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El corazón de dos Uchihas por BrideOfDemons

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Fic terminado, consta de 8 capítulos.

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Nunca pensó que acabaría en un sitio como aquel, nunca pensó que volvería a estar bajo el mismo techo que su hermano. Pero allí estaba, con los miembros de Akatsuki, en donde todos residían. Y por decisión propia. Había podido hablar con el líder y le habían otorgado una habitación individual, bastante grande y un tanto alejada de los demás, lo cuál agradecía.

Y no es que le hiciese ninguna gracia tener que convivir con tanta gente, le gustaba estar solo por sobre todas las cosas, pero al final no todo había sucedido como él esperaba.

—¿Estás cómodo? -una voz masculina se escucho en la entrada de su habitación. -No quiero incordiarte pero me gusta conocer a los nuevos miembros, siempre que alguien decide unirse.

— No me he unido -sentenció un tanto desagradable -No pienso quedarme aquí por mucho tiempo. Solo hasta que pueda volver a lo mio.

-Ya veo… -el chico de cabellera rubia sonrió - Hermano de Itachi, ¿Verdad? -Sasuke quien estaba de espaldas terminando de colocar todas sus pertenencias se quedo en silencio ante lo dicho. -Aquí todo el mundo sabe quién eres...El vengador renegado de su propia aldea. El que juró matar a su propio hermano. Poseedor de unos ojos privilegiados y un poder indescriptible. Desde hace mucho que nuestro líder ansiaba tenerte entre nosotros. -al ver que Sasuke seguía a lo suyo y no tenia intención de entablar conversación decidió irse no sin antes despedirse -Ten cuidado. Aquí no todos van a ser tan amables como yo.

Cuando hubo salido, Sasuke fue hasta la puerta y la cerró ¿Cómo demonios iba a soportar todo aquello? Era solo el primer día allí y ya lo odiaba. Con suerte y yendo a la suya no tendría que establecer contacto con nadie.

Un poco más tarde se escucharon varios golpes en la puerta.

— ¡Sasuke! -El aludido al reconocer la voz de su compañero de cabellos plateados le abrió -Buf al fin me he podido librar de esa arpía -sin siquiera preguntar se metió en la habitación del Uchiha -Madre mía, menuda habitación te han dado a ti. Y nosotros tenemos que estar los tres en la misma. Y ya sabes que no soporto a la niñata esa…

— Será por poco tiempo. A mí tampoco me gusta esto. Tan pronto como pueda nos iremos.

— ¿Tú como estás? -le hecho un vistazo de arriba abajo -Estás impresionante. El traje de los Akatsuki te queda de lujo.

-No muy bien. -confesó. Deposito sus ojos en quien tenia delante -Tú eres el único en quién confío. Él único que sabe la verdad del porque estamos aquí.

-Y te dí mi palabra de que eso nunca saldrá de mi boca. Tú secreto esta seguro conmigo. Solo concentrate en recuperarte y ya esta.

-Ocupate de esos dos ¿Vale? -Suigetsu asintió.

A pesar de que en su físico no había ninguna secuela, ni rastro de nada fuera de lo habitual, por dentro algo le estaba matado. Y es que desde su última pelea con uno de los bijus , un mal ataque había conseguido herirle y por alguna razón que aun desconocía sus funciones vitales estaban fallando y sus ataques habían disminuido considerablemente. Por no hablar de que ya ni siquiera era capaz de usar sus ojos como lo hacía normalmente y se encontraba débil la mayor parte del tiempo. Con todo eso encima y teniendo en cuenta que toda la aldea de Konoha y altos mandos iban tras él no podía permitirse el lujo de luchar, ni mucho menos de ser capturado por nadie. Por su propia voluntad y después de meditarlo durante días, decidió localizar a la banda Akatsuki . La cual no dudo en acogerle sabiendo de sobras lo extraordinario que era. Y lo valioso que podía llegar a ser para la organización. Suigetsu había sido su mayor apoyo desde entonces, ya que había sido al único al que le había contado la verdad.

-Ya sabes que con esos no hay problema. No tienen muchas luces -hecho una carcajada pero al ver el semblante tan serio de Sasuke decidió dejar las bromas aparte -Si necesitas lo que sea, me avisas ¿Eh?

-Traeme la comida por la noche. No quiero tener que salir de aquí por nada -El chico de cabellos negros se sentó en el borde de la cama -Y procura no hacer mucho alboroto. Cuanto menos llamemos la atención mejor.

Suigetsu le hizo un gesto para despedirse y se fue dejando a un Sasuke preocupado, inquieto y solo.

En otra parte estaban algunos de los chicos merendando en la sala donde solían reunirse para comer.

-¿Has ido a verle? ¿Qué tal es? -Deidara miró a su compañero encogiéndose de brazos.

-Es guapo -el otro hizo una mueca de desagrado -Y antipático. Pero bueno, era de esperar, clavadito a su hermano. Que por cierto, desde que vino no se le ha vuelto a ver el pelo.

Hidan que estaba escuchando la conversación ensancho su sonrisa.

-O que le tiene miedo. Me encantaría enfrentarme a ese tal Sasuke.

-Pero si no estas a la altura -Sasori sabía que ese tipo de comentarios hacían enfadar a Hidan y por eso siempre intentaba picarle -Solo con rozarte te manda al infierno.

Hidan le envió una mirada asesina pero siguió a lo suyo. Deidara se levantó dejando a los demás aún comiendo.

-Te veo luego -dijo dirigiéndose a Sasori.

Se podía decirse que de todos los Aktsuki Deidara era quien mejor se llevaba con todos. Por su carácter curioso y sociable, siempre acababa entablando conversación con cualquiera. Pero sin duda con quién compartía más cosas y se llevaba mejor era con su compañero Sasori.

Al salir del comedor se topo con el chico de cabellos plateados que no dudo en lanzarle una sonrisa de medio lado. Deidara paso de largo pero a pocos pasos se paró y echo la vista atrás.

-¿Y tú eres?

-Puedo ser lo que tu quieras muñeca.

Deidara al escucharle no tardó en posicionarse delante de él, con una rapidez asombrosa.

-¿Cómo dices? ¿A quién llamas tu muñeca?

-¡Deidara!

Se oyó una voz ronca detrás de ellos. Caminaba lento pero con paso seguro. Deidara al verle simplemente volvió a mirar a Suigetsu con cierto odio y se marcho.

-¿Eres uno de los compañeros del nuevo Uchiha?

Suigetsu aún impresionado por su presencia y por los pendientes que adornaban su cara tardó en reaccionar.

-Ehmmm...Sí ¿Y tú?

-Dile que necesito hablar con él. -comento y se alejó dejando al otro un tanto perplejo.

Después del encontronazo y de dedicarse a inspeccionar un poco todo el territorio decidió volver a su zona segura. La zona donde estaba Sasuke y los demás compañeros suyos. Por alguna razón cuanto más se alejaba más inseguro se sentía y no es que tuviese miedo precisamente.

Esta vez no hizo falta llamar a la puerta ya que la habitación de Sasuke estaba abierta. Lo encontró del mismo modo en que lo había dejado. Encima de su cama, pero esta vez semiacostado, sumido en sus pensamientos, meditando sobre a saber cuantas cosas. Y es que Sasuke solía sumirse mucho en él mismo, aún cuando le había contado lo suyo, Suigetsu sabía que había muchas otras cosas que no le contaba y nunca le contaría a nadie.

-Si soy un pesado -se adelanto en decir -Pero un tal...Hm….-se percato que ni siquiera le había dicho su nombre -Un tío raro con un montón de piercings. Que vayas a verle.

Sasuke se incorporo y cogió a kusanagi, que desde hacía tiempo siempre la llevaba consigo.

-¿Adonde vas con eso?

-Por si acaso…. Quedate aquí y no te muevas hasta que haya regresado -Suigetsu le miro sin entender -Alguien podría entrar cuando yo no estoy.

Siempre le tocaba a él. Y bueno, en cierto modo le gustaba, Sasuke confiaba en él. No le daba tanta confianza a nadie más que a él. Pero muchas veces se preguntaba si eso en verdad lo hacía por propio interés y aprovechamiento que por otra cosa.

···

-¿Querías verme?

-Mañana saldremos en una misión. Quiero que estés con nosotros.

El Uchiha menor sintió esas palabras como si le hubiesen dado una patada en el estómago. Vale, tenía claro que tendría que hacer misiones, pero no tan pronto. Aún no se sentía con fuerzas de llevar a cabo alguna. Incluso si había podido descansar, no se encontraba en su mejor momento.

-¿Te parece bien? -prosiguió el de cabellos anaranjados al ver que el aludido no contestaba.

-Perfecto.

-Ya se que al llegar dejaste claro que no querías entablar contacto con tu hermano, pero él también es miembro de Akatsuki y vendrá. Simplemente dejad de lado vuestras disputas y sed profesionales. Porque como esta misión sea un fracaso por culpa de alguno, se las tendrá que ver conmigo.

¿Tener que volver a verle? ¿Lidiar con él? ¿Con todo el odio que llevaba acumulado? Si le veía solo sería para acabar con él. Pero tampoco podía permitirse dejarse llevar por sus impulsos y su rabia, porque por encima de todo estaba en juego su propia vida. Si tenia que fingir y estar delante de la persona que más odiaba en este mundo, lo haría. Y luego llegaría el día en que pasarían cuentas.

-Saldremos mañana a primera hora.

Al salir del sitio donde se encontraba con el líder se dio cuenta que su cuerpo estaba en tensión. Quizás y meterse en la organización no había sido lo más inteligente después de todo. Pero de alguna forma pensó que sería lo mejor. Y ya no había vuelta atrás.

Volvió hacia su habitación pensativo y con algo de mal humor, para que negarlo, las cosas no estaban saliendo como él hubiese querido. Cada día se estaba haciendo más pesado y cada día se encontraba más desanimado.

Al entrar se encontró su habitación completamente vacía. Sin Suigetsu. ¿Otra vez se había ido de las suyas? Por mucho que había intentado que fuese serio y responsable, no hacía más que meterse en líos. Suspiro y se echo en la cama abatido.

En cosa de segundos todo su ser vibró y al volver a pestañear ya no estaba en su habitación. Se encontraba en medio de la nada, en medio de un sitio sin vida. ¿Qué estaba pasando? ¿Un genjutsu?

-Cuanto tiempo….-una voz ronca que reconoció enseguida taladro sus tímpanos. Como flechas clavándose poco a poco. -Jamás pensé que al volver a vernos sería en un sitio como este. Y tú siendo miembro de Akatsuki.

Sasuke haciendo un movimiento rápido activo su sharingan provocando una media sonrisa en Itachi.

-No te esfuerces. No servirá. Estas es mi ilusión. Nadie nos ve, nadie nos escucha, ninguna técnica tuya me va a afectar, mientras este genjustsu este activo.

Y Sasuke de sobras lo sabia pero se negaba a quedarse inmóvil sin hacer nada.

-¿Qué quieres? -apretaba sus puños conteniéndose. Por mucho que intentase parecer sereno, su cuerpo le estaba delatando y no quería -Me repugna verte.

-Lo sé. Pero no te va a quedar más remedio que verme y quería hacértelo saber hermanito. ¿Pero ha sido decisión tuya, verdad? Yo no te he obligado a venir aquí. -una pared surgió de detrás de Sasuke, a la vez que unas cadenas que se enroscaron por entre sus brazos y piernas, dejándole totalmente a merced del Uchiha mayor -No te metas en mi camino ¿Entiendes? Quiero que se te quede grabado en tu cabeza, que ya no soy tu hermano.

¿Por qué le estaba diciendole todo eso? ¿Por qué incluso en sus genjutsus no dejaba de torturarle de esa forma? Quería gritar, quería matarle con sus propias manos. Verle desangrarse y arrastrase por el suelo, que suplicase por su vida, Pero no, quién en verdad estaba atado y sin poder zafarse era él. Maldijo su debilidad y se maldijo a si mismo.

Itachi hizo un par de sellos, activo su sharingan y Sasuke volvió a aparecer en su cama. Volvía a estar solo. Inspeccionó su cuerpo rápidamente pero no vio nada extraño en él. Pareciese que todo había sido un sueño, pero no lo había sido, de eso estaba seguro.

Se quedo en la cama y al final se quedo dormido. No fue hasta que Suigetsu , ya con una bandeja con la cena, le hizo despertar un tanto sobresaltado.

-Hey tranquilo, soy yo. -Sasuke estaba muy inquieto y enseguida lo noto -¿Ha pasado algo?

-¡¿Qué si ha pasado algo?! ¡¿Qué si ha pasado algo?! Te dije que te quedases en la habitación hasta que regresase. Y no me hiciste ni puto caso. -gruño visiblemente enfadado -¡No me sirves para nada!

-Oye, oye..no te pongas así. No pensaba irme, pero hubo un problema con Jugo. ¿Qué querías que hiciese? ¿Qué lo dejase estar y pasase una desgracia que luego nos salpicaría a todos? -se defendió -Joder Sasuke por una vez en tu vida piensa un poco en los demás y deja de ser tan egoísta.

Y tenía razón. Quizás le estaba pidiendo demasiado a Suigetsu, después de todo no era su obligación. El Uchiha se calmo un poco.

-Dejémoslo.

-Pero dime ¿Ha pasado algo?

-Nada -no quería tener que darle detalles, ni hablar sobre ello. Estaba cansado, y no solo físicamente, su alma estaba empezando a pesarle mucho -gracias por la cena.

Suigetsu sonrió.

-No hay de qué. Ya sabes que dije que te ayudaría en lo que pudiera y aquí estoy.

-Mañana tengo una misión.

-Pero no vas a poder….

Sasuke le interrumpió.

-Podré.

-¿Quieres que me quede a dormir aquí contigo?

Sasuke sin saber a cuento de qué y porqué había dicho aquello alzó una ceja incrédulo.

-¿Pero qué dices…?

-Por favor...No soporto estar con esos dos. No paran de molestar y me….

-¿Te vas a callar? -el Uchiha le tiro una de las mantas que había encima de su cama -Tú dormirás en el suelo.

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