Estaban recibiendo a los humanos, los primeros en llegar fueron los maestros de la clase del sol lo que ocupo todo el día de Cross y por la tarde llegaron los maestros de la clase nocturna.
Zero no se acercó a ellos, simplemente no le interesaba. Volteo el rostro viendo a Kaito comiendo en la cocina, su cuerpo se sentía pesado y su sed estaba empeorando, no debería permanecer muy cerca de él... no quería que lo notara.
Kaien entro exhausto a la casa dejándose caer en el asiento frente a Kaito pegando la cabeza contra la mesa suspirando. Kaito quito su plato en un rápido movimiento evitando que el director terminara con la cara en su comida, lo miro seriamente tal vez debería haber dejado el plato en su lugar aunque realmente se veía cansado.
En los siguientes días llegarían los estudiantes humanos estando rodeado de ellos tendría que controlarse, mostro una leve sonrisa irónica parecía que estaba regresando el tiempo cuando creía que caería al nivel E, paso una mano por su cabello alejando eso pensamientos observando el techo en silencio.
Miro desde su ventana la llegada de los humanos llevando equipaje hacia los dormitorios animadamente, se veían entusiastas saludándose entre ellos, las chicas corrían hacia sus amigos abrazándolos parecían felices de regresar a ese lugar, entrecerró los ojos apoyándose en el marco de la ventana, pero la verdadera razón era que no recordaban lo sucedido y de algún modo sentía un poco de envidia por eso.
La realidad era que los estudiantes del sol habían estado en un grave peligro y nada garantizaba que no sucediera nuevamente, el borrarles la memoria solo era una forma de cubrir lo que había sucedido, la sangre que se formó tras la muerte de algunos y se corrió por el suelo de la academia… algo que tan solo habían disfrazado con simples excusas.
Entonces la asociación de cazadores habían borrado las memorias de todos ellos y el apoyo que habían mostrado con los Kuran había sido bastante, nunca le parecio que fuera exactamente por esas razones, no confiaba en la asociación realmente nunca lo había hecho, algunos de sus miembros se movían por las sombras y actuaban por su cuenta en sus propios negocios.
¿Qué pasaría si ellos conocieran la verdad? Sobre la clase nocturna, lo que realmente son… ¿Qué pensarían de ellos? ¿Los seguirían viendo con admiración o les temerían? Ahora incluso el... había perdido la poca humanidad que le quedaba ¿Con quién correrían mayor riesgo? ¿Estando cerca de esos vampiros o el estando cerca de los humanos? Apoyo la cabeza contra el vidrio de la ventana cerrando los ojos un momento. Recordaba las escenas que surgían durante cada cambio de clase, la forma en que gritaban sus nombres de forma obsesiva ¿Cómo podría manejar eso? Realmente se transformaría en una molestia.
El mayor entro a la sala caminando lentamente con las manos a la espalda mostrando una sonrisa torcida, el saco blanco que portaba desde los hombros se balanceaba por el leve movimiento y los seres que lo seguían a poca distancia atrás de él se veían oscuros, extraños y aterradores, su guardia personal.
Bajo las escaleras al terminar de recorrer el largo pasillo y la enorme cantidad de soldados bajo su mando lo miraron sonriendo poniéndose firmes saludando de forma militar, agrando su torcida sonrisa levantando el rostro conforme descendía.
-Ya casi es hora, aquí es cuando todo verdaderamente comienza ¡Nuestro propósito!-
Levanta los brazos viendo la enorme esvástica roja que cubría el alto techo.
Los militares agrandaron su sonrisa levantando el brazo derecho hacia el mayor.
-¡¡Sieg Heil!!-
Pronunciaban una y otra vez.
Las sombras que lo seguían se posaron atrás de él sonrientes demostrando la misma locura que el mayor.
-¡Los tomaremos del cuello y los obligaremos a inclinarse ante nuestro poder! Las cortinas fueron levantadas desde hace siglos y ahora por fin veremos la actuación ¡Hemos regresado!-
Por fin la escuela estaba lista para comenzar con las clases, ya habían regresado los alumnos de ambas clases al igual que los maestros y eso significaba que Kaito había cumplido su misión y ahora debía regresar a la asociación.
Entro a la sala viendo al director que mostraba una pequeña sonrisa aunque se notaba preocupado.
-Kaito chan…-
Se acercó deteniéndose frente a él.
-Cazador Cross mi misión aquí ha terminado-
Se cruza de brazos entrecerrando los ojos.
-Dejo a Zero en sus manos-
¿Estaría bien de esa forma? Algo parecía que iría mal si se iba y dejaba todo en manos del director ¿Podría manejarlo? Zero estaba bien pero ¿Por cuánto tiempo? No sabía cuándo podría regresar a ese lugar y el vampiro… no habían sabido nada de él, su maestro aún se encontraba en la asociación investigando. Frunció el ceño.
Kaien lo miro unos segundos soltando un suspiro para despues sonreirle.
-¿Tan poco confiable soy?... Sabes que cuidare de Zero-
Ambos se miraron en silencio, su expresion parecia decidida... sonrio ligeramente aceptandolo y ambos se giraron al escuchar ruido desde las escaleras viendo a Zero.
-Es hora de que me vaya, ya cumplí la misión de supervisar la llegada de los vampiros-
-Ya veo-
Frunce levemente el ceño, así que se iba de regreso a la asociación.
-Zero...-
Kaito se acerca viéndolo fijamente, lucia algo pálido más de lo normal.
Nota la expresion en su rostro cruzandose de brazos mientras se aleja levemente poniendo apenas un poco de distancia ¿Y si… lo había notado? ¿Qué debería hacer?
Kaito no era una persona que creyera lo que otros dicen tan fácilmente, además la sed estaba cada vez más presente, se sentía diferente a sus antiguos ataques pero la intensidad aumentaba cada vez asiéndolo más difícil de soportar, no había nada que pudieran hacer... jamás pediría su sangre no podría.
Apretó los labios forzando una sonrisa pero aun lo observaba preocupado y parecía sospechar algo, pero al no estar seguro no podía decir nada.
Kaito cerró los ojos un momento pensando seriamente para después abrirlos y acercarse a Zero, este no se movió simplemente lo miro sin demostrar ninguna emoción. Lo tomo por los hombros acercándose a su rostro viendo las amatistas y después a su oído.
Se sorprendido fijándose en el director que parecía estar de igual forma viéndolos con algo de preocupación. La voz en su oído lo hizo tensar el cuerpo nervioso, podía sentir su sangre, apretó los dientes conteniéndose por suerte aun podía hacerlo.
-Por una vez…Zero solo preocúpate por ti, ya has hecho suficiente. Lo único que debes hacer es alejarte de los problemas, tú no estás solo puedes confiar en nosotros -
Le susurro atrayéndolo más a su cuerpo y abrazándolo fuerte.
Se sorprendió, todo parecía más simple de lo que era cuando Kaito lo decía, el abrazo era cálido reconfortante y le recordaba a las veces en que lo abrazaba Ichiru cuando eran niños. Apretó ligeramente los puños, últimamente no podía sacárselo de la mente cerro los ojos recargándose contra el hombro de su amigo y correspondiendo el abrazo.
Estuvieron así unos momentos para después separarse, aun fruncía el ceño y su mirada mostraba preocupación pero sonreía, lo vio dirigirse a la entrada.
Ambos caminaron en su direccion viendolo alejarse mientras levantaba una mano a modo de despedida.
Miro el suelo en silencio considerando sus palabras ya sabía que no estaba solo, ahora tenía varias razones para estar ahí…
Se asoma por arriba de los arbustos mirando la escena. Alucard sujetaba el cuerpo de Zero acariciándolo con sus grandes manos, penetrándolo, su rostro sonreía mostrando los colmillos y Zero gemía aferrando entre sus manos el tronco del árbol, su rostro sonrojado, su largo cabello que caía como una cascada plateada por la pálida espalda, el vampiro atrás de él se inclinó sacando la lengua lamiendo su espalda hasta su cuello donde lo tomo por el rostro uniendo sus bocas en un beso salvaje y las embestidas se tornaron violentas, no podía creer lo que estaba viendo pero no podía dejar de hacerlo, se llevó las manos al rostro la escena era por demás caliente sentía su corazón latir rápidamente y su rostro sonrojado nunca había experimentado eso y ver a su maestro y a Zero en esa situación, no… no podía creerlo ambos eran tan perfectos ¿Un amor prohibido? Bueno eso no era del todo correcto entre vampiros no hay distinción de genero ya se lo había explicado Integra. Sintió algo caliente en su mano.
-¿Uh?-
Aparto la mano de su rostro mirándola, estaba cubierta de sangre se sorprendió, esta salía de su nariz.
-Esto es malo no deberías espiar-
Se asustó volteando alrededor pero no había nadie, miro de nuevo a la pareja pero esta se desvaneció como cuando apagas el televisor... Salió del arbusto nerviosa todo estaba oscuro y apareció ante ella un ángel… o eso pensó pero viéndolo detenidamente era su bazuca con vestido blanco, una areola flotando y alas blancas de tela cosidas al vestido.
-Soy el espíritu de tu arma ¡Harkonnen!-
Una ciudad comienza a dibujarse al fondo con edificios y nubes todo en tiza blanca sobre un fondo negro ¡¿Qué estaba sucediendo?! Se deja caer en el piso por fin estaba pasando ¡Se había vuelto loca! ¿Era acaso un castigo por ver a su maestro en esa situación?
Junta las manos en forma de súplica y levanta el rostro viendo a su arma flotando mientras el vestido se mecía ridiculamente.
-¿Que está sucediendo?-
-Tienes que decirlo cantando-
-¿Eh?-
¿Había escuchado bien? Se hizo el silencio unos minutos.
-….Oh mi arma~ dime ¿Que está sucediendo?~-
-No lo sé-
-¿¿Ehh?? Pero…-
-No es momento de estar dormida tienes que entrenar para lo que se avecina. No te preocupes te ayudare-
Seras lo ve sin entender nada y algo parece brillar en la bazuca, por algún motivo se estaba poniendo muy nerviosa.
-Levántate Seras Victoria-
La voz se escuchó profunda y con eco.
Trago saliva levantándose su cuerpo temblaba ligeramente.
-Es hora de entrenar tienes que esquivar mis ataques-
La bazuca gira y comienza a disparar.
-Si lo logras seremos un solo espíritu de batalla ¡esfuérzate!-
-¡Waaahhh! ¡¿Qué está sucediendo?!-
Comienza a correr, las enormes balas pasaban cerca de ella conforme las esquivaba chocando contra los edificios que se rompían y explotaban.
-¡Corre Seras corre!-
-Uhhh…. ¿Por qué me pasan estas cosas a mí?-
Se sujeta la cabeza llorando deprimida.
Una bala se estrella a sus pies haciéndola volar. Abre los ojos sorprendida y algo asustada inclinándose rápidamente. Se sujeta la cabeza con fuerza se había golpeado contra la tapa del ataúd.
-A…auch-
Suspira.
-Solo fue un sueño-
Aparta la tapa del ataúd saliendo de él frotándose los ojos viendo la habitación oscura, mientras camina por el largo pasillo bajando la escalera ve a Pip Bernadotte entrando en la casa fumando un cigarrillo, era el líder de los caza recompensas que había contratado Walter para proteger a la mansión.
-Pip no se puede fumar en la casa-
-¿Quien está fumando?-
Se quita el cigarrillo de la boca tirándolo fuera y ambos se miran un momento.
Victoria suspira cansada ¿Realmente cree que no lo vi?
Debería ir a supervisar el entrenamiento de los Wild Geese, ambos salen de la casa hacia el bosque llegando a la zona militar.
Los chicos eran muy bromistas demasiado para su gusto, estaban disparando contra objetivos móviles a diferentes distancias, se acercó a ellos a la mayoría parecía no interesarle que fuera una vampira más que causarles miedo era como una sensación de que no la tomaban muy enserio.
Pip la miro sonriendo apostándole que él podría derribar los blancos más alejados, era una tontería pero al final término aceptando, por alguna razón siempre terminaba cayendo en todas sus provocaciones infantiles, los miembros de la Wild Geese se apartaron haciéndoles espacio mientras apostaban.
-¡Yo aposte por ti chica vampira más te vale ganar!-
-¡Vamos Pip demuéstrale que eres un hombre!-
Soltaron una fuerte carcajada inundando el lugar, el primero en disparar era Pip quien apunto el rifle de largo alcance acostándose en el suelo tomando posición, miro atravez del visor un cartón con la apariencia de una viejita cargando un bolso que apareció repentinamente balanceándose hacia un lado y justo atrás apareció un ghoul, disparo dándole a la cabeza y derribándolo, el segundo objetivo 100 metros atrás, apunto viendo atravez del visor unos niños aparecieron caminando, apunto atrás de ellos pero esta vez apareció el ghoul por delante a lo que rápidamente disparo dos veces dándole al pecho y al hombro derribándolo pero justo en ese momento apareció otro atrás, apretó el gatillo derribando otros tres eso había estado cerca por poco fallaba y la bala habría terminado en la cabeza de alguno de esos cartones que asemejaban niños.
-Bien el próximo es a 500 metros mas-
Hablo Victoria sonriendo.
-¡¿Qué?! Eso es imposible ¡¿Quién podría derribar cualquier objetivo a esa distancia?!-
La miro con los ojos entrecerrados tenía que ser una broma ni siquiera un vampiro debería ser capaz de hacerlo, Seras sintió su mirada de duda y sonrió confiada.
-Yo puedo hacerlo-
-¿Estas bromeando? Si digo que es imposible es imposible-
Se cruza de brazos molesto.
-Oye Seras estas exagerando-
-Cierto nadie puede disparar a esa distancia-
-Te estas saliendo del rango de disparo ni siquiera llegaría la bala-
-Que están diciendo actuando como debiluchos frente a una chica ¡Les mostrare!-
Sonríe mostrando los colmillos emocionada no era la primera vez que disparaba a esa distancia ya lo había hecho en alguna ocasión cuando estaba acompañando a su maestro en las misiones.
Jala su bazuca mirándola un momento con desconfianza por lo que había soñado, para después posicionarse hincándose en el suelo colocándola sobre su hombro, no necesitaba usar la mirilla.
-¿Y se supone que es justo usar una bazuca?-
-Claro que lo es-
Sonríe y abre más los ojos tornándolos rojos viendo cada vez a mayor distancia, podía reconocer el terreno perfectamente era una de las cosas que le gustaban de ser vampiro, un montón de cartones con ghouls dibujados empezaron a aparecer moviéndose de arriba abajo, calculo la distancia y disparo moviéndose apenas unos centímetros por el fuerte estallido de la bazuca dando en el blanco.
Los hombres la veían sorprendidos casi impresionados mientras ella se levantaba emocionada, había dado en el blanco.
-Lo ven así es como se hace-
Sonríe divertida moviendo la mano en señal de victoria.
-Hey espera un segundo ¿Y que hay acerca de los civiles?-
Menciona Pip viendo atravez de los binoculares.
-¿Eh?-
Voltea viendo hacia el lugar donde disparo y ahora había un pequeño cráter, a los lados había alcanzado a explotar parte de un autobús escolar con niños dibujados adentro que ahora no tenían cabeza y del otro lado un par de ancianos en un carro a la mitad... ahora se sentía culpable y justo cuando pensó que les había demostrado sus poderes, miro depresiva el suelo con las miradas acusadoras de los apostadores.
-Eso significa que yo gano Seras-
Canturreo Pip acercándose a ella moviendo las manos en forma de victoria sonriendo.
-Felicidades…-
-Ahora y como son las reglas reclamare mi premio-
-¿Que cual premio?-
Lo miro dudosa no habían hablado de ningún premio si ganaban.
-Ya sabes el premio-
Se acercó aún más a ella y le puso las manos en la cintura mirándola, Seras se puso muy nerviosa su rostro se sonrojo pero Pip frunció la boca como si fuera a dar un beso y se veía muy gracioso.
-Whaa ¿¿Que estás haciendo??-
Coloca las manos en negativa sobre la cara de Pip intentando apartarse y ambos retroceden varios pasos bajo las estridentes risas de sus compañeros, Victoria podía sentir las manos en su cintura y su rostro arder de vergüenza, levanta una mano y haciendo un leve presión en sus dedos le toca la frente, Pip ve el cielo y sale disparado hacia atrás cayendo a unos cuantos metros de distancia dejando un pequeño rastro de sangre en el aire.
Seras estaba toda roja jugando con sus dedos de forma nerviosa, tal vez se había pasado un poco.
-Eso fue cruel-
Murmuraban los hombres burlándose y sonriendo entre ellos.
-Pobre Bernadotte ella es tan mala-
-Cla…claro que no, él se lo merecía-
-Eres una mala perdedora Seras-
Se levanta del suelo viendo un segundo el hilo de sangre que caía por su rostro entrecerrando los ojos y haciendo una mueca.
-¡Entonces acepta el castigo!-
La señala acusadoramente y esta se sobresalta mirándolo nerviosa.
-¿Castigo? ¿Qué castigo?-
-Si ¡Ahora vamos a cantar! Sigue la letra-
-¿¿Uh??-
-¡Hey! ¡Dame tu beeep!~ ~Si me agarras el Piiiip se pondrá como en beeep** y en la casa podremos ¡beeep! y en la sala haremos beeep~~ Si tú quieres entonces beeep y en el baño ¡beeep#! Mi amor~ con beeep en el beeeep sobre la beeeep~~-
-¡aaaahh! ¡¿Qué estas…?!-
Pip se acerca pasando un brazo por sus hombros mientras ella se cubre los oídos y todos los demás ríen.
-¡Vamos canta! Sé que quieres que ponga mi beeeep en tu ¡beeep y hagamos beeeep!**~~ en toda la casa beeep*** como en *##”^ beeeep y dirás ¡Piiip!~*+-
Victoria se zafa y comienza a caminar rápidamente a la mansión cubriéndose el rostro avergonzada y frunciendo los labios aun podía escuchar las risas de los Wild Geese a lo lejos, entro a la casa seguida de Pip que la alcanzo corriendo, Victoria vio a Walter y se acercó rápidamente a él.
-¡A…Acoso sexual!-
Lo señalaba apuntándolo varias veces con las manos ocultándose atrás de Walter nerviosa y molesta.
-Este tipo ¡¡Empezó a cantar una canción súper pervertida y morbosa en medio del entrenamiento!!-
-Ah te refieres a…-
Abre la boca parecía que iba a cantar de nuevo, Seras se acerca rápidamente a él cubriéndole la boca y este lo mira divertido.
-¡No lo digas!-
Walter los ve en silencio acomodando una bandeja con té.
-Parece que se están divirtiendo eso es bueno, pero asegúrense de estar preparados para cualquier ataque sorpresivo y no bajen la guardia-
Ambos lo ven sorprendidos poniéndose firmes.
-¡Sí!-
Dicen ambos y Walter sonríe levemente mirándolos.
Mañana darían inicio las clases no podía evitar preocuparse lo único que podía hacer era mantenerse el mayor tiempo posible alejado de los humanos y controlarse a sí mismo.
Esa tarde el director había planeado una pequeña reunión de bienvenida para los alumnos del día en el patio de la escuela, había estado esparciendo volantes por todo el lugar emocionado de que la escuela retomara sus actividades.
Los estudiantes comenzaron a reunirse en el lugar, después de todo la invitación en el folleto parecía ser más una amenaza para hacerlos asistir, pronto una tarima fue colocada en el lugar y el director apareció con un micrófono en la mano, se veía bastante animado haciendo poses y saludándolos, no parecía haber cambiado en su actitud era el pensamiento general que se extendía entre los alumnos.
-¡Bienvenidos de nuevo clase del sol!-
Los alumnos se taparon los oídos debido a las enormes bocinas y el grito del director que parecía querer explotar sus oídos.
-Retomaremos las clases normalmente, la escuela está totalmente restaurada no hay de qué preocuparse-
Un enorme chillido hace que todos se tapen los oídos, al parecer se le habia caido el microfono provocando el horrible sonido, se escucharon las quejas en la multitud y Kaien tosió nervioso regresando a su posición.
-Lamento eso... como les decía las clases comenzaran desde mañana temprano, entiendo que estén muy animados pero esfuércense en sus estudios eso es lo más importante. Atenderé todas sus dudas en mi oficina no se sientan apenados y visítenme a veces el director también necesita compañía para no sentirse solo recuérdenlo-
Muerde un pañuelo estirándolo con la mano... extrañaba a Yagari.
Todos lo veían sin entender porque se comportaba así, aunque porque negarlo ya estaban acostumbrados al extraño comportamiento del director que podía estar muy animado y en cualquier momento estar triste o molesto, era algo que los desconcertaba pero al mismo tiempo era gracioso.
-Bueno eso era todo ya pueden regresar a sus dormitorios los horarios de las materias cambiaron con los maestros, serán puestos en las pizarras afuera de los salones para que no haya confusión-
Los alumnos se giraron comenzando a irse.
-¡Esperen!-
Grito el director y se detuvieron molestos por el dolor producido en sus oídos observándolo enojados.
-Lo olvide...-
Ríe un poco y aclara su garganta.
-Las reglas siguen siendo las mismas, está estrictamente prohibido acercarse o mantener cualquier tipo de contacto con cualquier miembro de la clase nocturna-
-¿Ehhh?-
Los abucheos empezaron entre las chicas murmurando cosas.
-¡Y justo cuando pensé que todo sería perfecto!-
-Nooo Idol sama espérame estaremos juntos pronto-
-Oye ¡Él es mío!-
-No ¡Él es mío zorra!-
-¡¿Que dijiste?!-
Comenzaron a discutir.
-Wild senpai a pesar de nuestro amor prohibido te sigo amando-
-Ruka eres tan hermosa-
Murmuro un chico haciendo una pose ridícula y los gritos animados de las chicas se detuvieron viéndolo con asco.
Los chicos las miraron asustados, ellas podían ser aterradoras algunas veces.
-Esto es tan injusto, nuestra vida escolar debería estar llena de encuentros amorosos… pero ellas solo pueden pensar en los chicos de la clase nocturna-
Su rostro se llena de lagrimones falsos haciendo una pose dramática.
-Si si-
Asintieron todos los chicos dándole la razón.
-¡Como odio a esos tipos!-
-Yo también ¡Las chicas pasan totalmente de nosotros por culpa de ellos!-
-Cierto y ellos ni siquiera las voltean a ver-
-Pero las chicas de la clase nocturna son tan hermosas-
Ríe nervioso y todos asienten aunque sabían que no tenían ninguna posibilidad con ellas así que bajan el rostro deprimidos soltando un suspiro cansado, en general nada había cambiado, ven a las chicas que seguían discutiendo.
-¡Abajo las reglas!-
Gritan varias alumnas.
-¡¡Anarquía!!-
Le siguen la corriente otras más.
-Estúpidas reglas ¡Entréguennos a los senpais!-
-¡Cambien las reglas o dejaremos la escuela!-
-¡Queremos verlos y poder acercarnos!-
-¡Queremos declararles nuestro amor!-
Kaien los ve con un tic en la ceja.
-¡Silencio!-
Los ve de manera seria y todos quedan callados era muy raro ver al director de ese modo así que todos le prestan atención.
-Las reglas son las reglas y no van a cambiar, está estrictamente prohibido acercarse a la clase nocturna, en el cambio de clase todos los miembros del sol deben regresar a sus dormitorios quien sea sorprendido en los alrededores será suspendido y si invaden el área de los dormitorios nocturnos serán expulsados, por ultimo respeten los horarios todos tienen su guía que indica todas las reglas a seguir no habrá excepciones ni excusas-
Todos lo miran sorprendidos parecía muy serio ¿Tan grave era violar alguna de esas reglas?
El director noto la tensión y las miradas preocupadas de los alumnos.
-Eso es todo ahora por favor regresen a sus dormitorios deben prepararse para mañana-
Sonríe tranquilamente como de costumbre bajando de la tarima mientras los ve alejarse y suelta un suspiro cansado.
Zero observo todo desde la ventana, el director algunas veces era muy explosivo y por supuesto no estaría en ese lugar lleno de humanos en su condición actual, si cerraba los ojos podía sentir los latidos de sus corazones aun a esa distancia, frunció el ceño cerrando las cortinas. En que estaba pensando, se dejó caer sobre la cama molesto.
Cerró los ojos lentamente sintiéndose cansado y empezó a ver algo que no esperaba. Recordó la muerte de sus padres ¿Qué era eso un mal sueño? Él estaba tirado en el frio suelo cubierto de sangre con la respiración entre cortada viendo frente a él los cuerpos ensangrentados y sin vida de sus padres.
La vampira lo miraba sonriente acercándose lentamente hacia el como si disfrutara enormemente lo que había hecho, al menos agradecía que su hermano menor no estuviera en ese momento.
-Es doloroso ¿No es así? ¿Estas asustado? Tus padres cazaron a mi pareja, esta es mi venganza….Ya que la familia Kiryuu son infames cazadores de vampiros-
Se agacha a su altura y estira una mano tomando un poco de la sangre de su cuello.
Zero suelta un jadeo de dolor su garganta ardía enormemente, la ve acercar la mano con sangre hasta su boca lamiéndola.
-¿Sabías que tu sangre es exquisita? Quien iba a pensar que encontraría algo como tú en este lugar-
La miro con odio apretando los dientes.
-Zero esos ojos tuyos que me miran con odio quiero que me pertenezcan por siempre-
Se sentía impotente y apretó los puños con fuerza. Intento moverse logrando patearla sin embargo esta simplemente se apartó esquivando el ataque.
-Eres muy resistente pero también muy difícil de tratar deberías ser más como tu hermano-
Acaricio su cabello mirándolo con una sonrisa esperando su reacción.
-No… no te atrevas… A tocarlo-
La vampira rio y la puerta de la entrada se movió sutilmente. Ahí estaba… vio a su hermano asomándose ¿Qué hacía en ese lugar? No podía estar ahí tenía que advertirle.
-No…corre Ichi…-
Intento decirle pero las palabras no salían fácilmente, estiro su mano hacia él, mientras con la otra sujetaba su garganta que no dejaba de sangrar y dolía como el infierno, pero este no parecía escucharlo apretó los dientes con furia mirándolo mientras caminaba tranquilamente hacia ellos, vio a sus padres los cuerpos destrozados sin expresión y se colocó atrás de la vampira observándolo seriamente.
-Te equivocas. Él está de mi lado-
Acaricio la cabeza de Ichiru frente a los ojos aterrados de Zero.
Su cara se descompuso, era mentira… no podía ser cierto ¡Ichiru no haría tal cosa! Esa vampira debía estarlo engañando.
-No… Ichiru…ugh-
Podía sentir su propia sangre en su boca intentando ahogarlo.
-Eres un niño pero verme con tal expresión… Ahora estas marcado por mí, es mi derecho como sangre pura, ustedes dos me pertenecen ahora, me llevare a tu hermano y volveré por ti después, espérame Zero-
La mirada amatista horrorizada se cruzó con las amatistas de su hermano que lo miraba tranquilamente mientras sonreía como de costumbre para después girarse y salir junto a la vampira.
No podía creerlo su hermano los había traicionado cegado por aquella maldita sangre pura cayendo en sus mentiras, miro a sus padres he intento moverse arrastrando su cuerpo pero el dolor lo hacía casi imposible, apretó los puños pegando su cabeza contra el suelo de madera y las lágrimas cayeron por su rostro ¿Por qué? ¿Por qué había hecho tal cosa?
Abrió los ojos lentamente en algún momento había caído en la inconciencia, la puerta de su casa había estaba abierta y entraban los copos de nieve acumulándose en el tapete de la entrada, su maestro entro corriendo lo veía borroso, este se fijó en la escena frente a él para después acercase rápidamente y tomarlo en sus brazos llevándolo.
Su cabeza fue movida a un lado mientras examinaba sus heridas, se sentía mareado miro el rostro de su maestro que lucía opacado en preocupación y horror, aferro sus pequeñas manos al traje de este y el cazador miro los ojos lilas vacíos y sin expresión en su alumno. Debía hacer algo la asociación de cazadores no podía enterarse que Zero había sido mordido y lo llevo con la única persona en quien confiaba el vampiro sin colmillos un excelente cazador que hace poco se había retirado.
A partir de ese momento las cosas las sentía como algo aparte de él, algo que parecía estar a mucha distancia aunque estuviera sucediendo a su lado, se encerró en sí mismo ya no podría confiar en nadie. Era la primera vez que había visto a Cross su rostro sorprendido y preocupado que veía seriamente a Yagari…y también esa niña, Yuki su rostro sorprendido que parecía mostrar miedo mirándolo y que poco después se acercó a él alguien que no conocía para ayudarlo limpiando toda la sangre…ella había sido amable.
Pero después de un tiempo ella había aparecido de nuevo utilizando a todos en su contra, Shizuka esa mujer de actitud tan sínica y caprichosa que lo había mandado a lo profundo de la oscuridad y que le había hecho experimentar el sentimiento de venganza por primera vez, utilizando a su propio hermano en su contra haciendo que los traicionara enfrentandose uno al otro, jugando con ellos a su antojo como simples muñecos... y aun así había sido capaz de seguir viviendo todo ese tiempo por Yuki.
Kaname Kuran debió haberlo sabido y probablemente pensó que si moría no habría ninguna diferencia, no se habría perdido nada ya que no lo necesitaba pero justo despues encontro la manera de manejarlo como un peón en la batalla contra Rido arrebatándole lo que amaba en ese momento que era Yuki y llevándolo a una situación en la que peleo con Ichiru quien al final lo tomo por el cuello abrazándolo diciendo que no se disculparía pero que aún lo amaba y eso había sido el final… debió existir alguna otra forma pero en ese momento no lo sabía… si tan solo hubiera sido más fuerte, si tan solo…apretó los dientes con fuerza cerrando los ojos aún era tan doloroso, apretó las manos contra su pecho.
Abrió los ojos en la oscuridad sorprendido inclinándose en la cama ¿Por qué ahora tenía que recordar eso? Apretó los dientes y los puños con fuerza golpeando la pared respirando entre cortado, estaba viniéndole un ataque de sed, llevo una mano a su rostro sintiéndolo mojado por las lágrimas que habían comenzado a salir mientras dormía. Sentía sus colmillos alargarse y su garganta quemar, cerro los ojos intentando calmarse pero la puerta de su habitación se abrió y levanto el rostro sorprendido mirando al director cambiando rápidamente el color de sus ojos regresándolo a la normalidad esperando que por la oscuridad de la noche no lo hubiese notado.
El director apretó los labios acercándose nervioso y preocupado inclinándose sobre la cama frente a Zero y observándolo seriamente lo abrazo.
Zero dio un respingo no era buen momento para un abrazo, trago saliva conteniéndose unos segundos pero era demasiado en ese momento, lo aparto intentando no ser muy obvio pero podía sentir el olor de su sangre y el sonido que hacia recorriendo sus venas incitándolo, apretó los dientes bajando el rostro.
Kaien lo veía preocupado cuando entro a la habitación tras oír aquel golpe que lo despertó pensó que había tenido algún recuerdo pero al abrir la puerta y verlo en ese estado por un segundo creyó haber visto sus ojos de un color rojo tan profundos y brillantes como la sangre ¿Lo había imaginado? Se suponía que Zero ya no tendría ataques de sed pero entonces como lo explicaba…
-Zero… ¿Estas bien?-
Intento acercar su mano dudando, acariciándole el plateado cabello pero la mano que ocultaba su rostro lo detuvo sujetandolo, lo miro sin entender notando las lágrimas que caían desde las amatistas ¿Que sucedía? ¿Que era esa sensación?
-Estoy bien…fue un mal sueño-
Aprieta los labios intentando apartar eso de su mente.
-¿Realmente? Zero no estás...-
-No es eso…-
Kaien lo observa seriamente, seguramente quería estar solo… después de todo no sabía qué hacer en esas situaciones desde que Zero era un niño.
Miro al director sus ojos mostraban un poco de desesperación que solo lo hacía sentir culpable por haberlo apartado, intento controlarse llevando una mano hasta su rostro.
Cross se sorprendió un poco sintiendo el contacto de la mano de Zero y cerró los ojos mostrando una sonrisa.
-Estoy bien... No hay razón para preocuparse-
¿Podía confiar en esas palabras? Quería creerlas aunque no fueran reales.
Inclino a Zero sobre la cama tomándolo de los hombros y jalo la sabana cubriéndolo como cuando era un niño.
-Hijo si necesitas algo solo llámame ¿De acuerdo?-
-Si-
Se aproximó a la puerta deteniéndose un momento antes de salir mirándolo aun estaba preocupado, apretó el agarre en la puerta, pero aun si le preguntaba este probablemente no le diría lo que realmente estaba sucediendo, siempre había sido de ese modo guardándose todo para sí mismo.
-Intenta descansar-
Vio la puerta cerrarse y miro al techo suspirando frustrado ¿A que venía ese recuerdo ahora? Paso una mano por su rostro intentando calmarse, sabía lo que Kaien había pensado pero era mejor de esa manera, no podría causarle algún daño… de ninguna forma, después de todo lo había recogido y criado como un hijo.
Se recargo contra la puerta cerrada viendo con tristeza el piso deseando ser más útil en esas situaciones para que Zero no lo rechazara de esa manera y se encerrara en sí mismo de nuevo.
En algún punto se había quedado dormido pensando en ello, pasa una mano por su cabello aún era temprano, se levantó entrando a la ducha intentando relajar su cuerpo y quitar la tensión.
Debía estar controlado ya que estaría rodeado de humanos, el agua cayo por su rostro y cerró los ojos se sentía agradable el contacto con el agua tibia, después de un rato salió colocándose el uniforme que había estado guardado todo ese tiempo desde el ataque. Se vistió y envolvió su cuello con las vendas cuidadosamente había parecido más fácil cuando Kaito lo hacía por el, miro sus manos colocándose los guante y levanto el rostro mirando su reflejo en el espejo pensando que lucía extraño pero no importaba no era como si le interesara lucir normal ni podía hacer nada al respecto, dejo su camisa desabrochada de arriba y no se puso la corbata porque era molesto atarla, así que se le veía una parte del pecho.
Salió de la casa al parecer el director aún se encontraba durmiendo, llegaría antes que todos al salón e intentaría acostumbrarse al lugar, abrió la puerta el ambiente era frio después de todo había estado vacío algún tiempo, recorrió el pasillo junto a las largas mesas, el sonido de sus pasos provocaba un eco profundo en el salón, encendió la luz blanca y esta parpadeo un momento conforme se calentaban los focos iluminando el lugar, como lo esperaba no sentía absolutamente ninguna presencia cercana, eso estaba bien.
Paso la mano sobre la mesa ahí era donde se sentaba junto a Yuki antes de que todo sucediera, apretó un poco los labios continuando su camino hacia arriba por las escalera tomando uno de los asientos del fondo lo más alejado posible de todos, miro la ventana un poco empañada por el frio y recargo los brazos sobre la madera apoyando su cabeza contra esta sintiéndola fría pero era una sensación reconfortante y cerró los ojos.
Los primero estudiantes comenzaron a entrar sorprendiéndose de que ya estuviera alguien ahí, por el cabello plateado supusieron que era Zero nadie más poseía ese color de cabello en la escuela, no le dieron mucha importancia y tomaron sus asientos lejos de él, sabían que a pesar de ser atractivo su personalidad era un asco así que era mejor mantenerse alejados, de esa manera no lo despertarían.
Los demás pronto comenzaron a llegar y los murmullos y risas pronto inundaron el ambiente, el profesor entro al aula ocupando su lugar sonriendo.
El ruido de los pájaros y un pequeño golpeteo en la ventana a su lado lo hicieron abrir los ojos, levanto el rostro la clase ya había comenzado, ahora el ambiente se notaba cálido y todas esas presencias humanas eran algo sofocante, el golpeteo se volvió a escuchar a un lado de él y giro el rostro apoyándose en un brazo, un pequeño pájaro golpeaba el cristal con su pico, Zero sonrió ligeramente tocando la ventana dando pequeños golpecitos con el dedo.
Recordaba las palabras de Kaito… todo estaría bien podía soportarlo.