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RED THREAD por TinaKim

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Notas del fanfic:

Hola mis niñas, tanto tiempo ♥♥ Se que dije que me iba a activar con Long Way, pero lamentablemente no consigo esa chispa de inspiracion para continuar el Fic asi que por ahora seguira en HIATUS.   Pero no hay que hablar de cosas feas xD hablemos de este hermoso Fic que me ha inspirado actualmente, estoy viendo una novela actualmente y hay una escensa donde ocurre este ''matrimonio olvidado'' xD y no se porque inmedeatamente pense en el YooSu ♥ xD   Pase todo un dia haciendolo, y tengo taaaanto tiempo sin escribir que bueno. Me sento rara xD Me he esforzado mucho, porque lamentablemente me he dado cuenta que las chicas escritoras solo se centran en Yun Jae e incluso tienen nuevas parejas que idolatrar y se olvidan de '' sus raices''? xD en fin AMO al YooSu ♥ y de verdad espero que las chicas despierten y empiecen a escribir, PORQUE NECESITO MATERIAL xDDD   Tambien me di cuenta muy tarde que MUY LARGO pero dije, LA VIDA ES HOY Y EL YOOSU ES HERMOSO ASI QUE YOLO xDD   Me alargue un poco pero tenia mucho sin pasar por aqui asi que, escuchenme xDDD plis ;w;   Las quiero muchisimo, gracias por la espera y el apoyo son unos soles, nunca dejen de brillar ♥♥   --

Nota: Burei, en japonés significa ‘‘Grosero’’

-RED THREAD-

 

Hay muchas cosas que pueden determinar el carácter de una persona en la vida. Las cosas que lo rodean, las experiencias, las personas, las creencias e incluso la cultura.

¿Pero que es aquello que te hace diferente siempre a los demás?

Tu perspectiva.

Tu forma de pensar y actuar es aquello que te permite tener aquella individualidad que te hace tan único y especial, tan hermoso en tantos aspectos, tan tú.

Pero las personas a veces terminan siendo contaminadas por sus propios fantasmas y al final dejan todo atrás por algo tan banal como el dinero, hundiéndose en la monotonía y decepción de sí mismos.

Así como Park Yoochun se catalogaba así mismo.

 

-RED THREAD-

 

20 de Mayo, 2003

Playa Lanikai Beach, Hawaii.

 

Aquel pelinegro seguía jugueteando sobre la piel de ese castaño de ojos en forma de gota, ojos que le consumían y esa sonrisa. Por dios, esa sonrisa. Única, que le hacía perder la cabeza y morirse un poquito más de amor.

-¡Chunnie! Basta, debemos volver o sino Joongie nos matara~..- Tomo las mejillas del pelinegro, esas que tanto le encantaban y besuqueo sus labios como el adolescente que era, comportándose cual colegiales.

-Es que te amo baby y nunca podre tener suficiente de ti, amor~ - Sonrió otro poco para seguir regalándose esas caricias, misma que ya bajaban por el cuello del pequeño castaño.- Oye baby~, estaba pensando..

-Que novedad..

-Odioso..- El pelinegro mordió su cuello para luego escuchar esa risa juguetona.- En serio~

-Bien, dime..- Halo un poco sus cabellos cuando sentía los labios de su novio succionar lentamente ese trozo de piel detrás de su oreja que tanto le encantaba.

-Hay tantas cosas que quiero hacer contigo y estoy seguro de quererlas hacer por el resto de mi vida, así que...- Subió poco a poco hasta mirarle a los ojos.- ¿No te quieres casar conmigo?

-¡Estás jugando! – El pequeño castaño lo empujo juguetón y camino un par de pasos oyendo a un desesperado pelinegro.

-¡No, claro que no! – Persiguió a su novio tomándole de la mano y sosteniendo su cuerpo riendo un poco.- Hablo en serio…- Tomo sus mejillas y le miro a los ojos, viendo a Junsu sonreír nerviosamente.

-¿Hablas en serio?...- Yoochun asintió un par de veces.

-Si…

Cuando Junsu mordía sus labios o relamía una de las esquinas de su boca significaba que estaba nervioso, así que Yoochun solo espero una negativa de su parte, esa esperanza de convertirlo en su esposo se alejaba así como la mirada de su pequeño novio mirando el océano, carraspeo y condujo su mirada de nuevo a los ojos asustados de Yoochun.

-De acuerdo…- Mostro su sonrisa ganadora viendo a Yoochun gritar en silencio.- Es mejor que me cuides porque muchos se mueren por mi~… - Soltó las manos de su novio caminando, moviendo sus caderas así como le encantaba a Yoochun y grito, al sentir esas manos anclarse en su cintura y ese tono de voz agudo y emocionado.

-¡TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AM…!- Y Junsu sabía que debía besarlo en ese momento.

-Estás loco~…

-Por ti mi amor, por ti…- Un último beso saboreando esa libertad tan fresca, tan joven.- Ahora hay que volver a Wakiki y buscar a los chicos..

-¡Si, tengo que buscan a mi dama de honor!

-Si Jae se entera que lo llamaste así, te matara…

-Pero por el bien de tu noche de bodas, no le dirás nada… ¿verdad ratoncito?- Yoochun sonrió obediente.

-Claro que no~…- Ambos rieron y caminaron hasta la camioneta de regreso a la playa donde se encontraban sus amigos.

Y así, esa tarde. Junto a sus amigos a quienes podían llamar familia, unieron sus vidas frente a aquel ministro y parte del consejo de la intendencia de Oahu junto al atardecer del sol, en su playa de amor llamada Kailua.

Ambos prometiendo amarse hasta la eternidad, con la firme convicción de que ese hilo rojo jamás de rompería.

 

-RED THREAD-

 

10 de Mayo, 2017.

Seúl, Sur Corea.

 

De nuevo Yoochun miraba esa foto donde los chicos y el posaban con sus mochilas, sus sonrisas y sus sueños a flor de piel, detallaba la cara de cada uno, la juventud les había pasado factura, se veían hoy en día más maduros y más serios, pero increíblemente guapos como antaño.

El.

-Baby~..- Aquel chico rubio y de ojos azules entraba la oficina e hizo que el pelinegro guardara de nuevo esa foto en uno de sus cajones en su escritorio.- ¿Mucho trabajo?

-Eh, si, muchísimo..

-Mmh, bueno no planeo distraerte mucho~..- Se sentó en sus piernas y le beso muy lentamente.- Ya tuve suficiente de ti anoche~..- Sonrió coqueto y Yoochun sonrió con el.- Solo venía a decirte que ya me voy al aeropuerto, y que te veré dentro de 10 días para, AL FIN, empezar con nuestros planes de boda..

-Cierto..

-¿Qué se te había olvidado hablar con ese caza fortunas para divorciarte?

-Oye, conozco a Junsu, él no es así..

-Cariño, hace 14 años que no lo ves, la gente cambia…- Yoochun guardo silencio, Mark, el chico rubio le tomo de su mentón y le da un nuevo beso.- Te amo baby, te veo en diez días, por favor no olvides la cita con los abogados para lo de tu divorcio, es el martes, ¿sí?

-Si…- Sonrió superficialmente y aquel chico dio otro beso sobre sus labios.

-Buen chico…- Se levantó de sus piernas y camino de la mano con su prometido hasta la puerta.- Oh, por cierto. Dile a Jaejoong que le baje a su humor, ya no sé qué más hacer para que deje de ser tan odioso conmigo..

-Seguro esta estresado…

-¿Todo el tiempo? Igual Changmin, no sé qué les pasa conmigo pero en fin. –Puso sus ojos en blanco.- Tu abuela está muy emocionada con nosotros y la boda, tanto que ya me está ayudando con el organizador de la boda al igual que tu madre, ¡es tan emocionante!- Yoochun sonrió llegando hasta la puerta, viendo a su prometido voltear su cuerpo y abrazarle.- Te amo mucho, te veo dentro de dos semanas, ¿bien?

El pelinegro asintió y dejo que él le besara de nuevo y así cerro la puerta, dejo su espalda contra ella suspirando profundamente y tallar sus ojos para jadear aquel nombre que no mencionaba desde hace catorce años.

-Junsu

La vida le iba a cambiar, y él lo presentía.

 

-RED THREAD-

 

04 de Junio, 2003.

 

Sus caminos mochileros lo había guiado hasta Saipán, los cuatro chicos molestaban al menor por su increíble capacidad de alejar personas.

-En serio Changmin no puedes ser así, apenas tienes quince años, ¿sabes lo preocupante que es eso?

-No estoy interesado en otras personas…

-¿Están seguros que él no es un ermitaño? O tal vez es un bicho raro…

-¡Cierra la boca, maldita rata!

-¡Minnie, no insultes a mi esposo!- Junsu golpeo el hombro del menor y este solo rodo los ojos cuando les vio darse un beso.

-Mi esposo esto, mi esposo aquello. Muéranse, están locos por encerrarse en su carpa y hacer sus cochinadas de cumpleaños…

-Changmin~…- Jaejoong y Yunho advirtieron y el menor solo resoplo y dejo su mochila en el piso yendo a la playa.

-Maleducado, nos va a dejar todo el trabajo de las tiendas…- Jaejoong suspiro, sintiendo la mano de su amigo Yunho posarse sobre su hombro.

-Tranquilo Joongie, ya veremos cómo criarle mejor..

-¿Estás seguro, Yunnie?

-Claro que sí, eres un gran ejemplo a seguir…- Sus miradas se prendaron de la otra y los recién casados lo notaron en seguida carraspeando. Yunho tartamudeo.- Bu-Bueno yo, yo... Iré a buscar madera, leña, ehm…- Rasca su cuello y siguió cuesta arriba en busca de algunos trozos de madera. Yoochun se acerca a su mejor amigo.

-¿Porque no se lo dices tú Joongie?

-Decirle que Chun…

-Que lo quieres~…- Secundo Junsu haciendo reír al mayor.

-Oigan, no molesten con eso más, ¿sí? Si Yunho no me ha dicho nada es porque simplemente no le gusto y eso es comprensible, una persona como el jamás se fijaría en mí, es lo más cercano a perfecto que existe…

-Ustedes son el uno para el otro Jaejoong, despierta por favor…- Junsu tomo sus manos.- Eres lindo, eres amable y muy generoso, ¿crees que no vemos cómo te mira Yunho? ¿Cómo sonríe cuando está contigo? ¿Cómo sus manos se ponen nerviosas cuando está cerca de ti?- Jaejoong bajo la cabeza.

-Ojala pudiera tener una historia de amor tan hermosa como la de ustedes.

-La tendrás.- Yoochun sonrió -Ustedes están atados con el mismo hilo rojo que nos ata a nosotros.- Suspiro.- Ustedes están destinados…

Y Jae vio, ese mismo brillo de los ojos de Yoochun cuando miraba a Junsu, es brillo que también tenía Yunho en sus preciosos ojos cuando le miraba a él.

-Miren a nuestro Chunnie, sus dieciocho años lo están haciendo un chico más maduro~

-Sí, aunque Minnie arruino la sorpresa…

-Por favor, como si no supiéramos que van a tener sexo esta noche…- Sonrió pícaro Jaejoong.

Y aun cuando Junsu casi explota de la vergüenza, no podía negar que Jae tenía toda la razón.

 

-RED THREAD-

 

11 de Mayo, 2017

Aeropuerto de Incheon.

 

-Es que no lo puedo creer, ¡no puedo creer que tenga años sin hablar conmigo! Pero apenas Yoochun lo llama, el viene corriendo..- Yunho toma de los hombros a su novio.

-Tranquilo Boo, es algo importante, por eso vino tan rápido..

-¿Osea que yo no soy importante?

-Pues…

-Changmin, no lo hagas…- Sonríe su novio japonés invitándole a cerrar la boca.

-Entonces tú cierra la boca.- Gruño el menor cuando de repente Hayami le toma de una de sus mejillas y lo besa intensamente.

-Burei~- Changmin se sonrojo y dejo un pico más en la boca de Hayami y luego sonrió.

-Ustedes no ayudan en nada a mis nervios…

-Vamos Yoochun, vas a ver a tu esposo luego de catorce años y con el cual no acabaste en buenos términos, ¿Qué es lo peor que podría pasar?

-Que venga a matarlo…

-Changmin~…- Yoochun siguió hiperventilando.

-¿Qué tanto creen que haya cambiado?

-Conociendo a Junsu probablemente tenga un arcoíris en el cabello, si es que no se ha quedado calvo ya.- Sonrió Yunho.

-¿Recuerdan cuando lo tiño de verde?

-Sí, casi me da un infarto. Menos mal que con el viaje a Hawaii se le cayó el tinte…- Todos rieron escuchando el intercomunicador anunciando la llegada del avión desde Paris, Francia.

-Está aquí~…

-Dios, ayúdame.- Yoochun estrujo sus manos.

Y nada lo preparo para verlo de nuevo, nada.

Porque ese Junsu que venía con una enorme maleta y una mochila en su espalda solo le hizo sacudir el corazón peligrosamente como antaño, y sintió miedo. Porque sabía que a partir de ahora no iba a ser lo mismo. Ni siquiera noto cuando los chicos habían terminado de ahogar a Junsu en abrazos cuando este lo miraba con esa sonrisa juguetona y esos ojos en forma de gota que tanto le gustaron alguna vez.

-¿Me extrañaste, Chunnie?

Y que aún le seguían gustando.

 

-RED THREAD-

 

Distrito Seongbuk-gu.

Doral Condominium House.

 

-Y no solo eso señor importante, sino que tienes los santos pantalones de desaparecer por años, ¡AÑOS! ¿Sabes lo preocupado que estaba por ti?, ni siquiera tu familia sabía dónde estabas…- Jaejoong seguía batiendo frenéticamente la crema para el postre mientras Junsu le ayudaba a lavar los trastes de la cena.- Eres un desconsiderado, Kim…

-Sí, si lo siento mama~…- Seco sus manos y abrazo a Jae por la espalda pegando su mejilla en su hombro.- A ti te extrañe más que nadie…- Jaejoong suspiro y bajo sus hombros, dejo el bol sobre la mesa y volteo su cuerpo dándole un inocente beso en los labios al menor y abrazándole con todas sus fuerzas.- Prometo no volver a desaparecer así…

-Más te vale, si no te desinflare ese trasero de pato que tienes…

-¡No! Ese es mi encanto~…- Ambos rieron viendo a Yoochun entrar a la cocina.

-Lo siento, no quería interrumpir…- Jaejoong se separó abriendo la nevera y pasándole un cerveza.

-Tranquilo, ustedes tiene mucho de qué hablar, toma y dile a Yunho que venga a ayudarme con el postre…

-¿Y Changmin?

-¡Aquí estoy, ya me sacaste el tiempo suficiente de la cocina Hayami!- El japonés venía con las manos en la cintura del menor pidiendo con la mirada una disculpa al mayor.

-Tranquilo Hayami, se la clase de manipulador que es Changmin…

-Pues obvio, tú me criaste

-Mi culpa no es, es de Yunho.- El moreno va entrando a la cocina y se queda atónito.

-Pues ya veo porque te tardabas tanto Yoochun, ¡si estaban hablando mal de mí!

-Yunnie eso no es…

-¡Son malos conmigo!

Y Yoochun noto en ese segundo cuando Junsu le tomo débilmente de la mano, dejando la cerveza en el camino se dejó guiar hasta el balcón del apartamento del YunJae, cerraron la puerta corrediza detrás de ellos y ambos se sentaron en las perezosas que tenían allí.

-Ha pasado mucho, ¿no?

-Ahm, si… mucho tiempo…- Yoochun sintió un pequeño corrientazo recorrerle el cuerpo.

-La verdad es que no pensé que, bueno, pasara tanto tiempo antes de volvernos a ver. Y más aún, en esta circunstancia, te quieres casar…- Las mejillas de Junsu estaban rojas, así como a él tanto le encantaban, aunque el frio era inclemente.

-Tal vez sea por eso…- Susurro.

-¿Qué?

-Nada, nada…- Paso una de sus manos por su cara y sonrió.- Si, Mark se quiere casar y, bueno la abuela está muy entusiasmada con eso y… ya sabes…

-Sí, lo se…- Junsu suspiro.- Espero que él sea un mejor esposo que yo.- Sonrió apenado.

-Oye fuiste buen esposo…

-Sí, tan bueno que el día que nos separamos te lance, que… ¿Qué era?- Ambos empezaron a reír.- ¿Una cuchara? ¿Un tenedor? Sé que estábamos en la cocina

-El servilletero…- Junsu tapo su boca y se rio solo como él sabe hacerlo, Yoochun le siguió más atrás.- Tenias una gran puntería, justo en la mejilla.

-Lo siento Chunnie~..

-Dejo marca.

-¡¿Qué?!- Rápidamente se levantó viendo la marca en la mejilla izquierda.- ¡Ohmygodsun! ¡No puede ser, Chunnie! ¡Lo siento! Estaba furioso y con justa razón, aunque ¿sabes? Ni siquiera debería disculparme, tú me querías dejar, no sé cómo no querías que te lanzara esa cosa…- Acariciaba la mejilla con devoción casi temiendo lastimarla más.

-Pues podíamos hablar como la gente decente.

-¿Cuál gente decente? Teníamos diecisiete, éramos adolescentes con las hormonas alborotadas, no tienes excusa…- Junsu bajo la voz, aun acariciando la piel.

-No en realidad no, fui un imbécil…- Tomo la mano de Junsu y este trago hondo y se apartó.

-Bien, pues…- Se sentó de nuevo y golpeo sus manos contra sus piernas.- Que bueno que lo sepas…- Rio.

-Hablando en serio Junsu, ¿Qué nos pasó? Éramos muy buenos amigos, prometimos que si algo nos pasara en nuestra relación, nunca dejaríamos de ser mejores amigos y míranos, luego de catorce años, solo puedo pedirte perdón por lo que te hice…- Junsu suspiro de nuevo relamiendo sus labios.

-Creo, que éramos muy jóvenes, estábamos locamente enamorados, y más que todo locos porque mira que casarnos, y yo siendo menor de edad, aunque el ministro hizo una excepción pensé que no se haría efectiva pero mira, si paso, si nos casamos y si es legal.- Cruzo sus brazos sintiendo escalofríos.- Y ahora tú te vas a casar, ¿Por qué te quieres casar, verdad?

-Sabes..- Yoochun volteo su cuerpo viendo a Junsu de frente.- Yo no sé, qué me paso…

-¿De qué hablas?

-De ti…- Junsu estrujo sus manos y bajo la mirada.- Escucha Su, yo… te mentí, ¿bien? No te engañe, era solo la abuela presionándome con el negocio familiar, yo ya tenía dieciocho y al volver del viaje ya tenía toda mi vida planeada…

-Solo que tu no lo sabias, pero igual lo aceptaste y me botaste…- El menor se levantó y se recostó en la baranda

-No lo digas de esa manera Junsu…- El pelinegro se levantó detrás del castaño viendo su espalda.- Eso no fue así.

-Claro que fue así, solo llegue un día al apartamento para encontrarte de salida con tus cosas y entonces lo supe. Tu abuela me odiaba y tu madre aún más porque sabían cómo era, como soy. Y tú lo aceptaste.

-Su…

-¡No me digas así!- Le empujo.- ¿Sabes todo lo que llore? Todas las veces que desee morirme, me fui del país con la esperanza de jamás volverte a ver, pero al pasar los años me di cuenta que…- Relame sus labios mirando hacia abajo.

-¿Qué? Dímelo, Junsu.- Yoochun trato de volverse a acercar.

-Que era un estorbo en tu vida.- Mordió sus labios y volteo su cuerpo. No lloraría, no lo haría.

-Yo no quise que te sintieras de esa manera y ahora que lo pienso es estúpido porque te hice creer que no te amaba, que no importaba lo que pasara cuando en realidad solo quería estar contigo, aun con nuestros altos y bajos, aun con la juventud sobre nosotros. No importaba porque yo solo quería estar contigo…

-Pero pudo más el dinero, ¿no?...- Volteo y confronto al pelinegro.- ¿Cuánto te duro la libertad Yoochun? ¿Nuestros seis meses de matrimonio? ¿Cuándo dejaste de ser feliz? Porque si me dejas opinar, no queda ni un rastro del Yoochun del cual me enamore…

Yoochun bajo la mirada, casi sintiendo esa ansiedad que hace tanto no sentía. Esas ganas de correr, dejar todo y solo volver a esos dieciocho años donde era un joven inexperto de la vida, donde se valía soñar, se valía vivir como quería.

-Junsu…

-¿Si?

-Ayúdame a encontrarme…- Yoochun le tomo de ambas manos y las acuno.- Ayúdame a encontrar esa alma que tenía cuando joven, ayúdame a vivir…

-Yoochun, ¿estás loco?

-Ayúdame a estar loco de nuevo…- Junsu suspiro y le miro solo como él sabe hacerlo.

-Sabes que no puedo…

-Sí, si puedes, vamos hazlo como…como mi regalo de bodas.- Junsu trago hondo.

-Bien, lo hare.- Aparto sus manos y le sonrió.- Porque esta será la última vez que me veras Chunnie…- Dio su mano en señal de pacto y Yoochun no sabía si tomarla así que solo le abrazo.

Debía hacer algo al respecto.

 

-RED THREAD-

 

13 de Mayo, 2017

Intendencia de Corea del Sur.

 

-Esto es estúpido.

-Calma, ya dijeron que van a hacer lo posible para tramitar el documento desde Hawái hasta acá, solo que tienen que encontrarlo primero. Con el incendio parece que todo se perdió.

-Pero queda un registro, sino no aparecería por ningún lado que estamos casados aun..

-Oye, oye Junsu baby cálmate, ¿sí? Todo va a estar bien…- Yoochun tomo de las mejillas al menor mientras este se sonrojaba.

-Yoochun…

-¿Dime?

-¿Me dijiste baby?- Yoochun paro de acariciar la mejilla de Junsu y carraspeo.

-Eh, no.. no, no claro que no.- Junsu sonrió juguetón.- Además no estamos hablando de eso, estamos hablando de que… no consiguen nuestra acta de matrimonio y es algo grave.

-Si.- Junsu relamió sus labios y sonrió.- Pero creo que podemos recuperarla.

-¿Ah, sí? ¿Cómo?

-Si Mahoma no va a la montaña, que la montaña vaya donde Mahoma, ¿no?

-Oh, no estás pensando eh…

-¿Y si lo estoy pensando, que?- El castaño se cruzó de brazos y sonrió.

-No puedo ir a Hawái, tengo un trabajo.

-Eres el presidente de la compañía, estarán bien sin ti~…- El castaño dio paso hasta el convertible del pelinegro tomándole de la mano.

Y así emprender camino hasta el aeropuerto.

 

-RED THREAD-

 

Aeropuerto de Incheon.

4:17 pm

 

Y allí estaba Yoochun con un gran ataque de ansiedad, no paraba de moverse de un lado a otro. Mordía su dedo pulgar de vez en cuando viendo en la pantalla un vuelo ha Honolulu, Hawái.

-¿Podrías sentarte? Vas a hacer un agujero en el piso.

-Junsu, ¿Qué estamos haciendo?

-Ya te dije, si Mahoma…

-¡Si, si! Pero me importa una mierda Mahoma, ¿me puedes explicar porque estamos a unos minutos de abordar un vuelo hasta Hawái?

-Muy simple, Chunnie quiere el acta de matrimonio, Chunnie va a buscar el acta de matrimonio.

-¿Qué parte de, hubo un incendio en la intendencia no entendiste?

-Pero trasladaron los archivos que sobrevivieron hasta la sucursal de la alcaldía, y debe estar allí. O en última instancia, debe estar dentro de los archivos electrónicos.- Yoochun suspiro dejándose caer al lado de Junsu.

-Eres increíble…

-Gracias~…

-No era un cumplido…- Gruño.

-Oye Chun, para haberme pedido hace dos días que te devolviera a tu antiguo tú, no estas cooperando nadita. ¿Te recuerdo de quien fue la idea de irnos de mochileros por Estados Unidos y ¡Oh cierto! Casarnos?- Yoochun pucheo inconforme.- Exacto.

-Pues pensé que este iba a ser un procedimiento de pasito a pasito, pero ya recuerdo que tú no eres precisamente paciente y calmado.- Resoplo.

-¡Ayyy yaaa, supera el servilletero!

-¡Hola~!- Y justo allí Jaejoong los saludaba en todo su esplendor junto a la manada.- Malditos ingratos, ya se iban a fugar sin nosotros.

-¡¿Ustedes que hacen aquí?!- Esto era lo que necesitaba la histeria de Yoochun.

-¿Como que, qué? Vacaciones, nene, vacaciones~.

-¿Tu les dijiste?.- Pregunto Yoochun.

-Creí que necesitabas apoyo moral.

-Claro Yoochun no vaya a ser que quieras desnudarte de nuevo en una playa pensando que es nudista.

-¡Eso paso solo una vez!

-Tranquilo Chunnie~…- Junsu se levantó y tomo de las mejillas al pelinegro.- Solo vamos por el acta, la traemos y firmamos. Ya, listo. Todo resuelto.- Yoochun bajo su mirada y rodeo la cintura de Junsu mirándose el uno al otro, hasta que un flash los hizo voltear.

-Material para chantaje, gracias.

-Maldito Changmin…- Yoochun gruño.

Esto no era lo que necesitaba precisamente.

 

-RED THREAD-

 

14 de mayo, 2017

Honolulu, Hawái.

 

Yoochun ya no sabía cómo se sentía, asustado, ansioso, feliz o como un maldito criminal.

Oh si, criminal.

Porque apenas llegaron hace unas horas a la costa Hawaiana y habían ido corriendo hasta la alcaldía, y estos le había dicho que lamentablemente el documento se había quemado pero estos lo mantenían perfectamente a salvo en su plataforma pero que debían esperar un plazo de tres días para poder expedir el documento. Cosa que Junsu creyó como puras patrañas y tras coquetear un poco con el encargado lograron escabullirse por solo cinco minutos dentro de la oficina con los archivos y computadoras.

-¡Esto está mal!

-¡Shh!

-¡Y lo que hiciste con ese guardia, por dios Junsu! ¡Eres mi esposo!

-¡Pues lo hice con tu consentimiento!

-¡Claro que no!

-¡Quieres el documento o no!

-¡Oh por dios, viene alguien, iré a la cárcel, iré a la cárcel!

-¡Cállate!

Pelear a susurros no era precisamente agradable.

-¡Lo encontré!

-¡Por dios Junsu alguien viene!- El castaño tecleo rápidamente y tomo a Yoochun de la mano para arrojarlo detrás de unos archiveros quedando encima de el mientras escuchan los pasos dentro de la oficina. Sus miradas estaban unidas y sus respiraciones se entremezclaban, sus labios estaban tan cerca. Solo un poco más, y no entiende porque pero su cuerpo anhelaba ese contacto y sus labios no pidieron permiso cuando chocaron suavemente contra sus iguales.

Era este tipo de travesuras, esta donde Junsu le tomaba de sus cabellos ya no tan largos y el presionaba sus cintura entre sus manos, escuchando finalmente como aquella persona sale de la sala, y ellos apenas se separan mirándose de nuevo a los ojos.

Esto era demasiado peligroso.

Más tarde el guardia les ayudo a salir con la promesa de llamar a Junsu con ese número falso que este le había dejado dejando a Yoochun mas que incomodo cabe destacar, y luego de allí decidieron ir hasta un café a revisar el documento que Junsu había enviado a su correo.

-Esto es tan inverosímil, era menor de edad por dios esto no puede ser real…

-¿Sino lo es, porque el intendente dice que si? Eso es lo que menos entiendo.

-Bueno, de cualquier manera, ya sabemos que el documento está aquí y que tenemos un plazo después de los tres días de expedición del documento para firmar el divorcio. Y al firmarlo aquí el proceso es inmediato y serás un hombre libre…- Junsu sonríe.

-No precisamente…

-¿Uhm?

-Nada...- Sonrió.- Pero creo que ya puedo respirar tranquilo, supongo.- Mira a su alrededor hasta posar su mirada encima de Junsu.- ¿Recuerdas este sitio?.- El castaño sonríe.

-Por supuesto, aquí hicimos ‘‘La recepción’’ con esas ricas margaritas que sirven, o servían en ese entonces…

-Vaya, cuando utilizas la oración ‘‘en ese entonces’’ sonamos tan viejos…- Ambos ríe.

-Pero es la verdad, no puedo creer que haya pasado tanto tiempo. Todo lo que hicimos y dijimos aquí.- Se quedaron mirando sintiendo de nuevo aquellos escalofríos. Junsu carraspeo- De cualquier manera, nunca te he preguntado que hace tu prometido, pero antes de saber algo, tengo que preguntar. ¿Cómo no te mato cuando le propusiste matrimonio ya estando casado?- Yoochun se acomodo en su silla.

-No, no, no un momento.- Junsu rio.- En primer lugar yo no le pedi matrimonio, este circo es solo plan de la abuela…

-¿Circo?- Junsu arqueo una ceja. Yoochun suspiro.

-A ver.- Ambos se acomodaron en sus sillas.- Ya sabes lo que pensaba mi abuela de ti…

-Piensa.- Puntualizo el castaño.

-Ok, piensa… la cosa es que luego de que termináramos ella ya tenía a Mark para mí, mi meta era no hacer nada, resistirme y pues dejar todo atrás, te busque por un año Junsu pero parecía que la tierra te había tragado, así que ellas a ver que no tenía más opción pues me obligaron a salir con Mark…

-¿Y es tan malo?- Pucheo un poco y Yoochun pellizco su mejilla suavemente.

-¿Cómo puedes seguir siendo tan dulce?- Ambos sonrieron.- No, Mark, no es malo solo es, ya sabes. ‘‘Un chico bien’’ y a veces me desespera porque solo habla de ropa, moda o dinero pero, es un gran chico, a veces.- Junsu ríe.

-¿Y qué te dijo cuándo le dijiste que ya estabas casado?- Yoochun se burla.

-Fue épico, no sé porque a la gente les gusta lanzarme cosas, aunque en su caso no fue nada tan afilado para causarme otra cicatriz.- Junsu rodo los ojos.- Me dijo que me odiaba, que no quería nada conmigo, que no se casaría y paso una semana sin hablarme, pero no sé porque eso hizo que me esforzara para ganar su perdón porque nadie se merece que le hagan ese tipo de cosas y finalmente ‘‘recapacito’’ no se si usar ese término. La cosa es que me perdono y de no ser por estos últimos cuatro meses buscándote para firmar los papeles prácticamente ya estuviera casado.- Suspiro.

-Con respecto lanzarte cosas, es que eres un blanco muy fácil.- Ambos rieron.- Y ¿a qué se dedica?

-Bueno pues, él es diseñador, de hecho esta ahora mismo el NY lanzando su línea de ropa…

-Oh, veo que no has cambiado…- Yoochun sonríe.

-¿De qué hablas?

-Te gustan los artistas~…- Ambos ríen.- Claro que somos muy diferentes, él debe ser más sobrio y conforme a la regla, y yo soy más…

-Libre, eso es lo que siempre me ha gustado de ti, incluso cuando éramos jóvenes. Seguro te va muy bien en Paris.

-Sí, de hecho, acabo de firmar con otra galería para que presente mis pinturas, aunque he querido extender mi talento hasta Japón.

-Oh vaya.

-Si...- Junsu sonrió.

-Y… ¿no has tenido ‘‘musas’’ para inspirarte?- Se miran y Junsu recoge un poco de su cabello pasándolo detrás de oreja.- No me digas que viviendo en Paris, no has tenido romances.- Sonrió.

-Claro que los he tenido, pero ninguno son mi ‘‘musa’’.- Pone su mano en su quijada recargando su cabeza.

-¿Es decir que no tiene una?- Necesitaba saberlo.

-Si la tengo…- Yoochun desespero.- Y es la misma que he tenido desde que tengo dieciséis…- Miro a Yoochun y se maravilló de ver esas mejillas que le encantaban enrojecidas. Yoochun carraspeo.

-¿Ves? A esto me refiero, digo, volviendo al tema de Japón. Siempre estás dispuesto a hacer e intentar cosas nuevas.- Muerde sus labios sonriendo pícaro.- Así fueran en una cueva en la playa.- Junsu ríe y se tapa el rostro.- Ahora que lo pienso éramos muy activos sexualmente para tener esa edad...

-Creo que es lo estándar, teníamos las hormonas alborotadas y no te hagas señor, también me hiciste hacer cosas vergonzosas, ¿cómo hacerlo detrás de este café?- Yoochun se atraganto con su agua y ambos siguieron riendo.

Olvidándose incluso del hecho que estaban allí para divorciarse, para terminar algo que aparentemente ninguno quiere hacer.

 

-RED THREAD-

 

19 de Mayo, 2017.

 

Estos últimos días habían sido maravillosos, parecían esos mismos chicos de hace catorce años, Junsu y Yoochun parecían ser la pareja de antaño, todos lo notaban incluso ellos mismos, pero ¿Qué podría pasar? Se habían dado un par de besos y abrazos.

Está bien más de un par pero, ¡Quien contaba! Yoochun estaba feliz, radiante y se sentía de nuevo libre.

-¿Chunnie me pasas la sal?

-¿Y qué obtengo a cambio?...- El pelinegro se había vuelto más juguetón, Junsu recordaba la época en donde eran novios, donde Yoochun siempre, siempre buscaba algún beneficio.

-Uhm~ ¿y qué quieres?- El castaño deja la olla un momento y voltea su cuerpo el cual Yoochun atrapa como si fuera un calamar.

-Uhm, no lo sé~…- Se inclina dándole un beso más que amistoso a ese Junsu confundido cada día mas con sus sentimientos, pero que de igual forma se dejaba manipular por esos besos y ese cuerpo que le hacía perder la razón.

-Mmh… Debes darme la sal, Jaejoong volverá y nos regañara por arruinar su guiso.

-Que se joda el guiso~…- Yoochun empotro a Junsu contra el mesón de la cocina botando algunos ingredientes, pero eso no importaba cuando su lengua jugaba en el interior de la boca de su esposo y sus manos palpaban piel debajo de su camisa, esto se sentía tan bien. No podían parar.

Pero debían.

-Mmh, Chun~...- Dios, Junsu olvido lo bien que se sentía que Yoochun chupara la piel detrás de su oreja.- De-Debemos~ Ahh~

Y ese jadeo hizo a Yoochun explotar en su interior ese millón de mariposas que estaban guardadas desde hace años, quería tocarle, besarle más, porque era su esposo, lo era.

Aun lo era.

-Junsu…- Se separó para mirarle a los ojos, debía decirle. Tenía que. Un carraspeo les hizo voltear a ver a un Jaejoong con las manos en las caderas, lo cual solo significaba problemas.

-Solo, estábamos…

-Aja, quítense de mi cocina par de lujuriosos…- Junsu sonríe apenado y de pronto oye el teléfono de Yoochun sonar, este parece un poco contrariado y al final decide abandonar la cocina para contestar. Jaejoong suspira.- Junsu no quiero ser aguafiestas pero, recuerdas porque estamos aquí, ¿cierto?

Junsu solo asintió.

 

-RED THREAD-

 

-¿Qué estás en corea?

-Sí, amor. Pude terminar mis pendientes más temprano, pero porque hablas como si no estuvieras en el país, ¿Dónde estás?- Yoochun se pasó una mano por su cara.

-Ah, yo estoy en… Japón.- ve a Junsu salir de la cabaña y mirarle.- Oye, oye Mark, ¿podemos hablar después? Estoy algo ocupado.

-Si amor, llegue a casa de tus padres a empezar a organizar lo de la boda, porque si estas en Japón significa que ya termino todo con Junsu y eres libre, ¿no? Porque me lo prometiste, ¿cierto? - Junsu se acercaba con esa sonrisa tan hermosa en su rostro, no podría hacerle esto.- ¿Amor?

-Luego te llamo.- Y con eso colgó. Junsu termino por llegar frente a él y le beso, le beso lento solo como él sabía hacerlo.

-Chunnie…- Le acaricio las mejillas y le miro sonriendo un poco.- Yo… sé que esto que nos está pasando es como un espejismo del pasado, que no debo ilusionarme porque al final tendremos el mismo resultado, yo solo quiero que seas feliz, que seas libre y quien quieras ser en la vida, porque de esa manera me harás feliz a mí, por eso solo por hoy, por esta noche. Finjamos que somos como ese par de adolescentes, ¿sí?

Ni una sola palabra salió de su boca, solo dejo que Junsu le guiara hasta ese pequeño acantilado cubierto de grama y rosales escondido de la vista de cualquier curioso, donde solo estuvieran ellos y la luna, como aquella primera vez como esposos hace catorce años. Con aquella sutileza, aquella pequeña llama de la pasión encendida al final de esos orbes chocolate contra café, ese amor que seguía tan vivo entre ellos.

Así fue como las caricias cayeron sobre los hombros de Yoochun quien encima de Junsu no paraba de mirarle, de decirle sin hablar todo aquello que sentía mientras Junsu hacia lo mismo, besarse tan lentamente que el tiempo se cansara de esperar y se detuviera solo para ellos, las camisas de ambos salieron de sus cuerpos. Junsu seguía amando los anchos hombros de su esposo y esa piel tan lechosa, Yoochun seguía amando el cuello del menor que le invita a marcar y chupar cada recoveco y así lo hace.

-Ahh~ Chunnie~..- Comienza a moverse contra el cuerpo ajeno pegándose lo más que puede casi fundiéndose con el.- Desvísteme~

-Baby~- Yoochun besaba toda la piel que estaba a su alcance, alcanzando el botón de su pantalón y metiendo una de sus manos, baja poco a poco mordiendo los labios de su esposo, Junsu aprieta los glúteos de Yoochun mientras este sigue su camino cuesta abajo, divirtiéndose un poco con sus pezones, rodeándolos con su lengua y halándolos con sus dientes, haciendo a Junsu arquear su espalda.

Así, el pelinegro fue bajando poco a poco chupando la piel a su paso y amasando esa cintura que tanto le gusta, mordiendo su cadera y haciendo enloquecer un poquito más a su esposo, bajo el pantalón y la ropa interior liberando por fin el miembro del menor, Junsu mordió sus dedos suspirando excitado, gimiendo fuerte cuando finalmente Yoochun se anima a lamer la punta rojiza, saboreando después de años aquella esencia tan única, tan suya.

-Chu~ Chunnie~..

-Dímelo Baby~ que quieres~..- El pelinegro masturba  ritmo lento y agonizante, el pequeño castaño solo mueve sus caderas en busca de más.

-Házmelo~

-Mi baby~ no aprende, ¿eh?..- sonríe juguetón cuando siente la mano de Junsu tomarle de sus cortos cabellos y besarle metiendo su lengua en la boca ajena mientras gruñe sus órdenes.

-Quiero, follar tu boca…- Así la mano de Junsu guio la cabeza de Yoochun hasta abajo donde el pelinegro gustoso trago la erección del menor, Junsu movía su cadera lentamente disfrutando la húmeda cavidad de Yoochun, de su lengua rodeándole por completo, tragándole hasta el fondo.- Así~ así~

Los movimientos se volvieron un poco más agresivos, la saliva de Yoochun rodeaba su boca y cuando la mano de Junsu ayudo a Yoochun a separarse le tomo de la misma manera y le beso profundo, cambiando posiciones y el menor tuvo la necesidad despojar rápidamente de su pantalón al mayor, y ver de nuevo aquel gran falo listo para el e hizo lo que el sabia le encantaba a Yoochun, lubricarlo bien con su saliva y encima de las caderas del pelinegro frotarlo contra su entrada.

-Mmh, Su~- Yoochun apretaba los glúteos de su esposo y dejo una nalgada en una de ellas haciendo gemir a Junsu, así como le gustaba.

-¡Mmh! ¡Chun!..- Los movimientos de Junsu se volvieron más frenéticos y los gemidos más fuertes, las manos de Yoochun no se cansaban de amasar los glúteos de Junsu y sus bocas no paraban de buscarse, pero la necesidad los buscaba desesperada, así que el pelinegro tumbo nuevamente a Junsu sobre la grama y le beso de nuevo, tanto que Junsu tendría tatuado esos labios de por vida sobre su piel.

-Baby~…

-Hazlo, Chunnie~.-Se miraron de nuevo a los ojos y Yoochun bajo y lubrico la entrada de Junsu, mientras el arqueaba su espalda ante la incomodidad y allí el pelinegro se dio cuenta, estaba completamente cerrado y eso solo puede significar una cosa. Miro a Junsu y este le beso y susurro en su oído.- Siempre seré solo tuyo, ratoncito~.- Mordió el lóbulo de su oreja y Yoochun beso sus labios profundamente mientras colocaba sus dedos y preparaba cuidadosamente a Junsu y apenas le sintió un poco acostumbrado, fue su miembro el que ocupo aquel lugar. 

-God~ Susu baby~..- Las piernas abiertas de Junsu temblaron un poco al sentir como Yoochun entraba hasta el tope lentamente, el roce de la carne se sentía tan nuevo, como si de nuevo ese ratón pervertido le quitara la virginidad.

-Mmh~ des-despacio~..- Las manos de Junsu apretaban los hombros de Yoochun, este solo miro sus ojos y beso su frente, su sien, sus mejillas, sus labios, los mordió lamiéndolos y apoderándose de nuevo de ellos, finalmente realizando una pequeña estocada haciendo a Junsu jadear, una segunda buscando comodidad haciendo al menor morder sus labios y la tercera hacerle arquear su espalda.

Porque solo Yoochun conocía su punto exacto y hacerle gozar desde el principio.

-¡Aah! ¡Chunnie, ahí~! – Entonces las estocadas poco a poco fueron aumentando buscando un ritmo cómodo y perverso que las caderas de Junsu no puedan soportar y tengan que moverse con él, que su miembro le atraviese hasta el alma y encuentre eso dentro de sí que le haga perder la cabeza.

Una y otra vez, dentro y fuera buscando su libertad, Yoochun no paraba de besarlo, de morder sus labios, de chupar su cuello. Ese punto dentro del castaño siendo presionado de nuevo haciendo casi ahogar entre gemidos al menor, y entre espasmos no puede decir otra cosa porque es aquello que le sale del corazón, porque esta con su otra mitad, con aquel que le completa.

-Chu-Chunnie~ ¡Mmh! Te-Te amo~ ¡Ahh!- Yoochun golpea más fuerte, oyendo aquella declaración del menor y no lo puede evitar, tiene que gritarlo.

-¡Baby! ¡Te amo! ¡Mmh!- Gruño y así poco a poco las estocadas van aumentando el ritmo y junto a ellas ese clímax que espero por ellos catorce años.

Aun temblando, se miran y sonríen, se miran y se besan, se miran y se sienten completos.

Porque no había otro sitio donde deben estar.

 

-RED THREAD-

 

20 de Mayo, 2017.

 

Luego de aquella noche habían retornado a la habitación entregándose todo ese amor encerrado por años casi hasta el amanecer. Yoochun se sentía completo, se sentía feliz. Porque había vuelto a hacer el amor luego de tanto tiempo, se dio cuenta de que todo este tiempo solo había sido víctima de los estereotipos. Había tomado una decisión, y eso que ni siquiera había abierto los ojos, pero cuando lo hiciera esperaba ver esa espalda lechosa que tanto había extrañado.

Pero no había nadie.

Así que se levantó y camino hasta la ducha, tampoco encontrando a nadie y miro el reflejo de su rostro, tomo su cepillo de dientes y se aseo rápidamente, peino un poco su cabello y tomo una camisa de su maleta para notar algo extraño.

-¿Dónde está la maleta de Junsu?

Bajo rápidamente las escaleras para ver a los chicos reunidos en la sala.

-Yoochun..- Jaejoong se levantó y miro a su mejor amigo.

-¿Donde esta Junsu?

-Yoochun..- Changmin trato de acercarse pero el pelinegro se puso histérico.

-¡¿Dónde está?!- Miro el rostro de sus amigos y lo supo. Apretó sus manos y miro ese papel sobre la pequeña mesita del centro.

Eran los papeles de divorcio, firmados por Junsu.

Lo que sintió un día de Mayo como hoy, era completamente diferente quince años después.

 

-RED THREAD-

 

23 de Mayo, 2017.

Residencia Park.

 

Bajo de su auto pausadamente, sus ojos turbios no podían esconderse y sus hombros caídos era una mala señal, pero eso a su prometido no le importaba, solo le importaba una cosa.

-¡No llamaste! ¡No lo hiciste! ¡¿Qué hacías?! ¡¿Dónde estabas?!

-Vamos Mark querido, calma. No hagamos estos frente a la abuela.- El rubio se relajó solo unos momentos.- Dejemos que Yoochun hable, ¿Qué te sucede querido?

Su padre, su madre, su abuela y prometido le observaban intrigantes, cada uno con una razón en particular para reclamarle. Pero su convicción no iba a cambiar, ya estaba decidido.

-Me arrepiento.- Miro a su abuela.- Lo siento abuela, respeto a la familia y el honor del apellido Park, puede que usted crea que es mancillado por su nieto, pero no pienso vivir una vida infeliz solo para conceder sus deseos, usted vivió su vida como quiera que fuera, es momento de vivir la mía.- Hizo una reverencia de 90° unos momentos para luego mirarle a la cara y negar con su cabeza.- No me caso.

-¡Yoochun!- Su madre le tomo del brazo.- ¿Sabes todo lo que esto nos conviene? ¿Crees que tu padre va a poder liderar la compañía de por vida? ¿Quién se hará cargo?

-Puedo seguir haciéndolo yo, pero no bajo sus términos, quiero casarme por amor. No por obligación…

-¡Estas…!

-Basta, MinYoung.- Objeto el padre de Yoochun.- De cualquier manera, nunca estuve de acuerdo con este compromiso, así que aceptare lo que Yoochun desee hacer. Madre…

La abuela de Yoochun simplemente se acercó a Yoochun y le dio una bofetada para luego acariciar la mejilla.

-Dile a ese muchachito que  te robo el corazón desde el principio que solo yo, puedo golpearte. Niño insolente.- Una pequeña sombra de sonrisa se asomó por la cara de la abuela y así mismo abandono la sala.

Y apenas Yoochun recordó que no estaban solos vio a su alrededor vio que Mark había abandonado la sala, miro a su madre nuevamente y beso su mano.

-Espero que algún día puedas perdonarme, madre.

Salió en búsqueda del chico pero no vio rastros, solo una pequeña nota sobre su parabrisas.

‘‘Maldito cabrón, de cualquier manera. No eres mi tipo

Aunque eres bueno en la cama.’’

Yoochun sabía que pagaría por esto.

 

-RED THREAD-

 

20 de Mayo, 2018.

Japón, Shibuya.

 

Junsu ahora tenía su cabello teñido de rosa, había tenido algo así como un gran cambio de look, desde su última decepción amorosa de la cual había salido huyendo había decidido que lo más importante es su estabilidad emocional, así que empezó a asistir a consulta psicológica. Se había mudado de Paris a Japón y había cambiado su guardarropa. Lo que el llamo un cambio de aires al extremo.

Pero eso no significaba que se iba a librar de los problemas.

Porque mientras salía de esa librería luego de comprar el último manga del cual se había hecho fan, pensó que su mente le estaba jugando una mala pasada. Porque entre todos los lugares, ¿porque precisamente vendría aquí?

Así que siguió de largo.

-Aun cuando te tiñas el cabello de arcoíris siempre te voy a reconocer, Susu-ah.- Y esa persona había gritado entre todo ese tumulto de gente, volteo su cuerpo y le vio, con ese cabello ondulado azabache que tanto le gustaba.

-Yoochun…

-Así te escondas en el fondo de la tierra, el hilo rojo me ayudara a encontrarte.

No sabía en qué momento se había acercado tanto, no sabía en qué momento le había tomado de la cintura y se había acercado a él, no sabía en que momento su vida había cambiado tanto al extremo de querer solo devolver el tiempo a cuando solo ellos dos existían.

-Chunnie…

-No vuelvas a huir de mí, porque eres mi otra mitad, baby.

Y ese beso, ese que le sabe a promesa, a inicio, a borrón y cuenta nueva.

-Perdón señor, pero no lo conozco, además yo no hablo con extraños.- Sonrió Junsu solo como a Yoochun le gusta.

-Talvez no me conozcas a mí, ¿pero, y a ellos?

-¡Un año más Kim Junsu, UN AÑO!

-¡Trasero de pato!

-¡Te extrañamos!

-¿Tu cabello es rosa? Eso es demasiado gay, incluso para mí…

-¿Por qué están aquí?

-Creí que necesitabas apoyo moral.- Junsu arqueo una ceja.- Esta bien, los traje para que me dieran apoyo moral, porque venía a recuperar a mi ex-esposo.

-¿Estás hablándome de matrimonio?, acabamos de conocernos.

-¡No están escuchándome!

-Calma BooJae~

-Ya cállate Jaejoong, esto no es sobre ti.

-Tampoco sobre ti, Slenderman.- Hayami solo negaba con la cabeza.

Y Yoochun y Junsu se reían de sus amigos, volvieron a susurrarse.

-Entonces, ¿quieres casarte conmigo, eh?.- Sonrió Junsu de nuevo rodeando con sus brazos el cuello del pelinegro.

-Sí, pero con una condición.

-Uhm, a ver.

-Que jamás, vuelvas a lanzarme un servilletero.

Las risas de Junsu resonaron de nuevo, así como a Yoochun le encantaba.

-Está bien, acepto.- Yoochun sonrio.- Te amo, ratoncito.

-Te amo, baby~

 

-RED THREAD-

 

Un hilo rojo directo al corazón, que conecta a los amores eternos, a los profundos, esos que simbolizan el antes y por los que no hay después.

 

FIN.

 

 

Notas finales:

Bueno hasta aqui me trajo el rio xDD Mis YooSu Shipper, por favor sigan amando a este hermosa pareja y deneles mucho amor ;W; No los olviden!!! ♥

¡Gracias por leer! esto siempre me hace muy feliz ♥

Espero que haya sido de tu agrado, queria darles una buena dosis considerando la escases xDDD

Las quiero mis bolitas de azucar ♥ Mantenganse saludables y felices que pronto vendre on mas cositas bonitas *O* ♥

¡V I V A E L Y O O S U ! ♥ xDD

Tina ♥

 


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