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Nuevo comienzo por seirei

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Se encontraban rodeados de ghouls, estos eran feroces y se les podía ver persiguiendo a los civiles, devorándolos como si se tratase de perros salvajes. Los picudos dientes los destrozaban, tan filosos que incluso arrancaban los ojos y parte del rostro de una sola mordida. Los cuerpos caían siempre envueltos en gritos desesperados.

 

Estaban cargados completamente de armas y se veían algunos ensartar con sus rifles y espadas dejando cuerpos enterrados contra las paredes semi destruidas, las cabezas cortadas cruelmente llenas de cuchillos y todo esto envuelto en un mar de sangre que se acumulaba en charcos bajo los cadáveres.

 

Conforme avanzaban disparando y cortando las cabezas de estos monstruos el panorama era más y más horrendo y cruel, Seras apretó los dientes con fuerza mientras sus ojos se llenaban de lágrimas contenidas que sabía no debía derramar ya que no serviría de nada. Tomo el arma de Pip con una mano disparándoles a corta distancia de forma desesperada, intentando salvar a las pocas personas que se encontraban desprotegidas por haber salido de sus escondites o ser encontradas por los ghouls, mientras veía a los cazadores rebanar con sus espadas y dispararles en rápidos y certeros movimientos abriendo paso al frente. La guerra no terminaría hasta que acabaran con el responsable.

 

No era momento de lamentarse por la situación, debían hacer algo al respecto, primero regresarían con Integra a la mansión y entonces…

 

Los ghouls se abalanzaron sobre ellos de forma furtiva, levanto el rostro viendo los uniformes militares que caían sobre ella y Pip, este le advirtió gritando pero sería muy tarde para esquivar el ataque. Las incontables manos los sujetaron a ambos intentando acercar las hambrientas fauces mientras los cazadores se giraban hacia ellos corriendo en su dirección para quitárselos de encima.

 

Antes de que Yagari o Kaito llegaran, los cuerpos de los ghouls fueron alcanzados por los hilos de navaja siendo cortados en múltiples pedazos de carne que cayeron al suelo salpicándolos de sangre. Ambos cazadores se detuvieron y todos voltearon en la misma dirección desde donde les sonreía el mayordomo moviendo ligeramente sus dedos con aquellos hilos transparentes que los rodeaban a él y a Integra.

 

Pip y Seras se sorprendieron yendo rápidamente  a su encuentro, seguidos poco después por los cazadores.

 

-¡Integra sama! ¡Walter!… ¿No deberían esperar en la mansión?-

 

-Los soldados pueden encargarse de los ghouls, los Wild Geese quedaron a cargo de protegerla-

 

-¡Pero no es seguro que estén en este lugar!-

 

Insistió Seras preocupada recibiendo una mirada seria de la líder.

 

-No podemos quedarnos escondidos para siempre, hay asuntos importantes que atender-

 

Volteo mirando a los cazadores notando la seriedad en estos al no comprender que sucedía.

 

-Sir Integra ellos son cazadores son… familiares de Zero-

 

Esta se sorprende ligeramente.

 

-¿Por qué están en este lugar?-

 

-Nosotros también tenemos asuntos que atender aquí.-

 

Asiente dudando un poco ante su respuesta.

 

-Lamentamos no recibir a los invitados de Zero de una forma más apropiada-

 

Menciona con una ligera sonrisa de burla y Walter ríe levemente mientras Seras los mira sintiendo algo de tención en el ambiente.

 

-Entonces puede decirme ¿Porque no solicitaron la ayuda de las demás organizaciones de cazadores?... ¡Podrían haber intervenido de alguna forma!-

 

Niega con la cabeza y cruza los brazos, levantando ligeramente el rostro.

 

-Incluso si lo solicitábamos, no habrían interferido. Lo abran notado los ghouls no son vampiros normales, al ser creados por vampiros artificiales no entran en ninguna categoría, su objetivo solo es alimentarse y destruir. Si hubiese solicitado ayuda a la organización de cazadores, una asociación tan débil que desconoce del tema... no serviría de nada en este momento, ellos solo cubren parte de Asia incluyendo Japón, si fuera sencillo involucrar a otros países estos simplemente se verían atacados llevando más carne al matadero.-

 

 

Kaito frunció el ceño molesto, había llamado débiles a los cazadores… sin embargo no era momento para discutir con la líder de lo que sea. Movió su espada atacando a diferentes ghouls que se acercaban, acabando con ellos y evitando sus balas. Sabia por palabras de Seras lo rara que era su líder, o al menos lo había dado a entender de esa forma, se movió ágilmente perforando la cabeza de uno de ellos y se incorporó con la espada sobre su hombro mirando a Integra, formandose un silencio incómodo.

 

-Parece que de cualquier forma no pueden enfrentar esta guerra solos- 

 

Sonríe un poco a lo que la mujer entre cierra los ojos algo molesta.

 

-Hellsing peleara la guerra de Inglaterra por sí mismo-

 

Chasquea la lengua como respuesta ante la terquedad en sus palabras.

 

-¡Es absurdo! no puedan controlar lo que sucede-

 

-¿Eso significa que están solos contra toda la horda de ghouls?-

 

Interfiere Yagari captando la atención en él.

 

-Solo si considera al vaticano-

 

Murmuro con una sonrisa Walter recibiendo una mirada de molestia por parte de su líder.

 

-Ellos no pueden ser considerados de esa forma, solo serán una desventaja -

 

Volteo el rostro seriamente, casi había olvidado ese detalle.

 

Kaito se sorprendió ante sus palabras, eso significaba que los de la iglesia tenían mayor conocimiento del enemigo que toda la asociación de cazadores.

 

-¿A qué se refieren con desventaja? Si conocen sobre el tema deberían ser de alguna utilidad, no creo que puedan empeorar la situación actual-

 

Yagari se cruzó de brazos y parecía exigir una explicación más adecuada, mientras Kaito se encargaba de unos ghouls a su espalda.

 

Integra se movió y su largo cabello rubio se meció levemente.

 

-Lo saben, por esa razón esperan la situación más conveniente para atacar y no se moverán si no les genera algún tipo de ganancia-

 

Apretó ligeramente el agarre en su espada mientras fruncía el ceño.

 

-También podrían esperar a que la batalla termine para irse contra nosotros. Hellsing no es del agrado de muchas personas.-

 

Concluyo observando las reacciones sorprendidas de los cazadores.

 

-Ya veo-

 

Yagari sonrió apuntando y disparando atrás de Seras y Pip quienes se asustaron apartándose rápidamente.

 

 -Demasiados enemigos-

 

Soltó Kaito he Integra le dio una sutil sonrisa.

 

 

Entendía a lo que se refería, involucrar a otros países extendería la guerra hacia esos lugares, incluso involucrar asociaciones que no tenían conocimiento del enemigo solo causaría más muertes… pero que había de la asociación de cazadores, si la hubieran involucrado…. Lo pensó seriamente para después mirarla, la líder de Hellsing a pesar de ser joven tal vez unos veinte y tantos parecía entender mejor la situación. Movió la espada cortando una cabeza en el proceso y esta cayó casi al mismo tiempo que el resto del cuerpo dejando un charco de sangre.

 

 

Seras disparo a un lado de él sorprendiéndolo ligeramente sin embargo no lo demostró y solo escucho el cuerpo caer atrás de él, miro a la vampira y esta le sonrió como de costumbre sin embargo llevaba encima ya varias salpicaduras de sangre que no pertenecían a ella y que seguramente había adquirido durante la pelea llenándose lentamente de la substancia, pero de alguna forma su imagen parecía mas espeluznante en ese momento que aquellos monstruos.

 

-Seguramente lo mismo habría sucedido con la asociación de cazadores-

 

Menciona seriamente Yagari después de un rato y todos lo voltean a ver, aunque al parecer Integra ya lo había pensado de esa forma.

 

-Ya que también concierne a nosotros los ayudaremos con el enemigo-

 

-Como gusten-

 

Respondió avanzando seguida del mayordomo.

 

-De acuerdo-

 

Dijo Kaito siguiéndolos.

 

-¿Cuál es el plan? ¿Dónde está ese vampiro?-

 

Todos se detienen y se forma el silencio, Seras se muerde los labios intentado pensar en la mejor forma para decírselo sin provocar que ambos cazadores se enfadaran.

 

-No está aquí-

 

Soltó Pip repentinamente a su lado sorprendiéndola y actuando como si se tratara de una situación normal, esta vez sin pensarlo mucho volteo golpeándolo sobre la cabeza por ser tan descuidadamente tonto. Este se quejó recordándole que estaba herido y esta tuvo que repetírselo varias veces en la mente para contenerse.

 

-¡¿Que no se supone que está aquí?!-

 

Grito Kaito y Seras se detuvo terminando la pequeña escena que montaban atrás de ellos de forma nerviosa y evitando la mirada fulminante del cazador.

 

Yagari entrecerró los ojos y poso una mano sobre su hombro para tranquilizarlo sin dejar de mirarlos.

 

-Ese tipo debería estar aquí ¿Dónde está?-

 

Cuestiono de forma seria incrementando la tensión.

 

Integra miro en otra dirección frunciendo ligeramente los labios mientras Walter poseía una simple sonrisa ante los nuevos invitados.

 

Seras retrocedió un paso con algo de temor, claramente la estaban dejando sola en esa situación, miro a Pip pero este fingió ver de forma interesada a otro lugar evitando el tema.

 

-Pronto estará aquí-

 

Sentencio Integra repentinamente apartándose unos cuantos pasos del grupo y mirando los vehículos abandonados, seguida del mayordomo. Todas las miradas la siguieron.

 

-¡¿Qué podría ser más importante que esto?!-

 

-Este…-

 

Murmuro Victoria intentando calmar a Kaito que ya lucia más que molesto, pero se quedó sin palabras ya que no se le ocurría nada para decir que solucionara el problema, dirigió una mirada rápida a Walter dándose algo de valor.

 

-El amo Alucard regresara en cuanto termine sus asuntos-

 

Afirmo Walter ante las miradas desconfiadas incluso de Seras y Pip.

 

Kaito frunció el ceño, si eso no era un asunto aún más importante que diablos lo seria...

 

-Se supone que dejo a Zero para venir a enfrentarse contra esa extraña asociación que está creando ghouls-

 

Menciono Yagari y Victoria trago saliva.

 

-Mi… Milennium-

 

Asintió observándola detenidamente esperando una respuesta a lo que esta apretó las manos nerviosa.

 

-El… nos envió de regreso al concluir la misión y dijo que debía hacer algo… se... seguro era importante.-

 

Sonrió lo mejor que pudo dejando escapar una tonta risa, a lo que el cazador la miro para después alejarse de ella unos pasos seguido de kaito quien soltó un bufido de molestia.

 

-Walter-

 

Llamo Integra captando la atención de todos.

 

-Iremos hacia el mayor, terminaremos con esto.-

 

Todos se sorprendieron ante sus palabras.

 

 

 

Zero vio a los vampiros entrar en clase para después apartarse del lugar, era estúpido concentrarse en ellos por el momento, ya tenía más que suficiente con solo estar en ese lugar y ninguno había intentado siquiera apartarse del grupo… ninguno con quien desquitar sus problemas con una pelea justificada. El Kuran parecía poder mantenerlos a raya por sí solo, si ese era el caso podía tomarse un descanso.

 

Regreso a su habitación después de rondar un rato el bosque, había pensado en visitar a Lily, incluso a Cross, pero a este último ni siquiera sabía que decirle. Había algo más... podía sentir poder dentro de su cuerpo, la sensación no era agradable he intentaba apartarla de su mente, ese hormigueo constante, innecesario, de los sellos en sus manos.

Se dejó caer sobre la cama mirando sus manos cubiertas por los guantes, extendidas frente a su rostro. Cerro los ojos y las manos, apretándo los puños con algo de fuerza apenas un segundo, sin embargo la ventana de la habitación se agrieto notablemente haciéndolo inclinarse sobre la cama sorprendido, frunció el ceño tirándose hacia atrás mirando más detenidamente sus manos, era todo un revoltijo intentar entender cómo funcionaba eso y solo le generaba dolor de cabeza.

De algún modo se le fue prácticamente todo el tiempo tan solo pensando, recordaba muchas cosas pero no tanto sobre el tema. Tal vez porque ni siquiera había sido del todo necesario emplear su poder por completo.

 

Chasqueo la lengua mirando el techo, podía sentir la presencia de los vampiros en la clase, algunos humanos por la puerta pero no la cruzarían antes de que el director los reprendiera. Se giró sobre la cama cerrando los ojos sintiéndose cansado, aún faltaba para que la clase terminara y el tuviera que asegurarse de nueva cuenta que todos los vampiros regresaran a los dormitorios.

 

En algún momento se quedó dormido, desde hace algún tiempo que no tenia recuerdos, al menos no diferentes de lo usual donde se repetia una y otra vez la forma de su muerte en escenas cortas, como una pesadilla interminable.

 

Esta vez era diferente de algun modo.

Se encontraba sentado en un columpio, el enorme campo de flores amarillas y blancas despedía ese aroma tan delicioso que era llevado por el viento. Y esa mujer de vestido amarillo recogiendo flores, su brillante cabello se movía como olas suaves mientras sostenía su sombrero con una mano para evitar que se volara, ella volteo sonriendo un rostro dulce y muy joven, no parecía llevarle más que algunos años de diferencia, si… ella era Mina Harker, hermana menor de su madre, compartían ese lazo de sangre y ella estaba ahí con él acompañándolo siempre, movió la canasta que llevaba metiendo más flores en esta soltando una ligera risa que llego suave hasta sus oídos acompañado de su nombre… Pero sabía lo que venía a continuación, porque ya había presenciado esa escena antes y tal vez solo se trataba de su mente mandándole otro mal sueño.

 

Cuando Mina volteo sonriendo hacia él, aquel cuchillo filoso atravesó su pecho, ninguno de los dos lo había visto venir, la sangre que inundo su vestido fue demasiado colorido y la canasta que sostenía cayó sobre el pasto luciendo abandonada. Mina cayó de rodillas intentando girar para ver a su atacante pero lo que más temía era ver desprotegido al preciado hijo de su hermana, Zero dejo de mecerse y se levantó rápidamente del columpio sin esperar a que se parara por completo.

 

-… ¡Mina!-

 

Intento correr hacia ella pero algo invisible lo empujo con fuerza hacia atrás haciendo al pequeño niño caer varios metros.

 

-¿Qué hacemos con él? –

 

-Si se encuentra con ella debe ser también un miembro de la familia real, puedo sentir la misma sangre correr por sus venas-

 

Uno de los hombres se volteo y señalo al niño que estaba a punto de levantarse.

 

-¡Tráiganlo!-

 

Grito y unos hombres corrieron hacia él, Zero retrocedió unos pasos sin poder apartar la mirada de su tía ¿Por qué le hacían algo así a ella?

 

Cuando estaban a punto de agarrarlo los guardias lo rodearon enseguida, amenazantes con sus espadas levantadas.

 

-¡¿Joven príncipe se encuentra bien?!-

 

Fue rodeado completamente y el enemigo retrocedió, pero ella ya se encontraba en sus manos. Grito nuevamente su nombre y los guardias miraron el cuerpo de la joven aún viva y cubierta de sangre, junto al enemigo ya alejados.

 

-¡Suéltenla inmediatamente! ¿Cómo se atreven a profanar a un miembro de la familia real! ¡Imperdonable!-

 

Los soldados los rodearon, peleando contra algunos de esos tipos vestidos completamente de negro, mientras Zero era rodeado por los brazos de uno de los consejeros protegiéndolo y evitando que fuera directo hacia ella al ser peligroso. La seguridad del príncipe era lo primero y habían fallado ocasionándole esa lamentable situación a Mina y casi al príncipe.

 

-¡Mina!-

 

Grito aún más fuerte aferrado a los brazos del consejero cuando aquellos tipos retrocedieron desapareciendo.

 

Uno de los guardias se agacho a la altura del niño quien ya lucia lloroso y sumamente afectado mientras apretaba los dientes con fuerza.

 

-Ahora mismo están atrás de ellos príncipe la encontraremos... por ahora, por favor manténgase a salvo y no salga del castillo, los reyes regresaran pronto-

 

-¡Encuéntrenla!-

 

Grito y las lágrimas escurrieron por su rostro, a lo que a semejante imagen lo abrazo rápidamente para llevarlo dentro del castillo.

 

Aquello había sido una gran tragedia, habían secuestrado a la princesa y casi al príncipe heredero. Un descuido... no, no solo había sido eso, ellos debían ser poderosos para ocultarse de los soldados, incluso esconder su presencia y sorprender a Mina. Habían aprovechado la ausencia de los reyes.

 

Jamás la volvió a ver, el funeral lo recordaba como algo doloroso y después de mucho tiempo ¿Porque seguir recordando algo así?

 

La sensación de impotencia que sintió aún seguía dentro de él, las exhaustivas búsquedas nunca con resultados ¿Qué hicieron con ella? y ¿Quiénes eran esos tipos? ….Jamás lo supo.

 

 

 

-Kaname sama ¿Sucede algo?-

 

Pregunto Ruka mirándolo detenidamente, la expresión que este mostraba indicaba estar pensando seriamente en algo desde hace un rato. Aunque era claro que lo que veía era nada menos que el asiento vacío del sucio nivel E, ¿Que se creía ese sujeto al saltarse la clase después de insultar a su líder? jamás lo perdonaría por creer ser algo más que solo eso, no respetar las ordenes de su príncipe vampiro era una ofensa demasiado grande. Mordió su labio furiosa mientras apretaba los puños ensimismada en sus propios pensamientos.

 

-Nada Ruka, gracias por preocuparte-

 

Respondió después de un momento fingiendo una sutil sonrisa para apartar su vista del lugar y mirarla apenas un segundo sorprendiéndola y haciendo que su rostro se sonrojara levemente.

 

Así que Zero estaba revelándose faltando a clase, casi quiso reír, al ex cazador le vendría bien una advertencia y no podía esperar a que acabara de hablar el ultimo maestro para salir de ahí.

 

Pero en cuanto la clase término Yuki se adelantó yendo rápidamente hacia la salida del salón. La miro molesto desde su posición apretando los puños.

 

 

La escena frente a él se borró, volviéndose todo a su alrededor obscuro y una voz lo llamo, no lo había escuchado antes, era diferente a cualquier otra cosa que hubiese sentido en esa situación.

La voz era fría y hacia estremecer su cuerpo por completo, algo vibro dentro de él y podía sentir como se acercaba rápidamente. Pero una sensacion en su boca lo distrajo, esa substancia… ¿sangre? Levanto una mano y vio el líquido rojo que había tocado su lengua. La voz se detuvo y se obligó a abrir los ojos.

Su respiracion agitada se ahogo enseguida, viendo frente a él la sangre que goteaba en pequeñas gotas hasta su boca desde el brazo de Yuki.

La miro sorprendido, inclinándose de inmediato en la cama, esta dio un pequeño salto en su lugar y retrocedió levemente, pero fue tomada por el brazo con fuerza haciéndole emitir una mueca de dolor.

 

-¿Qué demonios crees que haces?-

 

Paso una mano por su boca mirando la sangre sin creer lo que sucedia, apretando el brazo de la chica que ahora lo miraba asustada.

 

-Ze…Zero.. ¡Yo..!-

 

-Tu... ¿Qué?-

 

Chillo volteando el rostro después de ver los enormes ojos rojos como la sangre en Zero, antes había estado pronunciando su nombre en susurros mientras vertía la sangre en su boca, pero ahora le daba mucho miedo por alguna razón y eso nunca antes había pasado, intento calmarse pero la presión en su brazo no ayudaba y de alguna manera la atmosfera alrededor de él se sentía distinta, ni siquiera se atrevía a mirarlo.

 

La soltó y esta cayó al suelo aparentemente sin fuerza mientras sus ojos comenzaban a humedecerse, se quedó sentado en la cama aguardando su respuesta, no la ayudaría, no haría nada, quería escuchar la estúpida idea que se le había metido para hacer semejante cosa.

 

-Creí que… no te sentías bien-

 

-¿Qué?-

 

-Faltaste a clase…. ¡Pensé que era por la sed!-

 

Apretó los puños intentando que sus labios dejaran de temblar, por algún motivo estaba llorando y ni siquiera se atrevía a levantarse.

 

- Así que vine hasta aquí y… te vi. Creí que te encontrabas mal-

 

-Creíste mal-

 

No del todo. Porque si, vaya que estaba sediento aunque la cantidad había sido demasiado poca para siquiera saciar su apetito en ese momento, tampoco estaba tan sediento como para atacarla buscando más, pero pudo haberse descontrolado y la situación se hubiese tornado muy peligrosa.

 

-Te dije que te mantuvieras lejos de mí, pero al parecer ni tu ni tu hermano lo entienden-

 

Estaba cansado de ellos, en realidad no solo de ellos también comenzaba a fastidiarse de toda esa situación.

 

-¡Zero!-

 

Volteo hacia él y de alguna forma encontró valor para acercársele, sujetándose de la cama como un apoyo.

 

Lo contemplo un momento y dudando acerco la mano intentado tocarlo, pero levanto el rostro obligándola a detener su acción.

 

-Es suficiente Yuki, vete de aquí-

 

Ordeno.

 

-N...no-

 

Apretó los puños mirándolo ladear levemente el rostro.

 

-Yuki…-

 

-¡No!-

 

Lo interrumpió.

 

-¿Por qué… te comportas de este modo? Yo… se lo que hice pero regrese… por ti... Zero si necesitas sangre entonces una vez más yo… ¡Por favor toma la mía!-

 

Se acercó lentamente hacia él inclinándose sobre la cama, Zero no se movió pero una sonrisa de molestia comenzó a formarse en su rostro y murmuro suavemente su nombre haciendo que esta se detuviera un segundo a mirarlo.

 

-Yuki... y pensar que alguna vez mi vida te perteneció-

 

Murmuro llevando una mano a su rostro levantándolo suavemente, sintiéndola temblar y las lágrimas que se deslizaban sin fin.

 

-Ze…-

 

-Incluso el deseo de que podía hacer cualquier cosa por ti... –

 

-Espera…-

 

-Pero solo fui yo, arrastrándome a mi propia oscuridad-

 

Esta abrió los ojos sorprendida sin atreverse a moverse ante sus palabras.

 

Tal vez esa frialdad que sentía hacia ella ahora era debido a Alucard, posiblemente le habría contagiado su sadismo como diría Kaito, pero la realidad es que ya no era el mismo de antes y ella tampoco era esa Yuki, sus caminos ya no estaban conectados.

 

-N.. no… yo. Zero…-

 

Este mostraba una ligera sonrisa que lograba estremecer su cuerpo y al mismo tiempo contemplarlo con fascinación.

 

-Al único que necesitas es a Kaname, para ti siempre ha sido así-

 

Pronuncio cerca de sus labios sin soltarla.

 

-Zero…-

 

-Es simple, pero Yuki… yo ya no tengo suficientes razones para romper mis promesas y las cosas no pueden regresar a cómo eran -

 

Suelta una ligera risa haciéndola estremecer por completo.

 

Jamás lo había visto así, esa forma de hablar… Zero había cambiado y aquellas palabras tocaron algo dentro de ella, ahora definitivamente las lágrimas no pararían, pero no quería hacerse a la idea de que todo había terminado, no quería soltar los años que compartieron juntos como niños lastimados. Dejo caer su mano mirando la cama y las pequeñas manchas húmedas que salpicaban desde sus ojos.

 

Soltó un casi inaudible jadeo cuando este la libero del agarre apartándose de ella, apretó los labios y los puños levantándose rápidamente para salir corriendo de la habitación.

 

Zero la miro salir y las últimas palabras rondaron su mente.

 

Así es… mi última promesa fue matarte si te volvía a ver, porque en ese momento no sabía lo que iba a suceder después.

-Aunque ahora realmente… soy algo mucho más oscuro de lo que te podrías imaginar Yuki.-

 

 

Esta entra en su habitación recargándose contra la puerta, podía sentir su corazón desbocado y lo mojado que se encontraba su rostro.

 

-Yo… He herido tantas veces a Zero, este definitivamente es mi castigo-

 

Susurra y las palabras de Zero resuenan nuevamente en su cabeza.

 

-No… no digas eso-

 

Se agacha tapándose los oídos y cierra los ojos con fuerza.

 

-Pero aun no puedo dejarte ir, no puedo… -

 

 

Pasa el dorso de su mano limpiando los restos de sangre que se habían deslizado cuando caía sobre él torpemente, debido al corte que se había hecho así misma Yuki, apretó los labios un segundo y cerró los ojos.

Yuki y Kaname... ambos debían mantenerse lejos de él y ser felices como se supone que serian después de marcharse, aun se preguntaba la verdadera razón del porque habían vuelto cuando era más fácil rechazar la petición de la organización de vampiros.

Abrió los ojos y estos regresaron a su tono original, miro por la ventana y la enorme luna llena capto de inmediato su atención… tal vez había sido muy duro con Yuki, el antiguo Zero jamás la habría tratado de esa forma, pero… el antiguo Zero seguiría sufriendo, envuelto en todos esos sentimientos confusos que al final lo habían dejado completamente solo. Suspiro, no podía regresar a ese tiempo, incluso si ahora resultaba ser asi probablemente era su actual personalidad la original después de todo.

 

 

 

-Están interrumpiendo algo importante-

 

Chasqueo los dedos con una sonrisa y los monitores atrás de él se alzaron un poco, mostrando las horribles imágenes a quienes decían ser sus nuevos invitados. Pero estos no parecieron mostrar el mínimo interés.

 

-Solo hemos venido por la fuente-

 

Soltó Milo cruzándose de brazos.

 

Al escuchar esas palabras se recargo hacia atrás en su asiento, entrelazando los dedos con una ligera mueca de desagrado y el Doc se acercó rápidamente apretando los dientes, hasta colocarse atrás de él.

 

-Entrégala-

 

-¿Quiénes son ustedes? ¿A qué grupo pertenecen?-

 

Insistió esta vez el Doc.

 

-Creadores-

 

Nombro Arcad levantando un poco el rostro, mirándolo fijamente mientras este se tensaba.

 

-Imposible...-

 

Murmuro de forma alterada, provocándole una sutil risa a Milo para después formarse el silencio en la gran nave.

 

-¿Nos regresaras entonces lo que es nuestro? Milennium-

 

La tensión en el ambiente se sintió de inmediato.

 

El Doc se inclinó en el hombro del mayor susurrándole de forma nerviosa.

 

-No… no podemos entregar la fuente. De ninguna forma-

 

-Doc, te preocupas demasiado-

 

Ladeo el rostro mostrando nuevamente su sonrisa, mientras su compañero se erguía colocando las manos a su espalda.

 

-Creadores ¿No era acaso una organización de desertores de los cazadores?-

 

-¡¿A quiénes llamas desertores?!-

 

Protesto de inmediato Milo a lo que Arcad le indico con un leve movimiento de su mano que se mantuviera en su lugar, haciéndolo bufar molesto.

 

-Mayor, el tercer Reich o Milennium no ha cambiado, aun buscan el poder por las razones equivocadas y medios innecesarios-

 

Mira sin expresión la enorme cantidad de soldados modificados como ghouls y vampiros artificiales.

 

-Grandes palabras para una pseudo asociación que busca hacer cazadores perfectos, no somos tan diferentes-

 

Interrumpe el Doc con una sonrisa.

 

-Originalmente el cuerpo fue capturado por los creadores y después robado, simplemente venimos a recoger lo que es nuestro desde un inicio.-

 

El Doc chasqueo la lengua ¿Por qué tenían que presentarse justo en ese momento? Jamás entregaría la fuente de todo su trabajo, el cuerpo de un vampiro perteneciente a la realeza y descendiente de un Nosferatus. Sabia del robo de hace siglos pero eso no importaba en lo más mínimo, esa era la fuente de todas sus maravillosas creaciones aunque no fueran perfectas aun, con los vampiros modificados estaba acercándose cada vez más a uno perfecto y nadie le impediría seguir con sus planes, no después de que ese detestable rey de los no muertos hechara todo abajo.

 

Miro de forma nerviosa al mayor que lucía simplemente aburrido ante aquellas personas.

 

-Ustedes Creadores, no están dentro de mis planes en mi querida guerra. La fuente nos pertenece ahora y seguirá siendo de ese modo-

 

Chasqueo los dedos y los soldados los rodearon de inmediato.

 

-No tienen nada que hacer en este lugar-

 

Arcad levanto el rostro lentamente y los soldados dispararon llenándolos de balas.

 

El Doc mostro una enorme sonrisa mientras el impacto se reflejaba en sus extrañas gafas al igual que en las del mayor.

 

-¿Es así?-

 

Los soldados dejaron de disparar siendo lanzados hacia atrás golpeando contra el suelo, sorprendiendo al Doc y haciendo fruncir el ceño al mayor.

Fijaron su atención en la única mujer del grupo, quien portaba un libro en las manos del cual ahora salían unas extrañas palabras, formando cadenas moviéndose sobre ellos, estas habían atrapado las balas y parecían obedecer a la chica.

 

El Doc apretó los puños inclinándose nuevamente sobre su hombro.

 

-Mayor dejemos que los soldados se encarguen de ellos, debemos ir a un lugar seguro-

 

Entre cerro los ojos aplaudiendo levemente con una sonrisa molesta, nadie le impediría terminar de ver su creación ni siquiera esos tipos.

 

Arcad comienza a caminar hacia ellos seguido de los demás, pero se detienen al sentir la presencia que acababa de aparecer.

 

-¿Más vampiros modificados mayor?-

 

Las sombras a la espalda de ambos hombres se acercan y el enorme hombre vestido de militar aparece seguido del niño, quien miraba divertido a los invitados por la situación para rodear la silla del mayor apoyando las manos sobre sus piernas.

 

-Hey mayor~  traje al capi-

 

Sonrió de forma felina y el mayor le toco la cabeza un segundo como si de una mascota se tratara para después levantarse. El capitán miro al enemigo con su rostro imperturbable para después dejar que esa extraña aura azul comenzara a rondarlo suavemente desde sus pies, elevándose a todo su cuerpo ante la seria mirada del grupo.

Los soldados rápidamente retrocedieron rodeándolos a cierta distancia, Milo aparto su cabello algo fastidiado por la situación y metiendo las manos a los bolsillos de su chaqueta saco varios aros entre sus dedos, cada uno igual de filoso.

 

El Doc rio mirando la situación mostrando una gran sonrisa.

 

-Nadie impedirá esta vez que mis creaciones sean perfectas ¡Miren lo cerca que estoy!-

 

Dijo más para sí mismo y se volteo siguiendo al mayor, alejándose ambos del lugar.

 

 

El capitán se acercó apunto de atacar, pero fue repelido por esas extrañas cadenas que los envolvían haciéndolo retroceder al contacto, miro su mano y el guante parecía algo dañado, cerro el puño levantándose mirando aquellas cadenas moverse cual tentáculos alrededor de ellos, uno de estos le cayó encima obligandolo a retroceder, colocando los brazos como escudo sobre su rostro.

 

El niño gato lo miro algo sorprendido sin borrar su sonrisa, moviendo ligeramente sus orejas y camino jugueteando con sus pasos alrededor del grupo viendo con interés aquel extraño campo de fuerza, las balas claramente no le hacían nada, todas eran detenidas por esas palabras y quien las dirigía era aquella chica de cabello castaño rizado cubriéndole la mitad del rostro y aquellas ropas sueltas y comunes, lo que más destacaba de ella seguramente eran esos enormes y muy brillantes ojos verde oscuro. Le sonrió muy interesado cuando sus miradas se toparon, haciéndola dudar un segundo para luego seguir rápidamente con el hechizo, lo que le ocasiono reír bastante fuerte captando la atención de la mayoría sobre él.

 

Las cadenas de palabras se dirigieron hacia Schuldinger quien logró esquivarlas fácilmente mostrando que era incluso algo divertido como un juego. Pero los juegos no son para siempre y desapareció sorprendiendo un poco al grupo y  apareciendo dentro del campo justo en medio de ellos, a lo que se separaron rápidamente sin salirse del lugar.

 

-Aquí estoy-

 

Sonríe inclinando la cabeza y encogiéndose levemente de hombros, para después mirar a la chica y el libro que portaba con interés.

 

-¿Qué es eso? ¿Qué estás leyendo?-

 

Intento acercarse pero dos chicos lo rodearon, tendrían aproximadamente 16 años y ambos lucían iguales, gemelos pensó divertido poniéndoles más atención, su cabello era corto más largo de un lado de un tono morado oscuro y ojos opacos del mismo color, portaban cuchillos  y se lograba ver por el movimiento de sus abrigos una hilera de estos en su cintura.

 

-No te acerques ¿Cómo lograste entrar?-

 

Se mueve ligeramente unos pasos retrocediendo sin dejar de verlos y desaparece apareciendo a sus espaldas con una sutil risa mientras pasa una mano sobre su rostro y orejas imitando un gato.

 

-Mi nombre es Schuldinger y puedo estar en todos lados, cualquier sitio, todo es mi dominio-

 

Un trinche pequeño y plateado lo atraviesa por la espalda a la altura del pecho manchando de sangre su camisa y dejándolo caer al suelo.

 

-Chirsy-

 

Pronuncio Milo molesto ya que estaba a punto de arrojar sus aros y este le había estropeado el plan.

 

El mencionado limpio la sangre de su arma y se giró, su cabello corto y negro se movió sobre sus hombros mientras lo ignoraba.

 

Pero el cuerpo desapareció en un segundo sorprendiendo a la chica y a los gemelos, y Schuldinger apareció nuevamente mirando su camisa.

 

-Que cruel, matar a un niño-

 

-Si fueras un niño-

 

Menciono Arcad, a lo que este rio cruzándose de brazos.

 

-Jen deja ya el campo, no tiene sentido si hay un enemigo adentro-

 

Esta ve a Milo dudando un poco y cierra el libro a lo que las cadenas desaparecen.

 

-¿Tan fácil?-

 

Murmura Schuldinger aburrido, apartándose mientras el capitán corre impactando contra Arcad intentando hacerlo retroceder pero ambos se mantienen y ninguno quiere ceder, el sombrero de Arcad cae y Milo lo recoge poniéndoselo mientras gira los aros entre sus dedos con una sonrisa, para aventarlos contra los soldados que se acercaban.

Los gemelos corren hacia ellos mientras Jen y Chirsy permanecen atrás, este porta algunos alfileres largos que avienta a los ojos de unos cuantos soldados explotándoles las cabezas debido al fuerte veneno mientras ella los perforaba por el estómago en una hilera con una cadena de hechizos.

 

-Mayor esas personas podrían ser buenos objetos de investigación-       

 

Murmura enfocándolos mejor con sus extraños lentes.

 

 

 

Alucard camina por el paisaje de escombros y tierra, deteniéndose y mostrando una ligera sonrisa.

 

-Sal-

 

El hombre se detiene a su espalda, a unos pocos metros de distancia seguido de otros más.

 

-Rey Vlad-

 

Este voltea viéndolos arrodillados en el suelo.

 

-Estamos honrados de que nos llamara nuevamente después de tanto tiempo-

 

Camina hacia ellos esperando a que continuara.

 

-La información que solicito. Los creadores han regresado y buscan recuperar el cuerpo de Mina Harker, utilizando la guerra para cubrir sus pasos hacia Milennium. Aún desconocen que él ha vuelto.-

 

-Bien-

 

-Si lo desea nosotros podemos intervenir-

 

-No-

 

Estos levantan el rostro mirándolo voltearse.

 

-Esperamos ansiosos su regreso nuestro rey-

 

Una vez que se alejan continúa su camino, pero pronto siente unas presencias familiares que logran borrar la sonrisa de su rostro.

 

-Es cierto-

 

Escucha haciéndolo detener sus pasos.

 

-Estamos esperando ansiosamente su regreso. Así que ¿Cuánto tiempo más nos hará esperar? Rey Vlad-

 

Ve al responsable de aquellas palabras aparecer seguido de otros más que al acercarse inclinan las cabezas un momento como una reverencia hacia él.

 

Los mira seriamente, aquel encuentro no significaría más que una pérdida de tiempo, una que parecía no poder seguir evitando a pesar de lo inoportuno que resultaba.

 

Los hombres caminaron hacia él, todos mostraban rostros serios.

 

-¿Seguirás evitándonos?-

 

Soltó una leve risa como respuesta que se encargó de impacientar a la mayoría.

 

-No tengo tiempo para esto-

 

-Puede esperar-

 

Insistió otro hombre ganándose una mirada del vampiro.

 

-Bélgica y los países bajos pronto comenzaran a arder ¿Vas a ignorarlo?-

 

-Si el daño es mayor comenzaran a actuar por su cuenta. No entiendo ¡¿Por qué no das la orden?!-

 

-No, nadie debe interferir. –

 

Aprieta los dientes en una sonrisa que obliga a los demás a guardar silencio durante un momento.

 

-¿Por qué te niegas a que nos movamos contra esa organización?-

 

-Hellsing puede encargarse de Inglaterra-

 

-¡No es solo problema de Inglaterra! Su guerra se está expandiendo rápidamente, si no vas a dejarnos actuar ¡Entonces retoma tu puesto nuevamente!-

 

Alucard entrecerró los ojos mirándolo a lo que este simplemente apretó los labios nervioso.

 

-Es verdad... la guerra ya no es solo con Inglaterra, ellos pretenden apoderarse de toda Europa y eso nos involucra a todos, especialmente a ti rey Vlad-

 

Continúo otro de los presentes, cerrando los ojos pensando un momento, mientras se mantenía con los brazos cruzados.

 

-Pero sigues negándote a regresar a tu puesto manteniéndonos en espera-

 

-¡¿Cuánto tiempo crees que podremos soportarlo?! ¡Tan solo mirando en silencio!-

 

Insistió otro de ellos.

 

-Esto no tiene nada que ver con ustedes-

 

Ladeo levemente el rostro fastidiado por la situación.

 

-La guerra contra Milennium... pueden tomarlo como mi diversión personal-

 

La mayoría se sorprendió durante un segundo por sus palabras, pero continuaron en su posición.

 

-¿Crees que no lo sabemos? ¿Crees que no nos hemos dado cuenta... de que él regreso?-

 

Se sorprende ligeramente.

 

-¿Por qué lo ocultas? ¿Cuánto tiempo crees que hemos esperado para esto? ¡Si él está aquí entonces pueden…!-

 

-No-

 

Interrumpe sus palabras ganándose las miradas sobre él.

 

-¿Qué está diciendo rey? –

 

Cuestiono de forma seria, sintiéndose la tensión en el ambiente.

 

-Sabemos que el rey Zero regreso...-

 

Vlad aprieta los puños.

 

-Es lo que habíamos estado esperando, después de que te has negado durante tanto tiempo a retomar tu lugar como nuestro rey para jugar como el vulgar sirviente de una familia humana y su organización de cazadores. Nos niegas intervenir ¡Incluso cuando esa misma guerra amenaza a nuestros dominios! –

 

-¿Oh?-

 

Sonríe y lo miran expectantes.

 

-Cada quien se encargara de lo que debe hacer, pero no permitiré que se entrometan.-

 

-Con nuestra intervención seria fácilmente…-

 

-No interfieran en la guerra contra Milennium.-

 

-¡Rey Vlad! ¡Entonces ordénelo y nadie intervendrá… pero muy pronto tendrá que regresar a su puesto real!-

 

Todos lo miran con seriedad.

 

-Necesitamos que regrese a su cargo, ya ha estado ausente durante mucho tiempo.-

 

-Lo estoy ordenando manténganse fuera de esto-

 

Las palabras sorprenden a los presentes.

 

-Hellsing se puede encargar de esto una vez más-

 

Miro a los hombres quienes parecían estar pensando cada quien sobre el tema sin atreverse a cuestionar su orden.

 

-Bien, entonces no tenemos otra opción que esperar a que tú lo termines-

 

-Ya no podrás seguir escapando, ahora que sabemos que has recuperado a Zero es demasiado importante para todos nosotros-

 

Contuvo una sonrisa de molestia ante sus palabras.

 

-Esperaremos órdenes tuyas pronto.-

 

Concluyeron la sorpresiva reunión, realizando nuevamente esa corta reverencia para marcharse del lugar. Parecía inevitable que se enteraran y aquella tosca reunión era algo por lo que debería preocuparse muy pronto, pero no lo haría en ese momento.

 

 

 

Mientras se acercaban al lugar donde parecían reunirse la mayor cantidad de naves enemigas, se escuchó una explosión que ilumino el centro de lo que estas rodeaban, la nave más grande comenzaba a arder y a desplomarse lentamente hacia el suelo, ese zepelín gigante donde se encontraba el causante de aquel infernal ataque.

 

Lo observaron caer ¿Qué estaba sucediendo adentro? Integra apretó los puños, pronto estaría a su alcance y ella misma se encargaría de terminar con el mayor.

 

Kaito miro un segundo a su maestro y este le regreso la mirada.

 

-¿Crees que sean ellos?-

 

-Lo sabremos pronto, si se trata de esos tipos entonces nuestra prioridad es acabar con ellos.-

 

-Entendido-

 

 

Walter los observo sin que estos lo notaran llevando una mano enguantada hasta su boca pensando seriamente, era un excelente momento para que apareciera Alucard, si esos hombres de los que hablaban los cazadores se encontraban atacando al mayor debía tratarse de personas igual de peligrosas. Hellsing, junto con los cazadores tendrían que encargarse ellos, incluyendo al responsable de crear a todos esos vampiros modificados.

 

 

Miro un momento a Seras y Pip quien parecía molestarla pidiendo un beso conforme avanzaban, soltó un suspiro dudando si realmente podrían vencer esta vez. Recordaba vagamente como él y Alucard habían acabado con Milennium hace ya 55 años, cuando era conocido como el infame ángel de la muerte, en ese tiempo había sido una dura pelea pero gracias al vampiro consiguieron vencer eliminando al grupo, o almenos eso habían pensado. Pero ahora él no era más que un simple mayordomo y con la ausencia de Alucard… Frunció la boca preocupado.

 

 

 

-Yuki-

 

La llamo sorprendido al verla, mientras caminaba al edificio de clases seguido del sequito.

El día anterior después de verla salir se figuraba a donde había ido, pero no esperaba que llegara antes que los demás luciendo de esa forma.

Esta agacho aún más el rostro mirando el suelo nerviosa, y dándole la espalda por completo comenzó a caminar rápidamente entrando al edificio, sorprendiendo a los demás. Ruka se adelantó a ella mirándola con molestia y se detuvo enfrente bloqueándole el paso.

 

-Kaname sama te ha llamado-

 

Yuki apretó los labios sin mirarla mientras sujetaba arrugando levemente su falda con las manos. Por su mente había rondado faltar a clases por el miedo de toparse con Zero, pero ahora mismo realmente se arrepentía de haber ido conforme su hermano se acercaba deteniéndose a su lado y todos los observaban.

 

Kaname frunció el ceño, subiendo la mano hasta el rostro de la chica quien se encogió por el toque, mirando hacia otro lado.

 

-Yuki ¿Qué le sucedió a tu cabello?-

 

Paso la mano por los ahora cortos mechones sorprendiéndola ligeramente y por fin se atrevió a mirarlo, abrió la boca un par de veces pero finalmente le mostro una leve sonrisa nerviosa.

 

-Lo corte, pensé que ya ha pasado un tiempo desde que no lo hago ¿Te… disgusta Kaname?-

 

Coloca las manos sobre su brazo, para apartarlo lentamente de su cabello y este la mira con seriedad.

 

-Por supuesto que no, pero... es el mismo corte que tenías antes de despertar como vampira, Yuki-

 

Se aparto de ella mirando la tristeza en su rostro, era tan fácil de leer el motivo del porque lo había hecho. Escucha las voces sorprendidas de algunos miembros del sequito cuestionándola mientras sigue su camino hacia el salón.

Después de un rato se dio cuenta de que el prefecto faltaría nuevamente a clase, mostrando una pequeña sonrisa y mirando por la ventana.

 

 

 

-Zero-

 

Llamo Cross distrayéndolo de sus pensamientos, hacía poco tiempo que el director acababa de llegar y ambos se encontraban ahora en su habitación.

 

-Ya lo dije, no tienes que preocuparte no he bebido la sangre de Yuki-

 

-No me refería a eso y lo sabes-

 

Zero chasqueo la lengua mirando hacia la ventana.

 

-Accedí a quedarme en la clase nocturna porque es cierto, no puedo controlar la sed por momentos, pero no cambiare lo que dije la última vez.-

 

Cross se sentó junto a el sobre la cama, mirándolo con el ceño fruncido.

 

-Entonces... ¿Cuanto tiempo crees poder seguir aguantándolo? ¿Hasta que Alucard regrese, o tal vez tu… realmente estés considerando alimentarte de Kaname?-

 

Apreto los dientes con furia ante sus palabras sin moverse de su lugar. Realmente... en algun momento habia considerado utilizarlo como alimento, quiso reir molesto consigo mismo.

 

-Aún hay otras formas en las que puedes…-

 

-Suficiente... no puedes dejar sin supervisión a la clase del sol-

 

Suspiro, al parecer rindiendose con el tema y guardaron silencio unos segundos.

 

-Zero ¿Has... hablado con Yuki?-

 

Lo miro molesto y Kaien dudo en continuar.

 

-Yo, vi a Yuki esta mañana y me pidió que le cortara el cabello como solía tenerlo-

 

Se sorprendió un momento.

 

-¿Por qué haría algo así?-

 

Kaien sonrió levemente negando con la cabeza, creyó que él lo sabría. 

 

-Tal vez ella realmente quiere que la recuerdes como era antes.-

 

Sonríe levemente con burla sorprendiendo al director.

 

-Prefiero no hacerlo-

 

Se levantó mirando hacia otro lugar, sentía pena por lo de Yuki pero le preocupaba aún más el estado de Zero, ya que él siempre se guardaba las peores partes para sí mismo.

 

-Debemos regresar a nuestros puestos de guardia-

 

Insistio viendolo sacar de su abrigo unas cantas cajas plasticas dejandolas caer frente a él sobre la cama.

 

-Almenos... intenta con esto-

 

Sonríe levemente deteniéndose en la puerta.

 

-Lo sabes yo... estoy aquí Zero-

 

Pronuncio finalmente mirándolo y este levanto el rostro tomando con una mano los pastilleros, viéndolo salir de la habitación. El también debería hacer su trabajo.

 

 

Se adentró en el bosque cada vez se sentía más sediento, casi como un veneno que carcomía lentamente su interior. Las opciones que le daba Cross pasaron por su mente, pero beber sangre humana… a pesar de conocer el sabor en su boca por sus recuerdos, llevo una mano a esta y el escozor en su garganta lo obligo a apretar los dientes con fuerza.

Aun esa mínima parte que quería negarlo todo, incluso después de conocer la realidad, seguía aferrándose a su lado humano...si es que este alguna vez existió.

 

Se recargo contra el árbol cercano al lago tratando de distraer su mente, sintiendo a su espalda las marcas que el mismo había hecho al tronco y se giró para verlas, apartándose y rozándolas con la punta de sus dedos.

 

Tener todos esos recuerdos en su interior... dos vidas que se formaban en una sola, una donde fue entrenado como un cazador que termino siendo un vampiro y la otra donde estaba él... Ahora podia estar nuevamente a su lado. 

 

Mordió su labio con frustración, apartándose y acercándose al lago, podia recordar claramente el sabor de su sangre. Rozo con un dedo sus ya largos colmillos, el calor comenzaba a invadirlo por dentro, subiendo rápidamente a su garganta exigiéndole sangre.

 

Pronto comenzó a costarle trabajo respirar y metió la mano en su chaqueta tomando las pequeñas cajas plásticas de color blanco que le había dejado el director, algunas cayeron sobre el césped cerca de la orilla, se arrodillo con el ceño fruncido y chasqueando la lengua tomo un puñado de las pastillas de sangre, sus ojos ya habían cambiado de color brillando en la oscuridad.

 

 

Llevo las pequeñas tabletas que se suponía tanto utilizaban en la clase nocturna metiéndolas a su boca de a montones y con la otra mano cogió algo de agua del lago tratando de pasarlas, sin embargo pronto comenzó a sentir el sabor en su boca tan asqueroso que comenzó a toser de inmediato, escupiendo las pastillas que cayeron sobre el agua, hundiéndose suavemente dejando un pequeño rastro de rojo mientras se consumían hasta desaparecer.

 

Llevo una mano hasta su boca limpiando el agua roja que goteaba desde está, dejando de toser y comenzó a reír levemente, golpeando con un puño el pasto a su lado.

 

 -…¡Maldición!-

 

¿En qué pensaba? Era una tontería creer que esas cosas funcionarían en él... y lo gracioso es, que cuando creía estar cayendo al nivel E tampoco habían sido de ninguna utilidad, en ese tiempo su cuerpo no las aceptaba por su nivel… y al parecer seguía siendo de ese modo.

 

 

Aparto la vista del lago mirando hacia el bosque, sabía que alguien lo había estado siguiendo desde hacía un tiempo y seguramente era un cazador, por palabras de Kaito lo vigilarían en caso de que cayera al nivel E para mandar la orden y asesinarlo, aunque no era el caso seguramente no le estaba causando una buena impresión al pobre tipo.

Cerro los ojos un momento intentando calmarse y se levantó mirando aun hacia el bosque, lo que realmente le estaba molestando no era solo la presencia del cazador.

 

-¿Cuánto tiempo te vas a ocultar?-

 

El cazador se sorprendió al ser descubierto, pero no se movió de su posición y continuo observando, sorprendiéndose al ver a otra persona acercarse al lago, tal vez no había sido descubierto aun.

 

-No sabía que te gustara espiar... Kaname-

 

Pronuncio sin mucho interés y algo de molestia.

 

-No particularmente-

 

Se acerca lentamente y cuando está a poco más de un metro lo ve girar el rostro mirando el reflejo de los arboles sobre el brillo del lago, haciéndolo preguntarse que estaría pensando en ese momento.

 

Aquel lugar era el último en el que había estado con Alucard y no deseaba compartirlo con ese sangre pura, frunció los labios apartándose y caminando hacia el árbol.

 

-No hay necesidad de seguirme, no necesito una niñera-

 

Lo pasa por un lado viéndolo sonreír.

 

-¿De verdad? Los alumnos no parecen estar de acuerdo con tu estadía en este lugar…  alguien como tu Zero, debería cuidarse mejor-

 

Las palabras lo molestaron más de lo que deberían, incluso el “Alguien como tú”  Le regreso una mirada con furia y pudo ver detrás del vampiro como se formaban algunas burbujas que crispaban el agua ...¿Era él? Aparto la vista calmándose y el agua cedio, incluso el aire lo sintió menos pesado, al parecer sus poderes comenzaban a aparecer sin control. Le dio la espalda al vampiro rapidamente.

 

-Deja de seguirme-

 

Sentencio continuando su camino y Kaname se giró al lago, pudo sentir una ligera presión en el aire y nada más pues solo había durado un momento.

 

  


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