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Orojira one shots por eugenialovest

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Notas del capitulo:

Ya entre de vacaciones, ya llegó su pendeja a traerles capítulo.

Aviso que esto es un AU porque hice muchos cambios, también diré que esto fue inspirado en una canción la cual es rewrite the stars

 

Día soleado con algunas nubes cuando el cuerpo de un chico albino del lugar chocó contra un árbol del cual cayeron unas manzanas a su cabeza.

— ¿Algún día vas a lograr vencerme? No es tan difícil Jiraiya, deberías estar más despierto — Suspiro Orochimaru llevando una mano a su rostro un tanto decepcionado.

— ¡No es tan fácil! Me pierdo demasiado cuando luchó contra ti.

— ¿Contra mi? ¡Lo haces con todos! Con Hiruzen, con Tsunade, con otras personas de la misma aldea... Acepta que te falta aprender.

— Hmm... Aprendería mejor si mi maestro fuera alguien menos amargado tal vez.

— ¡Yo no soy un amargado! Tampoco tu maestro, además no existe otro mejor método de aprendizaje que el mismísimo entrenamiento que uno mismo hace.

— Entrenar solo es aburrido, cansado y sin diversión alguna.

— Entonces trata de que sea divertido para ti, no puedo estar todo el día encima tuyo para cerciorarme de que ejecutas todo lo que te he recomendado.

— Tu hablas tanto que me pierdo... Muchas palabras, muchos significados.

— Que te entran por un oído y salen por otro ¿Que tan hueco estás? Mejor piérdete pero entrenando, yo tengo que irme quede en ayudar a alguien con una investigación.

— Suena sospechoso pero está bien, nos vemos luego.

Una vez el azabache se fue, él otro chico se dejó caer al piso sentándose y suspirando levemente.

— ¿Algún día le diré que se quede? De todas formas no puedo ser un egoísta... Él tiene sus prioridades y son esas investigaciones que me confunden ¿Que es lo que buscas Orochimaru?

Pensamiento tras pensamiento manejaban la mente del chico mientras intentaba maniobrar cada movimiento, en su corazón no había otro lugar que su compañero. Su uso de razón peleaba por priorizar al chico o a los entrenamientos y en la mayoría terminaba ganando el ajeno.

Tantos motivos fuertes para mejorar como ninja se iban a la basura por perderse en los ojos negros pensando nuevamente en recorrer sus manos por sobre esa piel blanca que parecía tersa.

Cada pensamiento manejaba al menor convirtiéndolo de a poco en un fiel acosador, no obstante todo salía mal terminando con golpes de mujeres que mal pensaban la situación.

Cabe destacar que el entrenamiento con los sapos tampoco soluciono la obsesión amorosa del menor... Al contrario la aumentaba al ya no verlo a cada rato, Jiraiya parecía aquel caballero en busca de la doncella tan soñada, dedicándole cada hazaña, una y otra vez.

El superarse paso de ser un objetivo suyo para convertirse en un paso para llegar a los pensamientos del azabache porque para Jiraiya. Orochimaru lo aceptaría mejor si pudiese verlo con un rival... Después de todo muchos argumentaban que del odio al amor hay un paso... Primero llegar al odio, luego al amor y el odio lo ganaría siendo más fuerte que él.

Era sumamente extraña su interpretación de como quería enamorar al chico... En primer lugar ¿Cómo llego a eso? ¿En qué momento se perdió tanto en él?

Esas preguntas lo transportaban al pasado en donde recordó las primeras veces en las cuales lo vio, tan inocente, no veía maldad en él. Quizás alguien puro que quería para él mismo bajo sus sábanas a pesar de tener corta edad sabía de cosas de adultos.

Para sorpresa de quien sea que esté leyendo este capítulo, Jiraiya se terminó perdiendo así mismo luego de conocerlo, esas ganas de superar ese poder inmenso que tenía a pesar de no tener ventajas como otros ninjas lo enloquecían. Fetiche raro que muchos en ese mundo tenían... Enamorarse de alguien fuerte solamente para superarlo en fuerza y llegar a una relación ¿A quien se le ocurría? A muchos sería la respuesta que Jiraiya no sabía y paso sin saberlo por mucho tiempo.

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El tiempo era y es una perrita cruel, una vil y cínica perrita cruel.

Mientras que el albino entrenaba y se preparaba con los sapos para poder cumplir con la profecía impuesta por el sabio sapo de aquel monte, Orochimaru ya empezaba a experimentar por su propia cuenta.

Sonrisa orgullosa al observar con sus ojos de serpiente como su experimento número 24 se estaba cumpliendo. 
En un pequeño despacho oculto entre el bosque el azabache realizaba sus actos pecaminosos según los shinobis, se divertía jugando con la vida de aquellos niños que robaba de sus jóvenes madres para comprobar sus hipótesis, nada en aquel lugar era sabido, todo estaba sumamente guardado en secreto por el propio Orochimaru y el único que podría tener conocimiento de los actos indignos era Danzō quien muchas veces le encajó ideas al chico.

Ambos ninjas entrenando en artes diferentes sin saber que el tiempo les traía malas jugadas, sin tener un mínimo de saberes sobre que sería de cada uno. 

Jiraiya amaba a su amigo, pensaba y anhelaba poder estar con él, era su musa para soportar todo lo doloroso y sacrificador del entrenamiento, únicamente para demostrar su valía cuando pelearan en un futuro encuentro que ilusamente el albino creía que sucedería.

No obstante el ajeno nunca pensó en Jiraiya como un interés romántico, nadie le atraía de aquella forma "cursi" según él se expresaba cuando hablaba del sentimiento conocido popularmente como amor.

El romance para él era una molestia y más cuando lo alejaba de lo que realmente quería, aprender todos los jutsus y técnicas jamás sería tarea fácil pero él sería el único en conseguirlo. Era su objetivo en la vida, por lo que vivía y seguiría viviendo en una eternidad que tontamente creía que pasaría.

Los trabajos con el equipo Hiruzen iban como viento en popa, nadie sospechaba de la locura que internamente estaba invadiendo a Orochimaru ni tampoco sabían del nuevo entrenamiento de Jiraiya. Y Tsunade... Tsunade seguía siendo ella misma, una ninja médico que día a día se iba superando para no quedar atrás de sus compañeros y que gratamente si lo conseguía.

La misión del equipo de Hiruzen era sencilla, simplemente debían de alejar a los malditos que atormentaban a un pequeño pueblo del país del fuego. 
A pesar de la simpleza de la misión encomendada está sirvió muchísimo para que dos chicos dieran pie al indicio de ciertas cosas que desconocían del otro.

Se encontraban ellos dos adentro de la cabaña donde se estaban hospedando, afuera caía una fuerte tormenta. Tsunade y Hiruzen no estaban ya que ellos se habían ido a otra que estaba e la otra parte del pueblo para custodiar ambas zonas. 
La pareja de amigos/enemigos se miraba levemente con una leve expresión de aburrimiento.

— ¿No crees que esto es demasiado aburrido? Nos daremos cuenta cuando ellos vengan a atacarnos a nosotros o al pueblo, no hace falta quedarse despierto hasta tan tarde, simplemente gastaremos energía en vano... ¿No crees eso Orochimaru? — Cuestionó el albino

— No, simplemente creo que Hiruzen tiene razón pueden venir sigilosamente y debemos estar atentos, pueden atacarnos a cualquier hora, es nuestro deber batallar aún si cabeceamos del cansancio.

— ¡Es en vano! Solo quedaremos tan cansados que a la hora de pelear solo seremos un saco de carne para que el enemigo deguste en su cena.

— Quizás solamente tú seas ese saco de carne, yo tengo mis métodos para no caer en semejante vergüenza ante el enemigo.

— Tu y tus cosas raras ¿Será el día en el cual no cargues con esas cosas extrañas de siempre? Dudo que sea todo legal...

— Nadie dijo que lo que yo haga sea legal, ni si quiera saben si realmente lo fabrico yo o simplemente lo compro a algún mercenario que pasa por Konoha cada mes.

— No hay que ser tan inteligentes para saber realmente que tú haces todo sino ¿Donde es que te metes para que nadie te encuentre? Te recuerdo que con Tsunade te buscamos por horas hasta que te encontramos.

— O mejor dicho yo los encuentro a ustedes, no es mi culpa que sean tan idiotas como para no poder rastrear a otro ninja, no me sorprende que sean así después de todo se nota a la hora de pelear.

— Ninguno de nosotros es idiota por no poder encontrarte, solo sabes donde esconderte  mejor como la serpiente que eres. 

Jiraiya no supo muy bien el porque estaba atacando de esa forma, se suponía que amaba a Orochimaru pero de cierta forma comprendía dentro suyo que algo más allá de sus manos pasaba con el chico y el mismo lo iba a sacar de esa oscuridad que suponía que lo atormentaba día a día y noche a noche.

- ¿Así que intentas hacerme sentir como un delincuente únicamente porque no confías en mi? Y yo que pensaba que eramos amigos, que bajo caes Jiraiya. 

- No es por eso, yo confió demasiado en tu palabra solo que en esto siento que encierras al gato. 

Un estruendo se escucho en el bosque que rodeaba la cabaña en conjunto de gritos liberados por los aldeanos que vivían cerca de allí, incluso gente que solamente fue a vacacionar. 

- Debe ser el enemigo Jiraiya vamos - Respondió de forma fría quizá solo para librarse del interrogatorio de hace algunos minutos. 

- No hemos terminado de hablar Orochimaru, esta charla quedará vigente. 

Tomaron sus armas yendo al ruedo, no tardaron en ser rodeados por los ninjas que estaban atacando el sitio, espalda a espalda estaban ambos viendo de que manera poder librarse de ello. El silencio era cómplice de la adrenalina que traía consigo el viento fresco de la noche, la brisa llevaba consigo hojas y la mirada feroces de los enemigos como si con eso pudieran asesinar estaba presente. 

Orochimaru con sus dedos dijo en total silencio y solo con leves señas "Uno, dos, tres, tu ve por la izquierda, yo por la derecha, a lo que el albino asintió. Para la fortuna de ellos dos no había sido tan difícil como pensaron, los kunais y las shurikens volaban clavándose en arboles o en los propios ninjas que participaban del ataque. 

Pensaban ilusamente que ganarían sin problema alguno, que luego irían ante Hiruzen y Tsunade victoriosos de haber vencido pero uno de ellos, el más fuerte tomo del cuello a Orochimaru, el chico obviamente intentaba liberarse pero era en vano, los brazos de aquel hombre y treinta y algo era más poderoso que el mismo. 

- ¡SUÉLTALO MALDITO! - Grito Jiraiya colérico de ver a la persona que amaba en secreto en peligro. 

- ¿Ehhh? No me digas que esta niñita es tu novia ¿De cuanto meses van? ¿Que pasa si rayo su cara? ¿Acaso intentarás matarme patético? 

El hombre estuvo a punto de cortar la mejilla de un asustado azabache, era la primera vez que estaba en ese tipo de problema y no era precisamente algo grato, al contrario odiaba sentirse inferior a alguno de sus pares. No obstante la valía de la determinación de Jiraiya era mucho más fuerte que un cumulo de masa andante sin un tornillo en la cabeza. 

Jiraiya no tardo en enfrentar a aquel hombre con todo el entrenamiento que valiosamente realizó, todo lo aprendido lo aplicó en aquella pelea que ganó, aquel hombre yacía en el piso con veinte kunais en la espalda y la cara completamente rayada, en la mente del albino solo rondaba la palabra venganza en su máximo esplendor. 

- Nunca... Nunca dejaré que alguien te atrape de esa forma Orochimaru - Dijo con algo de dificultad después de semejante batalla 

El azabache por su parte de espectador  por un momento desconfió de si Jiraiya podría ganarle a su captor pero por fortuna o infortunio lo logró, por primera vez en su vida se sintió débil, una amarga salvación para su autoestima y orgullo, en su boca no podía liberar un "Gracias Jiraiya por salvarme" simplemente su asqueroso orgullo se lo impedía de sobremanera. 

- La próxima vez no hagas nada por mi, podría haberme liberado de ese mastodonte 

- ¡Deja de ser tan orgulloso por  una vez en tu vida y acepta que te he salvado de morir a manos de ese ninja! 

- No entiendo porque salvarme, somos compañeros y todo pero la misión siempre es la prioridad, debiste ir hasta donde estaban Hiruzen y Tsunade. 

- ¿Sabes por que te he salvado? Más allá de que seamos compañeros de equipo tu eres mio, te amo Orochimaru y siempre voy a intentar salvarte de todo lo que pueda. 

Eso resonó continuamente en la cabeza de la serpiente observando con cierto enojo, no quería sentir ese sentimiento de debilidad, el sentir amor de esa forma por alguien nunca y jamás estará en sus planes como shinobi. 

- No digas tonterías yo jamás seré tuyo, no existe algo tal como el amor en mi corazón y tu no podrías cambiarlo, se como son mis metas de sobra y no creo que estés en ellas, lo siento Jiraiya. 

- No me rendiré tan fácil, podemos ser diferentes pero ya te dije mis planes que nunca van a cambiar, reescribiré la historia que estamos viviendo. 

- Sigue soñando en aquel mundillo de cuentos infantiles lleno de cursilerias baratas. d

 

 

 

Jiraiya creía que con los años venideros todo iba a volver a estar bien, que estaría junto a Orochimaru de alguna forma especial pero todo se torno diferente cuando llego la guerra con los otros países. En cada pelea el albino se esforzaba por ayudar a Orochimaru a sobrevivir en las penumbras de la terrible guerra con poca comida y agua. 

Tal y como la perdiciones del sapo sabio dijeron Jiraiya se quedo en aquella aldea abandonada de la mano de kamisama entrenando y cuidando de tres pequeños niños los cuales ansiaban ser buenos shinobis aprendiendo cada técnica que el hombre le enseñaba. 

Ya para aquellas épocas la mirada de Orochimaru con respecto a la vida humana habían cambiado por completo, su frialdad y cinismo lo dominaron de una gran forma provocando que hiciera los experimentos mas inhumanos posibles que pusiesen existir, practicando con las células Hashirama, aprendiendo de forma ilegal jutsus que nunca debieron de existir, dominando las técnicas de viejos que ahora estaban muertos. 

Orochimaru estaba dejando de ser una persona sana, se convertía en un vil monstruo lleno de egoísmos, sin pensar en el daño ocasionado a ajenos ¿Ese era su destino? La soledad junto al poder que en sus entrañas anhelaba y que obviamente según él mismo iba a cumplir a raja tabla. 

El azabache de cierta forma a veces pensaba en Jiraiya, recordaba y recuerda varias de sus palabras  cuando estaban en equipo con Tsunade, cuando iban en misiones y no negaba que en el fondo el le correspondía su amor pero no era bueno, Orochimaru no llevaría a Jiraiya a su mundo de experimentos que atentaban contra la vida de ciertas personas, jamás lo haría pues pensaba que el albino era el ninja más puro de corazón que jamás pudo haber conocido. si era así ¿Por que el no cambiaba? Si también lo amaba ¿Por qué no hacía algo a respecto? Todas esas preguntas eran fácilmente respondidas por el hombre de la melena larga negra como el ébano. 

- Mis ambiciones son menos dolorosas que amar y perder Jiraiya, no podemos estar juntos ni aunque lo quisiéramos más que a nuestra vida propia ¿Como decir que soy tuyo si ni si quiera ves la realidad de la vida humana? No somos eternos, pero yo cambiaré eso y quizás... Quizá algún día estaremos juntos. 

Años de sucesos llenos de dolor, de un ninja renegado de su aldea por experimentar de forma indebida, por atentar contra la misma aldea, la mirada de él con el albino cruzándose y una leve lagrima invisible bajando hasta el suelo siendo confundida por la lluvia que caía del cielo en esa noche tormentosa. 

Las desilusiones eran el peor sentimiento que se podía llegar a experimentar y eso lo sabía demasiado bien Jiraiya cuando sufrió aquel ultimo encuentro, no hizo nada, no quiso luchar contra la persona que amaba tampoco intentar cambiarlo pues sabía que nunca lo iba a lograr si quiera, conocía su lugar, conocía todo. 

Pero no todo estaba perdido, un último encuentro de ellos dos en la aldea de la lluvia, Jiraiya siendo salvado por él, un beso lleno de amor entre ellos dos, el plan de la eternidad siendo realizado a la perfección, ambos viviendo el sueño de estar juntos de nuevo reescribiendo la historia. 

- Jiraiya... 

Murmuro Orochimaru adentro de aquella crisálida en aquel árbol donde los sueños más puros se hacían realidad, el tsukuyomi infinito parecía una mentira dulce y seductora para el sannin 

 

 

 

Notas finales:

Si les gusto espero su bello comentario, ya saben que pueden comentarme lo que quieran <3 

Con respecto a actualizaciones: 

Actualizaré todos los miércoles
Será así
Primer miércoles: MenChara
Segundo miércoles: JiraOro 

 

Tercer miércoles: Sarahah  Cuarto miércoles: Shizaya  

Soy la Caeli de los fics

 

 

 

 


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