Estaba nervioso, no recordaba haber estado tan nervioso en toda su vida, ni siquiera cuando lucho contra Voldemord había temblado tanto.
"No sé si pueda hacerlo".- Un pensamiento oscuro asalto su cabeza.
-¡Vamos Harry, puedes hacerlo!.- Murmura en voz baja dándose ánimo para poder seguir con su cometido ignorando aquellos pensamientos que solo lo hacían querer desistir.
Sin darse cuenta ya se encontraba a unos pasos frente a la puerta del despacho de la oficina de la persona a la que esa noche le confesaría sus sentimientos…
Su odiado profesor de pociones…
Severus Snape.
Todo parecía ser tan ilógico, ridículo y hasta cierto grado divertido para cualquiera que supiese las intenciones del griffyndor en ese momento pero nadie sabia lo que el león sentía cada vez que miraba esos pozos negros tan profundo con él mismo.
Si le preguntaban cuando empezo a sentir ese enamoramiento por el mayor no sabría que contestar ya que era un sentimiento que parecía tan reciente como a la vez antiguo, era como si siempre lo hubiese sentido pero no lo aceptaba y lo disfrazaba con el odio que creía sentir pero que al final nunca fue cierto, en el fondo sabia que la razón de aquello mucho tenia que ver con "El príncipe mestizo" ese libro que perteneció a un hombre sin rostro quien logró con cada palabra llenarlo de intriga y curiosidad... curiosidad que poco después se convirtio en algo mas profundo, mas sincero que lo aterrada y emocionaba por igual ¿Cómo era eso posible? Nunca imagino que la persona que lo hacia sentir tanto por medio de palabras suaves e inteligentes fuera el mismo hombre que se encargó de hacer una pesadilla todos sus años de estudio, sí, el hombre que por medio de un antiguo libro que encontró cuando cruzaba el quinto año era la misma persona que lo atormenta por años, su profesor de pociones; Severus Tobías Snape…
Por supuesto al principio un shock total e incluso las ganas de llorar se presentaron al instante pero no estaba decepcionado y eso lo asusto. ¿Entonces por qué esas ganas tan inmensas de echarse a llorar? ¿En que momento comenzó a fijarse en un hombre que podría ser su padre?
Y lo supo, supo la razón de que sus lágrimas bajaran por su rostro y los sollozos no demoran en llegar, lo supo en el momento en que un pensamiento que siempre estuvo allí se presentará con más fuerza, su príncipe mestizo, su adorado príncipe lo odiaba, nunca se enamoraría de él porque estaba enamorado de madre aún después de muerta él seguiría amándola.
Decir que las siguientes semanas después de su descubrimiento logró sentirse mejor sería mentir, no podía dejar de pensar que su vida siempre estuvo rodeada de desgracias e infortunios. El ser enviado a vivir con su tía que odiaba la magia la cual le dio ubicado trato parecido al de un elfo doméstico, descubrí a lo once años que sus padres no habían muerto en un accidente de auto como su tía le hizo creer, el conocer que tendría que enfrentarse a un mago oscuro por una profecía y tiempo después convertirse en el Salvador del mundo mágico siendo amado por su logró más no por lo que era no fue algo que hubiese deseado para su vida, no, él nunca deseo todo eso para él, quería ser normal, quería tener amigos que lo quisieran por como era no por el prestigio que ser el amigo de El-niño-que-vivió le brindaba, pero nuevamente se equívoco, nunca fue normal y jamás lo sería, nadie lo amaría por ser solo Harry, nisiquiera Severus, para él siempre sería Potter y tenía que conformarse con ser el hijo de la mujer que amo y del hombre que más desprecio seguido de su padrino. Definitivamente su vida nunca iba a ser mejor y por primera vez en su vida deseaba no ser hijo de sus padres.
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