Capítulo 12.- La amarga verdad
Seiya entraba a la estación de policía y lucía por demás angustiado, preguntó en información por Julián Solo y le dijeron que estaba en una de las salas de interrogaciones y que no podía pasar, así que preguntó por el detective Gagliardo, le informaron que era el detective a cargo que estaba conduciendo la investigación y que tampoco podía atenderlo, y en eso estaba el castaño cuando un hombre alto de cabellos negros lo miró y al reconocerlo caminó hasta él y le toco suavemente el brazo para llamar su atención
- Gracias a todos los dioses es usted, ¿sabe algo de Julián? – preguntó el joven castaño y el pelinegro lo miró con pena
- Si… está en la sala de interrogaciones
- Eso me dijeron, ¿tardará mucho?, ¿cree que pueda hablar con él?, me pidió que localice a su padre pero no lo logro, no me contesta ninguno de los números de teléfono que Julián tenía apuntados en su agenda y no sé qué hacer – se notaba la desesperación en el muchacho así que el detective le dijo:
- Ven… yo creo que es mejor que veas esto, a veces el que a uno le cuenten las cosas no es suficiente, uno debe verlo para creerlo, el padre de Julián ya está aquí también
- ¿En serio?, que alivio, me estaba volviendo loco – el muchacho caminó junto al detective que lo miró y decidió comprarle un café en una de las máquinas del pasillo, de acuerdo a lo que Shun mismo les había dicho, Seiya no tenía la culpa de nada, era tan víctima como él en esta situación, y lo que le tocaría enfrentar ahora era bastante denso
El detective Shura compró dos vasos de café en la máquina del pasillo y luego condujo a Seiya a la sala de interrogatorios, pero a la parte tras el espejo por lo que Seiya podía ver claramente a Julián hablando con el detective Gagliardo y se sorprendió al ver lo nervioso que Julián se mostraba, la vehemencia con la que hablaba, y la manera en la que gesticulaba. Se sorprendió de ver al padre de Julián de pie tras el cristal y la expresión de dolor en sus ojos al ver a su hijo con ese overol naranja, y un pensamiento se le cruzó a Seiya por la cabeza, si el padre de Julián ya estaba ahí, ¿por qué Julián no tenía un abogado presente en el interrogatorio?
Seiya escuchó como las preguntas del detective acorralaban a Julián poco a poco, vio como la desesperación le fue ganando, y vio como al final admitió haber violado a Shun, en ese momento se rompió su corazón y una lágrima bajó por su mejilla, hasta este momento Seiya no había creído que su novio, el hombre del que se estaba enamorando, pudiera ser capaz de ello, el padre de Julián apretó los puños y golpeó la mesa en la que estaba apoyado, todo fue dolor por un par de segundos pero al abrirse la puerta y ver a Shun de pie al otro lado, fue más la confusión la que embargó a la sala entera que cualquier otra cosa
- No puede ser… tú estás muerto… me dijeron que… no puede ser… - murmuraba Julián sin quitar los ojos de encima al muchacho de ojos verdes que sonrió amargamente al responder
- Yo debería estar muerto Julián, intenté hacerlo y no lo voy a negar pero… mi hermano me encontró a tiempo y bueno… solo digamos que aún no era mi tiempo porque con la cantidad de pastillas que tomé, no la contaba – el tono de Shun bajó, en verdad había tocado fondo al intentar quitarse su propia vida, los días que pasó en el hospital en convalecencia le había ayudado a reaccionar, la desesperación de su hermano y de sus padres, la mirada en sus ojos de angustia y preocupación era algo que no quería volver a ver o causar en su vida
- ¿Pero entonces…? – el peliazul no entendía nada
- Entonces, tenemos su confesión por el abuso sexual a Shun Takamura – DM estaba de pie tras la cámara que estaba al final de la mesa, Julián miró al detective con los ojos muy abiertos al entender lo que estaba diciendo
- No… yo no… - empezó a decir Julián pero Shun lo interrumpió al decir:
- Tú mismo me lo dijiste la noche que fuiste a verme en mi habitación, me lo restregaste en mi cara luego de reírte de mí, ¿ya no te acuerdas?
- Shun… no… no lo hagas… - el corazón de Julián latió con violencia, esa noche… todo lo que pasó esa noche fue demasiado denso
- ¿Hacer qué?, el que lo hizo aquí todo fuiste tú, déjame recordarte lo que me dijiste por si tienes Alzheimer prematuro o algo…
***
Julián estaba de pie frente a un edificio de dormitorios, llovía suavemente así que el peliazul estaba usando una capucha, miraba las luces de las ventanas y pensaba que a lo largo de los años que él había estado en esta universidad incontables veces había pasado frente a estos edificios sin sospechar siquiera que una bomba de su pasado estaba allí, allí comía, allí dormía, allí pasaba sus días sin importarle la forma en la que había arruinado su vida, cuando esa idea se cruzó por la cabeza se decidió finalmente y con paso decidido entró, tenía que verlo, tenía que hablar con él, claro que si…
Julián había estado en algunos edificios de dormitorios antes, y se sorprendió con lo que encontró en este porque en primer lugar había cámaras de seguridad que en los otros no había, así que curioso las miró y las contó, vaya… “cosas de gente rica”, pensó, y al avanzar por los pasillos los lujos siguieron siendo evidentes porque había máquinas de refrescos y dispensadores de agua, teléfonos de tarjeta en todos los pisos, una sala de televisión bastante decente, en fin… todas las comodidades que los estudiantes pudieran desear
Subió las escaleras y miró hasta que encontró la puerta que estaba buscando, se quedó de pie contemplándola largo rato hasta que se animó y la golpeó suavemente, escuchó movimiento adentro y luego se abrió pero no completamente, Shun miró por la hendija y trató de cerrar la puerta pero fue muy tarde, Julián la empujó hasta abrirla y a la fuerza entró a la habitación, Shun cayó al suelo al no poder sostener la puerta y tambaleándose se logró poner de pie. El muchacho de ojos verdes lucía bastante desmejorado, pálido con ojeras pronunciadas, estaba usando unos jeans raídos y un buso que le quedaba algo grande
- ¿Qué rayos crees que haces aquí Julián?, lárgate… - Shun señaló la puerta mientras daba un paso hacia atrás y se llevaba una mano al pecho
- ¿Estás bebiendo Shun? – preguntó Julián arqueando una ceja, Shun no solía beber nunca pero por la forma en la que hablaba y se movía si era muy probable que estuviera algo bebido, además… la última vez que lo vio también estaba tomado, vaya… las cosas cambian con el tiempo
- Te dije que te largaras, lo que menos quiero hacer en esta vida es verte Julián – la angustia se reflejaba claramente en el rostro del muchacho de ojos verdes, Julián por el contrario lucía calmado, y levantó las manos en señal de paz al decir:
- Solo quiero hablar contigo un ratito, solo quiero ayudarte, ¿está bien?
- No… no está bien, nada de esto está bien, voy a llamar a seguridad, te lo advierto – Shun sacó su teléfono del bolsillo trasero de su pantalón y se disponía a marcar cuando escuchó que Julián dijo:
- Si lo haces, nunca sabrás lo que en realidad pasó esa noche, entre Hades y tú…
- ¿Qué sabes tú de eso? – el corazón de Shun latió con violencia, Julián se complació en ver la expresión de confusión y ansia en el rostro del pequeño, así que sonrió de medio lado al decir:
- Por todos los dioses… aún eres el muchacho más hermoso que he conocido en la vida…
- Te juro Julián que si no me dices lo que sabes en este mismo momento, no respondo de lo que puedo hacer, habla y lárgate, eso es todo lo que necesito que hagas – Shun estaba al borde de las lágrimas, su tono de voz era desesperado, eso complació más a Julián de lo que había supuesto que sentiría al hablar con Shun nuevamente, el tenerlo tan cerca si fue intoxicante
- Está bien… está bien… no seas tan dramático, wow Shun… ¿pastillas? – Julián caminó los pocos pasos hasta la mesita y tomó un frasco de píldoras pero no acabó de leer la etiqueta cuando Shun se lo arrebató con violencia de las manos al decir:
- Si no me vas a decir lo que me dijiste que dirías, lárgate de aquí Julián
- Ya ya ya… Hades… en verdad te gustaba, ¿verdad?, cielos… el verlos a ustedes dos me trajo todo tipo de recuerdos, porque yo también te gustaba, es más… tú me amabas, o por lo menos eso fue lo que me hiciste creer
- ¿A qué te refieres con que nos viste?, ¿cuándo nos viste?, ¿de qué demonios estás hablando? – Shun frunció el ceño al preguntar esto, él no entendía nada
- Los vi esa noche, tú sabes de que noche estoy hablando, por azares del destino yo estaba en el baño, fue algo… alucinante… - Julián sonrió de medio lado y esa sonrisa le llegó a Shun al alma de muy mala manera
- ¿A eso viniste?, ¿a burlarte de mí?, ¿a restregarme mi desgracia en la cara?, no puedo crees que seas tan cruel Julián, ¿a eso viniste?, ¿para eso querías verme y hablar conmigo?
- No… no solo por eso, tengo una duda que no me ha dejado dormir estas últimas semanas, ¿por qué de todas las escuelas del país, tuviste que matricularte precisamente en la mía si ahora alegas que no quieres verme?
- Porque no sabía que tú estabas aquí, de haberlo sabido nunca hubiera venido, te odio Julián… en serio te odio
- Ohhh que dulce de tu parte… wow… mira esto… no sabía que tenías fotografías de esto, ¿recuerdas esa noche? – Julián había tomado un portarretratos de la mesa de noche de Shun en la que vestía un traje y tenía un bastón en las manos, era una foto de la obra de teatro en la que habían actuado juntos en el colegio
- Deja eso, no Julián… devuélvemelo… - Shun trató de tomar el portarretratos de las manos de Julián pero no lo logró
- Yo sí recuerdo esa noche, la recuerdo muy frecuentemente de hecho
- Por favor cállate… mi vida ya no gira alrededor tuyo, esa fotografía no tiene nada que ver contigo, yo ya lo he superado y lo he olvidado – dijo Shun terminantemente
- Pues que bien por ti, pero yo no lo he podido hacer, Okinawa entera cree que soy un violador por todo lo que dijiste a todo el mundo de mí, además de la forma en la que jugaste conmigo porque primero me dices que me amas y luego me metes a la cárcel, eso no se hace a quien se supone que amas Shun, y si… lo resiento aún – el tono de Julián cambió completamente, se podía palpar su furia, era cierto lo que dijo, aparentemente no lo había superado
- Eso no fue mi culpa, yo no estaba listo para lo que pasó, yo tenía 16 Julián, era un niño – se justificó Shun y eso hizo que Julián riera con amargura y respondiera:
- No estabas listo, por favor no me hagas reír, primero me juras amor eterno y luego arruinas mi vida, habrá valor!!!
- Ya basta, no tengo ningún interés en revivir el pasado y no voy a seguirte escuchando, si solo has venido a destilar veneno puedes irte por donde viniste, dime lo que me viniste a decir y lárgate!!!!
- Ok., vine a decirte que estamos a mano – dijo Julián y sonrió complacido
- ¿De qué demonios estás hablando? – Shun en cambio no entendía nada
- Tú arruinaste mi vida en ese entonces, yo he arruinado tu vida ahora… estamos a mano – aclaró Julián con tono sumamente sereno
- ¿Qué?
- Hades nunca te violó, yo hice correr un chisme e hice que te lo creyeras, él nunca te tocó – dijo Julián mirando a Shun a los ojos, pudo ver como aquel hermoso rostro se descompuso totalmente, como literalmente se desencajó y eso le produjo un cierto tipo de placer perverso que no sabía estaba en capacidad de sentir
- ¿Estás loco? – Shun se llevó ambas manos a la cabeza, no podía creer lo que estaba escuchando
- Pueda ser que si… pero el asunto es que, aún te conozco muy bien Shun, sabía que lo creerías, sabía que al escuchar esa historia, tu imaginación completaría los espacios en blanco y pensarías que sin lugar a dudas, fuiste violado por tu novio… yo sé que te gusta creer tus propias mentiras, sé que sabes perfectamente que aquella noche en mi casa tú te entregaste a mí e hicimos el amor, le dijiste lo contrario al imbécil de tu hermano para evitar tener que dar explicaciones, sé que por mucho tiempo fingiste ser una víctima hasta que te convenciste que en verdad lo eras, y por todo eso… yo sabía que creerías que fuiste violentado por alguien que amas y confías, lo que no sabías y no tenías forma de saber es que… esta vez… si cometí el crimen del que me acusaste, esta vez… te hice mío y tomé lo que me pertenecía, esta vez… me cobré contigo todo lo que me hiciste – Julián tomó a Shun de la muñeca y lo jaló para con su otro brazo apretarlo contra su cuerpo, Shun se revolvía horrorizado tratando de soltarse pero Julián era en verdad mucho más grande y fuerte que él
- No… no… déjame Julián… suéltame… - Shun forcejeaba mientras Julián trataba de besarlo, pero no lo logró porque Shun logró empujarlo y arañarlo en la base del cuello, el mayor lo empujó y prácticamente lo lanzó a la cama
- No tienes por qué ser violento, la última vez que estuvimos juntos gemías de placer mientras te poseía, murmurabas palabras inentendibles mientras te la metía, es verdad que estabas borracho pero… tu cuerpo… hermoso, delicioso, tal como lo recordaba, ¿no quieres volverme a tener entre tus piernas?, mira que juré no volverte a tocar nunca más pero… si me lo ruegas podría hacer una excepción esta noche
- Lárgate Julián!!!, solo lárgate!!! – Shun lloraba en este punto, Julián solo sonrió y salió de la habitación dando un portazo, dejando al muchacho de ojos verdes con el alma destrozada, a la final tristemente comprobó que tenía razón, esa noche fue violado, esa noche fue ultrajado pero su novio no había sido el culpable, Hades no lo había tocado, fue Julián… siempre fue Julián…
***
- ¿Lo recuerdas ahora amor? – preguntó Shun melosamente mirando con dureza a Julián que lo miraba con profundo resentimiento también
- Así no fueron las cosas
- Bueno… tengo tu confesión en video y… a confesión de parte, relevo de prueba así que… Julián Solo, está bajo arresto por abuso sexual y agresión en contra de Shun Takamura – el detective Pietro Gagliardo sacó las esposas de su cinto y esposó al muchacho que ya no opuso resistencia, él mismo lo había admitido, ya no debería decir nada más
Pietro tomó a Julián del brazo y lo levantó de la silla, llamó a dos de los oficiales fuera de la sala de interrogaciones para que lo lleven a procesar, el jefe Shion de la policía entró a la sala abrazó a su sobrino, Shun pudo respirar con soltura luego de varias semanas de angustia, Ikky también entró a la sala y abrazó a su hermano menor, todo era felicidad en aquella sala, mientras que en la otra sala tras el espejo, el padre de Julián se puso lentamente de pie y puso una mano en el hombro de Seiya al decir:
- No hemos hablado mucho muchacho pero sé muy bien quién eres tú
- ¿Por qué permitió que esto sucediera?, ¿por qué permitió que acorralaran a Julián de esta forma?, ¿por qué no le consiguió un abogado?, ¿por qué? – Seiya miró al mayor con lágrimas en los ojos, Kardia sonrió de medio lado al responder:
- Sé que no lo entiendes pero esto tenía dejar que pasara, Julián tiene que hacerse responsable de sus actos, si yo intervenía para ayudarlo a salir, ¿qué crees que es lo que hubiera hecho después?, los padres de Shun me llamaron cuando su hijo trató de matarse, vi a ese muchachito en el hospital contándole a sus padres lo que Julián le dijo esa noche, lo que acabas de escuchar tú, la sangre de ese niño hubiera estado en las manos de mi hijo y eso yo no lo podía permitir, mi hijo no es un asesino, no puedo permitir que se convierta en uno
- ¿Necesita guía entonces?, ¿y cree que en la cárcel lo van a guiar?
- Entiendo tu frustración… - empezó a decir el mayor pero Seiya no lo dejó hablar porque prácticamente le gritó:
- No creo que lo haga, Julián ha estado solo por años porque todos ustedes lo abandonaron, su familia le dio la espalda y ahora… ahora ayudan para que vaya preso, no… no creo que entienda mi frustración
- Muchacho… entiende… este es el mejor escenario para mi hijo, no va a ir a la cárcel por mucho tiempo, yo veré por él y me lo llevaré de vuelta a casa, le daré el tratamiento psicológico que necesita para que pueda hacer una vida normal en el futuro, mi hijo no está bien y sé que en gran parte la culpa es mía, tienes razón muchacho en decir que lo abandonamos, es mi error y lo voy a asumir, pero permitiendo o ayudando a que mi hijo escape de esto sin asumir responsabilidades, no lo estoy ayudando, estoy acabando con él, ¿entiendes?
- No… no lo entiendo… - Seiya trató de tranquilizarse pero no lo estaba logrando, lloraba en contra de su voluntad y no lo podía evitar, Kardia se acercó a él y lo abrazó, al inicio Seiya no quiso dejarse abrazar pero el mayor no lo quería dejar ir así, a la final Seiya estaba destrozado porque amaba a su hijo, y eso él solo podía agradecer, de lo que su esposa le había dicho, los dos compañeros de cuarto de Julián eran básicamente su familia, este muchachito había estado con su hijo cuando él le dio la espalda y todo esto había pasado, nunca se lo perdonaría a sí mismo, todo lo que pasó en parte era su culpa también