-Te lo dije, él va a ser feliz contigo, sin ti y a pesar de ti. El tiempo está corriendo campeón, y estás perdiendo la carrera.-
Minsoo sólo suspiró, tomando aire lentamente para intentar tranquilizarse.
-Si te sirve de consuelo, no sólo se llevó a tu chico sino tus problemas también.- asintió levemente cuando Minsoo lo miró con cierto aire molesto.
-¿Cómo me va a consolar eso?- preguntó ligeramente irritado, ya no tenía hambre así que se giró sobre sus talones para salir de ahí e ir de regreso a, ¿su casa? No, seguramente si llegaba y veía las cosas de Jungsoo se molestaría más, ¿su departamento? No, ahí estarían los chicos y no quería hablar con nadie. ¿Una biblioteca? No, sólo quería irse.
-Te consolaría si te digo que su nuevo chico le tomó de la mano ¿para sentirse seguro? No sé si te diste cuenta pero Jungsoo dejó de ser Jungsoo para ser el trofeo de él. Eso está mal.- YoungMin comenzó a caminar detrás de Minsoo, que sólo se retiró el gorro con un fuerte ademan. –Cuando él se puso frente a los dos estaba nervioso y hubo un intercambio, me vio tomando tu brazo y tomó su mano. ¿A qué estamos jugando?-
-¿Quieres callarte y dejarme pensar?- dijo Minsoo mirándolo por encima de su hombro.
-Piensas puras tonterías.- contestó caminando a su lado, haciendo que sus hombros estuvieran a la misma altura. –Por eso no dejaré de hablar.- metió las manos en los bolsillo de su chaqueta sintiendo el pequeño dulcecito que tenía dentro. –Desde mi perspectiva, tú deberías…-
-¡¿Debería qué?!- preguntó Minsoo exaltándose pero minimizando su molestia al ver el inexpresivo rostro del gemelo.
-Tomar un café.- completó. –Vamos a mi casa, te prepararé uno, charlamos un momento, te psicoterapeó y todo listo, hoy es sólo un mal día.- se encogió de hombros tomando el antebrazo de Minsoo para tirar de él y hacer que girara sobre sus talones.
Su casa estaba en dirección contraria.
-No sé si estoy enojado o triste. O tristejado.- se dejó arrastrar, incluso permitió que YoungMin le quitara el gorro y se lo colorara él. Ciertamente, no había visto al gemelo con el cabello cubierto pero lucía bien. –Estoy seguro que el hielo en Frosty Ice sabe mil veces mejor que eso que le pintó la boca.-
-Por supuesto bebé, pero eso no quita el hecho de que se estaba comiendo el de otro. Y era azul.-
-Tú sí sabes cómo animarme.- contestó Minsoo riéndose un poco.
-Cuando lo veas intenta charlar al respecto y aclaren lo que sienten porque si no, sólo se están lastimando.- dijo tomando el antebrazo de Minsoo, pegándolo un poco a su cuerpo, el clima se había puesto extrañamente frio y la ropa que portaba ya no le bastaba.
-Sé que tenemos que hablar pero no estoy seguro si quiero hacerlo.- contestó suspirando, intentando evadir todo el tema de menos, por los siguientes ciento veinte minutos. –¿Tienes frio?- percibió los leves temblores en el cuerpo de YoungMin, así que se retiró lo suficiente para quitarse la chaqueta y tendérsela al gemelo. –Póntela en lo que llegamos a tu casa. No me gustaría que te enfermaras.-
YoungMin asintió tomando la chaqueta, poniéndosela con cuidado para no estropearla.
-Es muy cómoda.- dijo YoungMin con un tono de voz alto, haciendo que quienes estaban dentro del local del final de la calle voltearan a verlos.
-Sí, lo sé.- susurró Minsoo volviendo a acercarse a YoungMin. Jungsoo que estaba dentro de Lazo Rosa sólo los miró los segundos en los que pasaron por los ventanales.
-¿Estás bien?- preguntó Eric acercándose a su nuevo empleado, quien sólo sintió ligeramente.
-Seguramente mi hermano no está en casa.- dijo YoungMin deteniéndose en un semáforo. –Dijo que saldría con Minwoo e irían a comprar la despensa para la casa.-
-¿Viven tres en tu casa?- Minsoo metió sus manos a los bolsillos del pantalón para mantenerse un poco caliente. –¿En dónde la compran?-
-Minwoo tiene membrecía en Obachan Basukketo, ahí fueron hoy así que espero que encuentren todo lo de la lista.- apuntó hacia la luz roja en el semáforo para que ambos cruzaran la calle. –Contigo viven cinco más, ¿a dónde vas a comprar tus cosas?-
-En cualquier supermercado. También les hago listas cuando son ellos quienes van a comprar.- sonrió divertido por eso, sabía que las listas no eran para nada mala idea.
-En Obachan Basukketo compras por mayoría, así que nosotros vamos cada tres meses. Podrías ir ahí la siguiente vez o cuando compres plásticos para Frosty Ice, te puede ser barato.-
Mientras caminaban y charlaban rumbo a la casa de YoungMin, Minsoo le mostró sus tatuajes (pues la manga corta de su playera no los cubría) la y le explicó qué significaban cada uno, la fecha en la que se habían hecho e incluso le dejó tocar su piel. Hasta que llegaron a la puerta principal, YoungMin metió sus manos al bolsillo de su pantalón para tomar las llaves e introducirla para abrir.
-Puedes pasar.- dijo empujando la puerta, Minsoo asintió y caminó rápido para entrar, luego lo hizo YoungMin. –¿Café descafeinado? ¿Moka? ¿Caliente? ¿Frio?– fue directo hacia la cocina para encender la luz. –¿Sigues ahí?-
-Caliente, sólo café.- contestó tomando los péndulos de Newton que estaban sobre la barra que separaba la cocina del comedor. –Aun los tienes.-
-Me gusta mucho jugar con ellos.- contestó poniendo agua a calentar.
Escucharon que la puerta se abría así que ambos voltearon para ver como entraba Minwoo con bolsas en sus manos, seguido de KwangMin, que cargaba una caja mediana.
-Estamos en casa.- dijo KwangMin dejando la caja sobre la mesa. –Hola cuñado.- saludó a Minsoo.
-Hola.- contestó dejando los péndulos de donde los tomó.
-Estoy preparando café, ¿quieren tomar uno con nosotros?- preguntó YoungMin girándose sobre sus talones para ayudar a Minwoo que estaba entrando a la cocina. –¿Compraron todo?-
-Todo.- contestó Minwoo dejando las bolsas frente al refrigerador. –Acomodaremos la comida y el resto lo llevaremos al sótano a guardar.-
-Me parece perfecto.- contestó YoungMin. –¿Quieren café?-
-No queremos arruinar tu cita, sólo acomodaremos esto y nos iremos a la planta alta.- dijo KwangMin mientras sacaba las cosas de la caja, en especial las botellas de jabón para la ropa y el aseo personal de los tres.
-Compramos la serie de Harui Suzumilla en dvd y vamos a verla.- completó Minwoo abriendo el refrigerado para meter los cartones de leche. –En la noche voy a salir con Sandeul.-
-Y yo veré los siguientes veinticinco capítulos de Onew Piece. Tengo curiosidad de qué ocurre con Brook.- dijo KwangMin tomando la caja con los productos de limpieza para atravesar la sala de estar e ir debajo de las escaleras, en donde estaba la puerta para ir al sótano.
-Toma.- dijo YoungMin tendiéndole una taza a Minsoo. –No te vayas a quemar.-
-Gracias.- contestó Minsoo.
-YoungMin, sé que esto está fuera de lugar pero nos encontramos con JinJoo y nos preguntó por ti.-
-¿JinJoo?- susurró Minsoo mirando como YoungMin sonreía mientras apagaba el fuego de la estufa. –¿JinJoo es hombre?-
-JinJoo es una chica muy bonita, toca el bajo.- contestó YoungMin recargando su pelvis contra la encimera. –¿Qué le dijeron?-
Minwoo cerró el refrigerador y tomó las bolsas vacías para erguirse y mirar a YoungMin.
-Que probablemente estarías haciendo cosas frikis.-
Eso le recordó a Minsoo el inoportuno encuentro con Jungsoo y su nuevo amigo.
-¿Y qué dijo ella?-
-Aprendió a tocar Heros Come Back en bajo para ti, dijo que luego te lo mostraría.- contestó Minwoo caminando hacia la salida. –Te mandaría un mensaje en la noche pero no creo que te haga falta alguien con quien conversar.- sonrió pícaro apuntado a Minsoo, sonrojándolo.
-Gracias por avisarme.- contestó.
Escuchó a Minwoo subir las escaleras, KwangMin no regresaba así que tras darle un pequeño sorbo al café y jugar con los péndulos miró a YoungMin.
-¿Quién es JinJoo?- preguntó Minsoo volviendo a beber.
-La amiga que me plantó en la boda de los suegros de mi cuñado.- contestó YoungMin con los brazos cruzados. –Cuando te dejan plantado en una cita sabes que las cosas no funcionarán.-
-Lo siento.- susurró escondiendo su sonrisa tras recordar que ese día en la boda, YoungMin estaba solo a un lado de la puerta, con traje de vestir rojo y saco verde (pues habían cambiado de prenda con su hermano) pero se veía desesperado, buscando a alguien.
-Hablando de cosas tristes y feas, dejarme plantado sí fue horrible, pero cuando te negaron…-
-No lo recordaba.- susurró Minsoo dejando la taza en la barra, a un lado de los péndulos. –Estoy otra vez tristejado.-
-Te comprendo.- dijo YoungMin saliendo de la cocina y tomando el antebrazo de Minsoo para ir hacia la sala de estar.
-¿Tu hermano…?-
-No te preocupes por él.- contestó YoungMin sentándose en el sofá más grande. –Ya te di el café, ahora es cuando te escucho y aconsejo.-
-Estoy triste porque qué fue eso de presentarse conmigo ¿y pedir que lo cuide como si no lo hubiera hecho antes? ¿Y negarme? ¿En dónde deja todo lo que pasamos juntos? Las noches en las que iba a Ciudad Universitaria a despertarlo, los parques de diversiones, las rimas que le escribía… no sé en dónde metió los dos años que hemos estado juntos, no sé cómo se ha de estar sintiendo. Yo me siento mal por ir a mi casa; no quiero pensar en cómo estará él. Hoy en la mañana todavía desayunamos juntos.- susurró mirando sus manos que jugaba con uno de los cojines del gemelo. –Tampoco quiero ir con los chicos al departamento porque habrá más de él.-
-¿Estabas haciendo lo del libro? ¿Una Mochila Para el Universo?- preguntó YoungMin escuchando como la puerta del sótano se cerraba, luego aparecía KwangMin en la sala de estar. –Minwoo se está duchando.- añadió.
-Sí, esperaré a que salga para bañarme también.- contestó sentándose en el sillón del costado. –¿Les incomodo?-
-Aunque sé que tienes un gemelo, como nunca te había visto junto a él me sentía tranquilo, pero ahora que los veo juntos, no sé… es extraño.-
-Tranquilo.- contestó KwangMin levantándose del sofá. –Te acostumbrarás con el tiempo.- se estiró bostezando. –Estaré en mi habitación.-
-Ahora que vas para allá, ¿puedes traer una cobija?- preguntó YoungMin mirándolo subir las escaleras, hasta que asintió. –Gracias.-
-Creí que estaba funcionando lo de la Mochila, eso me emocionaba mucho pero parece que no era así.- susurró sobresaltándose al momento en que cayó la cobija desde el segundo piso.
-¡De nada!- contestó KwangMin riéndose.
YoungMin se levantó del sofá para tomar la cobija y retirar algunos cojines.
-Puedes quedarte a dormir.- dijo tendiéndosela. –Me gustaría que te relajaras para poder hablar mejor de lo que harás en base a sus decisiones.- YoungMin le sonrió haciendo que Minsoo se sintiera extrañamente mejor. –Si necesitas algo de tu casa puedo hablarle a Niel, seguro él te ayudara con lo que necesites.-
-Gracias.- contestó Minsoo suspirando. –Por hacer todo esto.-
-No creas que lo hago por ser buen amigo.- dijo sonriéndole. -Lo hago porque tú, extrañamente, comenzaste a gustarme.-
Y con la negación de Jungsoo no sentía ni sentiría culpa de lo que haría a continuación.