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Save me. por MisakiKiss

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Notas del fanfic:

Primer One-Shot publicado en Amor Yaoi, esta plataforma aún es nueva para mí, espero que les guste.

Notas del capitulo:

Pareja: Kaiha <3

 

Un hombre salía victorioso de la popular puerta turquesa, la mayoría que visitaba "Dark Moon" ansiaba entrar ahí pero pocos lo lograban. Al entrar en la habitación que escondía la tan popular puerta, se encontraba en la gran cama un muchacho de mediana cabellera, rostro fino, piernas largas y bien formadas extendidas a lo largo de la cama y mirada fría, tan fría que podía congelar al país más caluroso del planeta.

Takashima por fin tenía esa parte de la noche libre y lo único que quería era sufrir sobre su miserable vida en su cama y quizá dormir un poco después de eso, si; eso parecía ser un excelente plan para él. Con rapidez; cerró la puerta de su habitación y sacó las sábanas de la cama, ya tendría tiempo de quemarlas después, el tan sólo recordar las horas pasadas le entraban unas terribles ganas de vomitar, no le gustaba ser obligado a vender su cuerpo por nada ¿A qué persona con sentido común le gustaría? Por supuesto que a nadie,  pero tenía que hacerlo sino quería que su cabeza fuese perforada por una bala como su "dueño" tantas veces le había dicho. Maldecía el momento en el que su padrastro lo había vendido por tan sólo unos cuantos billetes para comprar drogas cuando el apenas tenia dieciséis años de edad, maldecía el momento en el que le había creído a su jefe que sólo seria una vez y lo dejaría libre, maldecía el momento en el que se había enamorado de él haciendo su vida aún más miserable. Él... una y mil veces él ¿Es qué nunca se iba a olvidar de ese hombre? Su nombre se quedaba en la punta de su lengua dejando un sabor demasiado amargo y triste para Takashima, pero a la vez su corazón palpitaba con fuerza al recordarlo.

Yutaka era el nombre de la persona que le robaba los suspiros cada vez que venía su imagen a la mente y a la vez era el culpable de sus noches de llanto, hace más de medio año que el muchacho había desaparecido de la vida de Shima dejando una promesa que al parecer nunca cumpliría.

— ¿Cómo he podido ser tan idiota de creerte? — las lágrimas no tardaron en salir mientras tomaba una ducha para quitarse todos los rastros del último cliente de la noche, el agua hacía arder su piel blanquecina mientras que su mente se llenaba de Yutaka por completo. Shima tenía bien presente al muchacho, el cual era su primer y más grande amor; recordaba sus ojos oscuros, el pequeño hoyuelo que se le formaba al sonreír... Su sonrisa, por todos los demonios, esa sonrisa aún lo hipnotizaba a pesar del tiempo, aún se quedaba sin aliento al recordar esa hermosa sonrisa. — ¿Por qué me has mentido?

Shima siempre se repetía esa pregunta, no entendía el porque Yutaka le había mentido de esa forma tan cruel. La última noche que estuvieron juntos estaba marcada en su piel, "Prometo sacarte de aquí " él  había dicho y Shima le había creído, ¿Cómo no creerle a la persona que tanto amas? Después de eso Yutaka no volvió a aparecer, no al día siguiente, ni a la semana, ni siquiera al mes y así pasaron seis largos meses en los que el muchacho lo esperó fielmente, él aún conservaba la fe en que su adorado Yutaka apareciera y lo sacara de ese terrible lugar para vivir una vida plena y llena de felicidad, Shima sabía que era un pensamiento tonto pero era lo que lo mantenía con ganas de seguir viviendo.

Había pasado casi una hora en el baño, después de la ducha había curado algunas cuantas heridas que el cliente anterior le había dejado, maldecía una vez más a su jefe por mandarle siempre a los locos con gustos raros a la hora de tener sexo, una fuerte carcajada salió de su garganta, Yutaka también era uno de esos locos con gustos raros, recordó la primera vez que tuvieron un encuentro sexual, se veía tan inocente como un niño pero a la media hora era una bestia salvaje llena de pensamientos lujuriosos que le había hecho gozar por cuatro horas seguidas y sin descanso.

"Yuta... sálvame por favor" el muchacho se tendió en la cama dispuesto a dormir, más tarde era un nuevo día y debía estar preparado para el trabajo, esta vez no tenía ganas de llorar por su desaparecido amor, pero quien iba a predecir que volvería a soñar con él ; no de la misma forma en donde Yutaka lo abandona sino en los momentos buenos y bonitos que tuvieron, su primera cita fuera del prostíbulo, sus conversaciones de un futuro juntos, en cómo él le daría el dinero para que pudiera pagar su título de propiedad y así salir libre por fin, pero todo eso quedó en conversaciones, Yutaka había desaparecido y con él se estaba yendo el corazón del pobre Shima.

— Shima...—  una suave voz interrumpía su sueño, el muchacho no sabía en que momento había caído preso en los brazos de Morfeo pero no quería que nadie lo interrumpiera.

Este se giró en la cama y optó por cubrirse hasta la cabeza, estaba cansado y lo menos que quería era que alguno de sus compañeros lo despertara.

— Sé que estas despierto, Shima... he venido por ti— el muchacho abrió sus ojos de golpe ¿A caso esto era un sueño? Se volvió a girar y destapándose quedó cara a cara con el dueño de tan dulce voz.

Takashima no podía creer quien estaba ahí sentado al lado de su cama, esto de seguro era un sueño, un cruel juego de su mente, él no podía estar ahí, estiró su mano con lentitud y con tan sólo las puntas de los dedos acarició la mejilla del dueño de sus suspiros. Yutaka estaba al lado de su cama mirándolo con ternura y a la vez con una tristeza enorme.

— ¿Por qué me abandonaste? — fue lo primero que salió de su boca, se sentó en la cama y lo miró fijamente, no... No le estaba reclamando sólo quería entender el porque si tanto decía amarlo, no había vuelto por él.

— Shima, yo no quise...

— ¡Lo hiciste!— ahora si sonaba a reclamo, Shima colocó ambas manos en las mejillas de Yutaka haciendo que este pensara lo peor, un golpe, un cabezazo, realmente no importaba, se lo merecía, pero nada de eso llegó — Esperé por ti todos estos meses y seguiría esperando toda una vida.

Los labios de ambos se pegaron con necesidad, Shima quería descargar todo este tiempo en un simple beso que poco a poco subía en intensidad, lo amaba, maldita sea; debía de amarlo de verdad para esperar por el seis meses sin pensar en nadie más que no sea él, y esperaba realmente que Yutaka siguiera amándolo.

Yutaka se subió a la cama junto a Shima y de a poco las ropas de ambos fueron desapareciendo dejándolas esparcidas en el piso, los suaves jadeos de ambos era lo único que se escuchaba en aquella habitación, las manos de Shima temblaban al acariciar el hermoso rostro de su acompañante, lo necesitaba ya, lo había necesitado por todo este tiempo, ya después le reclamaría por su "inesperada" aparición, sólo quería disfrutar de Yuta sin que nadie los interrumpiera.

A la tenue luz de un lámpara ambos se entregaron en cuerpo y alma como ya muchas veces antes lo habían hecho, las lágrimas de los ojos de Shima no tardaron en salir, Yuta se aferraba al pálido cuerpo del más alto como si alguien fuera a quitárselo de las manos aunque él sabía que eso ya no sucedería nunca más, el amor aún los albergaba, Yuta aún amaba a su hermoso muchacho de mirada seductora y sentimientos puros, aún su corazón latía desenfrenado al pensar en él y tenerlo ahora en sus brazos era la más placentera sensación que no había sentido en seis infinitos meses. Con besos trató de acallar los sollozos de Shima aunque eso parecía imposible, el muchacho no tenía intención de callarse ya que por fin sentía que todas esas lágrimas limpiaban su triste alma que había sufrido todo este tiempo, buscó con desesperación los labios de Yuta y sin titubear los devoró con pasión, estaba siendo dirigido al mismísimo cielo en manos de ese muchacho de hermosa sonrisa o quizá era a lo mas hondo del infierno, realmente no importaba con tal que él  fuera su acompañante.

El cielo pronto se aclararía y esta hermosa sensación de compañía pronto se acabaría, Shima lo sabía bien, Yutaka pronto tendría que marchase y con suerte volvería otra vez en la noche y él, como ya hace varios meses atrás lo esperaría con los brazos abiertos, el sólo pensar que se marcharía hacia que Shima sintiera una gran tristeza que se reflejaba en su rostro mientras acariciaba los cabellos de Yutaka, que descansaba en aquella cama al lado de él. Debía despertarlo, sabia que el jefe entraría por esa puerta a las seis de la mañana para la "Revisión de su ganado", pero a la vez quería verlo dormir un poco más, quería disfrutar de un Yutaka dormido tan plácidamente.

— De verdad ansío que no te marches nunca más...— susurró jugando suavemente con uno de los mechones del cabello de su acompañante.

— Shima...

— Estás despierto — el asombro golpeó al muchacho y a los segundos la tristeza, esto estaba a punto de terminar. — Me hubiera gustado que descansaras un poco más, creo entonces... que es hora de que te marches.— susurró con una voz aguda, él no quería decir eso pero tampoco quería el jefe amenazara a Yutaka por quedarse con uno de sus trabajadores y sin pagar.

— Vamos a casa, cariño — sus palabras eran dulces, segundos después plantó un suave beso en los labios de Shima.

— Yo no tengo una casa, Yutaka, no te burles de mí. — la molestia se hacía presente en el castaño.

— Entonces formemos una... ¿Aún quieres estar conmigo para todo lo que nos quede de vida? — de verdad esperaba que Shima aceptara su propuesta.— Eres libre.

Takashima no podía creer lo que estaba escuchando, él¿Libre? Eso no podía ser cierto, era imposible que él fuera libre, su título de propiedad costaba demasiado como para poder ser pagado tan fácilmente, ni siquiera él con tantos años juntando había llegado a conseguir el dinero que pedía el jefe, era imposible que Yutaka haya podido conseguirlo ¿Verdad? Él debía de estar bromeando.

— De...deja de bromear, por favor.

Yutaka se levantó de la cama y desnudo caminó hasta donde reposaba un maletín, de ahí saco unos cuantos papeles y volvió a la cama con una sonrisa en el rostro.

— Esto te pertenece.

Shima leyó cada uno de los papeles mientras que todo él quería gritar de júbilo, su título había sido pagado y él por fin;  luego de casi 10 años, era libre de nuevo, sin esperar más se abalanzó al cuerpo de Yutaka y repartió besos por todo su rostro, él era libre y por fin podía tener una vida llena de felicidad al lado de su tan amado Yutaka.

— Nunca quise abandonarte, pero sabía que si quería conseguir ese dinero tenía que aceptar ese trabajo en el extranjero que me habían propuesto.

— ¿Por qué no me lo dijiste?— volvió a plantar otro beso corto en sus labios — He sufrido mucho sin ti, no sabes lo horrible que me sentí cuando veía que no regresabas.

— No me gustan las despedidas, bebé, perdóname por marcharme así tan de pronto, pero quiero que sepas que en todo este tiempo no he pensado en nadie más que en ti, me imaginaba tu rostro lleno de felicidad al entregarte ese título que te mantenía preso en este horrible lugar.

— Yuta...

— Te amo, Takashima y quiero cumplir todas esas promesas que nos hicimos.

— ¿Todas?— una sonrisa nacía en su rostro.

— Cada una de ellas, empezando por sacarte de aquí y hacerte feliz.

Shima sonrió aún más y volvió a atacar el rostro de su adorado Yutaka, sabia que tanto sufrimiento no duraría para siempre y se alegraba que Yuta lo haya salvado de este infierno, era feliz, ambos lo eran y eso era lo único que importaba ahora.

Notas finales:

Espero que les guste y disfruten de esta pequeña historia C:


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