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Me violo un gato- YoonMin por Woong

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Park Ji Min: es un joven con apenas 17 años de edad, se encuentra centrado en los videojuegos dejando en segundo lugar a los amigos y por ultimo a la escuela, es un deleite diario simplemente estar frente al computador tecleando o cogiendo el control de la consola.

Su vida es cotidiana, no tiene más que dos amigos y ellos son: Jungkook y Namjoon; además tiene enemigos a muerte y ese es Kim Taehyung, cuando tenían 15 años le robo a su “amor platónico”, Jung Ho Seok. Todo un drama la vida de este joven de cabellos rojos.

Sus padres casi no se la pasan prestándole atención, no es como si los dos trabajaran pero algo parecido ya que al menor las cosas le valen un comino, su relación es distante y aunque él quisiera tener una mascota no puede por el permiso denegado de la familia.

 

Min Yoon Gi: es un hibrido, es mitad gato- mitad humano. Es el resultado de un amor un poco enfermizo traído por sus tatarabuelos, aunque detesta la vida como gato también detesta el simple hecho de ser humano, ninguna de las condiciones le convence al 100.

Tiene que soportar las bolas de pelo, el pelo cayéndose en exceso y otros estados de ánimo; que los niños le toquen solo porque es tierno, que otras personas le mojen sólo porque odian a los gatos y también tener que soportar el coqueteo de otros gatos.

En cambio, cada vez que es humano tiene que soportan cosas un poco similares, siempre teniendo que imitar las conductas ajenas, tener que comer con cubiertos y tener que fingir que disfruta tanto el estar en compañía de otros seres humanos.

Min Yoon Gi es un hibrido incomprendido que tiene que lidiar con muchos conflictos emocionales y entre los mismos están sus problemas físicos como: estar en celo. Actualmente el joven hibrido ha pasado de estar en perfectas condiciones a tener que buscar por todas partes a una gata que le haga salir de este exasperante estado.

Día y noche se siente caliente y con una respiración muy desgastada, cuando vuelve a su forma humana no puede calmarse con solo masturbarse ¡tiene que acostarse con alguien y enseguida! Ya intento buscar alguna gata y no ha encontrado a ninguna ya que no es como si todas las gatas se pusieran en celo diario y estar con un gato no es lo suyo, en fin, su única opción es estar con un jovencito, en este caso si puede ser hombre ya que las chicas no son mucho de estar con un hombre una noche, le piden muchas condiciones y su estado no le permite esperar más de esa noche.

Fue a una preparatoria, la hora de salida era la correcta para encontrarse con un joven que he satisfaga, miro con cuidado y ninguno le llamaba la atención, todos eran muy comunes y lo que él quería era un joven con ojos grandes y rasgados, con labios carnosos, con sonrisa ubicada en los mismos ojos, risa estruendosa (quiere decir que también sus gemidos pueden ser así), piel suave y no tan nívea, cuerpo deseable a simple vista y cabellos rojos. Sin saberlo el rubio ay estaba describiendo a un joven que pasaba enfrente suyo, su aroma desprendía ese aroma que vuelve loco a cualquiera que estuviese en celo.

Quería follarlo ahí mismo, tirarlo en el suelo y arrancarle la ropa, morderle el cuerpo suave y hacerlo gemir como nadie lo ha hecho, quería que todo vieran la fiera que se vuelve cuando lleva una semana y media en celo.

Toco su entrepierna sin pudor y respiro hondo, tenía que planear la manera en que conquistaría al joven de cabellos fuego, tenía que planearlo de manera que esa misma noche lo tuviera en su cama o tal vez sería mejor idea que estuvieran en la cama del joven, es decir, de todos modos él es un gato y nadie se resiste a los encantos de un felino, menos un joven con ese rostro tan angelical, ya deseaba ver como sus mejillas enrojecían de la vergüenza y ver como gemía con solo lamer sus tetillas, saber cómo sería su expresión con cada beso profundo que le propine, su cuerpo balanceándose de tan siquiera saber que está a punto de meter su miembro en su interior, estaba deseando tanto por todo eso que ni se dio cuenta de que ahora debía esperar hasta la hora de la salida.

Los jóvenes salían con toda la alegría del mundo, solo les faltaba el viernes y serian libres en toda la extensión de la palabra, Jimin y sus compañeros se despidieron dejando que el pelirrojo fuera directo a jugar videojuegos, que se hiciera de noche no le llevo tanto, fue sencillo para el menor ya que sus videojuegos le enviciaban mucho y por horas.

Eran las 8:00 pm y ya no veía el momento de verse debajo de sus sábanas para descansar, tenía algo de sueño y nadie lo culpaba ya que no tenía mucho que hacer en el día y la tarea le daba mucha flojera, seguramente le copiaría a Jungkook el día que seguía, intento cerrar los ojos cuando un golpe provino de su balcón, se levantó alarmado esperando ver una sombra y lo único que apareció fue un maullido muy tierno. Se levantó enseguida con la intención de ver el origen de ese maullido, enternecido abrió el ventanal y entre sus brazos levanto al gato

─¡ah! Que hermoso gato güerito─. Comento el menor emocionado por la presencia de este ser adorable con cara de amargura entre sus brazos

Estando en su habitación se dispuso a ya no dormir, quería jugar como nunca con el pequeño animalillo

─ no me importa que mis papás no me dejen tener un gato, yo haré lo posible para que te quedes─. Sonrió con toda la alegría impregnada─ ¡oh! Debes tener hambre, espera un poco y te traeré un poco de comida─. Jimin fue corriendo a la cocina y Yoongi pudo respirar un poco, seria sencillo, su plan iba bien, ahora solo tenía que esperar porque el niño se durmiera y ahora si podría tener una sesión larga de sexo.

Jimin regreso con un envase de leche y unas galletas con chispas, saco una y la acerco a la boca del animal, la estaba golpeando con fuerza mientras intentaba ingresarla, cualquiera hubiera desistido pero el ´pelirrojo nunca, abrió por la fuerza la boca del gato y le metió la galleta, en ese momento Yoongi maldijo tanto al menor, tenía unas ganas de rasguñarlo y no lo hizo porque sabía que lo echaría de la casa y su plan terminaría, soportar este tipo de cosas pasaría y era algo que debía pagar por estar con el menor, es decir, es su virginidad ¿virgen? ¡claro! Se ve que el chico no ha tenido nada con nadie, es virgen y sus videojuegos lo demuestran.

─ come gatito─. Le metió toda la galleta y se dedicó a cerrarle y abrirle el hocico, el menor estaba contento y el gato claramente no─ debes tener sed ¿quieres lechita? ─. fue por el envase de leche le coloco un poco en la tapa─aquí tienes ¡bebe! ─. ordeno al final, el gato no quería, pero accedió a beber la leche.

Jimin cargo al gato y lo sentó en su regazo, acaricio todo su pelaje alagándolo por la suavidad de sus rubios cabellos, por sus bonitos ojos y por sus orejas pachonas, todo iba bien pero Jimin es tan raro que decidió morderle la punta de su cola, Yoon gi casi estuvo a punto de arrancarle el dedo ya que le mordió y Jimin casi llora ¡tenía que remediarlo!, lamio el herido dedo del menor y le alegro saber que (por esa noche) no lo echaría.

La noche pasaba cada vez más lenta ya que le obligo a actuar como ametralladora, a ser su cojín, le mordió las orejas y la cola, examino su cuerpo percatándose de que era macho y a su suerte no se dio cuenta de que tenía su miembro erecto, el muchacho era muy menso como para suponerlo.

El reloj indico las 2:00 am ¡7 horas jugando y eso era suficiente para que el menor se quedara dormido en la cama!, Jimin acorralo entre sus brazos al gato rubio, lo estaba torturando con ese sofocante abrazo, estaba tan feliz de tener algo peludo cerca de su pecho y el ser con ese pelo no lo estaba tanto.

─Buenas noches gatito─. Sin más beso al gato como lo harían los ¿gatos?, Jimin se acercó al peludo y junto sus narices, Yoongi estaba extrañado por la acción, el chico menso lo tenía acorralado uniendo sus narices con la excusa de que eso es un beso de gatos.

Jimin lo soltó un poco, dijo un segundo buenas noches quedándose dormido como roca y ahí fue cuando el mayor aprovecho para continuar con su plan ¡ahora Jimin sabría quién era Min Yoon Gi!, se colocó encima del menor y comenzó por besar sus gordos labios, estaba muy entrado en saborearlo que ni se dio cuenta de cuando el pelirrojo comenzó a forcejear con necedad

─ ¿qu-quién eres tú?─. pregunto asustado

─ ¿quién más? Soy Min Yoon Gi… tu gatito─. Respondió con una ladina sonrisa

─ ¡¿Qué?! ¡imposible! ¿c-cóm…─. Fue interrumpido abruptamente por los labios del rubio que jadeaba encima suyo

El celo es poderoso y Yoongi ya no lo soportaba más tenía que meter su miembro en el apretado interior del menor, tal vez era mitad humano y las reglas en el sexo debían ser algo no nuevo en su vida y sin embargo le embriagaba tanto el querer salir de su estado que no espero más para desnudar más al menor, Jimin no comprendía nada y aun así no se sentía en peligro, es más, no resistía por la necesidad de querer experimentar algo más que masturbaciones matutinas.

Despojado de sus prendas y recostado con un rubio que decía ser el gato que salvo ¡era ilógico! Y eso pronto lo olvidarían, Yoongi fue directo por sus fantasías del día anterior, sus desgarradores dientes fueron detrás de las tetillas del menor, esos botones marrones que sobresalían de la aureola y que amenazaban con sangrar solo por ser saboreadores de esa manera tan seductora.

Mientras le lamia el pezón con seducción Yoongi se encargaba de restregar su miembro contra la entrepierna de Jimin, estaba subiendo y bajando dejando sentir toda su longitud debajo de la prenda humeda, estaba disfrutando tanto del roce que se experimentaba contra la desnuda piel que podría seguramente morir.

La lengua del rubio paseaba por el pezón erecto con desesperación, lo quería desgarrar mientras el menor jadeaba desesperado (era verdad, su risa era como sus largos y estruendosos gemidos), la luz que los iluminaba era solo la del farol callejero, por ser verano sudaban terriblemente y ese brillo en la tostada piel solo lograba poner más excitado al mayor, Jimin no pudo evitar creer las palabras del rubio en cuanto vio como sus orejas se movían de un lado a otro, la cola que se meneaba con felicidad eran pruebas suficientes para que uno no pudiera negarlo del todo.

Yoongi volteo a Jimin una vez que vio como ambos estaban erectos, levanto el trasero de Jimin dejando que el adolescente sacara un quejido ante la acción, Yoongi estaba desesperado, tenía a un joven excitado a su merced y siendo que está en celo solo podía pensar las miles de obscenidades que podría generar en el interior de ese jovencito.

Se deshizo del bóxer húmedo sosteniéndolo entre sus manos, estaban tan mojados que no evito (como dicta su naturaleza felina) olerlos y lamer la zona humeda, Jimin únicamente podía ver como el mayor realizaba sus parafilias y deshacerse en gemidos. Yoongi tiro la prenda en el suelo y admiro tanto la imagen del moreno con ese trasero de sueños, se ponía más erecto con tan solo imaginarlo y nadie lo culpa ya que es natural sentirse así cuando tienes a un mocoso tan excitante enfrente tuyo.

Lamio dos dedos, en su garganta sintió sus garras afiladas y la longitud, esparció demasiada saliva solo para estirar las nalgas del menor, miro aquel agujero que llamamos ano, estaba tan cerrado y tembloroso, Jimin cerró los ojos y apretó su agarre en las sábanas, el rubio ingreso un dedo sin pudor, Jimin dejo salir un estruendoso gemido ante la acción, nunca antes algo se había metido en su ano y la sensación era como estar estreñido, sentía las garras tocar las paredes grumosas que parecían ser un impedimento para el movimiento, estaba debilitándose el cuerpo del adolescente al grado de tirarse en la cama, dejando sus piernas abiertas a toda la flexibilidad que se le otorgaba.

Yoongi decidió meter un segundo dedo una vez que vio la reacción de espasmos, Jimin se estremecía cada vez más, los dedos le torturaban, dos dedos que le desgarraban y hacían sentir completamente incomodo, su ano se estaba estirando con la acción que el mayor realizaba, un gemido salió de sus carnosos labios una vez que esas largas uñas tocaron ese cumulo de nervios que llaman próstata, Jimin no lo soportaba más estaba sintiendo unas mil cosas con solo los dedos de aquel rubio en su interior.

El rubio saco sus dedos del interior que no estaba del todo lubricado pero su celo no podía esperar más tiempo, tantos días y no pasaba de lo mismo, alejo su cuerpo y posiciono su erecto pene en la entrada de Jimin, lamio sus labios mostrando sus colmillos preparados para morder a su “hembra”. Por si fuera poco Yoongi ha seguido todos instintos al momento de someter a Jimin al dolor, ya que los gatos en su órgano sexual suelen tener escamas en las corneas con el fin de herir a la gata y evitar que pueda culpar con otro gato.

Jimin sintió un inmenso dolor en su entrada poco dilatada una vez ingreso el rubio sin delicadeza alguna, se sentía abriendo paso a un grueso y venoso pene, Jimin estaba sintiendo el dolor muy acalorado al punto de bajarle la excitación por completo, ahora Jimin sí que se sentía muy violado, le dolía horrores el ano y Yoongi no podía parar de ingresar en su interior.

Parece humano y tiene más carácter de gato cuando se trata de sexo, apenas su miembro estuvo completamente absorbido por Jimin eyaculo como es costumbre de los gatos, se estremeció y Jimin se puso a llorar por sentir un miembro rompiéndolo y a su vez llenándolo de semen en siquiera un segundo.

─ ¡ya déjame!─. Jimin oculto su rostro entre la almohada por el dolor y la reciente violación, pudo sentir como el miembro de Yoongi se erguía en su interior dejándolo con una sensación se incomodidad.

Yoongi se percató de que su compañero no la pasaba muy bien por lo que se dedicó a calmar sus hormonas de gato y parecer un poco más humano, acaricio el cuerpo del menor y jugo un poco con sus sensibles tetillas, las retorció entre sus dedos y lamio su cuello por donde podía percibirse la yugular, Jimin apenas podía acostumbrarse al miembro en su interior y aunque su mente le prohibía excitarse sus hormonas querían volver a ponerse en pie con las caricias del rubio gato.

Apenas Yoongi vio que el miembro de Jimin se puso erecto por segunda vez se dedicó a moverse en su interior, entraba y salía con toda la emoción que requería, Jimin se retorció con el placer en su interior, estaban calentando tanto el ambiente que Jimin no logro prevenir la mordida que Yoongi le clavo en el hombro, le estaba jalando la piel con la intención de que el menor no forcejeara, los gemidos de Jimin se elevaban y la mano del rubio era suficiente para amortiguar y lograr que los padres no escuchasen nada.

─esto…esto…mmmm~Ahhh~se siente de mil maravillas─. Yoongi soltó la piel del menor y lo levanto de la cama sin siquiera salir, lo llevo a la alfombra y le sonrió ladino

─es más excitante en el suelo ¿no?─. Jimin cerró los ojos, sus mejillas se tornaron rojas apenas se quedó mirando el rostro del mayor. La alfombra le rozaba cada parte de su desnudo cuerpo y el miembro ingresando y saliendo con rapidez le traían loco.

Yoongi levanto sus caderas y sin estar satisfecho con su 5 eyaculación llevo al menor hasta la ventana y la entreabrió dejando que el aire fresco los dejara un poco helados, por lo menos bajaría un poco la calentura que los ataba.

Lo embistió haciendo que su cuerpo se elevara y bajar rudamente, las tetillas de Jimin rozaban el cristal a cada embestida, subiendo y bajando, eso solo hacia sentir mejor a quien estaba recibiendo el gran miembro en su ajustado interior.

Jimin busco los labios del mayor apenas sintió que se venía su eyaculación, dejo que sus piernas se flexionaran un poco más hasta sentir más dentro el miembro, sus labios fueron besados y mordidos por Yoongi, su mano rodeo la nuca del mayor y se dejó llevar con el orgasmo que lo inundo

─ ¡ahhh!mmmnh ahhh─. Todo su semen cayo en la ventana, Yoongi lanzo al menor en la cama y volvió a morder su cuello con fuerza, reingreso en su interior con brutalidad sacándole un agudo grito, miro unos segundos al menor y le sonrió de nueva cuenta, mientras lo embestía por segunda vez le susurro en el oído ─ ¡que ni se te ocurra meterte con otro! ─. lamio su oído y extendió sus piernas a cada lado, Jimin puso sus manos en el pecho del mayor intento no caer rendido por las fuertes embestidas

─ ¡quiero que me llenes!─. ahora ni el mismo se reconocía, lo único que pensó el mayor fue que esa noche Park Ji Min nunca la olvidaría ya que tener 6 eyaculación en su interior no era algo que se quedara en el aire.

Apenas Jimin eyaculo Yoongi no paro para saciar su celo, dejo al menor con un desastre en su habitación y con machas de semen por todos lados al igual que un tremendo dolor en sus caderas.

Fue a la escuela y dijo lo ocurrido

─ ¡les juro que un gato me violo!─. sus amigos apenas terminaban de reír lo volvían a hacer y con más emoción por la tontería que su amigo le había estado soltando durante todo el día.

Salieron del colegio y Jimin vio al rubio recargado en el barandal, Jimin trago grueso mientras veía como el mayor tocaba su entrepierna por la excitación y es que los gatos no duran una noche en el proceso del coito, son dos días más con la intención de fecundar y aunque se sabe que no fecundara nada en Jimin solo desea ser un gato mimado otra vez.

Se sonrió ladinamente como es su costumbre indicándole a Jimin que se acercara, como Jimin iba con sus amigos y la dirección era la misma por donde iban todos no se molestó en ir corriendo o algo que levantara sospechas. Estando cerca del mayor sintió como le dio una nalgada y le susurro en el oído casi como un maullido

─ ¡ni se te ocurra cerrar la puerta Jiminie!─. y lo único que podía pensar Jimin era en mil guarradas por hacer y en que ahora su nombre sonaba mejor


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