Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Baila para mí por Sh1m1

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Harry estaba nervioso, sus manos sudorosas se frotaban contra la tela dura de su pantalón.

 

Hacía muchísimo tiempo que no pisaba ese lugar. La luz era muy tenue, la música envolvente y él estaba expectante.

 

En su mano una de esas bebidas tan dulces que hacía tanto tiempo no probaba. ¿Por qué diablos había tenido que elegir algo así?

 

 

Hacía meses que Draco había dejado de bailar en ese lugar, y Harry se había alegrado muchísimo aunque nunca le había dicho nada a al rubio.

 

Por eso, que este le hubiera dicho que esa noche tenía que hacer un baile especial le había puesto de un humor horrible.

 

Y el lugar repleto de tipos y corazones rojos por todos lados, más.

 

Era San Valentín y los podiums estaban llenos de sensuales ángeles de alas rojas y mínimos calzoncillos plateados.

 

Pero Harry solo había acompañado a Draco, como hacía siempre en el pesado. No quería levantar la vista, no quería volverlo a ver rodeado de tipos salidos que querían manosearle, porque él mismo había sido uno de ellos.

 

Se quedó en la barra con su bebida horriblemente dulce y deseando que la noche acabara cuanto antes.

 

Pero como si Draco tuviera una campanita que marcara el momento en el que aparecía en escena, Harry le miró sin poder evitarlo cuando se subió a uno de los podiums.

 

Le costó tragar, no es que Harry no lo hubiera visto ya desnudo, que lo hubiera besado, acariciado, que el sexo con él no fuera una delicia cada una de las veces que estaban juntos.

 

No es que no estuviera acostumbrado a su sexy novio. Es que allí subido, con sus alas, su máscara de purpurina, el mini calzoncillo plateado marcando todo aquello que él tan bien conocía, se quedó sin aliento.

 

Estaba condenadamente irresistible, y ya fueron varios tipos los que pensaron lo mismo que Harry y que además podían tocarlo.

 

 

Por instinto, Harry se llevó la mano a la varita para atacarlos, pero un guardia de seguridad los empujó y dejó claro que allí solo se iba a mirar.

 

Y por mucho que le gustara mirar a Draco, una parte de él se sentía miserable.

 

Había pensado que esa etapa la habían pasado ya.

 

La música era machacona, el alcohol un horror, pero aunque no quisiera mirar, Draco le atrapaba. ¿No había sido siempre así?

 

 

Y Harry acabó la copa de un solo trago, mejor le esperaba fuera.

 

Pero en ese momento Draco le miró, siempre le miraba, como si solo bailara para él. Harry le sonrió un poco más triste de lo que quería mostrar, y le señaló la puerta, le esperaría fuera.

 

Entonces, Draco le llamó con la mano para que fuera hacia él; Harry titubeó, si malo era estar allí peor sería estar tan cerca.

 

Pero obedeció, decirle no a Draco era muy, muy complicado.

 

Quizás, él tampoco se sentía bien allí ya.

 

 

Se hizo hueco entre la gente, quizás diera algún codazo más fuerte de la cuenta, pero se colocó en primera fila.

 

Tan cerca, Draco seguía bailando, sensual, cautivador, su propio ángel, y no paró de mirarle. 

 

Draco se dejó caer cuclillas, abriendo las piernas en extremo para deleite de todos, pero en especial para el de, Harry que lo miraba embobado.

 

Los movimientos de sus caderas eran completamente eróticos, podía ver como la pequeña tela plateada se apretaba a la perfección a la entrepierna de Draco.

 

La conocía, sabía su forma, su tamaño, su sabor e incluso su olor, sabía lo sensible que era en la punta. Como gemía cuando Harry lamía suavemente, cuando jugaba con él y Draco se retorcía de placer.

 

Draco se acarició por encima de la tela, marcando aún más la silueta de su pene.

 

Harry oyó una serie de groserías que se llevaron varios pisotones, un codazo y una pequeña maldición verbal que le haría a alguno de los presentes tener que ir a visitar a su médico muggle por una buena solución para las hemorroides.

 

 

Draco solo bailaba para él, aunque estuvieran rodeados de gente, aunque todos pudieran ver los completamente eróticos movimientos del rubio.

 

 

Un baile privado rodeado de una multitud febril, pero Harry se olvidó de ellos, y solo disfrutaba del espectáculo que le estaba ofreciendo Draco.

 

Había visto todos los shows del local desde que lo descubrió, y este era distinto, muy distinto.

 

Draco lo estaba convirtiendo en otra cosa, las manos por su cuerpo eran demasiado provocadoras e hipnóticas, su boca abierta, su clara semi erección, y el movimiento de su pelvis casi rozando a Harry.

 

 

Cuando Harry impulsó medio cuerpo sobre el podium Draco se inclinó a besarle, y en ningún momento fue frenado por alguno de seguridad. 

 

 

En ese momento se dio cuenta, Draco realmente solo estaba bailando para él, entre ellos dos y los demás había una viscosa capa protectora.

 

Estaban allí, y a la vez, no estaban.

 

Draco le guiñó un ojo, sin dejar de contonearse. Más adelante le preguntaría cómo lo había hecho, en ese momento iba a disfrutar completamente del espectáculo, solo para sus ojos, y eso marcaba la diferencia.

 

Porque lo que ocurrió a partir de ese momento le hubiera hecho tener que cegar a una veintena de muggles, y eso el Ministerio por mucho que los hubiera salvado, no iba a gustar nada.

 

Draco sabía cómo convertir un espectáculo sexual, en algo elegante, a pesar de todo.

 

En todas sus noches de baile, Harry nunca había visto excitado a Draco, más bien eran los demás quienes acababan completamente babeantes por él. Pero esa noche, sumado al baile tenía a Draco completamente excitado, jugando con su cuerpo y ofreciéndole las vistas como lo que supo era un regalo de San Valentín "made in" Slythering.

 

 

 

 

 

 

 

o0o

 

 

 

Draco se dejó acariciar por el único cliente del local que tenía ese privilegio, y las manos de Harry quemaban en su cuerpo.

 

Draco estaba dando rienda suelta a la fantasía sexual que había ido creciendo todos esos meses en los que el moreno iba a verlo.

 

Quería que le tocara, quería ofrecerle ese show en exclusividad, y cuando uno de los dedos de Harry se coló en su interior acariciando su más que dispuesta entrada, supo que el espectáculo tenía que cambiar de plano, a poder ser horizontal.

 

Harry lo entendió a la perfección, porque los desapareció a ambos a la habitación de la casa de Draco.

 

La ilusión protectora que había creado al rededor de ellos se derritió y dejó estupefacto a los que creían que el mejor ángel de la noche seguía allí subido.

 

Este estaba siendo besado brutalmente contra su cama por Harry, que había sido lo suficientemente precavido para insonorizar la habitación.

 

Lisa estaría en el salón y Scorpius durmiendo.

 

Pero ahora solo le importaba Harry, que le tiraba del trocito de tela que ya no podía esconder más su excitación.

 

 

―Me has torturado por toda la noche―le acusó el moreno, pero en su voz no había reproche sino una fuerte lujuria.

 

―El regalo lo merecía, ¿no?―dijo bajo su cuerpo, y quería que tomara por completo lo que Draco se moría por entregar.

 

Los dedos de Harry volvieron a su interior. Y Draco gimió complacido.

 

Su rostro seguía repleto de purpurina y las alas rojas, pegadas a su espada. Harry no le iba a dejar quitárselas.

 

―Ya estoy listo―gimió, llevaba listo desde que comenzó a bailar, y Harry lo sabía, pero le gustaba torturarle.

 

Ni siquiera le había dejado quitarse la pequeña prenda que le tenía completamente apretado, y aún así solo lo volvía más excitante.

 

El sonido del cierre del pantalón de Harry abriéndose casi le hace correrse de anticipación. Apartando solo lo justo la tela, Harry le penetró, y se sintió bien, muy bien.

 

La tela apretaba pero también era suave sobre su erección, Harry le frotaba a conciencia, le besaba robándole los gemidos uno a uno, y Draco pensó que esa pantomima de fiesta muggle, San  Valentín, no estaba tan mal.

 

 

 

Draco se corrió en su mini calzoncillo y Harry en su interior.

 

 

 

―Gracias.―le besó Harry de un modo mucho más dulce―Me ha gustado mucho mi regalo.

 

 

Draco sonrió complacido, al principio el rostro torturado de Harry le había dado lástima, sabía lo mal que lo pasaba viéndolo bailar para otros, aunque nunca le había dicho nada. 

 

A pesar de eso, él sabía que al final ambos lo iban a disfrutar.

 

 

Draco agarró su varita para hacer desaparecer el estropicio que habían hecho; la cama y ellos mismos estaban llenos de plumas rojas y purpurina. 

 

 

―Espera, espera.―Le agarró de la muñeca Harry―Aún no ha acabado la noche y quiero seguir disfrutando de mi regalo.

 

Draco se relamió complacido, y en vez de hacer desaparecer toda su indumentaria la reacomodó dejándolo tal y como había salido al escenario.

 

 

―Baila para mí―pidió Harry de nuevo con la voz tomada.

 

 

Y Draco se colocó sobre él comenzando con una que más sugerente danza privada.

 

 

―Solo para ti.

 

 

 

 

Notas finales:

Un poquito antes de la fecha, para que nadie se quede sin su regalo este viernes.

 

Espero que os haya gustado el baile privado de Draco. 

 

¡Qué tengáis un día del amor maravilloso! 

 

Y recordad, no lo primero de todo es el amor a uno mismo.

 

Aquí os dejo el mío en forma de fic ??

 

Shimi.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).