Retomamos la historia en el momento preciso en donde Jiraiya escucho con suma atención como Orochimaru le decía esas palabras a Kabuto. El albino enojado por saber lo que planeaba ese azabache con su pequeño hijo, no le quedó más de otra que ir a enfrentarle.
—Tú de aquí no te vas Orochimaru, no puedo creer que después de todo este tiempo que te he dedicado me salgas con esto. Las noches en donde me dedicaste esas palabras, ¿Fueron una vil mentira mezclada con esa saña que tienes por ideología de vida?.
nada en la vida más que esa dichosa voluntad del fuego ¿No?
—Hmm debiste saberlo desde hace tiempo, jamás me rebajaría a vivir en Konoha encargándome de ti, cuando bien podría estar llevando a cabo mis planes infalibles para cumplir todos mis objetivos en esta vida.
—Sabes por mi puedes irte a donde quieras, hacer lo que se te venga a la gana, acostarte con cuantos se te dé la gana solamente para adquirir sus conocimientos, pero una cosa es cierta y es que... No pienso permitirte que te vayas con Mitsuki a otra parte, simplemente es algo que no voy a dejarte hacer.
— Nunca hubiese imaginado que un tonto como tu posee el mínimo de neuronas como voluntad para desafiarme a mí a una pelea ¿Quieres luchar por el bebé que lleve yo por nueve meses? Adelante no me voy a rendir, ambos sabemos quién será el ganador de aquí.
—Hablas con tonos de superioridad más nada es preciso, no sabes de lo que soy capaz de realizar con tal de tener a nuestro hijo en mis brazos Orochimaru, desde ya te hablo- El albino se posicionó en una posición de batalla para realizar el primer ataque en contra de su ex pareja.
— Veo que no tengo opción contigo... Superas mis expectativas, comprendo el amor el amor que sientes por mí y este pequeño más no quiero vivir en completa sumisión. ¡Me niego a ser tu esposa!
— Espera unos minutos... ¿De qué hablas? Estás equivocado de la redonda si piensas que yo pensaba que iba a tratarte como otros hombres tratan a sus mujeres, es más iba a decirte que cuando te recuperes ibas a poder ir a misiones porque Tsunade permitió que vuelvas a ser un ninja de Konoha.
—Me niego, no voy a darle nada a este maldito pueblo me iré con el niño y tu no podrás hacer nada, ¡Kabuto! Sostenlo mientras peleo— El azabache le dio a su fiel seguidor su bebé para comenzar con esa pelea.
Ambos peleaban sin cesar en ningún momento, daban todo de si mismo tratando de defender sus ideales. Uno de ellos queriendo llevarse a Mitsuki, el otro queriendo quedarse con él.
De un momento a otro ellos dos participaron en la típica escena cliché que puede haber en una historia de wattpad.
Orochimaru cayendo encima de Jiraiya y este por inercia tocándole sin escrúpulos su trasero.
— Quita tus sucias manos de allí maldito sapo o te las verás con mi hermoso kunai — Expresó con un deje de enojo y un sonrojo.
— Dices eso pero estoy al 100% seguro de que si deseas esa vida conmigo, dime ¿Es más importante para ti esos experimentos que tú familia? Dímelo por favor.
— Cállate... Y si lo son, quiero dominar todos los jutsus habidos y por haber en este mundo.
— Ya veo, no importa lo que haga, lo que intente tu seguirás con esa ambición que te llevará a una gran perdición si no haces algo para evitarlo.
— No me importa caer bajo con tal de realizar todo lo que me propongo, seguiré con lo mismo, yo no soy un conformista como tú.
— ¿Conformista yo? Conformista el hombre que ahora mismo está luchando para quedarse con su hijo y de paso con la persona que ama.
— No digas eso, me haces sentir un poco de remordimiento.
— Eso que sientes es porque ambos sabemos con exactitud qué no deseas realmente eso que dices querer.
— No seas tonto, sabes muy bien cuál es mi sueño, no lo abandonaré por un bebé ni por ti.
— Excusas y excusas, evades todo lo que digo con vayas excusas, se honesto contigo mismo ¿Piensas vivir en eterno peligro o vivir una vida medianamente segura y buena con nuestro hijo?
— Jiraiya... Creo, que quizás y solo tal vez por un tiempo acepte pasarme al lado bueno.
— Al fin entras en razón, ¿Quieres casarte conmigo?
— ¡No tan rápido idiota! — Le golpeó muy fuerte en la cabeza y suspiro un tanto enojado.
— Supongo que es un sí a futuro.