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Crónicas de un aprendiz de nigromante por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

Nuevo capítulo!!

 No se alarmen por lo dramatico del titulo :P

Tengo el tiempo suficiente para crear una ilusión sobre mí y   sobre Hanley corriendo por el patio de la casa.  No entiendo nada lo que está pasando ahora mismo.


— Hanley, regresa ¿Qué demonios estás haciendo?


— Shh.


— Han— se detiene junto a la puerta, buscando y tocando por la pared. Creo que murmura algunas cosas pero no entiendo hasta acá. Salto la cerca y me acerco, mirando alrededor por si alguien viene— ¿Qué haces?


— tengo que encontrar donde dejar esto y que no lo quiten— no me mira, sigue tocando todo.


— ¿Por qué dices que es tu familia?


— porque lo son, o algo así.  Nunca le guste a la familia de mi mamá, eso lo recuerdo bien. Siempre decían cosas desagradables así que ahora les regreso el favor… si tan solo pudiera encontrar ¡Ah! allí— se pone de puntas y da unos saltitos para alcanzar el borde de una ventanilla— aunque creo que tampoco les gustaba papá, casi no los veía pero podía escucharlo. Sé que querían que mamá dejara a papá, no estuvieron de acuerdo con que yo naciera y cuando nací…— imagino que paso. Historias como esas son comunes entre los magos, por eso el parlamento busca a los niños antes de que tengan que pasar por todo eso. Le quito el papel a Han, estirándome casi sobre él, soy más alto y llego al punto que Hanley intenta tocar.


— aquí no se verá.


— excelente.


— ¿podemos irnos ahora? me pone nervioso que vayan a vernos aquí— Hanley se ríe, pero me toma de la mano y nos hace salir del patio— no sabía que aún había familia tuya viva.


— investigue un poco, realmente no me importa lo que pase con ellos porque nunca fueron una familia para mí, no como Hadrien.


— las familias no siempre son lo que queremos. Solo mira a la mía, me mataran si tienen la oportunidad de hacerlo solo porque no estoy de acuerdo con ellos.


— Si lo dices así no sé qué es peor— quito las ilusiones de nosotros y caminamos aun tomados de la mano— no quiero regresar todavía.  


— e-entonces quedémonos por aquí. También estoy cansado y tengo hambre. No estaría mal dormir  y comer, no en ese orden— busco en la mochila de Hanley si tiene algo de dinero, aunque él casi nunca trae dinero. Sorprendentemente encuentro un sobre con algunos billetes y monedas— ¿dinero? ¿En serio? siempre tomas las cosas sin pagarlas.


— no podía subir al autobús sin dinero, y  estaba solo, con ese dinero cubría cualquier emergencia.


— como comprar comics si ves una tienda.


— Tú si me entiendes— llegamos de nuevo a la zona ruidosa, donde los autos y la gente parecen multiplicarse. Tengo que sujetar a Hanley con más fuerza para no separarnos porque no es la primera vez que se pierde cuando atravesamos multitudes y luego tengo que regresar a  buscarlo.  Han me da un codazo de pronto, y me señala un edificio en la calle de enfrente. Creo que es un hotel.  Hay tantos autos por la calle que no hay forma de cruzar hasta un puente un poco más lejos de donde estamos.


— ¿Para qué aprendemos magia si vamos a hacer cosas de humanos?— pregunto cuándo subimos por la empinada escalera del puente peatonal.


— Para divertirse— resoplo, intentando respirar normalmente— entender a los humanos hace que podamos ocultarnos más rápido y con más eficacia— me mira, serio de pronto— ¿Hadrien no te lo ha dicho todavía? No, no lo ha hecho. La razón por la que el parlamento no nos encontraba, es por esto. Vivimos entre los humanos, como humanos la mayor parte del tiempo. Yo más que él— Ah, que interesante y sencillo. El parlamento no buscaría ni armaría tanto escándalo en una ciudad grande y son pocos los magos que prefieren una ciudad a un pueblo perdido en la nada y de difícil acceso para los humanos.


— Demonios, siempre olvido lo bien que Hadrien te enseño.


— ¿Verdad? yo pensé que no sabía mucho hasta que estuviste aquí— ignoro la burla que hace porque justo llegamos al hotel. Dejo que Hanley se encargue de conseguir la habitación, mientras me aseguro de que no hay nada extraño o peligroso para nosotros cerca— ya está.


— parece que no hay ningún mago cerca.


— No lo hay, pero no creo que él creyera que somos amigos— se ríe, y por suerte no señala al empleado del mostrador— estamos en el segundo piso, el restaurant está pasando la recepción, allá al fondo.


— quiero descansar un poco antes de comer— la primera vez que Hanley y yo entramos a un hotel en estas salidas fue vergonzoso, el único que encontramos disponible no era un buen hotel y era obvio el uso que le daban las personas que iban allí, como Hanley no entendía a los empleados yo tuve que pedir la habitación y soportar las miradas indiscretas y los comentarios de esos mismos empleados.  No ayudo mucho que Han me preguntara por mi cara roja y mi tartamudeo cuando regrese con él— ¿la comida es buena al menos?


— ¿Cómo voy  a saberlo? Nunca he entrado aquí.


— ¿de qué de sirve preguntarle a los fantasmas?— comenzamos a darnos codazos y empujones, lo que de seguro no ayudara a mejorar la idea que tiene el empleado de nosotros. La habitación es demasiado sencilla y diferente a lo que esperaba de ver la entrada. Los huesos de mi espalda truenan cundo me acuesto en la cama, y aunque es un poco incomoda debo quedarme dormitando un buen rato, porque vuelvo a sentarme cuando escucho un ruido. Hanley se las ha arreglado para tirar uno de los muebles pequeños. Bostezo, mirando sus intentos por volverlo a colocar en su lugar.  


— Lo siento.


— no importa, ¿Dormí mucho?


— No tanto— su cabello está más oscuro y el cuarto huele a jabón— estaba por despertarte, creo que es momento para bajar a cenar— por respuesta me levanto.   


— No me he disculpado por seguirte, me dijiste que vendrías solo y aun así… lo siento— quisiera decir que no lo volveré a hacer, pero…


—  Está bien, pensé que venir solo estaría bien para mí, pero comenzaba a extrañarte— aun siento la cara roja cuando llegamos al restaurant del hotel, un espacio pequeño y con olor a pan horneado y cigarrillos.  La comida no esta tan mal como parece, aunque tardan un poco en traernos lo que pedimos. Comemos como si no hubiéramos comido en días.


— ¿Dónde estamos? ¿Hay algo interesante por aquí?


—  No lo sé— aunque sigo agotado y pensar en caminar más solo me hace querer devolverme a la cama. Han también se ve algo adormilado— hubiera traído a Morrigan… pero no estaba seguro de como resultarían las cosas, aun cuando hable con los espíritus.


— muchos lugares no aceptan mascotas, Han. Además siempre  la dejas porque quieres entrar a las tiendas— Han bosteza, se reclina en la silla y suspira— ¿volvemos a la habitación? debe haber algo interesante en la televisión.


— Lo dudo— Siempre que usamos un hotel, Hanley insiste en pedir una habitación con dos camas aunque no las usamos todo el tiempo porque aunque cuando recién llegamos usamos las dos, en algún momento de la noche Hanley termina saltando a la cama que yo uso. Le dejo buscando entre los canales de la televisión. En el baño me doy cuenta de que no traigo ninguna de mis cosas porque salí tan rápido que no tome nada además esperaba regresar pronto a casa.  Es un buen momento para aprender algún hechizo que limpie la ropa.


Salgo otra vez,  Hanley está viendo un concurso de belleza lo cual me extraña porque le he escuchado reírse. 


— ¿Qué es tan gracioso?


— Se ha caído. Y a esa otra se le soltó el vestido— no había nada mejor que ver al parecer. El programa me aburre, porque no le entiendo y porque no hablan demasiado ¿Por qué dura tanto? que le den las flores y ya.


— me aburro—  tanto drama para nada. Hanley ríe otra vez, el sonido de la televisión desaparece, aunque la pantalla sigue encendida.


— ¿Quieres hacer algo más divertido?— umm, antes me hubiera avergonzado mucho al escucharle decir eso, pero con Han las cosas nunca son lo que parecen. No me sorprendería que sacara un juego de cartas  o un videojuego portátil que haya conseguido porque últimamente está obsesionado por tener uno— ven, acércate.


— Bien, bien—  me levanto con pereza y arrastro los pies para llegar a la otra cama— ¿Qué juego tienes pensado?— no siento el golpe de sus piernas en la parte trasera de mis rodilla y que hace que me vaya de boca hacia la cama, hacia él. Con la sensación helada de la caída no entiendo porque Hanley sonríe, ni en la posición en la que quedamos con mi caída.


— ¿Quién ha hablado de juegos?— ya me que quedado dormido, o me golpeé muy seriamente la cabeza— Ione, deja de poner esa cara.


— ¿Esto es real?— Otra risa, más fuerte.


— Si no quieres puedo buscar algo más en la televisión—  ¿Por qué no puedo pensar rápido ahora mismo?— encontré una  forma de… umm ¿ocultarnos? O algo así— sus manos comienzan a jugar con mi cabello. 


— ¿Cómo?


— con los fantasmas, y las sombras ¿realmente quieres preguntar eso? ah, me gusta como se ve tu cabello largo.


— ¿de verdad podemos hacerlo? ¿Nadie vendrá a intentar matarme?—  por nadie me refiero solo a Hadrien. Hanley solo niega con la cabeza. No ocupo pensarlo mucho después de eso, le beso, una de las  pocas veces que yo lo hago primero. Nos movemos un poco, buscando una posición más cómoda en la cama, siento  una de sus piernas doblada junto a la mía. Sus manos aun en mi cabello, mi mano encuentra el borde de su camisa, esa que invita al lado oscuro, y dudo solo un poco antes de atreverme a meter la mano a la camisa, subiéndola sin querer.  Algo parecido a una sacudida que apenas noto hace que deje de besarle, porque fue algo extraño. Han me mira, no parece preocupado. Nos volvemos a besar, meto mi otra mano bajo su camisa. Otra sacudida más fuerte, y otra, luego un grito de mujer muy agudo y una alarma estridente. La cama no ha dejado de sacudirse— Oh, esto tiene que ser una maldita broma…— murmuro. Las carcajadas de Han no ahogan el grito de “terremoto” de alguien.


— Vamos, o esto se caerá— todos corren con pánico por los pasillos, y al parecer somos los únicos que tenemos algo de calma. Seria sencillo usar magia y protegernos, pero no podríamos explicar a los demás lo que hicimos y seria problemático quedar entre los escombros de un edificio. Podríamos solo desaparecer de aquí y si no lo hago es porque Hanley no me ha dicho que quiere volver. 


— salir contigo va a matarme. Quererte va a acabar conmigo, Hanley. 


— ¿Estás siendo romántico o es la confirmación de un hecho?— le doy un codazo. Estamos afuera del edificio, esperando a que el caos termine.  Nos sentamos en la calle, en el espacio entre los dos carriles de la carretera. No es la primera vez que intentamos pasarnos de listos con eso, pero el resultado siempre es el mismo: Una desgracia a punto de estallar de la que apenas podemos escapar.


— en serio, deberíamos hacer algo con eso ¿recuerdas el incendio? ¿Y el embargo de la policía porque era un lugar de tráfico de armas?


— ah, sí, ese fue divertido.


— Ese no es el punto— suspiro. Cosas como esas pasan ahora, la mala suerte de Han se vuelve menos efectiva, o ya no siento tanto sus efectos como antes… a menos se trate de este tipo cosas. Prefería los golpes y pequeños accidentes de antes— no importa, ¿tienes frio?


— no, ¿deberíamos volver ya? Quedarnos aquí será algo eh…— mira alrededor, donde aún hay personas en pánico, llorando, ambulancias y patrullas por las calles. Si, será complicado dormir en esta ciudad.


— tienes razón.


— iré por mis cosas.


— Han, espera, vayamos los dos…— quitarle los ojos de encima en una situación como esta es una pésima idea… pero Hanley ya ha corrido entre las personas directo a la entrada del hotel. Me aguanto las ganas de correr tras él,  pero si voy, posiblemente el edificio se caiga, alguna pared se desmorone sobre mí o algún mueble decida caer cuando pase. Me vuelvo a sentar en la calle. Yo pensaba que Hadrien era sobreprotector con Han, pero la realidad es que Hanley es un peligro andante para sí mismo y cualquiera que pase un tiempo con él.


¿Cuántas cosas tiene Han allá? Solo era una mochila… no debí dejarlo  ir solo, ha pasado mucho tiempo ¿no pudo perderse?  Quiero ir, ¿y si el edificio estaba muy dañado? No, Han puede librarse de cualquier problema con el edificio.  Él tendría que haber regresado ya ¿y si vio algún gato y fue corriendo tras él? no sería la primera vez que lo hace. El problema es que si yo me muevo, Han regresara y nos perderemos mas. No puedo esperar: Invoco las mariposas para encontrar a Han otra vez. Por favor, vuela hacia dentro, hacia dentro…


La mariposa se dirige a la calle, a un lado del edificio. Suspiro, y me apresuro a seguirla. No hay muchas personas en las calles pequeñas, después de ese terremoto todos están en lugares seguros ¿Dónde se metió Han? 


La respuesta me llega unos segundos más tarde, con la leve sensación de la magia en el ambiente y he vivido lo suficiente con nigromantes para saber que Hanley está intentando invocar zombis. Corro hasta que las piernas me duelen… choco con algo antes de dar vuelta, la fuerza me hace caer hacia atrás con eso encima de mí.


— ¡Ione!


— estas sangrando ¿Siempre tienes que sangrar?


— el parlamento…— Nos interrumpe la llegada de alguien más, un mago que no reconozco. Tiro a Han a un lado y uso la primera maldición que recuerdo.


— ¿Puedes pararte?— puedo escuchar a más personas viniendo— tenemos que irnos— Hanley se levanta.   


— No podemos irnos todavía, mis cosas…— le tomo de la mano y nos hago caminar de regreso a la calle llena de personas  esperando poder entrar a los edificios— perdí mis cosas cuando escapaba, debería regresar.


— ¿Por qué no solo fuiste por tus cosas?


— curiosidad, escucha Ione… ¿Estas molesto?—refunfuño nada en realidad, pasando a empujones entre las personas hasta una ambulancia. Sería fácil curarlo con magia, pero si uso magia nos van a descubrir. Le doy un jalón a Hanley para que se adelante y puedan verle. Una chica le hace sentarse en el borde y comienza a hacerle algunas preguntas y a ver las heridas que tiene— Ione, está bien si estas enojado conmigo, pero escúchame ¡Auch! Ione, tu…


— ¿Puedes esperar al menos a que te revisen?


 — no. Tú hermana esta aquí— el enojo que sentía desaparece con la rapidez que llego. Ha pasado mucho desde que me despedí de Violet y no la he vuelto a ver desde entonces. Han salta de la ambulancia, le dieron una frazada, y llega a mi lado— estaba allá.       


— ¿Y?


— ¿Umm?


— ¿Qué quieres que haga? Aunque sea mi hermana ella es parte del parlamento y no dudara en llevarnos allá si tiene la oportunidad. No pienso ir a saludarla y darle la oportunidad.


— pero es tu familia, y…


— ¿Y me lo dice quien acaba de dejar una maldición en la casa de sus familiares? Vayamos a recuperar tus cosas y larguémonos de aquí— realmente no quiero estar enojado con Hanley, pero estoy nervioso con todo esto. Nos alejamos de la ambulancia, pero no de las personas— ¿Sabes donde perdiste las cosas?


— lo siento— suspiro, y me froto la cara con la mano.


— Ya, no importa ¿recuerdas donde dejaste las cosas? ¿Las sacaste del edificio?— ah, por favor, que sigan en la habitación, que sigan allí.


— No, salí por la parte trasera— bueno,  no esperaba otra cosa. Entro al hotel, pero no subo las escaleras, solo me voy de largo buscando la puerta de atrás y llevando a Hanley de la mano— está por allá. Afuera camine hasta el otro lado, y di vuelta por la calle— sigo las instrucciones que me da, aunque más despacio y vigilando que no nos sigan.  Apenas llegamos a la calle, nos topamos con un mago. No lo pienso dos veces cuando uso otra maldición y luego nos hago invisibles, pequeño detalle que olvide por estar molesto y que hace que me moleste más porque de no estar enojado no lo hubiera olvidado.


— arg, odio pensar de mas.


— Lo siento… cruce la calle por allí—  hay otros dos magos en la calle, dos chicas que recuerdo haber visto en el  parlamento antes. Las maldiciones que estoy usando no son mortales… si se atienden a tiempo, claro: Una descompensación de las funciones del cuerpo, dolores y falla en los sentidos— la arroje por aquí, cerca de estos basureros. 


— no veo nada que sea tuyo.


— ah, allí.


— ¡Han, espera!— se suelta de mí y corre hacia la mochila, no alcanzo a extender la ilusión y es muy tarde cuando los dedos de Han solo atraviesan la mochila— ilusión— siento que estamos siendo rodeados, Han también lo siente, lo veo ponerse alerta— Ah, no puede ser, Hadrien va a matarme, estoy muerto, en serio.


— hey, esto no es tu culpa—  resoplo, y empujo a tiempo a Han antes de que le dé un hechizo— gracias.


— Sigo molesto, ponte detrás de mí— como no parece tener intenciones de hacerlo, yo me pongo frente a él. Envió maldiciones a todos lados, sin ver si acierto no— ¡Hanley! necesito fuego de cobertura.


— Si— la calle se ilumina con una llamarada de luz naranja, demasiado intensa.


— Fuego metafórico, Hanley, no literal.


— Lo siento, no me gusta que me grites.


— ¡No es momento para ponerse sensibles!— detrás de mí comienzan a salir más rayos de luz, que a juzgar por los gritos, aciertan más que los míos. Con las manos libres, comienzo a conjurar. El viento forma un círculo a mí alrededor, barriendo la basura, luego toma un color azul verdoso y extiendo las manos, enviándolo lejos de mí en forma de niebla.


— Luces sexy cuando te molestas.


— No es… Necesito concentrarme— siento las orejas rojas.


— ¿Qué es? luce muy incesante.


— una distracción. Si respiran eso tendrán alucinaciones o perderán la conciencia, podremos escapar— dejo de sentir la magia de otros, ya no estamos rodados, o eso creo— ¿Dónde demonios esta tu mochila? Sabes, olvídalo, salgamos de aquí antes de que las cosas se pongan feas…— vuelvo a correr por la calle. No quiero pensar mucho, si pienso mucho sabré que la única que puede hacer la ilusión con la mochila es Violet, y entre tantos hechizos podría estar herida a pesar de que dije que nunca  lucharía contra ella.


— pero…


— olvídate de la mochila, Hadrien y Kiran sabrán que hacer— puedo ver la calle con las personas, cada vez menos. Una silueta cae del techo, bloqueándonos el paso. Resbalo en la calle, Hanley tropieza y pega en mi espalda. Quien cayó del techo tiene la misma altura que Han, es delgado y tiene una mochila en la mano. Las luces de un auto me dejan ver un cabello con destellos azules.


— ¿Buscan esto?— Ni Hanley ni yo decimos algo. La mochila se balancea en su mano, en la otra entre sus dedos brillan destellos azules. No, no pienso pelear con ella. Han me da un apretón en la mano, él tampoco hará nada para luchar. Mi distracción no durara mucho, si no salimos de aquí volveremos a estar atrapados ¿por dónde podemos salir? Si uso las ilusiones otra vez quizá podamos pasar… o algo así.  Pienso en las personas que están allá en la calle, en lo poco probable que será que hagan algo extraño con personas aquí— ya, no puedo con esto— arroja la mochila entre nosotros. 


— ¿es una ilusión?


— No— susurro.


— No puedo seguir,  no puedo…— Han duda unos momentos antes  de adelantarse a recoger la mochila. Otro ruido tras nosotros me hace voltear— sé por dónde irnos, si quieren irse síganme— se da la vuelta a la calle. Hanley me dice si moviendo la cabeza. Caminamos por la calle, evitando autos y personas. No parece que la ciudad vaya a dormir esta noche. Violet no se aleja de la calle, entramos a una plaza dentro de un centro comercial, no hay nadie y las tiendas están cerradas.


— Voy a… revisar mis cosas— Han se sienta en una banca, lo que me deja casi a solas con Violet. Ella está más delgada, y parece muy cansada. Me acerco más a ella.


—  Violet…


— Me dejaste— dice, usando nuestro propio idioma— me has dejado atrás.


— yo…


— te fuiste. Y ahora tu… tu…— se pone a llorar, y mi primer impulso es abrazarla— ¡Quiero golpearte!— me da varios puñetazos en los brazos— ¿Cómo pudiste hacer eso? grandísimo idiota.


— Yo también estoy feliz de verte.


— ¿sabes que ahora también te están buscando a ti?  No como a Kiran.


— yo elegí esto, hermana. Elegí irme y seguir esto, estoy bien, nadie me ha obligado a nada— le sonrió. Ella deja de llorar, aunque me mira molesta todavía. Se limpia la cara con fuerza y se aleja un poco.


— lo sé, siempre fuiste el más tonto de los dos. 


— ¿Qué puedo decir? soy bueno siendo malo… ¿Cómo están en casa?


— sorprendidos, molestos. No quieren hacer mucho escándalo de esto, creímos… creí que si te encontraba podría convencerte de regresar— niego con la cabeza— ya me he dado cuenta de que no será así. Realmente luciste genial cuando luchabas allá.


— tengo que lucir genial ahora que soy de los malos ¿Alguna vez viste a un  villano lucir mal?— ella se ríe, me hace reír a mí. 


— ah, tenemos que irnos ahora— Hanley no nos mira,  mantiene su mirada hacia el otro lado, y habla como si no se dirigiera a nosotros.


— Ya lo escuchaste… Escucha Violet...


— No me importa que te guste mucho, se ha robado a mi hermano y no me agradara tan rápido.  Y si te hace algo, se las verá conmigo.


— eh, bien…


— ¿podré verte otra vez? yo… no puedo pelear contigo de esa forma, creí que sí, pero…


— solo piénsalo, piensa cuando y donde quieres verme como si realmente hablaras conmigo. Han lo sabrá— le da una mirada desconfiada, pero asiente con la cabeza—  La muerte solo pone fin a una vida, no a una relación. Nos vemos luego.


— Ione— alcanzo a Han y solo le puedo decirle adiós a mi hermana antes de irnos. Me siento mucho mejor cuando llegamos a casa, y ni siquiera recuerdo todo lo que ha pasado, no hasta que entramos y vemos a Hadrien de pie en la sala, con los brazos cruzados. Sigo con la mente en blanco, pensando solo ¿en dónde está Kiran cuando se le necesita? cuando Han me suelta.


—  Todo fue culpa de Ione— dice antes de escaparse por el pasillo hacia las escaleras.


— eso no… yo no… él…— balbuceo. Veo a Han sonreír y sacarme la lengua antes de subir las escaleras. 

Notas finales:

Despues de un largo tiempo con estos queridos personajes mios, es tiempo de dejarles ir... si, este es el penultimo capítulo de la historia de Han, y el penultimo de toda la saga que inicio con Hadrien. 


Nos leemos la proxima semana para el final.


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