos?
-El lugar era una caverna, solo tenía una entrada, durante el día se escondían en ruinas y agujeros lejos de la zona.- Su mirada se posó en la criatura con la que antes había hecho contacto visual- Cuando ingrese en compañía de un grupo armado y equipo especial para protegernos de los rayos ultravioletas, notamos en la entrada un líquido extraño, mientras más nos adentrábamos encontramos restos de ropas de hospital, algunos esqueletos con retazos del uniforme del ejército o los escuadrones de reconocimiento- de todo lo que dijo solo una cosa llamo mi atención
-¿Ropas de hospital?
-También nos sorprendió en un comienzo, ¿Qué hacia un paciente de hospital en la superficie? Mientras más caminábamos por ese “apacible” lugar uno de los nuestros escucho un sonido proviniendo del fondo de la caverna, imagina nuestra sorpresa cuando nos topamos con doce omegas extendidos por el suelo cubiertos de heridas y con toda clase de fluidos sobre su cuerpo, apenas y podían moverse-
-¡¿Doce omegas?!- mi voz se elevó de tal forma que las criaturas del fondo comenzaron a retorcerse-¿Cómo llegaron ahí doce omegas?
-Y eso no es lo más desconcertante, en medio del traslado algunos comenzaron a convulsionar, para minutos más tarde ver como su piel comenzaba a caer en pequeños trozos, sus extremidades se retorcieron y alargaron de manera inhumana-
-¿Su cuerpo muto por su contacto con las criaturas?
-Les pedí a los guardias que les dispararan, recogimos uno de los cuerpos y nos llevamos a los tres omegas que aún no habían manifestado cambios, de alguna forma logramos llegar al cuartel sin toparnos con alguna de esas mierdas-
-¿Qué ocurrió con los otros omegas que no cambiaron?
-Cerramos las laceraciones que las múltiples violaciones habían dejado, les administramos suero y cocimos las heridas sobre sus caderas y hombros- la voz de Scott se había vuelto dura y pesada
Mi cuerpo se estremeció de tan solo imaginar aquello, no pude evitar mirar las criaturas frente a mí, era obvio que dos de ellos eran machos, sus miembros eran aterradores, ¡Y se suponía que eran adolescentes!, ¿Qué demonios serían los adultos?, sentí nauseas de solo imaginarlo.
-¿Cuánto tiempo fueron retenidos por…esas cosas?-
-Por la cicatrización de algunas de sus heridas tres días-
-¿Alguno…alguno de ellos estaba…?
-¿Embarazado? Si, de hecho el que estuvieran cargando a los vástagos de esos monstruos era lo que impedía que su cuerpo se transformara como los otros-
-¿Qué?-
-Al parecer los machos segregan una toxina que los paraliza, lo cual les ayuda a realizar mejor su “trabajo”, los restos de esperma que encontramos en uno de los omegas contenía una extraña hormona que acelera la división celular de los tejidos propiciando alteraciones en su código genético, al parecer las hormonas generadas durante la gestación actuaron como un antidoto-
-¿Ellos están bien?
-Desafortunadamente ninguno pudo llegar a término, el trauma sufrido a sus cuerpos genero una hemorragia interna, intentamos ayudarlos lo mejor que pudimos pero no contábamos con el equipo adecuado.-
-¿Cómo es que capturaron a los tres detrás de ti?
-Rastrearon el aroma de los omegas, afortunadamente nos deshicimos del resto antes de que destruyeran este lugar-
Salimos de la habitación, di un vistazo a las criaturas detrás de mí antes de volver por la maltrecha puerta, tome asiento en una de las sillas frente a la enorme mesa, mi vista se perdió entre todos los planos y bosquejos de las criaturas que ahora sabia, estaban detrás de la puerta, una pregunta seguí rondando mi cabeza ¿Por qué omegas? Podía entender completamente el mejorar la resistencia y habilidad en un alfa o beta pero ¿Un omega? Scott reviso en uno de los casilleros, parecía buscar algo en específico, después de unos minutos saco una carpeta y la coloco frente a mí.
-Mi contacto en el centro de investigaciones encontró algunos documentos de los omegas de la caverna-
Mis manos pasaron por cada una de las hojas con información, todos habían pertenecido al centro de recrió, algunos ellos fueron catalogados como de baja fertilidad o infértiles, sus edades rondaban entre los 15 y 18 años, mi pulso estaba acelerado, tenía tanta rabia acumulándose en mi estómago, las fotografías anexadas a las paginas solo aumentaban el nudo en mi estómago ¿Por qué les habían hecho aquello? ¿Los expulsaron a la superficie solo porque no “servían”?
-Creímos que habían llegado a la superficie debido a su poca fertilidad, pero cuando revisamos a los omegas sobrevivientes, vimos que su estado era el normal, no había nada extraño, así que comparamos su historial médico con los estudios que les realizamos aquí- dijo mientras extendía otra carpeta de color oscuro con los resultados de los análisis
-¡¿Es una broma?!- la silla cayo detrás de mí cuando me levante exaltado, mi mirada releía una vez más la información en mis manos, Scott soltó una risa mientras apoyaba su cadera contra la enorme mesa, de su bata saco un nuevo cigarrillo
-Los malditos habían extraído el mismo gen anormal de esos monstruos y lo habían combinado con el de los omegas, como resultado habían logrado que sus niveles de fertilidad aumentaran-
-Un momento…si su fertilidad era mayor ¿Por qué los habían expulsado a la superficie? ¿No era mejor regresarlos al centro de recrió?
-Según lo que mi contacto logro encontrar, al parecer Iván planeaba usarlos para reproducir a las mutaciones de la superficie ya que estas no podían reproducirse entre ellos, su población habría disminuido en unos cuantos años.-
-Y sin las mutaciones rondando en el exterior, Iván perdería el control de la colonia ¿No es así?-
-Exacto
-¡Hijo de puta!
-Con ayuda de algunos amigos de la prisión descubrimos algunos ductos que llegaban a la superficie por donde sacaban a los omegas, los cuales se encontraban en un estado semiconsciente.-
-¿Aceleraron sus celos?
-Sí, fueron llevados en algún punto entre la zona de incubación y la colonia, hace tres semanas nos enteramos del nuevo ciclo de reproducción en el centro de recrió, sabíamos que solo era cuestión de tiempo antes de que liberaran a otros más en la superficie-
-¿Lograron rescatarlos en la revuelta?
-La gran mayoría está en aislamiento, sus feromonas son más intensas que las de un omega normal, ni siquiera los betas pueden estar en la misma habitación que ellos por demasiado tiempo.-
-¿Qué hay de los otros?-
-Reaccionaron bien al supresor que creamos y ahora mismo siguen en observación, esperaremos unas horas más antes de aplicarles una dosis nueva.-
-¿Su organismo se ha vuelto inmune al gen mutante?
-Al parecer este gen solo afecta al aspecto reproductor, aun no estamos seguros de como reaccionaran al embarazo normal entre humanos- Deje salir un gran suspiro mientras llevaba una de mis manos a mi rostro.
-Esto es una mierda-murmure
-Enano- Me llamo Scott, cuando levante la mirada pude ver una seria preocupación un su rostro cansado- Los esqueletos que encontramos en la caverna pertenecen a personas que fallecieron hace diez años-
-Espera…¿Estás diciendo que…?
-Los bastardos han estado planeando esto desde hace tiempo, solo piénsalo, un ejército con la musculatura y resistencia aumentada 10 veces y omegas capaces de reproducirse con humanos y esas aberraciones- dice mientras arroja al suelo la colilla de su cigarrillo y con un fuerte golpe de su pie lo aplasta- El Bastardo de Iván tiene el control de la colonia y control de la superficie-