# Capítulo 2 Por siempre tú. #
Han pasado ya diez años del nacimiento de Aladdin y la partida de Solomón. Muchas cosas han sucedido desde ese entonces. Para empezar Kouen escapó con el bebé liberándolo así de su destino. Después encontraron un pequeño pero cálido pueblo en el cuál pudieron vivir felices. Y todos absolutamente TODOS los días Kouen le hablaba de como era su padre y cada que discutían el decía "eres igual de terco que tu padre" y eso para Aladdin era el mejor halago que pudiera recibir.
-¡Ojisan, ojisan!
-¿Qué?
-¡Quiero manzanas!
-Puedo comprarte algo más que eso. ¿Sabes?
-Si, pero yo quiero manzanas.
Kouen sabía que Solomón era un adicto a esa fruta, pero jamás se imaginó que también su hijo heredaría esa manía por ellas. Algo muy divertido debía admitir.
-Bien, vayamos por más.
-¡Si!
-Pero antes vayamos a comer algo.
...
-Esto pica mucho ojisan. No me gusta.
-Pues claro, es mío. Así que no comas de esto.
-Ojisan consume mucho picante ¿no se siente mal?
-Cada cuerpo es diferente, el tuyo te pide manzanas y el mío me pide algo más fuerte.
-¿Entonces no quieres del mío?
-No gracias, tu come.
-¡Bien, buen provecho!
Kouen disfrutaba de ver sonreír a Aladdin y siempre pensaba que seguro a Solomón también le habría gustado verlo feliz. Sus pensamientos de una u otra forma siempre terminaban en él. Y por si fuera poco, de pronto comenzó a sonar una canción que le recordaba tanto su querido amigo.
Solamente una vez
ame en la vida.
Solamente una vez
y nada más.
Kouen soltó una risa escandalosa y de no haber sido así seguramente se habría puesto a llorar. Aquél niño que conoció hace ya algunos años ocupó su mente y su corazón desde ese día en que cruzaron caminos. Cada pensamiento, cada segundo, cada sonrisa y todo él, era para Solomón. Por eso ¿cómo amar a alguien más que no sea él?
-Ojisan.
Kouen le miró sorprendido al regresarlo repentinamente de sus pensamientos. Aladdin sonrió y fué entonces que reaccionó.
-Dime.
-¿Querías a papá?
-Si.
-¿Lo extrañas?
-¿A qué vienen tantas preguntas?
-Yo... conozco a papá por lo que ojisan me cuenta y... aunque muchas veces pareciera que esta molesto de contarlas, lo cierto es que es el momento del día, en que lo veo más feliz. El solo hablar de papá parece que lo pone de buen humor.
Todo lo que había dicho Aladdin era cierto, amaba hablar de él, porque así sentía que una parte de Solomón aún vivía. Y si, Kouen realmente lo extrañaba, todas las noches pensaba en él y el dolor se volvía más intenso. Todos esas imágenes mentales se repasaban una y otra vez, aferrándose a nunca olvidarlas y así aliviar un poco su corazón que al mismo tiempo torturaba al no tenerlo.
-Es verdad, lo extraño.
-Papá nos ve desde el cielo. Así que cuando guste hablar con él solo dirija el rostro a este y diga lo que siente.
-Si, tienes razón. ¿Ya terminaste de comer?
-¡Si!
-Entonces vámonos, hay que comprar tus manzanas.
《Solomón, se que me pediste que volviera a amar. Pero lo cierto es que en él corazón no se manda y aunque se que soy un egoísta, no deseo amar a alguien más que no seas tú. Así que enojate conmigo, ven y reclamame si quieres, aún así, no dejaré que nuestro amor muera, porque en mi corazón siempre estarás tú》
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