-tetsuya-(¿he quien me llama? Y ¿de quién esa sonrisa?) Se preguntó kuroko, mientras en su sueño veía a una persona dedicándole una gran y hermosa sonrisa blanca
*pi* *pi* *pi* *pi*
El peli azul cogió entre sus manos ese ruidoso y plateado reloj y lo apago, seguido de eso se sentó en su colchón de plumas y busco sensitivamente sus pantuflas que normalmente se encuentran debajo de su cama, pero no las encontró, entonces de repente se dio cuenta que las había dejado en la sala, entonces vino a su mente las palabras de su doctor “se verá consecuencias de su memoria” y como no tuvo opción se levantó se su cómoda cama pisando el frio piso de su casa por causa de no tener sus habituales pantuflas; se dirigió al baño y cuando cerró la puerta de este se despojó se sus vestimentas arrojándolas al cesto de ropa sucia la cual estaba llena de ropa más sucia, entro a la ducha y abrió la regadera la cual soltó agua fría, se cubrió de esa agua fría haciendo que su cuerpo dará un pequeño sobresalto, en medio de su baño comenzó a analizar el sueño que tuvo hace rato; aquel sueño, lo ha soñado desde hace 5 años y casi siempre es de esa sonrisa la cual le hace sentir un cálido en su interior, kuroko tiene la sospecha que de que esto se trata de un momento que se dio antes de su accidente. “Ese accidente” pensó kuroko, cuando tenía 18 años e iba en tercero de preparatoria, paso un terrible accidente en el cual fue atropellado por un auto que iba en alta velocidad, el cual no noto su presencia al momento de pasar la calle y lo arrojo a la calle, cayendo en su cabeza. Cuando kuroko despertó después de dos meses en coma, había perdido su memoria, olvidando sus amigos y hasta a sus propios padres, eso fue peor de doloso a comparación del accidente. Su recuperación fue lenta pero dio frutos, había empezado a recordar, primero fueron a sus padres, luego sus días en la secundaria y los amigos de esta época; los cuales se alegraron enormemente de la noticia, después de esto recordó sus días en la preparatoria sierin y sus amigos de esos años pero cuando creía que lo había recordado todo sintió un gran vacío cuando le preguntaron “¿tu recuerdas a kagami taiga?” no supo por qué pero cuando sus amigos aquel nombre, sintió un gran vacío en su corazón al no recordarlo, pregunto quién era y lo le contestaron que era un amigo suyo y eran compañeros en el club de basquetbol, pero él sabía que esa persona no era solamente lo que le dijeron sus amigos. Y desde que escucho hablar de esa persona, en sus sueños se presentaba una gran sonrisa dirigida hacia su persona.
Kuroko en solo pensar en eso siente de nuevo ese vacío en su interior y se pregunta “¿Por qué no lo puedo recordar?”. Salió del baño con una toalla rodeándole su cadera y se dirigió a su cuarto a vestirse; saco la ropa que se pondría hoy para ir a su trabajo, eligió una camisa blanca con mangas largas, un pantalón de mezclilla color mayonesa y unos zapatos cafés; empezó a vestirse pero mientras lo hacía, sentía como la ropa le daba una sensación de placer al proporcionarle una calor a su piel blanca y bien cuidada.
Cuando termino de comer su desayudo el cual consistía en una simples galletas integrales y un pedazo de pan, no sentía ganas de comer el recuerdo de esa sonrisa y la inquietud que le daba esto le hacían perder el apetito, cogió su maleta la cual llevaba lo más importante para su trabajo, su gabardina gris y su bufanda roja la cual le proporciona una calidad inigualable y el cual desprendía un aroma confortante y delicioso. No sabía quiera propietaria de aquella cálida bufanda solo sabía que se fue un regalo especial de esa persona propietaria de aquella sonrisa. Cogió el libro que iba leyendo en el trascurso de la semana y el cual iba terminando; salió de su departamento y fue recibido por el frio invierno de noviembre.
Abordo el tren el cual lo llevaría a su destino de trabajo y se sentó para tener mayor comodidad a la hora de leer su libro “la tregua” de Mario Benedetti y el cual le daba mucho parecido a su vida de hoy en día, a su manera de verlo.
Cruzo el lumbral de la gran puerta de la guardería y saludo a sus compañeros con una diminuta sonrisa, se sacó su gabardina y bufanda y las doblo en su casillera correspondiente, se puso su delantal para trabajar, cerro su casillero y fue a recibir a los niños en la entrada de la guardería.
El ultimo niño en entrar saludo a su maestro y entro deprisa hacia al recinto educativo; estaban por cerrar las puertas de la guardería pero de repente una gran mano detuvo las puertas, lo que causo una gran estruendo, los maestros casi les da un gran infarto pero kuroko siguió con su mirada seria, de la puerta se asomó un hombre de unos aparentemente 23 años con cabellos rojos los cuales al finalizar sus puntas estaba de un rojo mucho más oscuro, unos ojos de color parecido a su cabello, con una cejas partidas dándole una apariencia intimidadora, e iba vistiendo con un traje negro, con una camisa roja de marca, una corbata del color del traje y por encima lo iba cubriendo una gabardina negra y una bufanda azul marino
-por favor esperen-suspiro cansado-se me hizo tarde
Al finalizar de hablar se vio como aquel hombre daba una gran sonrisa nerviosa, kuroko quedo congelado y en shock por un tiempo. Aquella sonrisa era tan casi parecida la de su sueño, una sonrisa agradable y blanca. Kuroko se acercó al hombre e iba a hablar pero fue interrumpido por aquel extraño hombre
-bueno haru, preséntate
De la pierna del hombre salió un niño de cabellos negros y unos grandes ojos violetas que le daban ternura a su pequeña carita.
-soy h-haru m-murasakibara-dijo el niño con su carita roja por la vergüenza
-jeje haru no seas penoso, no te pasara nada en este lugaaaaaa
Aquel hombre levanto su mirada para ver al nuevo profesor de su sobrino, quedo en silencio y en shock, delante de él se encontraba a aquel chico responsable de sus más extraños sueños y el cual había amado y seguía amando desde hace 5 años.
-¿t-tetsuya?
-em ¿Quién eres tú?-pregunto kuroko con duda hacia el hombre frente a él, y el cual lo miraba demasiado extraño.
El hombre sintió como se estrujaba su corazón y como las lágrimas saladas estaban por salir de sus ojos, sabía que no lo recordaría, en el pasado nunca lo hizo y no creí que ahora lo haría.
-m-me llamo kagami taiga era compañero tuyo en la preparatoria, es normal no me reconozcas, después de lo del accidente.
-pues parece que es así.
Kagami dejo a su sobrino en el piso y se despidió de el con solo un movimiento de cabeza. Kagami se condujo hacia su auto que estaba al otro lado de la calle y cuando entro finalmente a su auto, unas traicioneras lágrimas resbalaron por sus mejillas. El solo pensar en lo que sucedió en el pasado le daban más ganas de llorar.