Habían pasado 5 años desde que terminara la cuarta guerra ninja y naruto se convirtiera en uno de los héroes que salvaron al mundo ninja, actualmente se encontraba en su escritorio en la torre del hokage ya que había cumplido uno de sus más grandes sueños al ser el sexto hokage de la aldea de la hoja. Pero naruto ya no era el mismo desde la muerte se sakura una gran amiga para el rubio y tsunade la cual fue casi una madre para él, a manos de la persona en quien más confiaba, quería y apreciaba al ser su mejor amigo, casi como un hermano para él, si a manos del ninja renegado sasuke uchiha.
Naruto ya no era aquel niño hiperactivo, alegre, que se la pasaba haciendo travesuras, confiando en la gente y lleno de amigos, había cambiado ahora era un ser frio y calculador, en su mirada ya no tenía aquel brillo que lo caracterizaba, ahora en su mirada se veía maldad, era un ser sádico que disfrutaba destrozar a todo aquel que supusiera un riesgo para la aldea. Aunque en si ya no le importaba la aldea o los habitantes ya que pensaba que eran unos hipócritas, gobernaba en base al miedo y terror que provocaba.
En todas las aldeas ninjas era sabido la forma de gobernar del hokage de la hoja el que se entrometiera en su camino lo desaparecía de la vista de la peor manera posible. Por ello las demás aldeas preferían no involucrarse con konoha.
Mientras tanto un una celda oscura llena de moho en una esquina se encontraba un reo en posición fetal tiritando del frio que calaba hasta los huesos en la celda respirando con dificultad ya que tenía fiebre y mucho dolor después de la paliza recibida por los guardias, de la cual no se podía defender ya que habían suprimido su chakra, debido a que estaba indefenso sin su chakra, era que recibía esas palizas desde hace 5 años culpándolo el hokage por la muerte de sakura y tsunade, dejándolo en esta celda de la prisión de máxima seguridad de konoha para que se pudriera solo sin ver la luz del sol de nuevo, esperando con ansias poder volver a ver a naruto para poder explicarle como habían pasado los hechos, pero el rubio siempre se negaba a hablar.
Lo que él no imaginaba que ese día sería diferente ya que el rubio en estos 5 largos años había pensado cual sería la mejor forma de vengarse del azabache por lo que había hecho y por fin se había decidido que hoy empezaría su venganza. Por lo tanto se diriga a la prisión de máxima seguridad de konoha donde mantenían preso a sasuke uchiha ya que hoy seria el ultimo dia que permanecería en esta.
Llego a la prisión y los guardias lo saludaban con respeto y hasta temor.
- Buenos días hokage sama- es lo que decía uno de los guardias
El hokage solamente se les queda viendo y sigue caminando hasta que llega a la celda donde esta el azabache y con la atmosfera tensa ordena.
- Abran la celda ahora- les decía a los guardias que la custodiaban
Inmediatamente la abrieron, dando pase a que el hokage entrara a la misma encontrándose con el bulto en el que se había convertido, el orgulloso y altanero azabache, para sacarlo a rastrar de la celda, a lo que sasuke solamente temblaba con cada movimiento que hacia el rubio.
Estando afuera de la celda por primera vez se dirige al azabache para informarle que a partir de este momento sale de prisión, para residir ahora con el en su casa todo esto se lo dice dedicándole una mirada que hace que le den escalofríos por todo el cuerpo, pues es la mirada que le dedica un cazador a su presa a punto de saltarle encima. Dicho esto se dirigen a la salida de prisión jalando al azabache de un brazo con tanta fuerza que casi podría quebrarle el brazo por la presión ejercida.
Al llegar a la casa donde vive el hokage , el azabache puede apreciar, que ya no es el pequeño apartamento en el cual vivía cuando era un niño, ahora se había mudado a la antigua residencia de los namikaze ya que el padre de naruto había sido el cuarto hokage de konoha esta era una de las tantas propiedades que había recuperado el rubio del legado de su padre, al entrar el rubio empuja al azabache el cual al estar muy débil cae estrepitosamente en el piso, por lo que se le queda viendo al rubio como si pidiera una explicación de porqué lo había hecho.
Naruto solamente se le acerca lentamente como un cazador a su presa hasta llegar y muy cerca de su cara y susurrarle en el oído que su infierno apenas había comenzado y que no se podría escapar a lo que le tenía preparado. El azabache al escucharlo pensó que fue un error haber salido de su celda, porque algo en el rubio le decía que hablaba muy enserio.