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La Soledad Antes de Ti por Alen

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Notas del capitulo:

Hola, este es mi primer fic y espero que os guste. Acepto sugerencias de todo tipo.

Quiero decir un par de cosas: la primer es que Jungkook es mayor que Taehyung y la segunda es que todos los demás personajes que no pertenezcan a BTS son de mi invención.

Sin más, que lo disfrutéis.

"Es mejor estar solo que mal acompañado". Siempre he escuchado esa frase. Yo creo que no es verdad. Todo el mundo quiere y necesita a alguien a su alrededor. Todo el mundo necesita ser importante para al menos una persona. Todo el mundo, sin excepción. Si no, es como si no existieras. Yo creo que entonces, si todo el mundo fuese una mala compañía, según esa frase, la gente dejaría de existir.


**********


—¡Ese no! ¿No ves que no combina con mi falda? —me gritó enfadada.


—Lo siento amor, ya sabes que no soy muy bueno con esto —me excusé.


Voy a explicarlo, soy Kim Taehyung, la que acaba de gritar es mi novia, Sindy, y estoy ayudándola a elegir una cazadora que pueda llevar con su falda. El problema es que no tengo ni idea de moda y no sé por qué no se puede llevar una cazadora cualquiera con su falda rosa fosforito. Gracias a ello mi novia siempre me regaña y yo simplemente suspiro cada vez que lo hace.


—No sé por qué vengo contigo de compras, eres como un peso muerto. No, eres mucho peor que un peso muerto. Al menos el muerto no me haría sangrar por los ojos con su poco conocimiento sobre la moda —me replicó—. Debería haber venido con tu amigo. ¿Cómo se llamaba? ¿Jimon, Jiman? Bueno sí, ese. Ese sí que sabe cómo vestirse, no como tú —dijo mirándome de pies a cabeza y poniendo una cara de asco.


—Se llama Jimin pero no es precisamente mi amigo y gracias por el cumplido, si quieres me puedo ir —farfullé.


—¿En serio? —vi cómo se le iluminaba la cara. No me lo podía creer, era mi novia, ¿cómo me podía hacer esto?— ¿Podrías llamar a Jimin para que venga a ayudarme?


—No, él te odia desde que intentaste follarte a Yoongi.


—Solo fue una vez —se excusó suspirando—. ¿Y si llamas al otro, al rapero?


—Él también te odia desde que tocaste el culo de Seokjin.


—¿Y a...


—No conozco a nadie a quien le caigas bien, no sigas intentándolo —le contesté un poco molesto.


—Bueno, no importa. Llamaré a uno de mis amigos, cualquiera vale. No hay nadie peor que tú.


Eso me dolió pero solo sonreí y asentí.


—Lo siento amor, te prometo que intentaré aprender.


—Eso no se aprende Kim, es un don que se tiene y tú nunca lo conseguirás.


Después de eso ella decidió llamar a Cris y cuando este llegó me fui de ahí para dirigirme a mi casa.


**********


Decidí que no tenía ganas de estar encerrado en mi apartamento así que entré a una cafetería que encontré por el camino y pedí un café. Me senté en una mesita al lado de la ventana y me quedé mirando a los transeúntes pasar. Estaba tan ensimismado que no me había dado cuenta de que alguien tocaba mi hombro.


—Hola, ¿podría sentarme contigo?


Le miré extrañado. Delante de mí había un chico de mi edad, un poco mayor tal vez. Llevaba unos jeans, una camiseta blanca de manga corta y unas zapatillas negras. <Simple> pensé.


—¿Quién eres? —pregunté, no quería sonar maleducado pero no lo conocía de nada.


—Soy Jeon Jungkook, encantado de conocerte Kim Taehyung.


<Bonito nombre> pensé. <Espera un momento, ¿cómo es posible que sepa mi nombre?>


—¿C-cómo sabes mi n-nombre? —pregunté intentando que mi voz no temblara. Ya veis cómo me salió.


—Una larga historia —dijo encogiéndose de hombros—. ¿Puedo sentarme? —volvió a preguntar.


—N-no sé quién eres, así que mi respuesta es no —dije agachando la cabeza.


Este suspiró y sin hacer caso a lo que había dicho se sentó en la silla que quedaba delante de mí.


—¿Q-qué haces? Te he dicho que no puedes sentarte.


—Lo sé, pero no te he hecho caso.


Qué chico más descarado, odiaba a la gente como él. Se creían los mejores y miraban a los demás por encima del hombro, como si los demás fueran escoria que ni siquiera merecían su atención. No quería estar con gente como él así que me levanté e intenté irme pero él me agarró de la muñeca y me obligó a sentarme de nuevo.


—¿Q-qué haces? —pregunté enfadado, aunque más que enojado parecía asustado. Culpa de mi capacidad de tartamudear en los peores momentos.


—No quiero beber mi café solo —dijo como si fuera la cosa más normal del mundo. Como si todos los días se te acercase un extraño en plan "Hey, hola, me aburro y quiero tomar un café con alguien pero estoy solo. Lo tomas conmigo o lo tomas conmigo. ¿Qué eliges?". Tenía una gran variedad de elecciones, así que elegí la más sensata, tomarme algo con él.


—¿Por qué me has hablado? —pregunté.


Él pareció meditar.


—Eres el que menos apariencia de asesino tiene.


Después de eso no volvimos a dirigirnos la palabra. Cuando terminó pagó nuestros pedidos (sí, el mío también) y se fue, tan rápida y misteriosamente como apareció.


**********


—¡Kim Taehyung! ¿Por qué no has venido a recogerme a la universidad? —me gritaba mi novia desde el otro lado de la llamada—. Al final he tenido que llamar a Jordi.


¿Y ahora qué había hecho? La respuesta: NADA, ABSOLUTAMENTE NADA. Ella siempre me decía que no fuese a por ella, que la haría ponerse en ridículo y yo como siempre le obedecía. Entonces... ¿Qué demonios había hecho (o no hecho) ahora?


—Lo siento amor, se me ha olvidado —me disculpé, aún sin saber muy bien la razón de mi disculpa.


Ella suspiró. Podía imaginarme su cara de "Es verdad, se me ha olvidado que eras Kim Taehyung. El inútilquenosabehacernada de mi novio".


Después del día en la tienda de ropa se convirtió en todavía más insufrible que antes, me estaba poniendo la cabeza como un bombo.


Ya habían pasado dos semanas de aquello y lo bueno era que todavía no tenía ninguna noticia del extraño llamado Jeon Jungkook. Aunque no duró mucho porque justo el día siguiente pasó algo que no me imaginaba.


Estaba en clases y la siguiente hora algunos alumnos un par de años mayores que nosotros nos iban a dar una charla sobre no sé qué de unas pinturas o algo así. Estaba mirando por la ventana cuando se me acercó Hoseok, uno de mis escasos amigos (más o menos).


—Hey mira Kim ¿no crees que está bueno ese que acaba de entrar a clase?


Miré a donde apuntaba y casi me quedo sin respiración. Ahí de pie, estaba él, el misterioso e irritante Jeon Jungkook.


**********


La charla había pasado afortunadamente rápido. Todos ya salían de clases y cuando me disponía a hacer lo mismo alguien se interpuso en mi camino.


—¡Cuánto tiempo sin vernos Kim Taehyung!


—Sinceramente, esperaba que no nos volviésemos a ver —le respondí sin mirarle.


Él pareció ofendido.


—Que cruel TaeTae, cómo puedes tratar así a tu novio.


Suspiré. Iba a responder pero me quedé pensando en qué había dicho. <Punto número uno: me ha llamado TaeTae, NADIE me llamaba así. Punto número dos: ha dicho novio, ha dicho que él es mi novio, así que si él es mi novio entonces yo soy… Oh no, eso sí que no>


—¿De qué coño me estás hablando? —le pregunté enfadado.


—Del tuyo no, y del mío todavía menos —respondió, así sin más.


—Espera... ¿Qué?


—Nada amor es broma. Cambiando de tema, ¿qué tal le está yendo todo a mi joven Kim Taehyung?


No respondí y salí lo más rápido posible de aquella clase.  Me fui a encerrar en los baños más alejados del patio posicionándome enfrente de uno de los espejos. Nadie iba ahí, bueno nadie menos yo. Era como mi lugar para cuando necesitaba estar tranquilo, cuando necesitaba pensar. Aunque en general no me gustaba estar solo. La soledad para mí era como... una vieja amiga con quien no quieres volver a encontrarte. Una amiga que te ha enseñado demasiadas lecciones a base de dolor y sufrimiento.


—¡Ah!— grité al sentir unos brazos rodeándome.


—Tranquilo bebé, no te haré daño —dijo esa voz que no quería volver a escuchar, al menos por hoy.


—¿C-cómo sabes de este lugar?


—Porque nadie te observa cómo lo hago yo bebé, cada movimiento, cada parpadeo, cada respiración…


Ahogué un grito cuando sentí sus labios en mi cuello. Intenté separarme pero apretó con más fuerza y mis esfuerzos fueron en vano.


—Tranquilo bebé, no te haré daño.


—P-por favor —supliqué y sin querer unas lágrimas empezaron a caer por mi rostro. Jungkook al darse cuenta me dio la vuelta y me las limpió besándolas.


—Hey bebé, tranquilo, no te haré nada —dijo acariciando mi mejilla.


Intenté tranquilizarme pero lo único que conseguí fue que más lágrimas salieran de mis ojos. Él solo se dedicó a secarlas con besitos mientras me abrazaba. Cuando me calmé él me dedicó una dulce sonrisa y besó mi frente.


—¿A-a qué estás jugando? —le pregunté mientras hipaba.


—A nada, solo quiero estar contigo.


—No p-puedo. Tengo que ir con Sindy —me excusé.


Él me miró y reprimí un gritito poco masculino. Esa mirada reflejaba ira.


—¿Por qué te fijas en ella? —dijo intentando no sonar muy furioso.


—E-ella es mi novia, además... no es de tu incumbencia.


No quería decirle la verdadera razón. No necesitaba saberlo. Nadie debería saberlo.


—¿Novia? ¿A eso le llamas tú novia? Seguro que se a follado a la mayoría de los chicos de tu curso.


Parecía más enfurecido a cada momento que pasaba. No entendía la razón, ¿qué le importaba a él con quién salía? Todo el mundo pensaba que era un tonto al seguir saliendo con ella, ya sabía que seguramente se tiraba a cualquier chico medianamente guapo que apareciese delante de sus narices, pero sinceramente no necesitaba a nadie que me lo fuera recordando.


—No tienes derecho a hablar así de mi novia. Sindy es una buena persona, solo que no sabe cómo expresarse— le dije intentando sonar enfadado y por una vez en mi vida conseguí no tartamudear y parecer de verdad enojado, aunque sinceramente ni yo mismo me creía esas palabras.


—¿Una buena persona? ¿Estás de broma verdad?


—No, lo estoy diciendo muy en serio. Además, ya estoy harto de ti, vete —le ordené. Él, como siempre, no hizo caso.


—No quiero, no hemos terminado de hablar.


—Yo creo que sí y si no te vas tú me voy yo.


Me dispuse a salir pero su mano agarró mi muñeca derecha, intenté zafarme pero no lo conseguía. Juntando todas mis fuerzas tiré de mi brazo y conseguí soltarme de su agarre pero sin querer le di en la mejilla. Él se quedó con la cabeza girada, llevando una mano a su mejilla dañada. Intenté tocarle para ver si estaba bien pero antes de conseguirlo él apartó mi mano y salió rápidamente de allí. Yo me quedé con la mirada clavada en mi mano. La había cagado.


**********


Ya habían pasado dos meses desde aquello pero no volvimos a hablar. A partir de ese día empecé a fijarme más en él cada vez que lo veía por la universidad. Con quién se relacionaba, a qué clases iba, qué comía… Ya sabéis, esas cosas que hacen las adolescentes cuando les gusta un chico. Solo que yo no era una adolescente y tampoco me gustaba Jungkook… ¿verdad? Siendo sinceros es verdad que me dolía cada vez que apartaba la vista cuando nuestras miradas se cruzaban o cada vez que pasaba cerca de mí y no me saludaba, pero lo que de verdad dolía era cuando me miraba con ese semblante de decepción. Dolía mucho, más que cualquier rechazo o vacío que me pudiera dar. Pero eso no significaba que me gustase, y punto.


Sindy… ella seguía acostándose con todo aquel que tuviese pene y yo solo apartaba la mirada cada vez que lo hacía. ¿Por qué? Porque era la única que alguna vez me quiso.

Notas finales:

Espero que os haya gustado y me disculpo por las faltas de ortografía.


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