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Día a día por Jeka

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Notas del fanfic:

Tiene años que no me paso por aquí (creo que la última historia que publiqué fue por ahí del 2013) y recientemente he retomado la escritura que tanto adoro.

Además es el segundo fanfic que publico de mis tan amados Egoístas. Espero les guste la colección de drabbles.

¡Nos leemos abajo!

Notas del capitulo:

Disclaimer: Los personajes de Junjou Romantica no me pertenecen, todos son propiedad de Shungiku Nakamura. Ya que sí fuera por mí, el manga se llamaría Junjou Egoist y Misaki quedaría relegado a aparecer de fondo. No gano ni un peso, dólar o yen haciendo esto(?)

¡Estúpido Nowaki!

 

Hiroki miraba embelesado el discreto anillo que portaba en su mano izquierda, específicamente, en su dedo anular. A pesar de que le había dicho a Nowaki que lo escondería en una caja fuerte no había podido quitárselo cada vez que este salía a trabajar. Cada vez que  cerraba la puerta de su hogar, él corría a la pequeña caja escondida en la gaveta junto a la cama que compartían, sacaba el aro y lo colocaba en el dedo correspondiente.

¿Qué demonios me sucede? pensó abrumado. Era un simple anillo de oro blanco que tenía grabado por dentro sus iniciales entrelazadas en una caligrafía impecable. ¡No debería emocionarse por eso! Ni siquiera ponérselo todos los días pero ahí estaba él, con el condenado anillo en su dedo anular, observándolo contra el brillo matinal de aquella mañana despejada.

Había algo en ese pedazo de oro que le hacía sentir mariposas en el estómago cuando sentía su frío contacto en su dedo. Sabía lo ridículo que debería verse viendo el resplandor del metal con los rayos del sol pero es que este parecía destellar varias gamas de color cuando lo examinaba con distintos tipos de luces. Ya lo había revisado con la fría luz de luna que se colaba por el ventanal de la habitación, con la luz incandescente de la lámpara de la cocina, los nacarados rayos del sol del atardecer que entraban en el comedor e incluso, con el resplandor de la lámpara que tenía en el escritorio de su biblioteca personal.

La alarma de su teléfono lo sacó de sus ensoñaciones. "Mierda" pensó alarmado. Debía de estar camino al trabajo y no perdiendo su valioso tiempo. Miró el reloj y vio que sí no salía en ese momento, perdería el tren que lo llevaría a la Universidad.

Salió de su casa, cerrando con sonoro portazo.

 


 

- ¡Buenos días, my sweet honey~!- El castaño se estremeció cuando escuchó el animado saludo de su superior apenas puso un pie dentro de la oficina que compartían. Para él era un misterio como se las arreglaba Miyagi en llegar antes que él a la escuela teniendo en cuenta el endemoniado tráfico que atestaba las calles de Tokio a esas horas.

- Profesor, le he dicho que deje de llamarme así.- Le dijo enviándole una mirada furibunda como respuesta.

- El entrecejo, Hiroki- Le regañó el mayor, tocando con su dedo índice el área que estaba fruncida por la molestia que sentía su contraparte.

- Tampoco le permito que me llame por mi nombre- Señaló mordazmente mientras de una manotazo alejaba el dedo que seguía picando su frente. Su mano izquierda fue detenida por el pelinegro antes de que lo golpeara. Un destello captó su atención del otro.

- Mira que tenemos aquí, Hiroki.- Dijo burlonamente mientras sujetaba la mano del otro y sonreía maliciosamente.

- Le dije que no... - La oración murió en sus labios cuando Miyagi tomó su dedo anular haciendo girar el anillo que llevaba ahí. El pánico se apoderó de él haciendo que jalara su mano bruscamente. Sintió su rostro arder de la vergüenza que sentía. ¿Cómo había podido ser tan idiota y llevar al anillo puesto?- N-no es lo q-que parece- trató de explicarse torpemente. La mueca de diversión en el profesor titular se hizo más amplia a ver su reacción.

- ¡Oh, mi Hiroki se casó y no me invitó!- dijo dramáticamente mientras lo apresaba con un brazo alrededor de los hombros.- Eso ha sido muy grosero de tu parter13; prosiguió teatralmente ofendido.- Suelo hacer maravillosos regalos de bodas a las personas que quiero y tu bien sabes que a ti te amo apasionadamente. - Susurró sensualmente en su oído haciendo que un escalofrío recorriera la espalda del asistente.

- ¡Aléjese de mi!- gritó el castaño mientras lo empujaba. Caminó apresuradamente a su escritorio, dónde arrojó su maletín estrepitosamente. Miyagi lo siguió de cerca riendo a carcajadas.

- Todavía me preocupo por ti y me tratas así.- siguió con su perorata.- Tendré que tener una conversación muy seria con mi yerno. Tengo un par de cosas que dejarle en claro ahora que se ha llevado a mi Hiroki de mi lado.- dijo cruzando los brazos y asintiendo sabihondamente.

- ¡Ni se atreva a acercarse a Nowaki!- Exclamó histéricamente el menor. Sólo de imaginarse a Miyagi hablando con Nowaki sobre el anillo le daban ganas de pegarse un tiro por imbécil. Se suponía que era su secreto y ahora lo sabía la persona más entrometida que conocía.

- ¡Aaww, my sweetie está celoso! - canturreó el pelinegro con una sonrisa bobalicona en los labios.

Kamijou sólo quería desaparecer de la faz de la tierra y que no lo viera ningún otro ser humano nunca más. Las palabras se trababan en su lengua y no sabía que decir para salir de embarazosa situación. Conocía bien al mayor y sabía que no lo iba a dejar en paz con eso hasta el día en que muriera.

- ¡SÓLO OLVIDE EL JODIDO ANILLO!- Gritó mientras dejaba caer su frente contra el escritorio. No tenía el valor ni la fuerza para seguir viendo la cara de satisfacción del otro- ¡Finja demencia sí es necesario pero borre de su memoria que me vio con el!

- Tampoco es para tantor- Le consoló el otro revolviendo sus cabellos chocolate. Hiroki sólo emitió un penoso quejido a modo de respuesta.- pero a pesar de todo supongo que debería felicitarte.

Tras escuchar eso, Hiroki levantó su rostro de donde se ocultaba y vio la seriedad de Miyagi. Este le regaló una pequeña sonrisita antes de dirigirse a su escritorio.

"¡Estúpido Nowaki!" gritó internamente. "¡Todo es tu culpa! Sí no me hubieras dado el condenado anillo no estaría metido en este embrollo.

Apenas viera a su amante lo golpearía... o quizás no. Al menos esperaría a juntar el coraje para contarle el porqué de su molestia y estaba seguro que Nowaki, al contrario que él, estaría encantado de saber que había usado el aro en un sitio público.

 


Notas finales:

El día que escribí esta historia fue al día siguiente qu saliera el extra del DVD de la tercera temporada. Quedé completamente enamorada de esa escena, además de que estaba que bailaba de la emoción ya que después de años Nakamura le dió cumpleaños a mi Hiroki. Sólo falta el de Nowaki y podré ser completamente feliz.

Ya para pararle a mi delirio. Espero hayan disfrutando de la historia. Iré subiendo los drabbles todos los viernes.

Ah, antes de que lo olvide... ¡No se olviden de dejar reviews! En verdad no saben como ayudan a los autores a continuar escribiendo. También se aceptan críticas (siempre con el afán de ayudar a crecer).

¡Nos leemos la próxima semana!

Bye bye na no da~!


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