*Esta escena transcurre en el lapso de tiempo de Kuroko no Basket: Last Game *
Cuando Kagami recibió la llamada de Alex en donde le comunicaba sobre la propuesta en la NBA, este no podía estar más que feliz ya que al fin se cumpliría uno de sus más grandes sueños, emocionado sin pensarlo dos veces se acercó a Kuroko que estaba junto a él ya que habían salido por su aniversario para contarle la noticia.
Si de por si el rostro de la pequeña sombra ya era inexpresiva, al escuchar dicho mensaje de su novio lo dejo pasmado y sin habla casi que parecía no estar vivo. Kagami sorprendido por la reacción le pregunta preocupado que es lo que sucede con él ya que pensó que su pareja estaría igual de contento que él. Kuroko en un estado de shock no supo que decir y decidió regresar a casa sin dar explicaciones.
Al llegar a casa entró a su habitación y en menos de dos minutos este se convirtió en un mar de lágrimas, el muchacho se ahogaba en una depresión profunda por la noticia de su amado, no sabía qué hacer, ya que algo estaba llegando para cambiarles la vida y se sentía entre la espada y la pared. Kuroko decidió mantenerse alejado de Kagami hasta antes de la competencia contra Jabberwock.
Kagami se sentía realmente confundido, no entendía las razones por la cual su amado no lo estuviera apoyando con el viaje; pensó que tal vez no aceptaba la idea porque lo iba a extrañar mucho o se iba a sentir solo, infinitas dudas pasaron por su cabeza pero apenas viera a Kuroko le pediría la verdadera razón.
Después del entrenamiento antes de que la sombra escapara, Kagami lo sorprendió y le pidió que por favor le explique qué está pasando y por qué no le quiere dar la cara después de la vez que le dijo lo de viajar a Estados Unidos. Kuroko sin mirarlo a los ojos no pudo evitar que unas cuantas lágrimas caigan por su mejilla, sabía que debía decirle lo que estaba pasando porque se amaban pero otra parte su corazón sentía que no, ya que acabaría con el sueño de su pareja.
-Kuroko, mi amor, quiero saber que pasa créeme si acaso piensas que si voy a Estados Unidos me voy a olvidar de ti, quítate esa idea de la cabeza, hemos estado juntos por dos años, te amo y no habrá nada que nos separe; Además hay varios métodos para poder comuni…
-Estoy embarazado.- Soltó Kuroko sin más, interrumpiendo el discurso de kagami. - Esta era la razón por la cual no supe que decir cuando me dijiste que te irías lejos, lejos de mí y de nuestro hijo.
Totalmente helado se quedó el pelirrojo al escuchar esas palabras que resonaban una y otra vez en su cabeza, después de unos cuantos minutos su reacción fue abrazar inmediatamente a Kuroko para luego darle un beso mientras lloraba de felicidad, en ese momento nada era más importante que su felicidad, que por supuesto se encontraba junto a la de kuroko y su pequeño que estaba por nacer.
Los días pasaron y el partido final llegó, jugaron con todo su corazón siempre y cuando teniendo precaución por el estado en el que se encontraba Kuroko. Afortunadamente ganaron y Kagami estaba listo para contarle a su equipo quee sería padre y que rechazaría la propuesta de Alex; pero Kuroko no lo permitió; conversaron por horas donde hablaban por todo lo que habían pasado, recordando su primer partido, su primer beso y hasta su primera vez.
-Creo que es lo correcto Kagami-kun, debes ir a América, es tu sueño, tu pasión yo estaré bien y en cuanto pueda podré viajar para estar juntos como una familia.- Expresó kuroko a su amado que con una mirada triste asentía lo que el otro decía. – Lo prometo, daré lo mejor de mí por el fin de las personas que amo, esperaré por ti- dijo Kagami para luego depositar un beso en los labios de su pareja y luego en su pequeña barriga donde se formada el fruto de su amor.
Kagami le manifestó al equipo las dos grandes noticias, pidiendo que cuiden de Kuroko y de su pequeño hasta que él regrese o pueda llevar a su pareja a América. Entre emociones y momentos nostálgicos pasaron su último día junto, llegando al aeropuerto recordando que si su destino es estar juntos, esto no los detendría. Y así el peliceleste observó la partida de su amado mientras frotaba su pequeña barriga esperando volverse a ver.