Aquella noche prometía ser inolvidable para los asistentes al SMT. Quizás no era excepcionalmente una noche distinta para el público y los artistas pero para Yunho y Changmin, lo era.
Era una noche donde se iban a presentar juntos pero... llevaban a cuestas una discusión sin resolver. No una de las típicas dónde sólo discutían quien iba a llevar la comida por la noche o si Yunho había dejado el baño hecho una "piscina" o si Changmin otra vez había dado fin con los postres favoritos de Yunho, no; esta vez sí que había resultado fuerte. Muy fuerte.
Y no era para menos.
Era una fuerte sospecha.
-**-
— ¡Yunho! ¿Viste por ahí mi billetera?
— Revisa junto a las llaves, en la mesita de la sala.
Changmin rodó los ojos por aquella distracción suya al no recordar donde había colocado su billetera pero no era para menos. Hace semanas debido a sus agendas que ambos no podían tener un encuentro a solas, cada uno ocupado, sin llamadas ni mensajes; creyó volverse loco hasta que llegó aquella noche, una noche a escondidas en su departamento donde, no hubo tiempo para decir "hola", sólo un par de sonrisas cómplices y la pasión de sus cuerpos manifestándose al chocar contra los muebles del lugar, en un intento desesperado de arrancarse las ropas uno al otro. Susurros, risas y una hilera de ropa hacia la habitación es lo que había dejado aquel momento.
Llegó hasta la mesita, donde su billetera yacía al filo de esta, al borde caerse junto al celular de Yunho. No hubo dado un paso más cerca cuando ésta cayó, aterrizando al borde del sofá. Se agachó para recogerla cuando vio unas pequeñas hebras de colores que sobresalían por debajo del mueble. Changmin, curioso de ello, estiró su mano, sacando del oscuro lugar una bufanda de color negro con hilillos de colores en las puntas.
"Qué extraño, esta prenda no es mía, ni mucho menos de Yunho..." pensó porque estaba seguro de conocer el guardarropa completo de Yunho y ni qué decir del suyo a menos que... A menos que lo comprara como regalo. Rió por aquella idea, pues aunque el color no le desagradaba, no era para nada su estilo. Sin embargo por ser de Yunho, le haría sufrir un poco con el regalo, se burlaría y luego lo usaría un par de veces a escondidas pues apreciaba cada gesto que Yunho tenía para con él.
Enfrascado en sus pensamientos, notó como el móvil de Yunho vibraba y mostraba un par de llamadas perdidas y un nuevo mensaje. Al ver que el mayor aún seguía en la ducha, tomó el aparato y abrió el mensaje, revisar un poco no le haría mal a nadie, ya luego le indicaría a Yunho de aquello. Las llamadas y el mensaje tenían el mismo remitente, por lo que, curioso como sólo él solía ser, abrió el mensaje:
"Cariño, la pasé muy bien estos días. Nadie mejor que tú, Yunho.
Por cierto, olvidé mi bufanda donde estábamos "jugando" un poco kk.
Guárdala bien ¿eh? Espero podamos vernos muy pronto cariño, ansío verte de nuevo.
Jun"
Decir que se había quedado sin palabras, era poco. Su corazón se había acelerado de golpe y luego, se había detenido con aquellas simples palabras.
"Olvidé mi bufanda donde estábamos 'jugando' un poco".
No esperó a acercar la bufanda ajena cerca a su nariz donde percibió un leve aroma, un aroma a chocolate y vainilla mezclados. Un aroma que no era suyo ni de Yunho pero si era colonia de otro hombre. El tal "Jun".
Furioso, se levantó del lugar para ir en busca de una explicación. No hacía falta. Yunho ya había salido de la ducha y le observaba extrañado mientras paseaba una toalla por su cuello.
— ¿Min?
Changmin resopló, entrecerrando los ojos un momento para ponerse de pie y alzar la bufanda en sus manos a la vista del mayor.
— ¿Y esto?
— Esa bufanda...
— ¿Qué es esto... cariño? — enfatizó la última palabra con sorna, apretando aquella odiosa prenda en sus manos, queriendo romperla. Quemarla y pulverizarla en lo posible.
— ¿Cariño? — Yunho, extrañado, continuaba mirando al menor desde su posición.
— Ah, claro, yo no te llamo "cariño" pero este "Jun" puede hacerlo. — Supo que había provocado algo con ese nombre cuando la expresión en el rostro del mayor cambió de repente.
— Cómo...
— Ah claro. Sólo fueron unas semanas, Yunho. Unas putas semanas donde no te vi en lo absoluto, no llamadas, no mensajes por que "estabas ocupado" pero... ya veo en qué estabas ocupado... "jugando" — Escupió aquellas palabras con enojo. Sus celos le impedían pensar con claridad, su mente le decía que parara pero no podía.
Se acercó a Yunho hasta dejar toscamente la bufanda en sus manos (casi como le diera repulsión) y su móvil, mostrándole el mensaje que había recibido de aquel individuo. Yunho lo leyó y observó a Changmin en silencio por un buen momento.
— ¿El que calla, otorga?
— Estuviste viendo mis mensajes. Changmin, no te di permiso para revisar mi celular ¿o sí? — el tono de Yunho era suave pero se notaba molesto. Bastante molesto.
— ¿Qué? —No podía dar crédito a lo que oía. Estaba recriminando al mayor por una probable —y muy segura— infidelidad... ¿Y él salía con aquel absurdo de su celular?
No pudo más. Se apartó del mayor caminando hasta tomar su chaqueta de una silla, poniéndosela y guardando sus llaves y billetera. No supo en qué momento que realizaba aquella acción fue que comenzaron a gritarse uno al otro. Ni en qué momento había salido del departamento, con sus ojos amenazando llorar pues no podía creer a qué grado había ido la discusión.
Al llegar a su auto y adentrarse en la seguridad de éste, un par de lágrimas rebeldes rodaron por sus mejillas.
Lo peor de todo era que Yunho, en ningún momento, no había aclarado nada sobre la bufanda...
- ** -
Y ahí estaban. Tras el escenario del SMT, con las vestimentas listas para hacer su presentación pero no se podía concentrar, al menos Changmin no podía estar concentrado al 100%. Luego de esa pelea, pasaron al menos 2 semanas alejados. Y habrían permanecido igual de no ser por la presentación en Japón, donde había sido necesario verse en los ensayos y ambos habían sabido simular muy bien. Se saludaban y reían junto al staff pero una vez juntos, apenas si habían intercambiado un par de saludos.
Una escena incómoda si le preguntaban.
Apenas si habían llegado a aquel momento. Conocía bien a Yunho para saber que el mayor había tratado de acercarse al esperar en el backstage, lo notaba en sus ojos, pero no quería verle porque sabía el efecto de la mirada del mayor en él. No importaba que fuese un poco más alto, la mirada del mayor le decía más cosas que las que sus palabras decían. Pero ahora, estaba dolido. Demasiado.
Y prefería seguir evitándole de la misma manera. Al menos, por ahora.
— Yunho, Changmin ¡Prepárense! ¡Ustedes son los siguientes! —Expresaba su ajetreado manager, corriendo con papeles en la mano, asegurándose que todo estuviera listo. Les dio un par de palmadas, perdiéndose entre la gente, mientras Changmin de reojo, miraba el perfil de Yunho. Suspiró hondo al apartar la vista y entrar al escenario, seguido del mayor. Escuchó las voces alegres de sus fans cuando las luces se prendieron, esbozó una leve sonrisa y escuchó como la melodía iniciaba.
Y tenía que ser aquella canción...
Palabras que no debí escuchar... — Comenzó a cantar Changmin, sintiendo que algo dentro suyo se estrujaba suavemente con cada palabra que decía, sentía que debía liberar sus emociones en el escenario.
Palabras que me dejan sin palabras
Palabras que no les importa cómo me siento...
Como te olvido
Debería tratar de olvidarte
Podremos volver a como éramos antes
No pude decir ni una sola palabra
La última vez que nos hablamos...
Entonces escuchó la voz de Yunho. Esa voz que llegaba a él y le estremecía, su voz suave como cuando decía que lo amaba, cuando estaban juntos en la intimidad o cuando sólo quería decírselo... pero lo notaba; era una voz de tonalidad un tanto apagada y triste, sin embargo, de esa manera, sentía que le daba más emoción a la canción
(Casi como si se la cantara a él...)
Cuando te decía que te quería, me detenías...
Y mi corazón sentía que iba a explotar
Ya me he detenido
Estoy esperando tus próximas palabras
Se quedó sin aire por un momento ante aquellas palabras al recordar situaciones donde Yunho y él habían estado juntos casi como si pasaran en un carrete por su mente. No recordaba cuando le había respondido al mayor que lo amaba de todas las veces que él se lo había dicho aún cuando estuvieron juntos. No podía recordar ninguna...
Yunho continuaba cantando pero Changmin no sabía cómo sentirse. Era toda una mezcla de emociones dentro de él que le causaba una revolución pero no se mostraban en su inexpresivo rostro.
Tenía deseos de hablar con Yunho, pedirle perdón y disculparse por que quizás Yunho tenía una explicación de aquel mensaje y todo lo sucedido, realmente quería creer que era así...
Pero luego recordaba la reacción del mayor, las semanas distanciados y las punzadas de dolor dentro suyo se intensificaban, su razón le gritaba "infidelidad" a viva voz pero la otra parte de si, quería oír al mayor y creer que todo aquello tenía sentido.
Suspiró imperceptiblemente. Vaya problemas con este sentimiento llamado... amor.
Entonces sintió que era el momento de cantar a coro con Yunho. Levantó la mirada mientras cantaba para encontrar que Yunho había girado su cuerpo hacia él, encontrándose sus miradas en aquel momento. Un momento tan íntimo como si estuvieran cantándose uno al otro mientras el público desaparecía y sólo eran ellos, Yunho y Changmin cantándose el uno al otro.
Si tan sólo el tiempo se detuviera
Si tan sólo pudiéramos borrarlo
Si tan sólo pudiera retroceder el tiempo
Al día en que nos conocimos
Las punzadas de dolor se intensificaban en Changmin mientras la canción seguía. Nunca se sintió tan expuesto, nunca sintió como cantaban aquella melodía con tanta emoción...
Porque todavía te quiero
Incluso en mi sueños
En esa última estrofa, casi al final de la canción, giró su cuerpo hacia Yunho, pues quería decírselas viéndole a los ojos. Dejar salir de él esas palabras.
Pero en cuanto se encontró con los ojos marrones de Yunho fijos en él, no pudo mirarle. Sintió que sus ojos brillaban sin poder contenerlos mucho más y bajó la mirada.
Dolía.
Y sentía que Yunho estaba ahí, observándole.
No quiero creer esas palabras
-**-
Ambos salieron del escenario mientras eran felicitados por el staff y su manager, escuchando palabras como "gran presentación", "son los mejores", "yo sentí la emoción" y cosas similares pero Changmin sólo quería apartarse de todos ellos y estar solo.
Había estado a punto de que las lágrimas lo traicionaran de nuevo y se había salvado cuando las luces se apagaron al terminar la canción. Sin esperar, se fue hacia el camerino, encerrándose en él, mientras se sentaba en una silla cercana y pasaba sus manos por su rostro.
— Creo que deberíamos hablar, Changmin.
El mencionado suspiró por enésima vez aquella noche al oír esa voz. Nuevamente el tono suave empleado pero no estaba molesto. Sólo quería lo que le pedía.
— Tenemos algo de qué hablar, Yunho.
No quería voltear para ver a Yunho pero debía hacerlo. Temía saber la verdadera respuesta en los ojos del mayor de aquella pelea que había hecho que se distanciaran de esa forma pero debía asumir pasara lo que pasara ahora en adelante.
Así como asumía que pese a todo, el corazón de Shim Changmin le pertenecía a Jung Yunho sin retorno alguno.