JiHoon sentía que se estaba volviendo loco, por Dios, era TaeIl hyung el que estaba caminando a su lado, no Sulli de F(x), su amor platónico.
Llevaba semanas agobiado con el pensamiento de ser homosexual. Es decir, a él le daba igual, pero… ¿Y las fans? ¿Y la empresa? ¿Y sus hyungs?
Corea no era un país muy avanzado en cuanto a esos temas y le daba pánico el ser rechazado por cualquiera de los anteriores nombrados.
-¿JiHoon? ¿Me estás escuchando?- preguntó TaeIl viendo que el más alto no le prestaba atención.
-¿Eh? ¿Decías algo TaeIl hyung?- contestó JiHoon sacudiendo la cabeza, intentando alejar sus pensamientos.
TaeIl suspiró e hizo un puchero.
-No era nada.- dijo después de sonreír e ir al lado de Kyung, quien al lado de Zico reía por alguna tontería del líder.
Suspiró cansado al salir de la agencia, siguió a sus mayores y se sentó en la parte trasera del gran coche familiar. Se puso los cascos e intentó descansar.
TaeIl.
TaeIl hyung sin camiseta bebiendo agua.
TaeIl hyung haciendo pucheros buscando llamar su atención.
-¡Joder!- gruñó al ver que todos sus pensamientos estaban dedicados al mayor del grupo.
Kyung, quien estaba sentado a su lado le miró extrañado, era raro oír palabrotas de la boca del menor.
-JiHoon, ¿ha pasado algo?- preguntó Zico, girándose ya que iba en el asiento de delante.
-No.- masculló subiendo el volumen de sus cascos.
-Antes estaba en su mundo, ¿creéis que algo haya pasado?- preguntó preocupado el mayor de todos.
-Solo necesitará sexo, estad tranquilos.-murmuró MinHyuk aparcando en el garaje de su casa.
Todos le miraron asombrados.
-¿Tanto os sorprende?- murmuró MinHyuk bajando del coche.
JiHoon se quitó los cascos al ver que el coche se había estacionado y bajó con prisas.
-Voy a ir a la tienda de la esquina, ahora vuelvo.-comentó JiHoon.
-¡Te acompaño!- gritó TaeIl dando un salto al salir del coche.
JiHoon bufó pero no dijo nada y con un asentimiento de cabeza se encaminaron.
Él solo quería tiempo a solas, realmente no había nada que quisiera comprar.
Entraron en la tienda y dieron un par de vueltas hasta que se decidió por comprar una tableta de chocolate que el mayor no dejaba de mirar.
Pagó el producto y no esperó a que TaeIl saliera de la tienda, empezó a andar hacia casa de nuevo.
-¿JiHoon?- murmuró el mayor asustado en la tienda al no ver al nombrado.
Salió a la calle y vio la cabellera roja del menor a lo lejos, por lo que empezó a correr para alcanzarlo.
-¡Yah!- le gritó mientras le daba un suave golpe en el hombro.
El más alto le miró y le tiró la tableta de chocolate, la cogió en el aire y sonrío.
-Gracias, Hoonnie.- murmuró abriendo el envoltorio y dándole un mordisco, para después gemir quedamente.- ¿Quieres probar?
JiHoon no le miró pero aceleró el paso y con brusquedad abrió la puerta de la casa para encerrarse en su cuarto.
-¡Hyung! ¿Chocolate? ¿Otra vez?- preguntó hastiado Zico.
-Y-yo…
-Dámelo.-ordenó.
Hizo un pequeño puchero pero le entregó el chocolate. La verdad era que no le sentaba bien.
El chocolate le daba dolores de estómago intensos y a veces vomitaba… Pero es que está tan bueno…
-¿JiHoon te lo compró?-preguntó algo cabreado el líder.
-No te enfades con él, aunque me lo haya comprado yo lo he comido sabiendo que me sienta mal.-terminó murmurando.
Zico chasqueó la lengua molestó.
-Aún así hablaré con él.-dijo mientras se encaminaba a la habitación del menor.- Por cierto, nada de televisión o ordenador para ti, estás castigado.- ordenó mientras miraba como TaeIl hacía un puchero.
Zico entró en el cuarto y vió a JiHoon en su escritorio con los cascos puestos y mirando por la ventana.
-¿JiHoon?
JiHoon se giró asustado.
-¿Estás… llorando?
JiHoon dio un respingo y se limpió las lágrimas.
-No… No es nada- murmuró intentando sonreír, pero más lágrimas silenciosas salían.
Zico se acercó a él y le abrazó en silencio, notando como el cuerpo del menor se tensaba para segundos después quedar como gelatina contra el suyo.
Unos bajos y graves sollozos empezaron a escucharse y Zico le acarició la espalda y la cabeza, dejando que el menor se desahogara.
-Hyung…- murmuró JiHoon sintiendo que se desmoronaba.
-Tranquilo, ven, vamos a la cama.- Zico se sentó y dejó que el menor se sentara a su lado.
Poco a poco empujó el cuerpo del menor contra el suyo y acabaron tumbados en la cama, JiHoon parcialmente encima de Zico y este notando los pequeños espasmos en el cuerpo del más alto.
Zico siguió acariciando al menor, quien poco a poco lograba calmarse.
-¡JiHoon, Zico si-
TaeIl entró en la habitación de golpe, encontrándose con tremenda escena.
-Luego, TaeIl.- dijo Zico, notando como el mayor iba a avasallarle con preguntas y como el cuerpo del menor volvió a tensarse, escondiendo su rostro en su cuello.
TaeIl cerró despacio la puerta y Zico arrulló al menor de Block.B, dejando que se durmiera lentamente.
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Zico salió del cuarto del menor tiempo después con cara preocupada.
Entró en el salón y todos le observaron atentamente.
-No me ha dicho nada. A penas un par de balbuceos. -gruñó preocupado.
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JiHoon no recordaba cuando se quedó dormido, pero si recordó como se sintió.
Se sintió mal.
Enfermo.
Le gustaba TaeIl hyung.
Eso podría soportarlo, lo que no podría soportar es que jamás fuera correspondido.
Malhumorado salió de su cuarto y se encaminó a la calle, hoy desayunaría fuera.
Hoy tenían el día libre, por lo que no tenía prisa.
-¿Vas a salir?
JiHoon ahogó un grito por el susto que le produjo escuchar esa voz.
-S-sí… No tardaré.-murmuró sin mirar a TaeIl, quien preocupado se acercó a él.
-Pyo JiHoon, dime ahora mismo que está pasando. -ordenó el mayor serio.
JiHoon se giró incómodo, solo cuando el mayor estaba enfadado le llamaba por su nombre y apellido.
TaeIl se acomodó las gafas y empujó al menor hasta el sofá.
-Siéntate y habla.-ordenó.
JiHoon tragó grueso y miró hacia sus zapatillas.
-No es fácil de decir, hyung.-murmuró.
-Puedes decirme lo que sea.-murmuró TaeIl acariciando la mejilla del más alto mientras se sentaba en la mesa baja que estaba delante del sofá.
JiHoon respiró profundamente durante un par de minutos y se decidió a hablar.
-Me gustan los hombres.-murmuró a la velocidad de la luz.
-¿Y?
JiHoon levantó la mirada y miró a su hyung, quien parecía tranquilo e impaciente por saber mas.
-¿No te molesta?
-¿Debería molestarme?-preguntó el mayor sonriendo.
-Mmm… N-no.
-Continúa.- murmuró el mayor mientras se acomodaba un poco el corto flequillo.
-Me gusta un hombre.
-¿Y bien?-preguntó el mayor haciendo gestos con la mano para que se apresurase a contestar.
-Y ese hombre es… Ummm…
-JiHoon, tranquilo, no va a pasar nada.-sonrió TaeIl.
-Me gustas, TaeIl hyung.
TaeIl se levantó de la mesa tenso y sorprendido.
-¿Q-qué?
JiHoon murmuró una disculpa y salió a paso acelerado de la casa.
-¡Yah! ¡TaeIl! ¡Era tu momento de atacar!- gritó Kyung desde la cocina.
-¿K-Kyung?-murmuró asombrado.
-Hyung, no hace falta que lo escondas, todos lo sabemos ya así que deja de fingir.- dijo Zico bostezando mientras entraba en el salón.
-¿E-en serio?
-Eres muy obvio.-gruñó sentándose en el sofá.
-Menos para JiHoon.-dijo entre risas Kyung.
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No sabía que hora era, con las prisas no había cogido su móvil.
Debía de ser tarde ya que era de noche y casi no había gente por la calle, por un momento quiso volver.
¿Cómo iba a volver? TaeIl hung estaría esperándole y no tenía ánimos para enfrentar al mayor.
Su estómago rugió y él gruñó, el poco dinero que llevaba encima se lo había gastado en comida a medio día.
Apesadumbrado puso rumbo hacia la casa de los Blockbusters, no tardó mucho en llegar y cuando estuvo delante de la puerta la abrió procurando no hacer nada de ruido, pero de nada sirvió.
TaeIl estaba esperándole sentado en el recibidor, apoyado en la pared y medio dormido.
El mayor gritó sorprendido al ver a JiHoon delante de él con mala cara, se levantó y abrazó con fuerza al menor.
El más alto se sorprendió pero correspondió el abrazo y levantó al más bajito, quien enredó sus piernas alrededor de sus caderas.
-Pensé que no volverías.-murmuró TaeIl contra su cuello.
JiHoon sollozó y TaeIl apretó más su abrazo.
-No te vayas así nunca más.-gruñó el mayor mordiendo levemente el hombro del más alto.
Se separaron levemente y se dieron un pequeño beso para volver a abrazarse fuertemente.
-Te quiero, hyung.-murmuró JiHoon.
-Idiota.-murmuró el otro sonrojado y escondiéndose de la mirada del menor.