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Nuevo comienzo por seirei

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Abrió los ojos molesto mirando la habitación. Por supuesto no había sido un mal sueño todo aquello del día anterior... dirigió su vista a la ventana, dormir de día no era un problema y no necesitaba acostumbrarse para hacerlo, no era tan necesario para él cómo seguramente lo era para los demás ocupantes del edificio.

 

Miro al rededor, pensar que la lujosa habitación de pocos muebles y elaborada ridículamente a su gusto en colores opacos le resultaba sofocante. Los leves rayos del sol que atravesaban el cristal atravez de las cortinas lo incitaban a salir.

 

 

Recordar el chasco del día anterior durante la clase con los nocturnos lo obligaba casi a pensar en huir cada vez más y aun así, la única persona que evitaba que abandonara el lugar era Cross. Temía la reacción de la asociación sobre ellos si él simplemente desaparecía, aunque no había sido mucho problema cuando ni siquiera lo habían notado antes….

 

Bufo molesto levantándose de la cama ¿Y a quien le importaba si las sanguijuelas seguían dormidas? Dudaba mucho que se despertaran pronto, por suerte la habitación incluía su propio baño algo menos que compartir con sus compañeros.

Tomo una larga ducha calmando su mente. Seguiría las reglas y permanecería en la clase nocturna como prefecto, vigilando a los vampiros mientras el director se ocupaba de la clase diurna... entrecerró los ojos no importaban las quejas que seguramente le daría el director, de ninguna manera se encargaría de ambas clases nuevamente.

 

 

Salió de la recamara ya con el uniforme puesto, aún era temprano para los vampiros. Miro en ambas direcciones del corredor y fijo su vista un momento en la habitación de Kaname, podía notar su presencia adentro y curiosamente al otro lado de su habitación, en la recamara próxima sentía la presencia de Yuki... así que no compartían habitación a pesar de estar casados, eso aún no era lo suficientemente extraño si consideraba que eran hermanos. Pero lo que realmente le molestaba era que su recamara quedara entre ambas. Frunció el ceño cruzándose de brazos... era como si se tratara del estupido juguete de los Kuran. Aparto la vista irritado.

 

 

Al acercarse a la escalera se topó con Aido del otro lado del pasillo, caminaba torpemente en su dirección y parecía que acababa de levantarse, se frotaba un ojo con la manga del pijama rosa pastel, el cual le quedaba grande, incluyendo los pantalones, he incluso arrastraba una calceta a medio poner y su peinado se había convertido en un nido de pájaros o almenos lo simulaba.

 

 

Este lo miro pero no reacciono con su normal mal carácter y siguió su camino cual zombi, seguramente hacia la cocina, tastabillo un segundo en los escalones mirando hacia arriba y después abrazo el conejito rosa que portaba y el cual Zero no había notado hasta ese momento.

 

 

Tendría que borrar esa imagen de su cabeza, que el irritante rubio tuviera al parecer un mal despertar por las tardes... retrocedió medio paso y pronto lo distrajo Kain, quien se acercaba ya con el uniforme puesto a las escaleras sin despegar la vista de Aido, sus miradas se toparon un momento y lo vio detenerse asintiendo en forma de saludo para bajar en busca de su primo.

 

Zero entrecerró los ojos y regreso a la habitación rápidamente, sería mejor no salir tan temprano después de todo….

 

 

 

Si bien se había saltado esa parte, no podría hacerlo por siempre.

Salió un poco antes que los demás vampiros para mantener la distancia, dirigiéndose a la entrada ¿Por qué habrían construido de forma tan absurda la escuela? Tener que pasar por el puente para llegar al edificio de las clases, apenas separados del que utilizaban los alumnos de la mañana, recordó que Cross fue quien principalmente modifico los planos de la escuela en su construcción y prefirió zanjar el tema.

 

La campana del término de las clases diurnas estaba por sonar, lo que significaba el cambio de clase y seguramente una tormenta de gritos que no extrañaba en absoluto.

Se recargo contra la puerta cruzando los brazos, desde el otro lado comenzaba a escuchar los cuchicheos he intentos fallidos de escalar la pared, miro el suelo y el reflejo del sol comenzaba a moverse en su dirección siendo remplazado por la sombra, lo cálido por lo frio.

Escucho la voz del director, regresándolo a la situación actual y se preparó para cuando este abriera las puertas.

 

 

De lejos comenzaban a aparecer más y más vampiros situándose a los alrededores, claramente en espera de su líder quien pronto apareció más atrás por el camino seguido de su sequito.

 

 

Zero aparto la mirada escuchando la puerta abrirse, apenas un poco dejando ver el rostro de Cross sorprendido por su presencia y mostrando alegría infinita de no estar solo otra vez para el cambio de clase. Pero se quitó rápidamente, al parecer alguien lo movió a la fuerza para ocupar su lugar y un grupo de cabezas de chicas en hilera apareció por la puerta levemente abierta.

 

 

-Uh…¿Que están haciendo chicas? –

 

Se escuchó la voz del director, seguido de un grito que le dio a entender a Zero que prefería no saber lo que sucedía del otro lado, pero de cualquier forma debía hacer su trabajo, entrecerró los ojos acercándose a ellas y estas lo miraron asombradas, incluso con las bocas abiertas.

 

-¿¿Ze… Zero senpai??-

 

Tartamudeo una y pronto fueron jaladas de regreso cayendo hacia atrás.

 

-¿Qué? ¡¿Qué dijiste?!-

 

Chillaban del otro lado.

 

Zero llevo una mano a su frente ahogando un suspiro de frustración por imaginarse lo que seguía.

 

 

Abrió la puerta el mismo, la campana ya había sonado y pronto abría más y más estudiantes en ese lugar, no había manera de que esperara a Cross quien intentaba controlar una manada de chicas con los brazos extendidos en uno de los lados de la puerta, mientras era jaloneado y despeinado por las manos traviesas de sus estudiantes.

 

 

Todas las miradas se centraron en el viéndolo fijamente, bastante sorprendidos he incluso se hizo el silencio un momento, si bien Zero había faltado pocos días a clase no se imaginaban algo asi.

 

 

Los alumnos y su silencio duraron poco, ya que pronto empezaron a chillar de la emoción y se intentaron precipitar sobre él, los esquivo retrocediendo pero se recordó que atrás venía aproximándose el sequito del Kuran y toda su horda de vampiros.

 

-¡Es Zero! ¡Está en la clase nocturna!-

 

-¡Lo sabía! ¡El definitivamente no pertenecía a nuestra clase!-

 

-No puede ser… ¡trae el uniforme blanco!-

 

-¡Es tan sexy y también trae la banda de prefecto!-

 

Los gritos le zumbaron en los oídos, intentando alejar las ansiosas manos de él. Su nombre gritado desde muchas bocas llegaba al punto de marearlo, ahora no sabía cómo podía gustarle tanto ese tipo de atención al rubio idiota al que llamaban idol.

 

De alguna forma las hizo retroceder, pensando que tener un arma apuntándoles sería más fácil y se apartó del camino intentando que se formaran.

 

-¡Zero me alegra tanto que hayas venido!-

 

Le grito el director casi colapsado y llorando mientras retenía a los mismos alumnos.

 

-¿Y así quieres controlar la clase?-

 

Escucho su lloriqueo apartando la mirada y empujando a las chicas frente a él.

 

-Ayer estaban más tranquilos, estaban deprimidos ya que faltaste unos días…-

 

Zero miro a los alumnos frente a él y estos se emocionaron abalanzándose más, logrando activar un tic nervioso en su ceja... Eso ya era demasiado.

 

-¡Aléjense! ¡Regresen a su dormitorio clase del sol! –

 

Amenazo y parecieron retroceder levemente aunque mostraban algunas sonrisas que lo molestaron aún más.

 

Les mando una mirada de enojo total y logro ponerlos nerviosos hasta que despejaron el camino, justo cuando entraba el sequito de Kaname siguiéndolo.

 

 

De ninguna manera, él no se encargaría del cambio de clase. Miro al director muy molesto y este rio de forma nerviosa levantándose rápidamente de donde lo habían dejado tirado los estudiantes y comenzó a hacerlos retroceder, mandándole una sonrisa de disculpa a Zero. Aunque noto de inmediato la preocupacion que intentaba ocultar.

Lo miro un momento para después girarse, dirigiéndose al edificio de clase de los nocturnos.

 

Al apartarse del paisaje miro alrededor, viendo a varios alumnos ser detenidos por Kaien, su mirada se cruzó con Kaname quien caminaba en su dirección encabezando al grupo, apretó los labios levemente apartándose cuando este paso por su lado rozándole la mano y dirigiéndole una mirada de la que prefirió no saber su significado.

 

 

Alguien lo detuvo por el hombro en cuanto trato de avanzar nuevamente, aunque ya sabía quién era, la presión que ejerció lo obligo a voltear en su dirección encontrándose con Aido quien lo miraba con furia, muy diferente de como lucia al despertar.

 

-No camines frente a nuestro rey, tu sucio nivel E-

 

Aparto su mano en un movimiento, frunciendo el ceño y sacudiéndose un poco de hielo que le había formado este.

 

-No es mi rey-

 

Los ojos azules se abrieron con asombro, que pronto se volvió nuevamente en molestia y los que se encontraban cerca de ellos se detuvieron ante sus palabras, volviendo sus miradas en rojo listos para atacar al haber ofendido a su líder.

 

-Como te…-

 

Lo toma del cuello de la camisa furioso, acercándolo a su rostro.

 

-Aido –

 

Lo llamo Kaname como advertencia, haciendo que lo soltara y rápidamente continuaran su camino los demás vampiros que habían comenzado a intentar rodear al ex cazador para atacarlo, Aido chasqueo la lengua viendo la espalda del ex cazador mientras se alejaba sin mostrar importancia a aquello.

 

-¡Maldición... como se atreve!-

 

Murmuro mientras los demás del sequito lo observaban en silencio, todos habían pensado lo mismo.

 

-¿Dónde está?-

 

Pregunto Rima y todos enfocaron su vista en ella, que se encontraba agarrada del brazo de Shiki.

 

-¿Quién?-

 

Ruka se acercó con los brazos cruzados y Kain la observo un momento mirando a los demás.

 

-Yuki-

 

Pronuncio como si fuera algo obvio y su primo lo miro con asombro, a lo que todos voltearon alrededor buscándola ya que no se habían dado cuenta.

 

-Me refería a Takuma…-

 

Shiki la miro y ambos asintieron, a ellos ni se les había ocurrido lo de la princesa Kuran solo les interesaba él.

 

-… se fue temprano, está ayudando en la oficina de los maestros.-

 

Ante esas palabras por parte de Kain ambos asintieron siguiendo su camino con una ligera sonrisa y susurrando cosas entre ellos.

 

-Raritos-

 

Murmuro Ruka en voz baja viéndolos alejarse.

 

-¿Y ella?-

 

Insistio Aido cruzándose de brazos, no es como si le importara o algo, pero no se quedaría con la duda.

 

-Ahí viene-

 

Le señalo Ruka con un leve gesto de la cabeza para que volteara, viendo a Yuki corriendo en su dirección. Ni para que preguntar pensaron en general siguiendo su camino seguidos de lejos por esta.

 

 

No había podido dormir después de estarle dando vueltas en la cabeza una y otra vez a la clase, Zero había tomado la sangre de Kaname… su hermano… no, su esposo lo había alimentado en su lugar. Miro el suelo un momento ¿Zero se lo habría pedido? Y porque no a ella entonces, si antes era ella quien le daba su sangre ¿Por qué?

Camino despacio bajo las atentas miradas de los demás vampiros para después detenerse. El lazo de sangre entre ambos no podía ser roto ¿Cierto? Ya estaban casados, estaban destinados a estar juntos ¿No? Portaban la misma línea de sangre lo que los hacia más fuertes... Kaname no podía romper eso… ¿o si? aunque eso significaba que ella tampoco podía hacerlo. Frunció los labios apretando los puños, si ambos querían a Zero entonces… ¿Qué debería hacer? Pero… también amaba a Kaname.

 

 

-No podemos seguirla teniendo aquí ¡Destruirá la mansión! ¡Debemos alejarla y pronto!-

 

Esquivo uno de sus ataques agachándose, pero la esquina de una de las torres de la mansión recibió el impacto destruyéndose a la mitad.

 

-Maldición…-

 

Murmuro y Seras se acercó rápidamente hacia él, saltando desde una parte del tejado, con la bazuca en las manos disparando.

 

Ambos sabían lo importante que era el recinto Hellsing para su líder, dentro de esas paredes se encontraba la historia de sus descendientes en antiguos documentos, reliquias y pinturas. La mansión siempre había pertenecido a la sangre Hellsing, a sus antepasados que llevaron la asociación hasta lo que era en la actualidad, no podían darse el lujo de perder… además no era necesario pensarlo mucho para saber la expresión que tendría su líder ante aquellos destrozos.

 

 

-¡La distraeré!-

 

Grito Seras y apretando los dientes he inclinando levemente el cuerpo sintiéndose la presión en el ambiente rodeándola, se precipito hacia adelante con fuerza saliendo disparada hacia Zorin. La tierra se movió nuevamente, pero esta vez era diferente y el piso se levantó en ondas abriéndose cráteres a su alrededor pretendiendo hundirla en alguno de estos, los soldados retrocedieron podían verse algunos caer en la trampa gritando y horrorizando a los demás.

Pip chasqueo la lengua, de esa forma nunca podrían acercársele lo suficiente, miro a Seras haciéndole una seña para que retrocediera, pero desde atrás lo rodeo una semi serpiente hecha del mismo concreto del suelo que se había levantado y se movía en ondas por todo el lugar, lo aprisiono con fuerza cada vez aumentando más el agarre, no podía respirar al punto que pronto perdería el conocimiento.

Victoria corrió hacia él evitando uno de los ataques de Zorin, sabía que no eran del todo reales y que la mayor parte solo eran alucinaciones, pero el daño que causaba en las mentes de los demás era real, aun si ella podía pasar de ese truco, podía verlos y su mente podría ser engañada.

Tomo con las manos la serpiente y con fuerza la destrozo liberando a Bernadotte quien cayó al suelo respirando con dificultad.

 

-Con un demonio… son demasiado reales-

 

No hubo tiempo para responderle y lo tomo por el cuello de la gabardina arrastrándolo desde atrás rápidamente, evitando el ataque de aquellas criaturas que comenzaban a formarse a su alrededor. Necesitaban un lugar elevado.

 

Se posicionaron ambos en el techo y Pip agradeció mentalmente que lo soltara, ya que cuando salto junto con él pensó que moriría.

 

Por desgracia podían ver claramente estando desde esa altura, como muchos de sus hombres eran atacados y seguramente no sobrevivirían, vio a Seras apretar los puños para después tomar su arma y de forma desesperada disparar muchas veces contra los ghouls y esas extrañas criaturas creadas por Zorin, pero parecía imposible que pudiera con todos.

 

Esta apretó los dientes afilando los rojos ojos, giro viendo a Pip dispararle a varias de esas cosas que volaban en su dirección rodeándolos, extrañas aves de picos puntiagudos creadas de concreto, cada vez más grandes y peligrosas, atrás… eso era ¡El helicóptero que había utilizado Zero para intentar escapar! Lo habían reemplazado por uno igual.

 

 

No podían pedirle a Integra que huyera porque sabía la negativa y el enojo que recibiría, pero podían utilizarlo para atacar, jalo a Pip con ella dirigiéndose a esa parte del patio, esquivando a los ghouls que caían debido a los disparos del Wild Geese hasta llegar al helicóptero. El problema era que no sabía pilotearlo, miro desesperada a Pip y este sonrió con confianza.

 

-Mignonette ¿Acaso piensas que no puedo pilotear un simple helicóptero como este?-

 

Rio levemente nerviosa volteando hacia otro lado porque obviamente creía que no podía hacerlo, y este ligeramente ofendido le indico que se subiera mientras ocupaba el lugar del piloto.

 

Al encontrarse ambos sobrevolando cerca del enemigo, Pip esquivo uno de los ataques a duras penas provocando que el helicóptero se moviera abruptamente.

 

-¡Seras!-

 

Volteo sin soltar el timón, viéndola balancearse y aferrarse a la puerta.

 

-¡Estoy bien acércate más!-

 

-Claro-

 

Murmuro con una sonrisa ladina, tirando del mando con fuerza mientras escuchaba como su compañera abría la puerta para ubicarse con su arma.

Sin duda serian una buena distracción mientras lograran captar su atención.

 

 

Seras al verse cerca de Zorin le disparo directamente en la cara, hiriéndola y haciéndola retroceder por el impacto, su expresión enfurecida le dio a entender que habían logrado su objetivo y que ahora la perseguiría hasta matarla.

 

Trago saliva y después suspiro agachando levemente la cabeza mientras el helicóptero se movía torpemente de arriba abajo ¿Por qué siempre le tocaban estas cosas a ella?

 

 

Una mano gigante se aproximó hacia ellos, a lo que Bernadotte logro moverse rápidamente meciendo el helicóptero de un lado a otro.

 

-¡A que no me das gigantón!-

 

Le grito con una sonrisa que hacía pensar a su compañera que estaba al lado de un niño de 4 años, que no se daba cuenta que solo provocaba más al enemigo. Pero estaba funcionando, los perseguía fuera del área de la mansión. Tenían que alejarla lo más posible aunque sabían que eso representaba ir a la ciudad que ahora estaba repleta de ghouls, Pip tomo su radio mientras se elevaba, le pediría a los gansos que se encargaran junto con los demás de los monstruos que quedaban.

 

 

Seras se giró, si fuera una humana justo en ese momento sería imposible para ella muchas cosas, sobre todo poder disparar desde la posición en la que se encontraba, en un helicóptero que no paraba de moverse mientras tenía casi la mitad del cuerpo afuera.

 

Fijo ambas bazucas al suelo para recargarlas, pero un ataque con la hoz logro romper la cola del helicóptero haciendo que este comenzara a girar sin control mientras descendía, el fuego pronto se hizo presente asustando a Victoria quien rápidamente se colgó sus armas en la espalda para ir por Pip, se había golpeado la cabeza contra el vidrio y por esta escurría un poco de sangre, logrando estar apenas despierto.

 

-Mignonette…-

 

Pronuncio en voz baja, tenía que sacarlo de ahí rápido.

 

 

Ambos saltaron sobre los árboles, no estaban ya más que a algunos metros de distancia pero, para Seras no sería mortal sin embargo para Pip… Disparo contra el suelo con algo de dificultad intentando disminuir el golpe, impulsándose por este hacia atrás donde cayeron sobre las copas de unos árboles, intento absorber el impacto por los dos y solo recibió algunos rasguños y cortes que pronto sanarían mientras que Pip había terminado colgado desde su gabardina por alguna rama y ahora se encontraba más que despierto viendo la altura desde donde colgaba, aferrándose rápidamente al tronco para bajar.

 

 

 

Al acercarse a la ciudad la situación era terrible... más de lo que cualquiera de los dos podrían haberse imaginado.

Seras se detuvo un momento mirando el terrible panorama, para después agachar el rostro apretando los ojos y los puños con fuerza, Pip se acercó lentamente posándose a su lado y pasándole un brazo por los hombros guardaron silencio apenas unos segundos.

 

Zorin los buscaba sobresaliendo entre unos edificios, mostrando una sonrisa furtiva. Esperaban que al alejarla de la mansión aquellas cosas que había creado se esfumaran.

 

 

Se acercaron evitando que los viera mientras planeaban como atacarla, pero justo en ese momento alguien más se les adelanto disparándole. Corrieron sorprendidos quedando a algunos metros de distancia.

 

 

La bala del largo rifle le dio de lleno a Zorin cerca de la imagen del tercer ojo que portaba en la frente, a lo que las criaturas que ya había formado a su alrededor desaparecieron mientras se inclinaba por el dolor.

 

 

 

Al acercarse se escuchó una explosión, ocurrió a corta distancia sobre un teatro abandonado que se estaba incendiando desde hace algunos minutos, las maderas chamuscadas se derrumbaron, captando inmediatamente su atención el enorme tipo que se levantaba entre ellas, estaba cubierto por una especie de fuego azul o almenos eso parecía, su aura desprendía aquello que lo rodeaba, ni siquiera los miro solo dirigió su vista un momento a Zorin sin ninguna expresión aparente para sacudir su abrigo militar.

 

Zorin torció la boca y se precipito hacia su atacante, Seras reacciono acercándose rápidamente, dejando a Pip atrás un momento.

 

-¡Cazador Yagari!-

 

Este volteo un segundo mientras disparaba contra la gigante, retrocediendo cuando esta se abalanzo sobre él.

 

-¿Qué hace en este lugar? ¡Es peligroso! ¿Esta Zero con usted?-

 

Miro ansiosamente atrás del cazador intentando ver quien peleaba contra ese tipo vestido de militar, aunque sabía que la presencia que sentía no tenía nada que ver con Zero.

 

-No, he venido con Kaito, tenemos unos asuntos que atender por aquí. ¿Tu arma funciona?-

 

-He…  ¿Si?-

 

Esta mira su bazuca un momento reaccionando para después dispararle a Zorin. Esta retrocede cayendo hacia atrás, lastimándose parte de la cintura con uno de los altos edificios y molesta avienta el arma hacia ellos obligándolos a correr hacia atrás de uno de los edificios, viendo como este se partía para después esquivar los destrozos.

 

Pip se acerca rápidamente.

 

-¿Alguien que conoces?-

 

Pregunta escapando del humo y quedando a su lado para después mirarse fijamente con el cazador.

 

 

-Es uno de los padres adoptivos de Zero-

 

-¿Oh?-

 

Mira su traje, mientras Seras los veía en silencio notando el parecido entre sus ropas.

 

-Buen traje-

 

Dice Pip sonriendo y justo en ese momento retroceden impulsados, pero evitan caer al suelo.

 

 

En frente de ellos aparece Kaito peleando contra el militar, su espada golpeaba con fuerza los brazos de este que parecían estar hechos de acero y repeler la hoja afilada, la mirada con total falta de sentimientos, tan fría como el hielo y su cabello blanco de un rubio clarísimo.

 

Kaito frunció el ceño golpeando y cortando en el proceso la gorra con el logo nazi que portaba, tirándola lejos logrando un pequeño atisbo de emociones en este.

 

 

-Así que, aun las maquinas pueden sentir algo-

 

Sonrió con burla viendo el aura azul claro extenderse a su alrededor, mientras sacaba la espada que portaba en su cinturón.

 

-Capitán-

 

Pronuncia Zorin levantándose y ocultando con una mano la herida en uno de sus costados.

 

Su espada impacta contra la de kaito y lo hace retroceder unos cuantos metros, su fuerza era bastante considerable, Yagari frunce el ceño disparándole y la ex policía se queda en su lugar considerando la situación. El hombre contra el que peleaba kaito parecía muy poderoso y la enorme bestia atrás de ellos…. Miro las criaturas que se habían levantado junto a Zorin.

 

 

-Su punto débil, debe ser ...¡Aquel ojo en su frente!-

 

Le dijo a Pip apresurándose a un lado para dispararle, este la siguió y ambos lograron derribarla nuevamente y las criaturas desaparecieron.

Zorin se sujetó la cabeza gritando muy molesta, mientras su frente goteaba con bastante sangre. Su tamaño se redujo frente a ellos, un poco más y ganarían, podían hacerlo.

 

 

Miro a Pip soriedo y justo en ese momento la hoz de Zorin lo golpeo por un lado haciéndolo topar con la pared de una casa, el filo se le había enterrado en el hombro clavándolo contra la madera.

 

-¡No! ¡Pip!-

 

Corrió hacia él desesperada, ante la mirada sorprendida de Yagari y Kaito quienes no podían dejar su posición debido a los ataques del capitán.

 

 

Intento tomar el arma, pero esta se desprendió por si misma regresando rápidamente a su dueña que reía divertida, dejando al caza recompensas deslizarse al suelo siendo detenido por su compañera quien miraba la sangre desesperada.

 

Pip se sujetó el hombro con una mano, deteniéndose a duras penas de no caer y le sonrió.

 

-Estoy… completamente bien Mignonette-

 

-Pero…-

 

-No es momento para esto, necesitamos acabar con ella.-

 

Esta apretó los dientes, fijándose en Zorin quien lucía ya muy lastimada, y ejerciendo presión se apresuró hacia ella.

La pelea cuerpo a cuerpo no era su fuerte, pero los entrenamientos que le había dado su maestro le hacían imposible fallar, en el camino esquivo a Kaito quien fue lanzado por el suelo, mientras Yagari disparaba y hacia retroceder al militar.

 

 

Zorin recibió el impacto de su patada en el abdomen y se agacho sosteniéndose con una mano, pero balanceo la hoz hacia ella cortando un poco su cabello al esquivarla, se giró para golpearla pero Zorin le metió un puñetazo en el estómago haciéndola caer al suelo.

Escucho su risa, viendola cerrar los ojos un segundo en el que coloco rápidamente la bazuca disparándole a tan corta distancia que ni siquiera le dio tiempo de esquivarlo, había recibido ese golpe a propósito para lograr acercarse.

 

 

Zorin cayó lentamente hacia atrás quemada por el impacto, la gran bala había atravesado su pecho, de su cuerpo aun salía un poco de humo y las palabras en forma de tatuajes desaparecieron cuando toco finalmente el suelo.

 

Seras se levantó con dificultad, el daño en su estómago había sido más de lo que esperaba, se sujetó con un brazo el abdomen regresando lentamente hacia Pip quien mostraba una sonrisa apoyado contra la pared en el suelo.

 

-Es deprimente… que no sea yo quien salva a la dama en peligro-

 

Rio levemente para después quejarse por el dolor.

 

 

-Al fin cayo la horrenda muñeca vudú-

 

Seras lo miro sonriéndole, si aún podía hacer esas bromas no debía de ser tan grave, le ayudo a levantarse y este la abrazo rodeándole los hombros con su brazo sano.

 

 

-Bien hecho cariño-

 

 

Se acercaron hacia ella, la sangre se había extendido por la tierra junto con algunos trozos desgarrados de piel y se podía ver atravez de su pecho.

 

Pero algo les decía que no estaba del todo acabada, no podían simplemente dejarla así.

Los ojos de Zorin se abrieron mirándolos con furia y sus dientes se apretaron, Pip sacó su pistola pero el dolor en su mano debido a la herida le impedía sujetarla y recordó su condición, debería utilizar la otra mano, pero estaba cómodamente recargado en Seras.

Ambos se miraron, pues esta se preguntaba que esperaba para disparar, no deseaba que esa cosa volviera a levantarse con lo poderosa que era. La tonta mirada de Bernadotte le dio a entender lo que quería… bueno si con eso lograban pasar a otra cosa, ya que tenían que regresar con Integra lo antes posible… casi suspiro de forma cansada pensando en tirarlo amablemente pero que más daba, coloco su mano en el gatillo sobre la de él ayudándolo a apuntar en la cabeza escuchando su risa satisfecha.

 

-Acabemos con ella-

 

Victoria no pudo evitar sonreír ligeramente conforme el gatillo se apretaba hasta dispararle en el tatuaje del ojo atravesándole la cabeza a Zorin, la guadaña desapareció por completo y el cuerpo comenzó a arder en llamas azules que pronto desaparecerían, dejando solo una marca caliente en el suelo donde se supondría habría estado el cadáver.

 

 

Ambos se miraron a los ojos un momento, acercandose lentamente. Pero un fuerte golpe contra la pared a su lado los alerto, la pelea que tenían los cazadores aun no terminaba, casi lo habían olvidado pero ver a Kaito incrustado en la pared corto por completo el momento.

 

Seras considero la situación debía ayudarlos, miro a Pip no quería dejarlo solo en esas condiciones, pero el militar se acercaba hacia ellos, lo soltó dejándolo en el suelo y se colocó frente a él, dejándolo rodeado entre ella y los cazadores.

 

 

-No tienes salida-

 

Menciono Yagari y este no pareció reaccionar en absoluto a sus palabras, movió su espada y con la otra mano saco un arma de su pantalón sorprendiendo a Seras.

 

-Maldito-

 

Murmuro Kaito enfadado mostrando una ligera expresión adolorida, pero con una sonrisa que dejaba ver un ligera línea de sangre salir desde un extremo conforme se levantaba, a Victoria le parecía que Kaito y Zero se parecían bastante en personalidad y a pesar de que la pelea era difícil seguramente lo estaba disfrutando. Miro a Yagari, los escombros se derrumbaban detrás de él, ambos eran seguramente demasiado fuertes para ser simples humanos tal como Walter.

 

 

Kaito saco su espada que había terminado clavada en la pared a algunos cuantos metros de distancia, Yagari en ese momento recibió un golpe sorpresivo cubriéndose con los brazos y retrocediendo hacia atrás, a la altura de su aprendiz.

 

-Golpea bastante fuerte-

 

Sonrio molesto sintiendo temblar levemente sus brazos.

 

-Entonces que no te toque, solo hay que cortarlo.-

 

Posiciono su espada frente a él y entrecerró los ojos.

El militar se acercó a pasos lentos. Justo cuando estaban por atacarlo, una de las balas de Seras se les adelanto golpeándole de lleno y debido al impacto destruyo con su cuerpo el edificio en ruinas detrás de él, cayéndole los escombros encima.

 

 

-Debemos regresar con Sir Integra-

 

Yagari la miro ligeramente sorprendido y después a Kaito quien no parecía tener intención de dejar la pelea, este lo dudo un momento para después cerrar los ojos mientras guardaba su arma y seguirlos.

 

 

Pero el enemigo ya se había levantado y se avalanzo sobre Kaito quien retrocedió por el impacto, Yagari se precipito hacia él con el rifle en la mano apuntándole a la cabeza, pero lo esquivo al mismo tiempo que kaito le disparaba con su arma y este las reflejába con la espada.

Seras apretó el agarre en su bazuca, debía ser muy cuidadosa por la corta distancia en la que se encontraban todos a su alrededor, pero el hombre se volteo hacia ella en ese momento con la pistola en la mano sorprendiéndola, miro su bazuca no podía esquivarlo... si se quitaba del camino heriría a Pip y si se cubría con la bazuca esta explotaría. Apretó los dientes, solo le quedaba disparar pero entonces podría herir a los demás.

Se abalanzó sobre él antes de que disparara y casi pudo ver como se sorprendía ligeramente para desaparecer de ese lugar en un segundo y aparecer unos cuantos metros atrás, junto a un niño que vestía ropas muy parecidas a las de ella y mostraba una enorme sonrisa... aunque lo que más atraía su atención eran esas orejas de gato en su cabeza.

 

-Capitán-

 

Canturreo el niño rubio agazapado sobre su hombro.

 

-Nos están llamando, tenemos visitas importantes.-

 

Rio suavemente y ambos desaparecieron.

 

-Sera en otra ocasión e-ne-mi-gos-

 

Esas últimas palabras quedaron flotando en el aire mientras todos miraban en esa dirección ¿Qué había sucedido?

 

Kaito guardo su espada lentamente, para después mirar a Pip levantando una ceja con curiosidad, viendo la similitud de su ropa con la de su maestro y soltando un leve Ja que fue escuchado por Yagari quien le pego levemente en la frente por no ser el momento.

Yagari avanzo quedando frente a Seras y Pip ayudándolo a levantarse.

 

-La herida es grave-

 

Menciono viendo la cantidad de sangre que había perdido, amarrándole una tela alrededor para que dejara de sangrar.

 

-Ese monstruo era más fuerte de lo que imaginaba que podría ser un vampiro modificado –

 

Soltó Kaito mirando los alrededores.

 

-Seguramente es una de sus versiones más parecidas a la perfecta-

 

Menciono Pip captando la atención de todos.

 

-Salgamos rápido de este lugar-

 

Concluyo, no deseaba que aquel sujeto cambiara de parecer y regresara por ellos.

 

 

 

El mayor en su silla desde adentro del zepelín más grande, los soldados lo rodeaban mientras en su mano portaba una taza de chocolate caliente mirando con una sonrisa los monitores frente a él, que le mostraban diferentes escenarios de la guerra que se daba afuera, un estallido se escucho desde algún lugar de la nave a lo que voltea con su cínica sonrisa.

 

-¿Visitas?-

 

Levanta una mano levemente y un grupo de soldados avanza rápido en busca del causante, sin embargo uno de estos invitados avanza hacia el mayor desde el otro lado de la gran sala caminando lentamente, haciendo que este se gire en su posición para mirarlo. La ropa oscura y ceñida al cuerpo con algunos broches y el pelo largo y rubio no le sonaban de nada.

 

Este se detiene colocando una mano en su cadera, extendiendo la otra hacia él, mostrando una sonrisa y girando el aro metálico entre sus dedos.

 

Soldados se acercan rápidamente y el aro gira nuevamente para después ser lanzado con fuerza hacia ellos, destrozandoles las cabezas en el proceso.

 

 

-Detente Milo-

 

Pronuncio una voz a su espalda caminando hacia él seguido de los demás. Un grupo de 6 integrantes.

 

 

El nombrado estiro una mano hacia el aro metálico y este regreso rápidamente, guardándolo en su bolsillo como si se tratase de una simple moneda, para después voltear a ver a los demás evitando cualquier tipo de culpa en su rostro.

 

 

-¿Quiénes son ustedes?-

 

Soltó el mayor dejando por primera vez su sonrisa aunque no su interés en las nuevas personas que ocupaban su nave.

 

 

Uno de ellos se adelantó algunos pasos a lo que el mayor levanto una mano para detener a los soldados de atacarlo. Su cabello algo largo y rojo se movió levemente bajo el sombrero negro que ocultaba parte de su rostro, este se detuvo y realizo una leve reverencia.

 

Mi nombre es Arcad, esta es una visita amigable Mayor Montana Max.-

 

Ladeo el rostro dejando ver una ligera sonrisa.

 

 

 


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