4.- Belleza
-¿Es una broma?-
-No entiendo a qué se refiere joven Lance-
-Ya te dije que podías solo llamarme por mi nombre y hablarme de tú, Leta, y me refiero a estas ropas-
-Son ropas tradicionales galra, tal vez la manera de vestir del planeta del que vienes es diferente pero no se supone que sean graciosas-
Después de que Leta le hubiera cambiado el vendaje Lance le pregunto a la fémina si había algo de ropa que se pudiera poner, estaba orgulloso de su cuerpo pero andar solo en ropa interior era muy desventajoso en su opinión.
-Pero son… ¿vestidos?-
Las prendas del armario que le había mostrado Leta era una especie de combinación entre kimono y vestidos, ¿kimono vestido? La parte de arriba era similar a la prenda japonesa y la parte de abajo era una falda con aberturas a los lados.
-¿Estas segura que es ropa de hombre?- no podía imaginarse a algún galra utilizando esta clase de prenda y seguir pareciendo un intimidante guerrero, simplemente ridículo.
-Oh, yo creía que era adecuada para tu género-
-¿Ya sabes que soy un omega? Yo creía que aun mi aroma esta suprimido, ¿acaso tienes un buen olfato de alpha?-
-Mi especie no tiene esa clasificación de género, solo son hombres o mujeres, no hay subgéneros-
-¿En serio? Eso debe ahorrar muchos problemas- esa información le sorprendió, siendo que creció y vivió con esta clasificación de géneros de su espacie era increíble que a pesar de similares también había muchas diferencias entre especies en el espacio. A veces era difícil si se compartía ese rasgo o no entre las demás especies en el espacio.
-Creo que tiene ciertas ventajas sobre los subgéneros de otras especies en la galaxia, no sufrimos esos siclos hormóneles que algunos llaman ¿calientes?, pero igualmente enfrentábamos ciertas dificultades. Durante un gran periodo de tiempo en mi cultura se consideró tabú tener alguna relación sexual con miembros del mismo género, cosa que he visto que no ocurría en las especies con subgéneros, pasaron años antes de dejar ese pensamiento tan poco flexible-
-En mi planeta se les llama comúnmente “calores”, y no lo había pensado de esa manera. Tiene ventaja tener subgéneros pero hubo un tiempo en que incluso en mi planeta había ciertas creencias de que un género debía emparejarse mejor con ciertos géneros pero duro poco. Pero entonces ¿los omega galra realmente utilizan esto?-
-Sinceramente no conozco a galras del género omega pero su excelencia considero que sería favorecedor para usted-
-¿El príncipe Lotor pensó que?-
-Que le asentarían bien en su figura esta clase de vestimentas. También fue él quien me comunico de su género-
Sabía que era un prisionero, pero ahora estaba comenzando a temer saber qué clase de prisionero era si su captor consideraba que esa clase de ropa era favorecedora para él.
En la Tierra aunque no era mal visto que omegas masculinos llegaran a usar vestidos eso ya había pasado de moda hace mucho tiempo en opinión del latino, las únicas veces que había llegado a utilizar dicha prenda de vestir fue cuando muy niño había terminado vistiendo viejos vestidos de sus hermanas mayores para ver cómo se veía, admitía que no eran incomodos pero al correr y saltar la falda siempre se levantaba mucho y siendo él un niño inquieto era molesto andar al pendiente, por eso prefería lo pantalones o shorts, eso no evito que su madre y hermanas lo hicieran probar la ropa vieja de sus hermanas y tomar fotos para incluirlas en el álbum familiar.
Ahora se encontraba con la opción de ir solo en ropa interior o con unos vestidos alienígenas, al menos no eran como el vestido de princesa de Allura, no es que no pensara que le quedaba bien a la alteana dicho atuendo pero le parecía algo cursi para él.
Inspecciono las prendas escogiendo los que parecían más cómodas de llevar puestas, no quería terminar tropezando por pisar el largo de una falda al caminar o que por los hombros se le empezara a deslizar la prenda o algo por el estilo, ciertamente no utilizaba vestidos en la Tierra pero ya le había tocado ser testigo de malas experiencias pasadas por estos debido a sus hermanas o primas. A una de ellas en su graduación casi se tropieza en plena ceremonia de diplomas por que la falda era demasiado estrecha y pegada que no la dejaba dar grandes pasos y le daba tan poca movilidad que sumado a los tacones perdió por unos momentos el equilibrio pareciendo un pingüino dando pasitos evitando caer, fue hilarante pero hubiera sido muy vergonzoso para ella si realmente hubiera estampado contra el suelo en su graduación.
…l no quería terminar tropezando o que la prenda estorbara si necesitaba correr o defenderse.
Al final se puso un vestido de color negro, no era su color favorito pero tampoco es como si hubiera gran gama de colores para empezar en ese closet, solo había negros, morados y algunos grises.
-Realmente le queda bien a su figura joven Lance- alabo Leta una vez que termino de colocarse la prenda.
-¿Tú crees? Realmente no me pongo vestidos así que no sé si me queda realmente bien-
-Hablo con total sinceridad, realza su esbelta figura y silueta dándole elegancia-
-Gracias, creo-
A Lance le gustaba como a cualquiera los elogios, pero aun así no estaba convencido de esta prenda. Efectivamente creía que resaltaba su figura porque era ceñida a su cuerpo en la parte del abdomen y holgada de las mangas y falda, la abertura en “v” en el frente dejaba ver parte de su pecho pero la tela estaba lo suficientemente ajustada como para que no dejara ver más de lo que quisiera, la tela era cómoda, eso si debía de admitir, suave y ligera, no era ni seda, ni algodón, pero tampoco era como cualquier otra tela sintética que se haya puesto, en realidad era mucho mejor.
Al menos era un lujo del cual no estaba dispuesto a quejarse.
*+*+*
Han pasado 10,000 años desde que durmieron en la cámara de criogenia y despertaron en esta época, sabe que muchas cosas han cambiado pero aun así para ella y Koran simplemente fue un sueño de unos instantes y al siguiente despertaron no teniéndose más que a ellos, al castillo de su padre, los leones y más adelante los paladines.
Aun a veces le es difícil despertar cada día y darse cuenta que ya no tiene ni a su padre, ni su planeta natal, y todo lo que conoció alguna vez en persona ya no está ahí. Trata de mantenerse fuerte, ser la digna hija de su padre, un ejemplo de todos los valores que le inculcaron desde pequeña, y algunas veces le es difícil.
No es perfecta, a veces su temperamento y terquedad salen a flote no sacando lo mejor de ella, y tiene tanto rencor y odio hacia los galra que sabe que a enceguecido su buen juicio un par de veces, primero con los miembros de la espada de Marmora y luego con Keith al enterarse que por sus venas corría sangre galra.
Han pasado 10,000 años y ha perdido mucho, las cosas cambiaron tanto que es a veces irreconocible, y otras pareces permanecer igual que le dan la certeza que las cosas podrían regresar a un universo parecido como en los años que su padre gobernó, libre y sin ejércitos destruyendo planetas.
Ahora se enfrenta a otra prueba, otro gran cambio. ¿Sus expresiones fueron exageradas? ¿Su forma de expresarse no fue lo mejor?
Por el ambiente en la nave sumando la desaparición del paladín azul así lo parece.
Todos están preocupados por Lance, saben de qué son capaces los galra, esclavizar pueblos enteros y experimentar con la gente son alguna de las cosas que saben, no le desea ningún mal al chico de ojos azules, pero preferiría mil veces que le ocurrieran alguna de esas cosas a lo más despreciable que su mente se puede imaginar. Las cosas han cambiado en el universo en esos 10,000 años, pero algunas cosas básicas permanecen igual, y cree que un omega puede ser demasiado vulnerable y tentador para su propio bien.
Si lo hubiera sabido antes piensa que este tipo de cosas se pudo evitar y otras se hubieran hecho diferente ¿Quizás?
Debe de dejar de pensar en el quizás, dice su conciencia con la voz de su padre, porque no puede cambiar sus acciones en el pasado o los acontecimientos de este, debe concentrarse en el presenta para tener un futuro próspero.
Deben encontrar a Lance.
*+*+*
Muchas cosas pueden cambiar en 10,000 años así como en un segundo. Planetas pueden ser conquistados, vidas nacerán y otras miles se extinguirán, y en un segundo lo que dabas por total certeza se puede tambalear por la más pequeña semilla de duda.
Zarkon fue el verdugo, amo y señor por tanto tiempo que la mayoría en el imperio galra había olvidado que también era un ser mortal y no uno omnipotente como algunos creían por la sola mención de su nombre, y como cualquier ser mortal no era totalmente invencible y tenía necesidades como cualquier otro. Aunque rara vez mostrara cualquier otro interés que no fuera el de expandir su imperio y gobernar con mano de hierro, el líder del imperio galra de vez en cuando mostraba interés en hembras y machos para tomarlos de amantes, pero ninguno una relación tan importante como para que el emperador mostrara interés o preocupación por alguno de sus amanes una vez que hubiera perdido interés por ellos.
Nadie se quejaba, después de todo debía ser un honor servir a su emperador en cualquier aspecto cual fuera este.
En 10,000 años tuvo muchos amantes, y si, también en su defecto alguno que otro vástago, pero a pesar de ser producto de su semilla ninguno resulto digno, e incluso hubo algunos de sus amantes al saberse en cinta le preguntaban si deseaba deshacerse del producto antes de su término o no ya que era sabido que el jamás había reconocido a ninguno, hasta que Lotor nació.
Lotor no había sido un bebé excepcional, de hecho había estado por debajo del promedio de los bebés galra y no era totalmente puro, en su sangre corría sangre mestiza y en sus características se denotaban incluso siendo un recién nacido. Su madre quizás había sido lo que influyo en el interés de su progenitor en el desarrollo de la vida que había creado junto a ella.
Su belleza, fuerza e inteligencia le habían dado cierta fama dentro de las tropas desde su juventud a pesar que no era de sangre 100 % galra, hasta que demostró los suficientes dotes para considerarla introducirla como aprendiz dentro del circulo de druidas de Haggar, y fue ahí que llamo la atención del emperador.
Fue una de las amantes con las que más duro, y de esa unión como es ya sabido nació Lottor, un bebé que compartía mas rasgos de su madre que los de su padre. Fue por el potencial de su madre misma que Zarkon pensó que por lo menos podría ser un buen soldado Lotor, y cuando a primer año de edad mostro un poco de talento en manipular la quintaescencia decidió darle más atención.
Pero no lo vio nunca como un hijo, sino más como una herramienta, aun y cuando después de años de entrenamiento y logros propios lo nombro príncipe, Lottor seguía siendo su herramienta, jamás un hijo.
Esto Lottor lo sabía perfectamente desde el principio.
Y quizás su vida seguiría bajo la sombra de Zarkon, obedeciendo, cumpliendo sus órdenes, el príncipe que era un arma de su padre para propagar su poder por todo el universo. Pero eso cambio cuando Voltron volvió, y con ello la ventana de oportunidades de Lottor aumento.
Era un arma y lo sabía, pero no quería decir que hubiera querido eso por el resto de sus días, a pesar de su privilegiada posición y su fama ganada a pulso en el ejército galra, el príncipe de este imperio no tenía tantas libertades como pareciera. Algunos lo admiraban, era prácticamente el guerrero perfecto, otros lo despreciaban argumentando que solo había tenido suerte porque la escurridiza de su madre había logrado seducir al emperador y logrado engendrarlo, quizás en una táctica barata para retener su atención como concubina, podre de aquellos que llegaran a decir aquello y Lottor se enterara ya que podían desaparecer de improvisto.
Así como gente lo llegara a admirar y odiar en el ejército galra, el creció con el pensamiento que tenía derecho a algo más. ¿La corona de Zarkon? ¿Ser líder supremo de los galra? Quizás, pero también algo muy importante, demostrar que él era LOTTOR.
Ser su propio amo, no Zarkon.
Ya había hecho varios planes en su mente, a pesar de su ambición no era tan estúpido como atacar directamente a Zarkon, el mismo conocía sus límites, pero tenía en claro que si quería ver cumplidos sus objetivos Zarkon debía desaparecer de su vida.
Debía agradecer a voltron por facilitarle aquello.
Habían dejado al tan poderoso Zarkon en coma, o más bien al borde la muerte y si no fuera por los poderes y tecnología de Haggar este al final ya hubiera perecido por completo. Y contra todo pronóstico la misma Haggar lo había llamado a él para organizar las tropas y no reinara el caos causado por dicho incidente, no sería fácil mantener en secreto el actual estado de Zarkon, especialmente que había sido imposible detener a Voltron de escapar después de dicho incidente, por lo que los planetas conquistado y algunas fuerzas enemigas podrían pensar que ahora sería más fácil enfrentarse a los galra.
Y a pesar que servir a Zarkon y al imperio supuestamente era el máximo honor, conocía a varios dentro del ejército que solo velaban por sus propios intereses, ese sería otro problema con el cual tendrían que lidiar para la estabilidad del imperio. Por supuesto no hay que olvidar al grupo terrorista dentro de las tropas, el mismo había tenido sus sospechas, y ahora que lo confirmaba sabía que no debía ser tan estúpido como su progenitor.
Por el momento jugaría el papel que tan perfectamente había aprendido a actuar, el príncipe algo caprichoso pero excelente en su trabajo que seguía órdenes de su padre, pero en ausencia de este guiaría a las tropas hasta su próxima recuperación con la guía de Haggar.
Ahora debía regresar a sus habitaciones y saludar a su recién capturado paladín.
Había sido un movimiento entre capricho y una decisión estratégica demasiado improvisada, con el límite de tiempo, pero también fueron esas palabras tan desesperadas que lo tentaron a tomar esa decisión de llevarse al paladín azul antes de que la nave alteana cruzara su agujero de gusano.
Cuando abrió la puerta de sus habitaciones tuvo una hermosa visión que hasta lo estremeció.
Una creatura delgada pero no de aspecto débil, las ropas negras que se pegaban a su cuerpo en los lugares precisos, largas y finas piernas dejándose ver entre la falda, una inusual pero atractiva piel oscura y esos ojos, que le miraban esos momentos le miraban entre sorprendidos y desconcertados, simplemente una belleza.
Realmente no se arrepentía de su decisión.
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