-Papi, papi cuenta me un cuento!!!-
-Claro Yuki-chan...cual sera esta vez...-
El pelinegro se levanto de la cama en donde reposaba su mayor tesoro, un pequeño peliverde de ojos negros de 6 años, se dirigió al estante lleno de libros, tomo uno de pasta dura de color azul. -Mmm que tal este...La princesa y el sapo-
-Siiii pero cuenta tu versión papi-
Takao se sentó junto al pequeño y río contento de saber que le gustaba escuchar esa historia.
-Esta bien...Erase una vez...- ******************************************************************************
Hace muchos años, cuando el desear aún le ayudaba a uno, vivía un rey cuyos hijos eran todas buenos príncipes, pero el más joven era tan bondadoso, que el mismo sol, que ha visto tanto, se detenía cada vez que iluminaba su camino.
Kazunari era el nombre de este joven, era muy feliz al lado de sus hermanos y sus amigos, los cuales eran las parejas de estos, pero había algo que opacaba su felicidad, el no tenia a nadie para compartir su vida, esto había hecho que su actitud se volviera opaca y su corazón empezara a marchitarse.
En el castillo vivían los tres hermanos, Taiga el mayor, un muchacho de cabellos rojos y ojos de fuego, de carácter bondadoso y tímido pero un gran guerrero, dispuesto a luchar por sus hermanos. Aun así esto no evito que encontrara un bello doncel para pasar el resto de su vida, Tetsuya, era el nombre de este bello chico de ojos y cabello de un color tan bello como el cielo.
Kasamatsu, el de en medio, era un joven pelinegro con una gran habilidad para el baile, le costaba expresar sus sentimientos, pero a su lado estaba un joven guerrero de cabellos como el sol, Ryota era un guerrero con todas las de la ley y aunque a veces tenían fuertes peleas, se amaban y eso nadie podía negarlo.
Cerca del castillo del rey, había una inmensa y oscura selva, y bajo un viejo árbol de lima había un pozo, y cuando el día esta muy caliente, el hijo menor del rey iba a la selva a sentarse junto a la fresca fuente, y cuando se aburría, tomaba una bola de oro y la tiraba alto para capturarla. Y esta bola era su juguete favorito.
Pero sucedió que en una ocasión la bola no llegó a las manos que la esperaban, sino que cayó al suelo y rodó hasta caer en el pozo. El hijo del rey la siguió con sus ojos, hasta que desapareció. Y el pozo era profundo, tan profundo que no se alcanzaba a ver el fondo. El empezó a llorar, y a llorar más alto y más alto sin llegar a sentir consuelo. Y mientras se lamentaba oyó que alguien le decía:
-"¿Que te sucede, hijo del rey?, te lamentas tanto que hasta las piedras te mostrarían piedad"-
El miró alrededor buscando hacia donde venía la voz, y vio a una rana sacando del agua su gran cabeza.
-¡Ah!, quien eres tu? Yo soy el menor de los hijos del rey Takao, mi nombre es Kazunari- preguntó.- Estoy llorando por mi bola de oro, que cayó dentro del pozo- concluyó diciendo.
-Mi nombre es Shin...Midorima, ese es mi nombre. Quéda te tranquilo y no llores más"- contestó la rana. "Yo te puedo ayudar, pero ¿que me darás a cambio si te regreso ese juguete de nuevo?"- -Lo que tú quieras, querida rana- dijo ella.
-Mis trajes, mi oro y joyas, y hasta la corona de oro que llevo puesta-
La rana respondió: -No me interesan tus trajes, tus oro o joyas, ni la corona de oro, pero si me amaras y me dejaras ser tu compañera y socia de juegos, y sentarme contigo en tu mesa, y comer de tu plato de oro, y beber de tu vaso, y dormir en tu cama junto a ti. Si tú me prometes cumplir todo eso, yo bajaré y traeré acá de regreso tu bola de oro.-
-Oh, claro - dijo el, -yo te prometo cumplir tus deseos, si me regresas la bola- El sin embargo pensaba: -"¡Cómo habla esa tonta rana! ¡Ella vive en el agua junto a las otras ranas y sapos y no podría ser compañera de ningún ser humano!"-
Pero la rana, una vez recibida la promesa, metió su cabeza en el agua y se sumergió profundamente, y momentos después subía nadando trayendo en su boca la bola, y la tiró en el zacate. El hijo del rey quedó encantado de ver una vez más de nuevo a su juguete, y recogiéndola corrió con ella.
-"¡Espera, espera!"- gritaba la rana. -"¡Llévame contigo, que no puedo correr como lo haces tú!- Pero ¿de qué le serviría gritar, aún con su croak, croak, tan fuerte como podía? El no la escuchaba, y corrió a su aposento y pronto olvidó a la pobre rana, que se vio obligada a regresar al pozo de nuevo.
Al día siguiente, cuando se sentó a la mesa con el rey y los cortesanos, y había empezado a comer en su plato de oro, algo llegó brincando y sonando splash, splash, a las gradas de mármol, y cuando llegó arriba, tocó a la puerta y gritó:
-"Príncipe, el mas joven de los príncipes, abre la puerta para mi."-
El corrió a ver que había afuera, pero cuando abrió la puerta, encontró a la rana sentada al frente. Entonces tiró la puerta a toda prisa, y regresó a sentarse a la mesa y quedó muy asustado.
El rey vio que estaba sumamente alterado y que su corazón latía fuertemente y le preguntó: -"Mi muchachito, ¿qué es lo que te asustó tanto?, ¿está por casualidad un gigante afuera que quiere raptarte y llevarte lejos?"-
-"Oh, no"- replico. -"No es un gigante, sino una horrible rana"-
--"¿Y qué hace una rana contigo?"-
-"Ah, mi querido padre, ayer yo estaba en la foresta, sentado junto al pozo, jugando con mi bola de oro, cuándo ésta cayó a lo profundo del pozo. Y como yo lloraba mucho, la rana me la regresó, y como ella insistía, yo le prometí que podía ser mi compañera, ¡pero nunca pensé que sería capaz de alejarse de sus aguas! Y ahora está ahí afuera, esperando que la ingrese conmigo."-
Mientras tanto la rana tocó a la puerta por segunda vez, y gritaba:
-¡Príncipe ¡El mas joven de los príncipes!
¡Ábreme a mi la puerta!
¿Recuerdas lo que me dijiste ayer en las frescas aguas de la fuente?
¡Príncipe ¡El mas joven de los príncipes!
¡Ábreme a mi la puerta!
Entonces dijo el rey:
-"Lo que tú has prometido, debes cumplirlo. Ve y déjala entrar"-
Fue y abrió la puerta, y la rana saltó y lo siguió , paso a paso, hasta su silla. Entonces, cuando el príncipe se sentó, la rana gritó:
-"Levántame para estar a tu lado."-
El no actuaba, hasta que el rey le ordenó hacerlo. Cuando la rana ya estaba en la silla, le pidió estar en la mesa, y una vez en la mesa dijo:
-"Ahora, empuja tu plato de oro más cerca de mí de modo que podamos comer juntos." Lo hizo, pero fue fácil ver que lo hacía sin su voluntad. La rana disfrutó de la comida, pero casi todos los bocados que el príncipe tomaba, la estremecían.
Al final dijo la rana: -"Ya he comido y estoy satisfecho; ahora estoy cansado, llevame a tu dormitorio, alista tu sedosa cama, y ambos iremos a dormir."-
Takao empezó a llorar, porque ahora la posibilidad de conocer a alguien que lo amara y no se fijara en lo que poseía por ser un príncipe se extinguían ya que tenia que cuidar a una fea rana. La rana al verlo llorar pensó que era momento de enseñarle una lección que a el le costo mucho entender.
-Querido Kazunari...fui hechizado por una malvada bruja, ella me convirtió en una rana, todo por que era como tu-
Kazunari lo miro molesto pero la rana continuo sin inmutarse.
-Solo el beso de un príncipe podrá romper el hechizo, si tu me ayudas prometo darte lo que mas anhelas-
-Aun si lo hiciera...no puedes darme lo que mas anhelo-
El príncipe lo miro horrorizado pero la bondad de su corazón le gritaba que lo hiciera, así que cerro sus ojos y en un rápido movimiento junto sus labios con los de Midorima...
Pero....
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-Que paso? Que paso?-
El niño revoloteaba alrededor de Takao y este reía divertido por que su hijo no dormiría temprano.
-No me interrumpas y lo sabrás bebe-
Yuki se acomodo en la cama y se cobijo quedándose callado pero expectante a la fantástica historia que le contaba su mami.
-En que estaba...a si...-
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-Que demonios?????!!!!!!!-
-Oh no...sigo siendo una rana-
-Y ahora yo soy una!!!!!-
Kazunari se veía espantado y asqueado de su forma...era...era una horrible rana de color verde.
-Que rayos significa esto Tsunderima!!!-
"Tsunderima?"- Es que tal vez el beso no funciono...supongo que debe ser de otra persona-
-Otra persona???!!! y yo que??? Que pasara conmigo?-
-Pues tendremos que buscar a la bruja para que nos diga como romper el hechizo-
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-Las pequeñas ranas buscaron y buscaron por mucho tiempo a la malvada bruja responsable de esto, en el transcurso de su viaje, Midorima le confeso a Takao por que la bruja lo había maldecido y es que el era el heredero del Rey Shintarou, y era asediado por las doncellas, debido a esto las rechazaba sin considerar sus sentimientos, la bruja buscaba su amor y se convirtió en una bella doncella, el la rechazo y ella lo maldijo, la verdad es que Sin-chan, como Takao lo llamaba, nunca tuvo la intención de dañar a nadie, solo que no sabia como rechazarlas para que lo dejaran en paz.
En el tiempo que llevaban juntos, sin darse cuenta su relación cambio mucho, Tsunderima era muy amable con Takao y este agradecía estos gestos, Midorima conseguía comida para ambos y cuando Takao se cansaba por caminar de mas este lo llevaba cargando en su espalda, Takao por otra parte era mas amable con el peliverde, su corazón había vuelto a ser el corazón puro de antes y los sentimientos marchitos que tenia de venganza y envidia desaparecían mientras estaba con Midorima. Sin darse cuenta el amor había florecido en el corazón de ambos chicos.
Pero no todo es tan fácil, la malvada bruja quería a Midorima para ella sola y le dijo que solo el beso de aquella persona que mas lo amara antes de las 12 de la noche podría romper el hechizo y Takao y el volverían a la normalidad, la bruja estaba convencida de que ella era la persona que mas lo amaba...pero el corazón de la pequeña rana ya tenia dueño-
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-Si te beso...Kazunari volvera a la normalidad y lo dejaras libre?-
Midorima veía con desespero como Kazunari era atrapado por unas sombras que no lo dejaban libre, no quería que le hicieran daño por eso estaba dispuesto a sacrificarse el por ese príncipe testarudo, chillón, irritante, amable, lindo y...
Estaba dispuesto por primera vez a sacrificarse por la persona que amaba.
-Shin-chan no lo hagas!!!-
Kazunari luchaba por liberarse de las sombras.
Tin Tin Tin
Las campanas empezaban a tocar, ya eran las 12 de la noche y el no podía hacer nada por salvar a la persona que le devolvió la esperanza, que le hizo ver que la humildad debe sobrevivir ante todo, y que le hizo ver que las personas son valiosas por lo que son, aunque sea un tsundere de primera, era SU tsundere y no lo iba a perder.
-No lo hagas Shin-chan...yo...yo te amo!!! No me importa quedarme toda la vida como rana, pero quiero estar contigo. Te amo!!-
Para ese momento Kazunari no podía detener las lágrimas que caían por sus mejillas, Midorima al escuchar eso, algo en su corazón latió rápidamente, estaba por besar a la bruja cuando en la ultima campanada se dio la vuelta y la malvada bruja le beso el trasero.
-No me alejare de la persona que amo...y si tengo que ser una rana por siempre, que así sea-
Midorima corrió hacia donde estaba Kazunari, las sombras desaparecieron ya que la malvada bruja al no obtener lo que quería se convirtió en rana al igual que ellos, víctima de su propio hechizo.
-Shin-chan...de verdad me amas?-
La pequeña ranita se acerco a Midorima, aun con sus mejillas bañadas en llanto, pero de felicidad al saber que su amor era correspondido.
-Si Takao...Te amo-
Midorima se acerco a la pequeña ranita y unió sus labios en un tierno beso. De repente, un humo de color dorado los cubrió a ambos, haciendo que dieran vueltas en el aire y de sus cuerpos unas luces salieron para iluminar el cielo nocturno.
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-Y luego/ y luego? Que paso mami?-
Takao le dio un beso en la frente a su retoño
-Bueno recuerdas que el hechizo decía que debía recibir el beso de un príncipe pero debía ser de la persona que mas amaba? Pues debido a que ambos se amaban pudieron romper el hechizo de la malvada bruja.
Ellos se casaron, hubo una gran fiesta en el palacio, todos estaban contentos de que por fin el hechizo se alla roto-
-Que paso con la bruja?- -Pues...digamos que es una bella mascota en el castillo del rey Takao jajaja- -jajaja hay mami amo tus cuentos-
-Pero aun falta lo mejor del cuento, ellos se casaron el día del cumpleaños del Rey Midorima...-
A Yuki se le iluminaron los ojos
-Ese día es hoy!!! wow que lindo!!!-
-Si así es mi bebe, y lo mas importante....vivieron felices por siempre-
El pequeno Yuki río emocionado al escuchar esa historia que se sabia de memoria, ese día había sido muy agitado ya que celebraron el cumpleaños de su papa y le gustaba escuchar a su mami contarle cuentos y ese era su favorito.
Bostezo cansado y se acurrucó en su cama, mientras que Takao lo arropaba y le besaba la frente
-Buenas noches corazón-
Salio de la habitación encontrándose con Midorima recargado en el marco de la puerta, se acerco y le dio un amoroso beso en la mejilla.
-A Yuki le encanta que le cuente nuestra historia jaaj-
-Pero a esa historia le hacen falta cierto detalles...como por ejemplo nuestra noche de bodas y los regalos que me das en mi cumpleaños-
Takao se sonrojo por eso, ya que Midorima beso su cuello sensualmente y pasaba sus manos por su delicado trasero
-Pero...Shin-chan...esa historia no es para niños...mejor vayamos a la habitación y así te daré mi regalo de cumpleaños-
La lujuria y la pasión se podía reflejar en la voz y los ojos de Takao, Midorima lo alzo para que enredara sus piernas en su cintura, estaba ansioso por recibir su regalo.
-Feliz Cumpleaños Shin-chan...Te amo-
-Yo también te amo Bakao-
"Y colorín colorado, este cuento se ha acabado."